viernes, 30 de marzo de 2007

RICHARD WONDERFUL: EL INDÓMITO POROTO CÓSMICO

La historia del arte tiene sus recovecos. Re contra recovecos por donde se pierden grandes artistas. Uno de ellos es Richard Wonderful. Hay muchos modos de definirlo: Loco de mierda, El Amigo de Syd Barret, El conocido de Andy Warhol, el Ricky. Pero quizás quien mejor lo ha definido es Luis Alberto Spinetta: “Richard era un pibe lumínico, una bola de amor ultranovedosa-recapacitora de vida. Una ciruela que danzaba en la tempestad de la boca de un mono que se hizo caca. Un indómito poroto cósmico, una llave dorada que observaba el ulular del tiempo amalgamándose a él”. Y es que luego de sus repetidos fracasos en Europa en la década del 60’ Richard decidió viajar a otro país, un lugar alejado del sitio donde había visto caer sus esperanzas, romper sus sueños, destruir sus ilusiones, incendiar sus anhelos y marchitar su corazón. Luego volverá para caer más y se irá otra vez para caer más y volvería para lo mismo. Pero ahora escapa de su más cruel adicción: el petróleo que comía en lata, al estilo postrecito de chocolate con una cuchara. También lo aspiraba provocando en su nariz una gran suciedad que hacía a la sociedad londinense toda alejarse de él. Era común que mientras Richard caminaba por una vereda, la sociedad londinense toda iba por la otra y viceversa. Sus amigos más cercanos lo habían dejado de lado. En una entrevista para la revista Rolling Stone de noviembre de 1971 el periodista David Fricke le pregunta a Mick Jagger que fue de Wonderful: la respuesta de Jagger es elocuente: “Con ese aspira-petróleo negro cabeza no me junto más. Oh yeah”. Eric Clapton dice algo parecido en enero del 67’: “Opino algo parecido a lo que dice Jagger” contesta, lacónico el Mano Lenta.

Fue el 14 de febrero de 1967 que Richard decidió abandonar Londres, la capital británica, para dirigirse al Aeropuerto de aquella misma ciudad (por lo que podemos deducir que Richard todavía no había abandonado Londres, la capital británica ya que justamente se encontraba en el Aeropuerto de esa misma ciudad, ¿qué ciudad?: Londres, la capital británica). Allí, sólo un poquito pasado de sustancias tóxicas extremas y re pulentas como el LSD, el PT, el REPT, el ARI, la UCR, etc. intenta pedirle a la que atiende en el mostrador del aeropuerto un pasaje para otro país. Dado el alto nivel de drogas que el cuerpo de Richard contiene la empleada no entiende lo que le dice. Ella misma lo recuerda así: “Era una mañana soleada, de hecho lo era. Si, lo era. Había dejado a los niños en “El Instituto de niños gordos y rojos británicos” y había llegado al trabajo, oh si, había llegado. Comí unas tostadas con huevo. Luego un ponche y más tarde panceta con miel y ajo. Es un buen desayuno, oh si, lo es, si que lo es. A las 11 de la mañana, luego de practicar el fino humor inglés típico de cada día, llegó un hombre en verdad… en verdad hecho mierda. Tenía, tenía los ojos rojos y de la nariz le colgaba una sustancia que no era flema sino una especie de pasta negra que luego comprobé que era petróleo. Pidió algo que no alcancé a entender y le dije a Benny si podía venir, que no le entendía a un cliente, le dije “Ven Benny, ven aquí que hay allí un ser en verdad pasado, oh Benny ven por favor, si Benny, si, hazlo Benny, si así Benny, así me gusta Benny, Oh Benny que agradecida te estoy Benny, Oh Santo Dios Benny, si, si Benny, ven por aquí, justo aquí. Oh si, Oh cielos, Benny, oh si Benny”. Y Benny tampoco lo entendió. Ya cansados de no entenderlo le regalamos un pasaje en avión para la Argentina. Oh, si que se lo regalamos”.

Richard llega a Buenos Aires el 20 de febrero de 1967 a las 19:42 hs. Por algún tiempo no tenemos noticias de él. Es a las 19:46 que lo detienen por tomarse de un solo trago un pote de petróleo a la luz del día. En la cárcel conoce a un fileteador detenido por vender surubí podrido. Todo lo que el fileteador le dice es “Por vender surubí, papá, surubí, papá. El pescado ese no estaba podrido, papá, estaba rabioso. Era pescado rabioso. Me agarraron por vender Surubí, papá, surubí, surubí, papá, surubí”. Esas son las primeras palabras que Richard aprende en castellano: Surubí-papa y “Pescado Rabioso”.

