lunes, 25 de junio de 2007

BARBA, APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ

Como podría haber dicho Mallarmé –gran e impecable barbudo que los desatinos de la historia recordarán sólo como poeta-: El mundo existe para llegar a una barba. Yo me la dejo para diferenciarme de aquellos que se la afeitan. Siguiendo con las alusiones literario-barbudas (ya que Shakespeare era otro coloso de la barba) para mí, afeitarse o no afeitarse, más que cualquier otra cosa, es la cuestión. Me dejo la barba para diferenciarme de Macri y Videla y por todos los lampiños que añoran una. Me dejo la barba porque Julio Cortázar, otrora lampiño, se hizo un tratamiento para que le crezca vello en la cara y tuvo barba y siempre me cayó súper archi bien. Igual que Marx y el Charly García barbudo e impecable de La máquina de hacer pájaros. La gente buena, en su gran mayoría, tiene barba. Freud, el más grande cuentista del género fantástico, tenía barba. Martín Fierro, mi tocayo, tenía barba. Luis Alberto Spinetta tuvo barba cuando formó el trío Invisible, justamente, mi banda preferida. Me dejo la barba porque hace unos días vi una foto de mi viejo en su primera tapicería, en el año 1980, donde aparece con la vista perdida y una gran y frondosa barba. Y 1980 era un buen año para dejarse la barba. Me dejo la barba porque cuando cuando tenía 12 años me dejé, tontamente, los tres pelos que me habían salido ya que, desde niño, quería yo una barba. Una vez vi una filmación de Borges joven –cuando era una mezcla de Bimbo y un Panda- y tenía barba. Y qué bien me cayó Borges con barba. Aún mejor que escribiendo El milagro secreto. Los curas me caen mal ¿Conocen algún cura que tenga barba? Si, el único que me cae bien: Farinello. Algo se esconde entre quienes se obligan a afeitarse día a día. Algo terrible que yo nunca sabré ya que lo mío es dejarme la barba. Necesito la barba para pensar: mientras escribo me toco la barba pensando qué es lo próximo qué voy a escribir, mientras analizo las preguntas de un parcial me toco la barba para saber qué es lo que voy a responder, mientras mi novia me dice que soy medio estúpido me toco la barba para contestarle alguna estupidez que le de risa. Me dejo la barba para diferenciarme de aquellos que se la cortan, no porque no les gusta, sino porque creen que dejarse pelo en la cara da mal aspecto o hace parecer sucio a quien lo lleva. He cometido el peor de los pecados, podría decir un no-barbudo, emulando a Georgie: No he tenido barba. Kafka fue tan sufrido porque no tenía barba. Roberto Bolaño no se dejo la barba porque no se podía ser más grande aún. Eso era ser casi como Dios. Lo mismo para Bioy. Si no, se la dejan, ¿qué se la van a afeitar Bolaño y Bioy? José Donoso –que es Bolaño con barba- tiene un cuento perfecto llamado La puerta cerrada. Jesús era un tipo abierto, que cuidaba a los marginados e incitaba a promover el amor. Tenía barba. Tinelli, Pergolini y Sofovich no tienen barba. Gustavo Sala tiene barba. Rep tiene barba. Maitena no tiene barba. Zappa tenía barba. Los integrantes de Pez tienen barba. El Che Guevara, que antes de ser una remera fue un alto ser humano, tenía barba. Me dejo la barba para hacerle la contra a las novias y madres que la desdeñan. Yo no entiendo porqué no les gusta: desde mi punto de vista, tener barba, para las mujeres, que adoran los peluches y los pompones, es como tener un conejo o un jerbo peludo en la pera. Eso debería ser muy tierno para ellas, sin embargo no lo es. Los misterios de la barba, que le dicen. Mi novia me toca la barba y dice: Esa barba…con ojos denunciantes pero en el fondo creo que le gusta. Y no se imaginan el escándalo que sucede ni bien me afeito –por trabajo, negligencia en el recorte barbudo, etc.-: la gente no me reconoce, me dice que he cambiado e indefectiblemente ya no soy el mismo, el espejo me devuelve un corvino, a los 5 que les caía bien de pronto les caigo mal, me acusan de desnudarme, de ofrecer a la vista un espectáculo demasiado realista y sucio para ser compartido. Ahora que lo pienso yo no me siento un hombre, yo me siento una barba. Los que me conocen podrán constatar que no soy normal: demasiado flaco, con una tez pálida y malformaciones en distintas partes del cuerpo. Lo que sin dudas ha pasado es que yo soy una barba ¡a la que le ha crecido un ser humano! Como todo ser humano que ha crecido de una barba, entenderán, no soy para nada perfecto. Es más, esta condición intrínseca en mí ser es la causante de mi total inhabilidad para la vida: malo jugando al fútbol, mediocre en el estudio, peor en el amor. Pero más allá de todo yo siempre voy a ser Martín ¿Qué Martín? Martín, el flaco, el de barbita.
PD: ¿A esto le llaman post, no?

