domingo, 3 de enero de 2010

Doble Post

Dos discos del 73' para arrancar el 2010:

París 1919

David Lebón

Sayonara.

3 comentarios:

mi nombre dijo...

john cale es dios. en noviembre de 2009 tocó paris 1919 entero en un concierto en cardiff, 67 años y con toda la vitalidad, haciendo música nueva todavía. es terrible y enfermizo que lou reed sea más conocido que él, cuando cale es un artista mucho más versatil, mucho mejor músico, intérprete, letrista (say fear is a man's best friend). realmente, tengo la esperanza de que como pasó con nick drake (al que le produjo un disco) ocurra un cale-boom y sea de escucha obligada para cualquiera que considere que tiene buen gusto.
tan recomendable como paris 1919 es la trilogía island (fear-slow dazzle-helen of troy) y sabotage. de hecho, live circus, que fue lo último que sacó, es un completo repaso a casi toda su carrera en un concierto en que se lo oye vigoroso como un roble. cale en vivo es brutal. desde el pop más delicado hasta el rock and roll más puro y duro. haciendo click en mi nombre hay un link en que encontrás tres bootlegs de shows de los 70 y 80. que los disfrutés.

Cine Braille dijo...

De Cale sólo conozco lo que hizo en Velvet Underground (básicamente darle un sonido único a las canciones de Reed, que siempre fue tirando a demasiado minimalista) así que apunto.
Gran año el '73 para el rock argentino: Pescado II, Artaud, Confesiones de invierno, el disco de Kubero Díaz con La Pesada, el tercero de Pappo's Blues, el segundo de Aquelarre, el segundo de Color Humano, Vox Dei... y el de Lebón que no desentona en nada. Lo que habrían sido las encuestas de fin de año, de haber existido entonces...
Es llamativo que Lebón, como compositor, no haya vuelto nunca más a estas alturas, salvo por momentos (Parado en medio de la vida podría ser un caso). Como cantante y guitarrista, uno de los más grandes: hay una versión del Tema de Seleste, hecha por Serú Girán en un bis, en la que directamente no se puede creer lo que toca.

MarianoMundo dijo...

Gracias por repasar el disco de Cale. No lo conocía, pero ahora sí, y realmente es una joyita de buen gusto, delicadeza y sordidez.
El disco es la compañía perfecta para esos momentos íntimos en que uno tiene que explorar su interior, pensarse a sí mismo, como cuando tiene que escribir una carta de amor o de despedida.

Saludos