lunes, 23 de febrero de 2009

Al revés

Por cuestiones superficiales (la parquedad, el silencio como forma de comunicación, un dejo campechano, la dubitación) se ha instalado la idea de que la figura de Carlos Reutemann representa una especie de enigma en la política argentina. Lo extraño es que tal característica de su personalidad (o de su vida o de sus manifestaciones públicas siempre ambiguas) no genera desconfianza en la opinión pública (como sucede con la intransigencia K en algunas enfoques: llámese campo, rumbo de la economía, actitud de “confrontación”), sino cierta simpatía y hasta un tono condescendiente de parte de los periodistas hacia cada una de sus nuevas inclinaciones (por más irresponsables que éstas sean). Su alejamiento del bloque del Frente para la Victoria produjo algarabía en el sector agropecuario. Arriesgándonos, podríamos suponer que esta dinámica (¿qué sería de mí sin tus múltiples acepciones bendita “dinámica”?) explicita un cambio en el paradigma político nacional. Antes se despreciaba a todo aquel político “panqueque”, que cambiaba de opinión según cómo corría el viento y se acomodaba a su contexto en forma oportunista. A partir de la irrupción del conflicto campo/gobierno, éstos son enaltecidos como “valientes”, “héroes que escuchan el rugir del pueblo”, etc. Siguiendo esta línea de pensamiento, ningún diputado o senador K actuaría en base a convicciones, sino indefensos ante el avasallamiento de su líder (“el ex presidente en funciones”). Basándose entonces en que cada medida del gobierno “autoritario”/ “hegemónico”/ “tiránico” es errada, el sector anti-K ha logrado erradicar del mapa la “lealtad”. Incluso tal término ha sido reformulado como “obsecuencia” o pasado a conformar un campo semántico negativo: el escrache a Agustín Rossi no tuvo otros motivos que su “lealtad”. Mientras tanto, cada postura kirchnerista que simboliza una contradicción con el supuesto modelo original pseudo-izquierdista (aliarse con lo peor del PJ bonaerense, otrora desdeñado) es duramente castigada.

El cenit más disparatado de esta nueva forma de razonar lo representa Julio Cobos. La situación del ex gobernador de Mendoza podría ser el argumento de una novela surrealista: es el vicepresidente de un gobierno que dice detestar. No es que está en desacuerdo en algunos puntos aislados, no comporte los rasgos fundamentales del espacio al que pertenece. Su permanencia en el cargo es inadmisible, tanto es así que lidera un proyecto político que, acompañado por otras fuerzas, competirá con el mismo gobierno en las elecciones legislativas de octubre. Lo voy a repetir porque creo que lo escribí muy claramente:

El vicepresidente Julio Cobos lidera un proyecto político que, aliado con otras fuerzas, competirá con el mismo gobierno en las elecciones legislativas de octubre.

Ninguno de los que se dedican a inquietarse con cada peinado nuevo o llegada tarde de Christine, observa que algo funciona mal en el comportamiento de Cobos. Aún más, cada “ninguneo” (anécdotas vulgares que tienden al sensacionalismo, insignificantes ante la gravedad del tema) es magnificado ostensiblemente por la prensa, mientras su imagen aumenta en las encuestas y su estilo mesurado genera beneplácito en tiempos de “censura” e “intolerancia”. Tema del traidor y del héroe. Dentro de algunos años se hablará de Cobos como un subversivo que liberó al pueblo de una dictadura “estanilista”. Las razones que se ofrecen para convalidar su presencia en el gobierno son absurdas y probablemente sólo se expliquen por el odio que generan Néstor y Cristina Kirchner en los grandes medios de comunicación y los centros urbanos (1). Tal vez la más graciosa (tanto es así que me río a carcajadas y me golpeo la cabeza contra la pared mientras escribo) sea aquella que explica que en caso de que Cobos renuncie, la institucionalidad sufriría un golpe: ¿acaso hay una afrenta más grande para la institucionalidad que el vicepresidente del gobierno sea un opositor declarado? La realidad es que Cobos se queda porque le conviene y allí radica su fenomenal perversión de tintes psicópatas (inadvertida para sus fans, preocupados por patologías resbaladizas como la “locura” de Kirchner y la presunta “depresión” de Cristina). Los constantes “desplantes” lo certifican como “víctima” ante la sociedad y la situación de inmovilidad a la que lo condena su postura, le asegura un estado vegetativo por el cual su “voto no positivo” seguirá conservando el aura gloriosa a pesar del paso del tiempo. Antes de terminar el post, expreso mi más sincero apoyo a Hugo Biolcati, ingenuísimo presidente de la Sociedad Rural que desgraciadamente cayó en la telaraña de maniobras tejida por la Mafia (2). Sayonara.