14 comentarios:

caca dijo...

Era lo que decía, sos sólo una barba bonita.

Anónimo dijo...

Ja,ja. Esta tarde te vi y yo tenía barba. Después ví a Pablo y me saludó diciendo "Qué hacés Daniel barbudo?". Llegué a mi casa, me afeité y al rato leí el post. Algo me dice que no me tendría que haber afeitado. Saludos Il Barbino.

Luis Herrera dijo...

Qué tremendo, te tiras un pedo e inventas un post, mejor que todos los post que se me ocurrió revisar hoy- después de tres meses- en la blogósfera.
Maestro y medio.
A mí no me sale barba, pero cómo quisiera.

Matías dijo...

En el post anterior quise dejarte un comentario que fuera una Maravilla, pero bue...

Yo también soy barbudo soportador de madres y novias y/o abuelas. Barbudos de todo el mundo ¡Uníos!

Saludos!!!

Fix Perez Bracamonte dijo...

Al final, están los que tienen barba y están los que se afeitan.

Y bueno... Es obvio, pero, dado el post anterior, alguien tenía que decirlo.

Anónimo dijo...

che, las mujeres con bigote no cuentan, no? qué pena!

nolugareña dijo...

A mi me encantan los chicos con barba!

Algun barbudo disponible?

Mariana dijo...

Yo pertenezco a la gran masa femenina que odia las barbas... pero no puedo negar que colaboran en la imagen de la gente, dan mucha personalidad... así que, mientras mi novio no supere la barba de dos o tres días [es como homero, se termina de afeitar y ya le crece de nuevo] está todo bien.
Como ya comente en el post de luby sobre los bigotes, prefiero la barba.
Ah... y te olvidaste Cristo, a quién pudiendo inventarlo como quisieran, todos lo iamginamos con barba. También de papa noel... que sería de aquél icono mundial sin su simpática barbita blanca.

En fin, me voy para no empeorar.
Salute.-

Martín Zariello dijo...

Saludos Natanael, JRJ, Luis Herrera, Matías, Fix, Anónimo, Noluga y Marian que firmaron este post que yo creía infirmable. Gracias por leer, dejarse la barba como así mismo respetarlas. Viva la bagatela.

Anónimo dijo...

necesito los datos del procedimiento que se hizo el cronopio para que le crezca barba. estoy harto de que todos tengan una y yo no. ¡merezco una barba!

fedefer dijo...

Para poner la correspondiente cuota de rigor y desarticular la argumentación pro-barbista del posteador, traigo una camada de grosos que NO USABAN barba. A saber: Poe (solo bigotín estilo Aldolf); Dylan (alguna que otra vez se dejó un candado, pero no es su sello); Beethoven (nada de barba en la cara, algo en el cerebro quizás) Brando (al menos no Don Vito) Gramsci (que de todas formas usaba anteojos sin patillas, que es lo más cool que existe) y Davydenko (quizás la tenga pero no se ve porque es del mismo color de la piel). Claro que quizás estos también entren en la subclase de "barba-ya-sería-demasiado", pero siempre da para reflexionar un poco sobre estos grandes temas.

Un saludo, Fede.
(Próximo post: grandes lacras con barba, empezando por Julio A. Roca y Raul Moneta).

Anónimo dijo...

Secundo.
Martin merece una barba.
Aunque la carencia de (¿v?)bello facial es el precio de ser rubio.

Larga vida y poco cuidado a las barbas.

Martín Zariello dijo...

Martín, el otro: lamentablemente son sólo rumores, nadie sabe a ciencia cierta si Cortázar se hizo ese tratamiento.
Juan: concuerdo con vos: no se puede todo en la vida.
Fedefer: pensemos en estos grossos personajes que vos nombras como excepciones a la regla. Un problema sería ¿alguien que tuvó barba puede seguir siendo considerado un barbudo de alma o ya la barba no forma parte de él? Qué interesante. Saludos, che.

Anónimo dijo...

Yo... mmm... no sé.. la barba.. me gusta pero hasta cierto punto, odio cuando pincha y odio cuando esta toda despeinada.

Igual el post vale. Casi me convences.