lunes, 7 de enero de 2008

PROGRAMA DE RADIO MALO: ESTO SÍ QUE ES PUESÍA

Hace un tiempo, en una fría tarde-noche de otoño, el poeta M me contó que había vivido situaciones tragicómicas en un programa de radio de trasnoche dedicado a la poesía marplatense. M había ido –junto a otro u otros amigos poetas- a este programa promocionando –o invitado o porque sí o no me acuerdo- un evento poético y se había encontrado con personas que no tenían idea de lo que estaban hablando, llamados telefónicos de conocidos que se burlaban y un par de etcéteras tan especiales como los poetas que, si no lo saben, son especiales. Poetas, qué graciosos son. Bueno, con el tiempo, busqué tal programa en el entramado de radios y nunca lo hallé. Yo imaginaba una mezcla de obviedades más un híbrido solemne y pacato más toda la dinámica del suplemento cultural del diario La Capital y una pizca de SADE, un grupo que nuclea escritores marplatenses y, según lo que leo en el suplemento cultural de La Capital, se dedica a homenajear y premiar escritores de… SADE. En realidad esto es lo que yo imagino, sólo me llega un rumor ya que frecuentemente me la pasó escribiendo y en contacto con personas que nada tienen que ver con los círculos intelectuales de Mar del Plata… Volviendo al programa al que asistió M y, luego de buscarlo y no encontrarlo, pensé: debe haber sido un sueño del poeta: un programa dedicado a la poesía y, más, dedicado a escritores marplatenses –entelequia tan difusa como graciosa, solemne, maravillosa y abracadabrante- debía ser parte de la imaginación de M.

Oh sorpresa: no había buscado bien. El programa existe. Estar en la vida sin escucharlo, vivir en Mar del Plata sin escucharlo, se asemeja a perderse algo muy grande, más grande que Moby Dick e, incluso, más malo que Moby Dick. Perdón, estoy leyendo Melville con mucha fascinación.

Les voy a contar algunas cosas que oí en este programa:

Agarro el programa empezado. Le están haciendo un homenaje a un poeta que llamaremos X porque lo nombraron tantas veces y de modos tan distintos que nunca supe bien cuál es su nombre. Leonardo se llama seguro, su apellido puede ser Eloy Riesgo, Loyriego, Lorriego, Losriesgos. Casi imposible saberlo. Conduce una mujer. De fondo se escucha una voz rasposa que pugna por decir algo pero hasta el final del programa no dice nada: la conductora la llama Hermana. Hay un tal Alfredo que recita poesía del poeta X y también la hermana del poeta X, llamada María Luisa.

A los ¿comentarios? sobre poesía se agregan datos esclarecedores sobre la salud de los emisores. Lo único que se entiende es que de un momento a otro, los interlocutores pueden morir. A veces hablan y no se entiende lo que dicen. En otras ocasiones comienzan una frase y la dejan por la mitad. Mientras la conductora o Alfredo o María Luisa leen los poemas de X, por detrás se escuchan discusiones, comentarios sobre otras cosas, etc.

En determinado momento se nombra a un viejo escritor que hacía ¿maratónicas? y está pasando un mal momento. María Luisa toma el micrófono y dice: Hola, te habla María Luisa, que te repongas. Es buenísimo: Hola, te habla María Luisa, que te repongas, como si fuera el tubo del teléfono. Situaciones de éstas hay miles.

Lo que más les interesa a los recitadores de X, incluso más que homenajear al hermano de María Luisa, es hablar de la velocidad del tiempo:
María Luisa: Yo creo que el tiempo está acelerado.
Conductora: Dicen que ahora un año es cuatro meses.
María Luisa: Y claro, ya me imaginaba.
Conductora: Mejor, ¿no?
María Luisa: No, mejor no –murmurando.
Conductora: Tampoco la cuestión es vivir por vivir, eh.
Hermana:…-se escucha un berreo.
María Luisa:…

De pronto, la conductora anuncia que llamó la familia V para saludar a la hermana de X. María Luisa comienza a agradecer y se quiebra. Lágrimas. Silencio. No te queríamos hacer llorar, dice la conductora. María Luisa llora y se repone. Más toses. Todo es muy triste.

