jueves, 23 de agosto de 2007

ARGUMENTOS PARA CUENTOS

-Un hombre que arregla persianas se enamora de una clienta. Para volver a verla, arregla la persiana de modo tal que esta, volverá a romperse pasados dos meses. Así, durante años, los dos individuos (la mujer está casada) se cuentan su vida, reflexionan y hasta discuten sobre los temas que a ambos inquietan. El marido asiste a todo inmutable. Se dan situaciones tragicómicas.

-Un hombre a menudo solidario, comienza a darle limosnas a un vagabundo que duerme en el porche de su edificio. A medida que avanza el tiempo, la mirada del vagabundo obliga al hombre a ofrecer una limosna de mayor envergadura. En determinado momento el hombre da al vagabundo todo su sueldo. En determinado momento el vagabundo se hace con la casa, el departamento y la mujer del hombre. Más tarde será el hombre el que pedirá limosnas en el porche de su antiguo edificio al otrora vagabundo produciéndose un círculo cíclico con ribetes absurdos.

-Una mujer ingresa al cambiador de un local de ropa. Se saca las prendas que lleva puestas y cuando va a vestirse comprende que ya no tiene ninguna de las dos ropas: ni las que llevaba al momento de elegir la nueva prenda, ni las que eligió al momento de querer tener más prendas. La mujer desnuda se preguntará una y otra vez qué es lo que sucedió. Diversos clientes entran al cambiador y la consuelan. El cuento puede tener como título: Ninguna de las dos prendas y ser indudable metáfora de algo, algo que nadie sabe qué es y que Kafka de seguro sabía.

-Un grupo de químicos atrozmente desplazado por la elite de la química de la región a la que pertenecen (una región montañosa) comienza a realizar importantes experimentos con minerales que los colocan a punto de realizar una hazaña mundial. Día a día, los químicos comprenden, con asombro y pánico, que lo que va a suceder les va a cambiar la vida. Incluso, para acomodarse a este estrepitoso cambio, se toman vacaciones, abandonan los experimentos y asisten a terapias de grupo con el fin de no separarse una vez alcanzado el éxito. Más tarde en el tiempo (uno o dos meses después), vuelven a la carga, esta vez decididos a dejar su nombre en el bronce de la química mundial. Finalmente, nunca logran la hazaña. Sus anteriores manifestaciones de inminente éxito los sumergen en un grupo aún más alejado de la elite de la química de la región montañosa: el grupo de los químicos presuntuosos e idiotas.

-Un club de segunda división contrata como entrenador a un italiano que bien podríamos llamar Vito Perlugi. Vito se considera un vanguardista abocado al fútbol y desarrolla estrategias que sus jugadores tardan en asimilar. Estas estrategias son llamados por el mismo Vito: Las Estrategias Imbéciles. Una de ellas puede ser, por ejemplo, durante todo un partido, correr alrededor del árbitro provocando el desconcierto en el equipo contrario, el propio árbitro y las dos hinchadas; otra estrategia podría ser, durante todo un partido, tocar la pelota sólo con la cabeza para así lograr el inédito gol total de cabeza en el cual se debe, en la jugada y definición del gol, tocar la pelota sólo con la cabeza. De ahí que el gol resultante de tal estrategia se llame: Gol total de Cabeza; otra estrategia puede ser jugar al fútbol en forma totalmente frecuente pero moviéndose en el campo de juego a través de medialunas y vueltas de carnero; otra estrategia puede ser reprocharle fallos a los árbitros recitando poesías de Raymond Carver, Lawrence Ferlinghetti, Nicanor Parra, Jorge Luis Borges, César Vallejo, Paul Valéry y Ezra Pound. Finalmente el equipo logra ganar un campeonato aplicando las Estrategias Imbéciles. El cuento puede llamarse: Las estrategias imbéciles.

-Un famoso post estructuralista francés se encuentra a gusto con su obra. Es requerido por profesores, admirado por alumnos y denostado por una gran parcialidad que lo califica de farsante abstracto, es decir, las tres características que debe tener todo teórico conocido. Un día, luego de idear novedosos planteos acerca de la clonación en la obra de Kafka, la improvisación en el armado de carpas en la obra de James Joyce y lo boquense en la literatura griega, el teórico debe acudir a uno de sus libros para refrescar una idea que lo ayudará a completar sus nuevos y necesarios estudios. Es de esta forma que el teórico se dirige a su grandiosa biblioteca y, subiéndose a un banquito de cuero que le ha regalado otro teórico amigo, logra hacerse con uno de sus tantos libros, en este caso el titulado La Conceptualizacion espermatozoide en el entramado de los genitales concluyentes. Una introducción a la literatura judía de posguerra –no importas cuál sea. En realidad sí importa-. Luego, el teórico se sienta en su mesa de estudio y comienza a leer aquel libro. Rápidamente comprende que las ideas y reflexiones de ese libro se le escapan, por así decirlo. Más luego se rasca la cabeza y se pregunta sí en verdad fue él quien escribió tal libro. Decide, entonces, dar un repaso total por toda su obra. Una hora más tarde se tira por la ventana. El cuento puede llamarse: Homenaje a Gilles Deleuze.

