lunes, 14 de mayo de 2007

LOST


Apología de Lost.
Desautomatización del héroe televisivo. En un medio –la tele- donde los héroes y protagonista principales suelen ser salvaguardados de cualquier desliz, necedad o defecto, Lost propone una estética que tiene que ver más con la novela de papel que la de televisión. Sus personajes principales cambian y en varias ocasiones no entendemos bien –luego vendrá la explicación, con la que podemos estar de acuerdo o no- a qué viene esa repentina mutación en la actitud. Jack, quien vendría a ser el héroe clásico, tropieza indefinidamente y es engañado con facilidad; cuando Locke sumó 10, resto 20; tanto Saywer como Sayid y Kate cuando deben dar un paso hacia delante, ese que los redima de su culpa o pasado nefasto, vuelven a caer.
Híbrido en el género que permite la asimilación de distintos receptores. Puede ser una serie de aventuras ya que parte del accidente típico del naufragio. Puede ser entendida como una serie del género fantástico ya que en el interior de la Isla se suceden hechos sobrenaturales. Puede ser entendida como una serie que inaugura un género cercano a una cincia ficción metafísica donde los personajes tienen poderes o pensamientos que problematizan el ser humano como así también son dueños de ambiguos poderes mentales o de conciencia ajenos a sí mismos (Desmond y sus viajes en el espacio-tiempo, Locke y su relación con la isla, etc.). En determinados tramos o capítulos enteros –el abominable episodio lacrimogeno dedicado a Bernard y Rose o en otros más acertados como en el que Jack descubre que su esposa lo engaña- la serie se inmiscuye en la telenovela tradicional, donde se forman triángulos amorosos o se pone en escena una pareja atravesando dificultades –Locke y su devaneo sentimental con la mujer que coordina un grupo de autoayuda, los problemas que afronta la pareja de coreanos-. Ésta última característica lleva a Lost –en sus mejores momentos- a un terreno cercano al drama. Tampoco faltan en la serie personajes que aportan un género en si mismo: Hurley otorga un alto grado de comedia norteamericana, con un humor sano y para toda la familia, Nikki y Paulo, personajes que toman protagonismo en la tercera temporada, son parte esencial del capítulo 14 de la misma, en un episodio de neto corte policial –al estilo Conan Doyle-. Como verán, Lost es como esas bandas que tocan diferentes estilos, todos con garbo y conocimiento, hay para todos los gustos. Hasta un lector de Borges puede sentirse atraído por el recurrente uso de paradojas y simetrías del destino que se dan entre los distintos personajes de la serie. Sin exagerar, en la disputa latente entre Ben y Juliet subyase otra gran diferencia: la de la literatura culta y la de masas (el primero es un amante de Dostoievski y Hemingway, la segunda lee libros de Stephen King).
Tratamiento correcto de la ominosidad. Cuando el pánico le sucede a otros y estamos a salvo de cualquier ente maligno en el sillón de nuestras casas es bueno tener un poco de miedo. De ese modo se explica que las películas de terror se mantengan inmunes –con altibajos, por supuesto- a través de la historia del cine. Del primer Drácula a El juego del miedo pasando por I.T y Scream, el ser humano que accede a la pantalla ha demostrado con creces su peculiar atracción por vivir en un mundo de irrealidad aventuras que de ninguna manera encontrará en su propia vida. Eso mismo sucede en Lost. Encarcelados –a gusto- en un mundo donde todo parece transcurrir con harta sistematización y cálculo –sólo en apariencia, claro- Lost brinda una buena dosis de secretos inexpresables como así también un conglomerado de personajes, sonidos y corporaciones que Freud no tardaría en llamar ominoso o siniestro ¿Quiénes son? ¿Qué buscan? ¿Qué quieren? ¿De dónde vienen? ¿Por qué hacen eso? Esas y miles más son las preguntas que los espectadores y personajes de la serie se hacen sin respuesta alguna. Como todos sabemos lo desconocido aterroriza y los personajes de Lost son lo bastante prejuiciosos como para también caer en la redada. Si a eso le sumamos secuestros y humos indescifrables comprendemos el porqué de ese temor.
Villanos bien construidos. Puede que con los capítulos, los villanos de Lost –en muchos casos pertenecientes a Los Otros, los misteriosos habitantes de la Isla- se vayan aplacando pero tanto Ethan –quien secuestraba el bebé de Claire-, Rousseau –habitante eterna de la Isla que…bueno, también le roba el bebé a Claire- como Ana Lucía –con su pensamiento fascistoide- y el padre de Locke pueden despertar con facilidad una gran repulsión por parte del espectador. Todo está dado para que los odiemos: su forma de hablar, sus ideas, la manera violenta que tienen de enfrentarse y chocar con los demás personajes. El grado de manipulación por parte de los guionistas funciona a la perfección. De todos modos, el formidable Ben –aparente jefe de los Otros, aunque en la tercera temporada se empieza a nombrar con insistencia a un ignoto Jacob- es el gran villano. Incluso supera con crecer al enigmático hombre Cáncer de los Expedientes X. Ácido, inteligente, malvado, repugnante, hipócrita, cómico, Ben parece personificar todos los males del mundo en una sola persona y su personalidad se amolda con facilidad a los defectos de quien enfrenta.
Excesiva complejidad de la trama. En la mayoría de las series o películas masivas –e incluso libros de éxito como El código Da Vinci- se apela al facilismo y el efecto inmediato. Lost, tomando un componente de la novela de folletín, logra mantener la tensión sin caer en obviedades. Michael escapó con su hijo Walt en el último capítulo de la segunda temporada: todavía en el decimonoveno de la tercera no tenemos noticias de él y lo que es peor, a medida que fueron avanzando los episodios, los misterios se fueron multiplicando. Nunca un problema está del todo resuelto: podemos deducir, podemos sugerir hipótesis, nunca afirmar. Con raras excepciones, en Lost ningún personaje aclara estúpidamente lo que acaba de suceder: todo queda a consideración del espectador. Ésta excesiva complejidad, a su vez que deja afuera a los desprevenidos, logra crear entre la serie y el destinador una cierta complicidad, aunque tampoco esto significa que los personajes harán lo que nosotros creemos –por su pasado- que van a hacer. Ya es repetitivo aclarar que la serie inventó un sinnúmero de corporaciones –Dharma-, autores de best seller apócrifos y clisés –los sobrenombres de Saywer- que rápidamente pueden hacer pensar en un fenómeno, de esos que analiza María Laura Santillán en Telenoche. (sin la menor idea, claro). A su vez los espectadores se dividen entre los devotos de Locke, las admiradoras de Jack –ningún hombre puede querer a Jack salvo en ciertas circunstancias de extremado y maniqueo heroísmo-, el instinto de Sayd, la inocencia de Hurley o la sensualidad que exuda Kate.