(1): Del mismo modo que sólo mi odio a los grandes medios de comunicación y los centros urbanos explica mi usual acercamiento al kirchnerismo, vertiente política que desacredito. Por otro lado, se suele hablar de que el exceso de ideología impide a los Kirchner resolver el problema del campo: ¿alguien me puede explicar cuál es la ideología de los Kirchner?

(2): La Mesa de Enlace habló de “dilaciones inexplicables” (están a full con el diccionario de sinónimos, parece que habían usado demasiado “demoras”) y falta de diálogo. El vocero presidencial salió a explicar que se estaba faltando a la verdad teniendo en cuenta que Biolcati venía reuniéndose con De Vido (¿?) desde enero. ¿Qué sector comete primero una chicana/jugarreta política para tener a la opinión pública de su lado? La respuesta está soplando en el viento. Y no admite dudas.

7 comentarios:

Hernán Galli dijo...

Bueno, lo de Reutemann tampoco es tan comparable a la idea de "panqueque". Digo, no me parece mal que un tipo, después de cinco o seis años, crea que el proyecto al cual pertenece se encuentra desdibujado o no representa lo que otrar representó. No obstante, creo que en estos casos, si tenés esa diyuntiva interna, lo que te honra es renunciar a todo, y ser votado por otro proyecto. No me parece reprochable la decisión de Reutemann en cuanto a su elección. Sí, en cambio, me parece indigno que no renuncie. Al margen de que es un imbécil corredor de coches, que no hizo nada como Gobernador y tiene menos proyectos que el parque de la Ciudad.

En cuanto a lo de Cobos, es una de las razones que me acercan al actual gobierno. Digo, hay tres o cuatro alternativas al proyecto actual, y me da pavor cualquiera de esas posibilidades: son lo mismo, y peor, no tienen poder ni huevos para manejar una crisis. Kirchner será todo lo que dicen, pero te manejó un país con ujna fuga de capitales de 26.000 millones, con el campo0 de punta, y la lacra de guita procesista, totalmente en contra.

Dicen que si el gobierno hubiera transado en marzo de 2008 con el campo sin dejar que llegara tan lejhos, las cosas estarían mejor. Pregunto, ¿y si fuera al revés? Si el campo hubiese sido menos retobado, qué pasaba. Yo, toda mi vida, voy a bancar lo que hicieron los K, porque el campo es un sector que quiso manejar el país, y eso no lo puede hacer nadie.

Saludos

Quinientos Once dijo...

La pregunta es: después del 2001, ¿es posible la clase media veleta argentina tenga de nuevo un héroe radical?
Porque Cobos es radical más o menos como de la rúa. Impreciso, borroso, cagón, demagógico, tímidamente oportunista.

Respecto a traidores y héroes. Alguien se acuerda cuándo kirchner se deshizo del padrinazgo del aparato duahaldista (que luego pasó a manejar). Se hablaba de una afrenta al gran estadista argentino. Al mejor estadista que dio lomas de zamora, según verbisky.
Alguien se acuerda cuando borocotó (otro exponente de la idea menemista de la televisación de la política) lo dejó de garpe a Maurice y se pasó al FPV. Qué vergüenza.
El próximo 17 de octubre el acto en plaza de mayo lo encabezará paquito de narváez, alguien cuya integridad ideológica se mantiene incólumne.