-En una ciudad de la República Oriental del Japón un maestro llega a clase con algunos minutos de retraso. Los niños japoneses, educados, observan al maestro con respeto y, tal vez, algo de sumisión. Hojeando el cuaderno de asistencias, el maestro queda mudo: no entiende una sola palabra de lo que allí hay escrito. Carajo, dice, luego de unos minutos y sabiéndose argentino, estoy en un sueño, por eso no podía leer los nombres. El resto del día, se lo pasa intentando explicar a los aplicados japoneses su accidente onírico. Los niños, como única respuesta, ofrecen reverencias y dicen Sayonora.

9 comentarios:

Quinientos Once dijo...

Geniales los argumentos, sobre todo el del cambiador y el del japonés; tengo debilidad por el fantástico.

Con respecto al homenaje a deleuze, habría que tomarlo con cautela. A este blog asisten muchos estudiantes de letras (como quien suscribe) y se corre el riesgo de terminar como piglia, incluyendo en el homenaje un texto propio que el autor, en un ataque epileptico-vanidoso, hace pasar por uno de deleuze (de arlt en el caso de piglia). Escribir pelotudeces que ensayan intelectualidad es una tentación constante.
en fin, muy buenos argumentos. aguante piglia y il corvino.
Saludos.

Anónimo dijo...

yo quiero lo que toma il corvino!!!

PD;el de las limosnas, el dt italiano y el de los quimicos estám geniales

saludos desde un pueblo perdido en el mapa..

Martín dijo...

Cada vez que metés algo nuevo, siento que se expande de manera notoria el abismo que me separa de la entrevista a Casas: por motivos idiotas la dejé a mitad leer, realmente entusiasmado. Como buen obsesivo, entro queriendo seguir lo que una vez dejé a mitad de camino, pero claro, nunca lo hago. Supongo que me encanta no darme ciertos placeres. En fin: me quedo con el argumento de la mujer en el cambiador, quizá por que no sería tan desmesurado llevarla al papel. Y yo creo que Kafka era un gran alucionista, de ahí a unir metáfora con ese algo metafórico, hay otro escarbadiente en la boca.
No se si será común (debo preguntarselo a los amigos)pero suelo soñar intercambio personalidades en medio de una conferencia sobre Linguistica Chomskyana o me meto en el cuerpo de un tipo que tiene que levantar vuelo en Aeroparque. Siento que eso realmente puede suceder y me aterra: ¿como explicarle a un auditorio que no soy el profesor paladar sino una sabandija de metro noventa que acaba de metabolizarse de repente?
Saludos!! Gran Blog Corvino!!

caca dijo...

Existe un mundo mejor, es el mundo interior del Corvino.

Martín Zariello dijo...

Jaja, la verdad que mi mundo interior está re copado. Saludos Natanael, Martín, No me llamo José y Avenida Luro. "Che, lean lo que postié arriba, lo que postié, lo que postié sobre el gorgi, lo que postié, no sean ortivas"

El Bosco dijo...

Son interesantes los argumentos que planteas, aunque la influencia del absurdo está en todos. (No debía poner el "aunque" porque no estoy poniendo ninguna pega, pero no encontré ottro conector más apropiado, ni más ambivalente).
¿Vas a desarrollar alguno? ¿Nos prestas alguno?.
Saludos

Martín Zariello dijo...

Manuela: Es verdad, están todos influidos por el absurdo. Me gustaría prestarlos pero forman parte de otro cuento donde un escritor escribe argumentos para cuentos. Creo que lo voy a postear en estos días. De todos modos existe algo llamado plagio. El del cambiador es malo, así que lo presto. Saludos!!

Anónimo dijo...

http://seexactamenteloquehago.blogspot.com/2007/08/algunos-proyectos-que-tengo.html

Matías dijo...

Jajaj Qué bueno el de Deleuze y el del mendigo es una nueva versión de axolotl. Me partió la cabeza el de los químicos

Qué guacho Corvino, que bueno que están los argumentos.