Lost, en contra.
Tendencia al sentimentalismo. Escenas de reencuentro que nada aportan, miradas solemnes y exageradas entre los personajes principales, discursos rimbombantes sin sentido. A menudo suele suceder.
Capítulos intrascendentes. No seamos ingenuos: Lost más que una obra de arte es un enorme negocio que dado su éxito se ha convertido en una máquina de producir dinero. Además está en un medio que se come lo que no da resultados, donde lo que no compite no sirve. De ese modo podemos entender que en vez de acortar las temporadas –como va a ocurrir a partir de la próxima- los encargados de Lost decidan ofrecer capítulos meramente intrascendentes en los que Hurley logra encender un auto o Nikki y Paulo se pelean por un diamante. Es posible que esos mismos adefesios tomen significado con el tiempo pero mientras tanto se trata de 42 minutos y 30 segundos desperdiciados.
Tibieza a la hora de tratar temas políticos. Se puede pensar con total facilidad que Lost representa esa guerra entre nosotros y ellos que planteó Bush luego del atentando de Las Torres Gemelas: Son ellos los que nos invaden, nosotros no hicimos nada, somos inocentes. Sin embargo las alusiones a la creciente ola republicana y discriminatoria en Estados Unidos se van aplacando con el correr de los capítulos: sólo al principio el ignorante Saywer le dice a Sayid que es un terrorista. Luego éste último lo torturará, como hacia en los campos de concentración de su país, Irak, cuando era soldado, de manera que la acusación de Saywer se verá sino justificado bastante cercana a la verdad o superada con creces. Un tanto reaccionario ¿no es cierto?: El único personaje iraki de la serie tiene que ser un torturador, pelear contra Estados Unidos y llevar una ametralladora en la mochila perpetuamente. De alguna manera, la igualdad en pasados tormentosos de los protagonistas logra crear una interesante idea en la que todos son iguales y tienen los mismos errores por la cual, al mismo tiempo, se desmorona cualquier intento de condenar a Norteamérica cuando la serie justamente comienza con una sucesión de pauta que difícilmente se puedan integrar al régimen de Bush –elegido por los mismo norteamericanos al fin…- . El que peores crímenes ha cometido es Sayid: como ya se ha dicho, fue torturador. Resulta que Sayid es iraki y ningún otro personaje principal de origen norteamericano –sí algún que otro secundario que aparece a través de los raccontos- es representante de ese pensamiento republicano y armamentista. Saywer puede aparecer como la opción: interesado, egoísta, violento, representa la entelequia liberal del mundo moderno pero sus evidentes ataques racistas suelen estar teñidos de una ironía que tiende hacia el humor, además su infancia dolorosa parece redimirlo de cualquier castigo. Jack es demasiado bueno para estar a favor de una guerra, Locke parece huirle a la violencia, Kate es una bandida de la ley. En el aspecto político e ideológico los personajes principales de Lost parecen evitar a los temas serios. Sayid, que en una serie argentina podría estar representado por un torturador de la Esma, en Lost se convierte en alguien que por momentos resulta creíble: él no lo hizo porque quería, lo hizo porque debía, es decir, era una obediencia debida. Es allí donde el terreno se vuelve escabroso. Estas últimas consideraciones pueden hacer de Lost una serie tan propensa al debate como a engendrar ideas equivocadas en el receptor distraído.
Excesiva complejidad de la trama. Como sucede con otros fenómenos masivos de cine –La guerra de las Galaxias, Matrix- o series de tv –Viaje a las estrellas, Los Soprano, Los Expedientes X- el fan de Lost crea alrededor de la serie cierta aura de grandilocuencia que espantará, con razón, al espectador desprevenido –categoría que ya mismo voy a patentar luego de escribirla tantas veces- o resentido –por no haber vislumbrado a tiempo tamaña serie de televisión-. Quien vea uno o cinco capítulos de Lost lamentablemente no va a entender nada: hay que ver todas las temporadas para enterarse de todos y cada uno de los chistes, referencias culturales y revelaciones. Ver Lost requiere un mínimo entrenamiento, no es La Niñera.
Cortes abruptos. Algunos personajes mueren sin "hacer honor" a su historia inmediata. Es el caso del fallido capítulo en que muere Eko y en menor medida de Libby y Ana Lucía.
El humo malo. El humito otrora fascinante y aterrador ahora no le da miedo a nadie. Cortenla con el humo, che.