A los pocos días Richard escapa de la cárcel construyendo un novedoso túnel detrás de un póster de la Coca Sarli. Camina y recorre Buenos Aires hasta encontrar a dos jóvenes que con una guitarra desafinada no logran sacar ni “un puto acorde” (Wonderful dixit) ¿Cómo estas?, ¿Quién sos? le preguntan. Richard, a punto de llorar, escribe en un papel que le ofrecen los dos jóvenes las siguientes palabras en inglés luego traducido por la madre de uno de los muchachos: “Estoy muy solo y triste acá en este mundo abandonado. Tengo una idea…irme al lugar que yo más quiera. Me faltaría un poco de madera para ir porque tengo que cruzar todo el Océano. Tengo que conseguir mucha madera, tengo que sacarla de donde sea. Y cuando mi balsa esté lista partiré…hacia la locura. Aunque pensándolo bien si me tiró en Balsa por el Atlántico lo más probable es que naufrague. O sea que con mi balsa yo me iré a naufragar, a naufragar”. Los dos jóvenes se miraron y encontraron en esas palabras unas buenas ideas. Uno de ellos, apodado Litto, también prestó atención a las palabras que incansablemente repetía Richard: “Surubí-papa-Surubí-papa”. Tanta atención prestó que ese mismo balbuceo se le pegaría incansablemente en cada tema que compuso desde allí hasta 40 años más tarde. “Si lo pensamos bien” dice el periodista Alfredo Cosso “El estilo de Nebbia nace el día en que se encuentra con Richard". El resultado del encuentro fue, no hace falta decirlo, “La balsa”, no hace falta decirlo, el primer y más grande éxito, no hace falta decirlo, del rock argentino. Las disputas entre Tanguito y Nebbia por hacerse propio el tema recorrerían los años hasta hoy. Claro que nadie reparo en el fundamental aporte de Richard.

El encuentro con Spinetta se daría algunos años más tarde, en el verano de 1972. Richard había vuelto a Londres y harto del fracaso decide volver a Buenos Aires a ver que onda. Como una especie de Pierre Menard de la literatura escribe una canción llamada “Volver” que ya había sido escrita años atrás por celebres tangueros argentinos. Acusado de ladrón y extranjerizante Richard llora por ser la única víctima que se conoce en el mundo de “Plagio involuntario” y “Composición atrasada en el tiempo”. Debe pagar una multa de 120 morlacos (la moneda argentina del momento, luego de una devaluación) y se queda, justamente, sin un morlaco. A los pocos meses se entera de la muerte de Tanguito y rápido como un halcón se encamina al velorio de su viejo amigo. Insulta a los familiares y al grito de “¡Ladrón!” intenta quemar el cajón del otrora vivo, ahora muerto. Un tío de Tanguito le consigue un trabajo. Ahora son tiempos dorados en la Argentina, el trabajo fluye a troche y moche y el familiar del mítico Tanguito hace ingresar a Richard en una fábrica de globos para cumpleaños, casamientos y asaltos. Richard es el encargado de inflar los globos y por consecuencia de dicha tarea su voz se torna aguda, agudísima diría cualquiera. Lo comienzan a llamar burlonamente: “Voz de pito”. No viene al caso pero cuando Richard dice algo sus compañeros del trabajo le responden: “No te escucho un pito”. Je, je, que graciosos. Bueno, perdón. Perdido en la ciudad Richard se dirige a “La Cueva” en busca de sus viejos amigos pero allí todo sucumbió al progreso: ya están instalando un ciber que abrirá recién 40 años después. Incluso cuando pregunta que es lo que van a poner ahí los obreros se excusan levantando los hombros, moviendo sus manos, alargando sus caras y finalmente, ante la repregunta, haciendo insinuaciones fálicas que perturban a Richard. Caminado reconoce a Litto Nebbia que esta comiendo una manzana con pochoclo por Florida. Al verlo, el prolífico rosarino se hace el desentendido. “No te hagas el boludo” le dice Richard. Nebbia finalmente acepta hablar con Wonderful. Este le dice que lo ayude, que necesita un poco de plata, que quiere grabar un disco. Nebbia le dice que se acordó tarde de buscarlo, que él ya no pertenece al rock y que éste guetto le tendrá vedada la entrada por mucho tiempo. “Anda a ver a Moris” finaliza la conversación Nebbia, en tanto le da un último mordiscón a la manzana y anota en una libretita su canción número 789: “Aquella manzana con pochoclo en la calle Florida”. Luego se ata los cordones y se le ocurre otra: “Atándome los cordones por Buenos Aires”. Cuando dobla la esquina ya tiene ideados 3 o 4 discos.