La movida de de vido para hacer quedar en orsay a biolcati estuvo genial. Fue muy peronista.

Saludos

David dijo...

Lo dije desde el momento en que votó: es un tipito desestabilizante, hipócrita y (cómo diría mi vieja) "mosca muerta".
Hablo de Cobos, claro, el caballo de troya Berreta.
No hay más que agregar al post.
Saludos.

Hernán Galli dijo...

Eddie, tenés razón, me hiciste reír. Igual, es "se hace el mosquita muerta", que es perfecto para este caso: un boludo, con cara de boludo, haciéndose el logi.!!!

Ayer lo veía a Buzzi diciendo: "En dos o tres horas no se puede hacer mucho, no alcanza". En otras palabras, les chupa un huevo todo.

Noticia 1 : "De Angelli encabeza una protesta en un banco de Entre Ríos"

Noticia 2: ""D´Elía toma por asalto un banco de Entre Ríos"

Un lindo ejercicio para estudiantes de periodismo.


La hija de Reutemann está un kilo y diez pancitos.

Y sí, lo de De Vido es una movida peronista de manual, algo que los cipayitos no entienden porque sólo se mueven por la teca y la ganancia para su propio molino, cagándose en las masas.

Biolcatti dice que fue, pero que en realidad, no sé, es que soy ingenuo, no sé, soy un tonto. Todo esto en frente de Grondona, y se reían, jajaja, y el boludo a sueldo ese que tiene Grondona a la derecha que le hace el caldo gordo. Una lástima el papel de títere que hace este muchacho.

De paso, para que vean a qué programa va la mesita de enlace, el Sr. Mariano Grondona dijo alguna vez:

"Lo racional en toda guerra es estar al lado de los ganadores"

Si más comentarios, da asco la baba que se le cae a Morales Rata Solá diciendo "la sangría de los diputados del gobierno", y por otro lado, Nelson "el censurado que amenaza a su censor por tv" Castro, hablando con Rafael Bielsa, y quedando como un boludo porque Bielsa le retrucaba cosas y NElson, que no suele llevar a gente con dos dedos de frente, quedaba dando vueltas en el aire.

Ea ea, pé, pé.

caca dijo...

Nelson le decía "no pienso lo mismo" ja ja.

Muchachos, el trasvasamiento cultural del que hablana peron incluía el lenguaje!

¡Paren de hablar de logis y mosquitas muertas!

Me cacho en die'.

jorge chiesa dijo...

Lógicamente, como con borgeana ironía bien decís Corvino, ahora tenemos políticos "enaltecidos como valientes, héroes que escuchan el rugir del pueblo”, etc.
De todos modos a nadie debería sorprender, cuando de lealtades políticas se trata, que siempre terminen cagando a la gente.Ojo que se trata de tener cintura política, o como lo quieran llamar lo que hacen para seguir con vida "política".
Que Cobos sea un traidor no debería inquietar a nadie, si la política se sustenta en la sospecha, la traición y la delación; y llevando las cosas un poco más lejos: en el mundo del delito. Eso que vio tan claramente Arlt, y que se puede aplicar al núcleo paranoico alrededor del cual gravita la política argentina.
Saludos, muy bueno el post.

Anónimo dijo...

recien descubri este blog, y me intereso mucho. Me gustaria saber tu opinion acerca de un disco que salio hace poco, Oracular Spectacular de MGMT. Ha sido una de las novedades mas interesantes que he encontrado en los ultimos años, yo que se, me partio la cabeza, jeje. A veces estamos tan acostumbrados a la mierda que es la musica actual promicionada por los medios que se nos escapan pequeñas greandes joyas como esta, Es un verdadero canto a la vida y a la libertad. Musica pop de ácido, pero es en realidad un mute inclasificable de dos pibes que chorrean creatividad.