SI ESTÁ VIENDO LA SERIE POR CANAL 13 O AXN NO LEA LO SIGUIENTE:
Mi teoría:
todos tienen su teoría, yo no…hasta ayer. Releyendo cuentos de Bioy Casares me encontré con uno muy conocido llamado La trama Celeste. Allí un militar que se dedica a probar aeroplanos realiza una serie de movimientos con la nave hasta dar con una pase mágico que lo deposita en otra dimensión, igual a la suya pero con pequeños cambios: en una no existe Gales, en otra es un traidor, en otra nadie lo conoce, etc. De esa forma se entenderá una revelación que los fans de Lost podrán apreciar alrededor del capítulo 18 de la tercera temporada: el avión ha sido encontrado y no había ningún sobreviviente. Sayonara.
+ LOST EN ESTE MISMO BLOG:
  • 28 de noviembre de 2005, hace click acá.
  • 25 de abril de 2006, hace click acá.
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14 comentarios:

Gon dijo...

Voy a leer La trama celeste (1944), aunque ya de nombrar "mundos paralelos", inevitablemente se me vino a la cabeza El jardín de los senderos que se bifurcan (1941) de Borges... leelo si no lo hiciste que está bueno.

De lost... me parece jodidamente aburrido y malo.

Suerte

Anónimo dijo...

no pertenezco a este post porque llegué tarde a lost pero te felicito por el diez

Anónimo dijo...

Sip.., yo también llegué tardé a Lost. Tan tarde que ni me quede.

Fix Perez Bracamonte dijo...

Ante todo, lo felicito por su análisis. Lost demuestra que el espectador no sólo consume porquerías.