Wonderful se encuentra con Moris y este lo manda a ver a David Lebón. Instantáneamente Lebón copia la forma de pronunciar de Wonderful: a partir de allí las “t” pasaran a ser “ch” para el ex guitarrista de Serú Giran, estilo que luego será tomado por Miguel Mateos y más tarde por el cantante de Airbag, todo un ejemplo de la degradación sistemática del rock argentino. Aunque Lebón no puede ayudar a Wonderful, estos dos pegan alta onda y se quedan en el camarín de un teatro porteño –va a tocar Pappo’s Blues- hablando de lo copado que está ser hippies y fumar porro en el Parque Rivadavia. A los pocos minutos un hombre sucio y desprolijo ingresa en el camarín pateando objetos y profiriendo sus palabras de hombre suburbano. Al escuchar el mal castellano de Richard comienza a reír diabólicamente en tanto hace rugir el motor de un auto de carrera…que estaba ahí… en el camarín…No hace falta decir que ese hombre vil es Pappo Napolitano que casualmente ese día representa a través de sus actos el perfecto estereotipo que la gente imagina sobre él al escuchar sus canciones. Sin mediar una palabra ataca a Wonderful y este se defiende con lo primero que tiene a su alrededor: sanguches de miga. Hombre de pensamientos rectos, siempre hablando con oraciones enunciativas el inefable Carpo dice “Maldición, no puedo evitar… que los sanguches de miga vengan hacía mí…No puedo evitar…” Allí, sucio con la mayonesa de los sanguches y en cámara lenta Pappo elabora la letra de uno de los más geniales temas del rock argentino: “Sanguches de miga”. Pasados unos minutos, ya vencido por su enemigo, Pappo le pregunta a Richard que es lo que hace en la vida. “Inflo globos” es la respuesta aguda de Wonderful. “Buscate un trabajo decente” le aconseja Pappo. “Anda a ver al Flaco Spinetta, el quizás te pueda ayudar, tiene la voz igual a vos. Adiós, nos veremos en el club del blues local, perdona si te agredí, creo que tomé demasiado, tomé demasiado, oh, yeah. Vamos juntos a la paz”.

Richard Wonderful llega a la casa de Spinetta y toca timbre varias veces. Lo atiende el Flaco en persona, en alpargatas. El flaco esta pasando por un periodo oscuro de su vida que nunca antes se supo: se ha quedado sin voz luego de gritar un gol de Ermindo Onega. Se comunica con Wondefrul a través de un cuaderno. Cuando escucha su voz se le enciende la lamparita…que tiene en la espalda, es que el Flaco siempre fue muy surrealista y tenía una lámpara pegada a la espalda. Durante esa noche Spinetta le cuenta a Richard que ha separado a su grupo (Almendra) y que no tiene mucha idea “de lo que hacer”. Encima se quedó sin voz y no tiene nombre para la próxima banda que el oráculo del rock argentino le dice que debe formar para poder ser un mito viviente a partir de 1985/86 y hacer discos aburridos y solemnes sin problema durante el resto de su vida. Wonderful lo calma diciéndole que eso le puede pasar a cualquier grande (esto se confirmaría en los 90’ cuando Sergio Denis pierda la voz por algún tiempo), le ofrece el nombre de “Pescado Rabioso” para su grupo y le dice que él lo puede remplazar en el estudio, cantando, que tiene experiencia y que grabó algunos temas. “Inmediatamente me copé” cuenta el Flaco en un capítulo inédito de “Crónica e iluminaciones”. “El tipo me ofreció su ayuda como una lombriz de tierra le hace su trabajo al arador sin que este se lo pida”. Es así como la voz de Pescado Rabioso que todos creen de Spinetta es de Wonderful. Incluso para Artaud, el disco más venerado por los fans, Spinetta ni siquiera compuso los temas: le pidió a su amigo Guillermo Vilas que escriba unos poemas y a Wonderful que los musicalice prometiéndole una “alta cifra” de pago. Pago que finalmente no ocurrió y que distanció fatalmente a los dos viejos amigos. “La verdad, con el tiempo me afligí mucho por lo que le hice al Ricky (toses cósmicas). Lloré como un néctar plateado propicia a la lluvia un leve esplendor de nácar. Pero bueno, que sé yo ¿Que le vamo’a hacer? Jujaja jaja (risas lumínicas)” termina diciendo un desconocido y malvado Flaco.