Alfredo, que también es poeta, cuenta que su madre murió, que él se tuvo que mudar. Al parecer tiene muchos problemas. Esto es más triste que lo anterior, Alfredo parece uno de esos personajes que hacía Fabio Alberti en Cha Cha Cha. La conductora le pregunta –están al aire- cómo le va con su nuevo jefe: Bien, bien, dice Alfredo, algo disgustado con la pregunta. Es que Alfredo es empleado, agrega la conductora. Si, pero bien, todo bien con mi nuevo jefe, dice Alfredo. Aparte vos hace muchos años que estás…, dice la conductora, quizás dando a entender que el nuevo jefe va a echar a Alfredo. Silencio. Un tema de Andrea Bocelli. Otro.

Los siguientes son los comentarios que los recitadores hacen luego de que se terminan de leer los poemas de X. En muchas ocasiones, el comentario interrumpe el poema y se genera un silencio ensordecedor:
-Qué bueno, qué bueno…
-Qué profundo, profundísimo….
-Ta bueno, ta buenísimo…
-Todos los poemas de X eran profundos: los largos eran profundos y los cortos eran profundos.
-En realidad son todos profundos.
-Este poema se llama Utopía.
-Qué nombres que les ponía a los poemas, ¿no?
-Qué gran verdad, qué gran verdad.
-Una autobiografía en diez renglones, qué bárbaro…

La conductora dice que le fue a hacer un reportaje a un actor de Art. La conductora dice que el actor de Art, de chico, trabajaba en los Falcón –La familia Falcón, un viejo programa argentino- y que le dio impresión verlo tan grande y canoso. La conductora dice –o da a entender- que allí se dio cuenta del paso del tiempo. La conductora dice que le dijo al de la familia Falcón: Yo siempre te veía en Fierro –telenovela de ahora en la que también participó este actor grande y canoso-, lástima que te rajaron. La conductora aclara que no lo rajaron sino que se tuvo que venir para hacer la obra de teatro. La conductora dice que el reportaje quedó muy lindo.



Tramos de poemas de X:
-La tarde soNolienta y erótica…
-Poesía, poesía, dulce hermana…
-Hechizo del poeta y el canario…
-Ya no hay serpentinas que me atrapen…
-Serpentinas que caen de otros mundos…

La conductora le dice a María Luisa que, por lo que ella cuenta, antes había más gente importante. ¿Dónde?, pregunta María Luisa. En la literatura, responde la conductora. Ah, dice María Luisa, lo que pasa es que ahora no hay tiempos…

¿Las máximas de X?:
-Poeta es el que grita y se desahoga…
-Poeta es el que tiene fiebre por la poesía…

La conductora insta a Alfredo a visitarla más seguido. Alfredo habla una vez más de sus problemas y le dice que ni siquiera puede escribir.
-Antes terminaba un poema en un día, ahora –dice Alfredo, tal vez aquejado por el mal de Bartbely- escribo un poema en un mes como mucho.
La conductora lanza un suspiro de espanto.
-Lo que pasa es que ahora no hay tiempos.

El último libro de Alfredo es de 1991. Dice que espera en el 2008 tener un nuevo poemario completo…

La conductora pide a María Luisa que cuente anécdotas de X. María Luisa responde que hay millones. María Luisa le dice que elija una.
-Es que son tantas…
A continuación, cuenta la anécdota: X estaba organizando, en el año 69’ –todo lo que cuentan sucedió hace más de 35 años- una Exposición de Prensa Mundial. Un día llega a la casa, que estaba repleta de diarios de todo el mundo, y tiene alergia. El padre de X, que estaba contento con todo ese movimiento porque tenía alma de artista, le había preparado unas milanesas con lechugas. Entonces el nervioso X, no se sabe bien porqué, da un golpe en la mesa y la milanesa se pega en el cielo raso. María Luisa nunca quiso que los pintores saquen la mancha de la milanesa del techo…
-Qué bárbaro.

Sobre un amigo de X, María Luisa dice:
-No lo vi más, vive pero no escribe, no sé qué pasa, no lo veo.

Los poemas son leídos con solos de saxo de fondo. Además de Andrea Bocelli pasan música de cantautores melódicos.

Toses, risas nerviosas. Alfredo lee un poema propio que es casi igual a los de X. El último libro de Alfredo se llama Profundo sol.

La conductora informa que está preparando una antología. Y es más: que ella siempre hacen antologías de cuentos y poesía. Estamos perdidos.

El programa va terminando. María Luisa está emocionada. De pronto comienza a sonar un tema de Village People. La conductora del programa habla de su programa. Luego suena la música de las Olimpiadas. La conductora se despide. Alfredo también. La hermana dice que no dijo nada por que estaba rodeada de grandes. Tiene razón.