lunes, 3 de enero de 2011

Dos películas de frontera

Machete. Donde debe haber una muerte, hay cinco. Donde debe haber una decapitación, hay tres. Donde debe haber un émulo de Bush hay un Bush Recarcagado que sale a matar mexicanos por el desierto. Machete es una caricatura y persigue un imaginario propio del cómic. En base a esta dinámica de la desmesura constante, Rodríguez realiza una de las películas más entretenidas de los últimos tiempos. Sin aliento. Un ritmo insostenible. Una aparición estelar atrás de la otra (De Niro, Lindsay Lohan, Jessica Alba, Michelle Rodríguez y siguen las firmas). Las escenas, que tienen bastante de video-clip, mucho de publicidad sofisticada y poco de cine, se convierten en un hit automáticamente, mientras provocan la risa y el espanto del espectador. La sangre riega cada uno de los escenarios con armonía, como si el líquido rojo y vital hiciera una coreografía de una hora y cuarenta minutos. Es en esa brutal estetización de la violencia que el espectáculo gana por sobre la politicidad (que se encuentra, por supuesto, hasta en el modo en que comemos una naranja). Este observación no es (¡sálveme Dios!) un cuestionamiento ético, sino una evidencia para advertir a los distraídos: Machete no es Alejandro Salvatierra. La película de Robert Rodríguez no tiene nada que ver con el Parque Indoamericano, ni siquiera con el muro en la frontera de Texas. En cuanto al tema de la inmigración, sería lo que La vida es bella (un arsenal de golpes bajos) al Holocausto. Pero vintage y con el resguardo omnipresente de Tarantino y con la resignificación cool de viejas glorias de la Súper Acción ochentosa (Don Johnson, Steven Segal). Un caso más en el que el discurso dominante se apropia de un factor de lucha y, a través de su representación, logra neutralizarlo. O masificarlo para que se vuelva apto para todo público. Si se quiere ser más mesurado, un alarde de esnobidad, como el de alguien que tiene una marca de ropa y, supongamos, le pone "Bolivia" (no creo que eso suceda). Esto no invalida la diversión que provoca la película, pero a los que buscan un compromiso, una bandera: se les escapó la tortuga. Lo que sí se reivindica en Machete es la ingestión de pochoclos. Y con creces.


Monsters. "Los superjuguetes duran todo el verano". Así se llama el cuento de Brian Aldiss que inspiró Inteligencia Artificial, la película de Stanley Kubrick que terminó Steven Spielberg recauchutando algunos viejos alienígenas de Encuentros cercanos del Tercer Tipo. En un prólogo a la edición de un libro de cuentos especialmente editado antes de A.I, Aldiss dice: "Hasta la ciencia ficción es el arte de lo verosímil". Recordé esa premisa cuando vi Monsters, una historia ambientada en un futuro inmediato en el que una sonda con vida extraterrestre cae justo en la frontera donde hace estragos Machete. Los bichos del espacio se reproducen (convirtiéndose en horribles alimañas de tentáculos gigantes) y el gobierno de EE.UU decide radicalizar el Muro Infernal para que no ingresen las "criaturas". Un periodista trotamundos, bastante paparulo, debe atravesar el territorio infectado acompañado por la hija de su jefe. A medida que avanzan en su atroz itinerario, ¡eureka!: comienza a funcionar la máquina del amor. La película es bastante mala. Abusa en alegorías de manual: las imágenes remiten a Afganistán, la inundación de New Orleans. Recurre al golpe bajo. La crueldad de los militares con los habitantes de la frontera es equivalente a la que se tiene actualmente con los inmigrantes ilegales. Una escena final explicita el "mensaje" del film: los monstruos, en realidad, somos los humanos. Ya lo sabíamos. Pero por otro lado, abunda en aciertos: la fotografía es extraordinaria (es un lugar común apelar a esta característica pero este caso es la excepción a la regla). La química entre los dos protagonistas (que en la vida real son pareja) traspasa la pantalla. Por momentos, al estilo Orgullo y Prejuicio Zombie, parece Antes del amanecer con aliens. El montaje acierta al revisitar planos y paradigmas estéticos del documental. Pero en donde la película hace agua es en algunos detalles, esos que de tan insignificantes, terminan arruinándolo todo en la vida. ¿Nunca te pasó que te gusta un/a chico/a hasta que te manda un mensaje de texto con una falta de ortografía? Porque un servidor, bien predispuesto, puede creerse que los extraterrestres invadan la tierra, que la hija del jefe justo paseaba por donde no tenía que pasear, pero no que existan pancartas con frases tales como: "Detener los ataques. 5000 dead”; "Que son los monstruos. No bombing"; "Extraterrestres (calavera). Peligro". O que un empleado de la aduana quiera sobornar... aludiendo a la palabra "soborno". Vuelvo a la frase de Aldiss: "Hasta la ciencia ficción es el arte de lo verosímil". Avísenle a Gareth Edwards para la próxima.

8 comentarios:

Cine Braille dijo...

Lo más llamativo de Monsters es que los efectos especiales los hizo el propio Edwards solito, con una simple laptop. Lo que hace 30 o 40 años era armar una banda de rock en el barrio, ahora es hacer cine. Tengo ganas de hacer una versión de Viven con una familia cuyo auto cae en un bache de la calle 14 de Julio y no puede salir pro sus propios medios. Saludos, muy bueno el programa.

Anónimo dijo...

1984! hay que leerlo, no creer que uno ya sabe la trama porque entiende el ahora remanido concepto del Gran hermano, es uno de esos libros de los que se habla mucho pero se lee poco, como " El capital" o "Fausto".

saludos

Mr Gabi

Anónimo dijo...