Héroe silencioso de la historia del rock and roll, andador incansable de los extremos de la conciencia, la figura de Richard Wonderful hoy se tiñé de niebla en tanto el olvido –con sus remolinos de fuego, tormentas eléctricas y vientos huracanados- amenaza con comerse la gran figura que siempre fue. Sólo nos quedan las palabras que Spinetta le dedico en su tema “Resumen porteño”, allá por comienzos de los 80: “Ricky esta listo, listo del bocho (…) y para zafarse sólo toma pastillas y ya no toca un libro y no quiere que le digan nada. Y es que Ricky se va…” Por último Wonderful logra grabar un disco en Argentina en el año 1974. Grabado en precarias condiciones, el disco –un manojo de resentimientos, insultos y obscenidades- se llamó “Recriminación total a todos los que me cagaron empezando por vos Tanguito, siguiendo por vos Litto y terminando por vos Flaco” y fue prohibido sin siquiera ser escuchado por persona alguna. Eran 10 temas escritos y cantados en un extraño castellano-inglés que luego utilizaría Luca Prodan con éxito. Los títulos de las canciones –elocuentes y directas- eran extensos, siguiendo el estilo del rock sinfónico : “Flaco no te hagas el boludo” era un tema extraño, con una intro de 16 minutos en la que Wondeful hacía gala de su dominio de la pandereta para luego estallar en gritos interminables hasta que se escuchaba a una persona que literalmente lo sacaba del estudio diciéndole “Bueno, pibe, demasiado por hoy”. "Pappo nunca me diste una oportunidad" y "Lebon me copiaste la pronunciación" eran algunos de los poco originales títulos de las canciones del disco. El último tema del disco, “Tanguito, la true merecías estar dead desde que naciste”, es uno de los testimonios más descarnados de la vida humana. Después del nuevo fracaso mucho no se pudo saber de Wonderful. Las investigaciones seguirán para saber algún día donde está y cómo vive hoy el genio secreto, el ignoto poroto cósmico que todo lo hizo.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias. genial lo de la adicción al petróleo. los fans de richard w. esperamos mucho este momento.

Anónimo dijo...

un momento hitórico en la historia... GRACIAS CORVINO!!!! GRACIAS RICHARD!!!!
y coincido con martín, esperamos mucho este momento.
salud, corvino corvino

Anónimo dijo...

Desde que leo este blog lo único que veo es alarde...alarde de cuento puede escribir el tipo que hace el blog, de lo copado que es, de lo poco que le interesa todo.....la cosa es que debajo del alarde dificilmente haya algo interesante......me parece, no se jeje....

Anónimo dijo...

tiene razón el ano(de)nimo. ¿para cuándo un blog donde el autor se defenestre a sí mismo y amenace con suicidarse dada la pésima calidad de sus textos?
entonces un lector podría tomarse quince minutos, poner un comentario laudatorio, asentir con la cabeza y salvar una vida.
ahora que lo pienso, mejor que sigamos con bloggeros que se tengan fe y que confíen en lo que publican y que los anónimos sigan creyendo que sus críticas le importan a alguien.

Anónimo dijo...

no te vallas justo cuando descubro a richard wonderful gracias a tu comprometida investigación periodística. Por favor!! Gracias.
(había terminado de escribir mi comentario cuando decido, antes de apretar "publ...", leer lo que la otra gente había escrito, y me encuentro con que todos menos uno habían puesto GRACIAS y es buenísimo, porque es lo que te genera, te dan ganas de agradecer)bueno, chau, ya me estoy sintiendo ridícula.

Anónimo dijo...

"vayas" perdon perdon

Martín Zariello dijo...

Che los que quieran comentar LA ENTUMECIDA o TRÍO que lo hagan acá, cuando publiqué me olvide de dejar sólo los comentarios para el primer post (el que desde siempre no tuvo) y como comentaron acá dejó este si alguien quiere comentar (no sé si entendieron).
Bueno, gracias por comentar, tanto a Martín, Luby, el anónimo malo y la anónima buena. SALUDOS.
PD: alarde de qué hago? La verdad no entendí bien ni lo que quisiste decir, ni los puntos suspensivos, ni ese jeje pelotudo del final.

Martín Zariello dijo...