Le apunto algunas consideraciones mías:
El otro representante de una cultura potencialmente “tóxica” para USA es el coreano Jin, que también tiene un pasado que lo condena: para conservar su trabajo y honor en la familia lava la ropa sucia de su suegro, y hasta carga con una muerte innecesaria. Sin embargo, la isla le ha dado, como a Sayid, posibilidad de redención. Ambos la tomaron y van progresando. Jin ahora acepta que su esposa es un ser pensante. Sayid, aunque tuvo sus altibajos, ahora se arrepiente de su pasado: recuerde que luego de torturar a Sawyer, se autoexcluye de la comunidad. Eko (¿Africa o simplemente etnia negra?) también profundizó su arrepentimiento en la isla (aunque ya había comenzado al hacerse cargo de la misión de su hermano), pero en este caso, la isla, cuyos designios son a veces inescrutables, no lo perdona. ¿O lo promueve a un plano superior al liberarlo de los vagabundeos en la isla?
Pero, ¿y Sawyer? Se le dieron las mismas oportunidades, pero aún a pesar de algunas pequeñas concesiones de vez en cuando, sigue siendo una mala persona.
Recuento:
Corea, Irak, Africa -> se redimen
USA recalcitrante -> da trabajo

Aparte dejé a Ben. Es cierto lo que usted dice: nunca creí que alguien superara al Cigarette Smoking Man (me gusta más que Cancer Man), pero tengo que admitir que le gana.

Mi favorito: John Locke.

¡Push that button!

4, 8, 15, 16,…

Mariana dijo...

no leí el post completo porque temo que me va a decir más de lo que quiero saber... conseguí y estoy grabando los dvd de las primeras temporadas... luego opinaré seguramente.
Salute.-

La Momia dijo...

no entiendo que una de las criticas sea "la tibieza con que se tratan temas politicos". porque razon tienen que ser comprometidos con algun ideal politico o dar opinion sobre tal o cual cosa? es una serie, es ficcion, no es un noticiero o programa politico.
lo demas , muy buen analisis.

Martín Zariello dijo...

Gon: Leí el Jardín de los senderos que bifurcan, está muy bueno. Ponéle ganas a Lost!!
Martín y Juan -si sos el otrora letrado-: recuerdo que intente congregarlos a la secta pero se negaron sistematicamente.
Marian: es mejor que no lo leas, no todo lo que digo es algo que no se vio en axn y el 13 pero algunas cosas se me escaparon, quizás sí puedas leer los post anteriores.
Fix: Interesante apreciación, veo que sos un fan declarado como yo así que está todo bien. Mi favorito también es Locke aunque los guionistas se están esforzando por hacer que sea un pelotudo, en el capitulo 19 de la tercera se manda una muy buena.
Saludos a todos-

Martín Zariello dijo...

Tiene que ser agudo politicamente porque está defenestrando a Irak -en este caso el iraki es un torturador, una persona injustificable- pero no a EE.UU, fijate que el norteamericano medio de la serie es tu amado jack...

"porque razon tienen que ser comprometidos con algun ideal politico o dar opinion sobre tal o cual cosa? es una serie, es ficcion, no es un noticiero o programa politico": si sólo los noticieros o los programas políticos serían los que dan opiniones ideológicas estaríamos fritos.

Se enojó la momia, respondió corvino ¿Cómo seguira esta lucha de mentes zariellas?

Apartate Jack-

La Momia dijo...

im sorry for you querido, pero no opino lo mismo, no lo tomo como que estan defenestrando a irak, podria llamarse irak o sugus un pais en esa serie, no se corresponde con la realidad. ademas tambien han hecho criticas a la sociedad de estados unidos como mentes chatas y poco cultas en personajes como shannon, ana lucia y hurley.

Fix Perez Bracamonte dijo...

Tiene razón la momia. Creo que no atacan a Irak, sólo al régimen represivo que allí había. Insisto con mi tesis de que Sayid se da cuenta de que obró mal y se redime. Tampoco creo que por atacar el antiguo régimen irakí estén defendiendo la intervención norteamericana.
Con repecto a USA: es cierto que Jack es americano, pero no representa a USA. Como leí, también están Hurley y demás. Los Otros también son americanos, y están embarcados en un programa de campo de concentración con respecto a los sobrevivientes del vuelo 815. Locke también es americano, y tiene una visión muchas veces opuesta a la de Jack.
Creo que la cosa es mas compleja, y que en lugar de luchas entre nacionalidades es una pugna entre modelos de entender la realidad.
Momia: ojo con Ana Lucía, que es el prototipo del inmigrante mexicano que trató de mimetizarse con la nueva cultura. Acá hay más de lo que parece.

Martín Zariello dijo...

Interesante apreciación sobre Ana Lucía. Yo creo que no se ataca tanto como yo escribí ni se es tan inocente -con respecto a la postura post 2001- como ustedes creen. Saludos.

Anónimo dijo...

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