Foram lançados rumores de que o app [url=http://www.chovendusnuvenus.com]nuvenus chovendus[/url] estaria possivel não somente para ipads, mas também para ipods e o iphone.
Será que é real?

Os criadores do aplicativo ainda não se pronunciaram sobre o boato, mas a indução é realmente boa. Quem sabe eles não desenvolvem uma versão mais didatica para estes tipos de gadgets, incentivando as empresas a terem um aplicativo e aproveitar a versão mais desenvolvida do software.

Flor dijo...

A mi también me resulta increíble como a un pelotudo se le pudo ocurrir ponerle Bolivia a su marca de ropa. Raro.

Machete me encantó. La otra no la vi, pero me dieron ganas.

Bull Lee dijo...

He visto ambas películas y mi opinión es divergente.

Por un lado las coincidencias: Son dos pelis muy aptas para comparar, así que el ejercicio es interesante. Sobre Machete suscribo la mayoría de las apreciaciones, sobre todo aquello de que es una película muy divertida, plagada de momentos autónomos notables (la asociación con el videoclip es certera). Machete fue uno de mis grandes disfrutes audivisuales de este año

Pero es en torno a la segunda donde disiento: Monster es un peli estupenda; su itinerario, lejos de ser "atroz" es justamente eso, un recorrido, un hilo que no se corta y no una sucesión de eventos autónomos (como en Machete, lo cual no es una crítica) y este recorrido inyecta tensión en el film. Los personajes resultan algo torpes porque son yankis en una extraña tierra tropical rodeados de extraterrestres, nadie que no sea Swarzeneger en Predator podría sentirse cómodo. En cuanto a la verosimilitud y a la lógica interna de los parlamentos y la historia, bueno posiblemente no sea de lo mejor de la peli, pero tampoco la hace necesariamente mala, sobre todo cuando notamos que, más allá de la sci-fi, el autor se plantea una película realista (con todos los riesgos que la impostación de la realidad implica). Y sobre el amor: si cuando construís un relato en el cual un hombre y una mujer de la edad de los protagonistas (y en su misma situación emocional) y ligeramente atractivos pasan por las vicisitudes de los de Monster y no hay tensión erótica entre los dos el verismo se te va al demonio, el amor entre ambos es verosímil y necesario para el relato.

Pero es en lo de las alegorías donde discrepo más abiertamente (el resto no deja de ser cuestión de gustos): las hay más o menos burdas, (como en Macheta, vamos que la heronía se llama SHE…) pero la intención del autor era ser alegórico y no lo esconde. Quiero decir que si miramos una película como Monster indicando que las alegorías son un defecto que impide el disfrute, como el ripio en la ruta 40, nos perdemos valorar a Monster en su globalidad alegórica. Y es ahí, como con District 9, donde Monster recupera lo mejor de Orwell y de Dicks: usar la sci-fi para hablarnos del presente. Según tu crítica el trabajo alegórico de Monster es deficiente por su obscena claridad, yo creo que si uno hace cine (posiblemente la expresión artística más necesitada de financiamiento y de llegada al público) resultan disculpables ciertos excesos alegóricos. Y en este caso Monster, que no tiene tetas ni sangre ni grandes dosis de casquillos de bala cayendo al suelo en un sonoro repiqueteo, tiene en ciertas alegorías fáciles, su puerta de entrada para la gente como yo que, en el medio de los ruidos de la cotideanidad, necesita que les digan las cosas fuerte y claro.

Bull Lee dijo...

Un último punto nace de enterarme que hasta los efectos especiales de Monster fueron hechos por su dierctor. Hombre ¿cuántos millones de dólares costó Machete? está claro que están bien gastados (cinematográficamente hablando) y que es saludable que Rodríguez maneje la industria de esa manera, pero Monster es una película infinitamente mucho más interesante que "El mariachi" (una que sí estaba plagada de estereotipos). En definitiva tenemos por un lado una edición casi artesanal, donde cada decisión parte del director vs. el respaldo de una major y un gran equipo dedicado a que la peli no falle en ningún punto y que hasta se anima a dejar la puerta abierta para una secuela garantizada. Es de esperar que Monster no sea todo lo buena que puede haber sido con un presupuesto más acorde.
Lo que me lleva al final: Machete se apoya en una sólida estructura que tiene los rígidos parámetros del Grindhouse del cual Rodriguez saquea alegremente para darnos uno de esos guisos que recalentados saben mejor. Gareth busca inspiración en Tarkovsky, y en los diarios de la actualidad ¿dónde está el riesgo amigo Corvino, en la silueta húmeda de Jessica Alba o en do it yourself que practica Monster? En el contexto cinematográfico actual las condiciones de producción son un parámetro a tener en cuenta a la hora de elaborar una crítica. Y ahí también Monster (como District 9) triunfa.

PS: La que era Ana Lucía en Lost en Machete simplemente arde. Guau

spider_pc dijo...

Respecto a Monster no la tenia ni de nombre pero la voy a ver.

Respecto a Machete para mi es una de las mejores del 2010 y recuerdo estar en el cine de Salta viéndola y decir alguien se equivoco esto no lo pueden estar pasando, es demasiado bueno y me mataba de risa y luego me mandaba unos cuantos pochoclos :)

PD (Idem Bull Lee): La que era Ana Lucía en Lost en Machete simplemente arde. Guau

Martín Zariello dijo...

Es verdad lo de Michelle Rodríguez en Machete, se parte, y a mí no me gustaba mucho.

Lo que pasa es que yo estoy en contra de la alegoría.

Saludos.