Ah, yo no me voy a ningún lado, eh. Irse a la mierda no es irse del blog ni nada. Sin embargo el mismo día que postee esto se me murió la compu así que mi mente se adelantó a los hechos y mande estos 3 post para, aunque sea, la próxima semana, saludos again.

Anónimo dijo...

Me gustó el cuento "La entumecida". No digo que sea el mejor, sólo que me gustó.
Una curiosidad es que mi vieja usa mal el participio del verbo "entumecer", es decir, dice "entumido".
Dudas existenciales:
¿Qué se siente escribir un relato a pedido? Lo digo por lo de Wonderful.
¿Los posts van a ser cada vez más largos a medida que pase el tiempo o es casualidad?
¿Lo de los tres posts fue una estrategia para pasar a llamarte "il postino"?
Con el obligatorio "gracias" me despido sin más, oh prolífico corvino.

Martín Zariello dijo...

¿Qué se siente escribir un relato a pedido? Lo digo por lo de Wonderful.
-Ja ja (risas). Oh, si. Bueno, dado que soy un demagógico sin remedio y un oportunista dedicado al efectismo intrascendental, el relato a pedido me vino como anillo al dedo. Aparte era un forma más de alardear que puedo escribir no sólo lo que quiero sino lo que quieren los demás.
¿Los posts van a ser cada vez más largos a medida que pase el tiempo o es casualidad?
-No es casualidad. Sin embargo, en cuanto me arreglen la computadora, comenzaré a realizar post cortos, breves y divertidos que haran las delicias de grandes, chicos y ancianos.
¿Lo de los tres posts fue una estrategia para pasar a llamarte "il postino"?
-Que no te sorprenda que en un par de días este blog se llame ilpostino, la verdad que ilcorvino no me identifica, no tiene sentido y ni yo sé lo que significa. Como un día cambie la plantilla porque a nadie le gustó la nueva, como un día escribí un relato a pedido, puedo pasarme a llamar ilpostino en un abrir y cerrar de ojos. Este blog no me pertenece, es de la gente, soy el Corvino de la gente, hagan del blog lo que quieran, yo me debo a ustedes. Gracias (aplausos).
PD: Si este comentario aparece repetidas veces, no es porque esta computadora de ciber tiene chiflado el servidor de internet y respondí mil veces y se borró otras mil, sino porque estoy alardeando que puedo escribir distintas respuestas para las mismas preguntas.

::: dijo...

Bueno, menos mal. Quería comentar en el post de despedida pero -¿astutamente?- no clikeaste en esa opción, así que me vi obligada a comentar en éste y por suerte me vengo a enterar de tus propios dedos que fue sólo una falsa alarma y me siento aliviada porque lo descubrí hoy y quiero poder seguir leyendo y comentando.
(y me acabo de dar cuenta que hace muchas palabras que no uso ningún signo de puntuación.)
(y qué bueno saber que alguien más detesta las desagradables T escupidoras de lebón)
(asumí que las detestás)
(¡¡a quién le pueden gustar por dios!!)

Anónimo dijo...

"...nos ayuda a encontrar a la mujer por la que estamos en la vida. Rosario es esa otra mujer. No sé si me explico"...A ver...mmmm...¡Si! ¡Terminé de leer los posts! ¿Que me gané?

Martín Zariello dijo...

Pero leíste EL TENISTA? Ah, no, entonces no, la obra completa de Roberto Bolaño, las cenizas de Borges y la barba de Cortázar eran para el que lea toooodo.
Gracias a la chica que comento sin nombre pero con signos. Saludos JRJ, ¿para cuando su blog? Quiero un blog de JRJ y Martín, el otro, no me cansare de pedirlo.

Anónimo dijo...

"...el yate recorría el mar lentamente, el sol se iba escondiendo en el horizonte ¿Y si fuera cierto?, dijo Robert, ¿Y si hubiese sido así? El yate siguió avanzando." Uf!... Ahora sí! Reclamo las cenizas de Borges para aspirarlas.
Sabés que ahora que pienso un poco me parece haber visto a Richard Wonderful en algun programa perdido de "Peter Capusotto y sus videos".
Lo del blog lo estoy consultando periodicamente con la almohada. Nos vemos, o mejor dicho, no nos vemos en la facultad.

Anónimo dijo...

Y si se hacen un blog los tres juntos? donde ponen posts totalmente polémicos para sacar de las casillas a la sociedad bloguera?
Propongo un concurso de nombres para el blog de estos tres cracks de la polémica y el efectismo (aunque nunca se lleve a cabo).

salud, dinero y amor

lubilu
lubi