martes, 11 de enero de 2011

Kill Gil: un disco que se escucha pero también existe

Tus cortes de pelo. El culto por Osvaldo Lamborghini. El desprecio de River Plate hacia Ariel Arnaldo Ortega. La tira roja que abre los paquetes de galletitas. Los hombres con rodete. Las mujeres fascinadas con el horóscopo maya. El progresismo de Amado Boudou. Amado Boudou en sí mismo.

La vida está repleta de incertidumbre, acontecimientos difíciles de asir, cuestiones indecibles que están más allá del entendimiento, pero nada se asemeja en ese terreno a Kill Gil. Primero fue un disco que se escuchaba pero no existía. Ahora se convirtió en un nuevo disco viejo. Y encima lleva por subtítulo una frase temeraria: "Un disco para mirar". Es decir, una celebración del oxímoron. O de la antítesis. O de alguna figura retórica que ponga en correlación dos conceptos que se contradicen. Ésas son las primeras impresiones que produce Kill Gil y probablemente entre tales sombras quede escondido para siempre: con la música de Las pastillas del Abuelo y Onda Vaga tan alta, ya nadie se preocupa por escuchar a Charly García. A eso hemos llegado. Cuando digo "nadie" me refiero a que "el gran público de rock" lo último que escuchó de García fue Filosofía barata y zapatos de goma. Ya lo dijo El Salmón: “Hace 20 años qué lindo era”. Es verdad que el susodicho hizo bastante para que "el gran público de rock" le de vuelta la cara, pero también se hiperbolizó (soy estudiante de Letras, nunca supe qué significa "exagerar") la imagen de que García terminó en 1991 y no hizo nada más. Como si fuera un equivalente musical de Midachi, el trío "cómico" que, atrapado en un trágico intersticio temporal, todavía imita a Horacio Guarany y la Mona Giménez. Pero, ahora bien: ¿qué carajo es "el gran público de rock"? Y en caso de existir: ¿por qué durante todos estos años formamos parte de algo tan fascista, unidimensional y monótono como debe ser, sin dudas, "el gran público de rock"? Porque, si no me equivoco, todos despreciamos Say No More, El Aguante, Sinfonías para adolescentes en beneficio del avance de bandas como... ¿Catupecu Machu? ¿"Guereli paichú soufá/ Guerelí paichú mamá/ Guerelí paichú prehué"?

Perdoná, ¿me podés traer una elipsis más grande que el patrimonio de Aldrey Iglesias? Muchas gracias.

El punto, como diría Bill Hicks, es que más allá de los avatares coyunturales antes mencionados, de la actualidad psicológica del artista, de la falta de billetes, de la posible candidatura de Miguel del Sel (un hombre que, repito, basa su prestigio artístico en imitar a Horacio Guarany), anda dando vueltas en el aire un nuevo disco de Charly García. Y si uno es un hombre de bien, debe dejarse de esnobeadas, de cooleadas, de "yo tengo bigotes y escucho The Radio Dept", sentarse, colocarse unos auriculares y disfrutar. Porque Kill Gil, más allá del dvd con las pinturas (evidente accesorio de marketing para captar ventas), es un disco para prestarle atención al sonido.

En relación al demo que se filtró en el 2007, desde el punto de vista técnico, es una versión "desseynomorizada". Instrumentos amplificados, cierta prolijidad en la mezcla, voces mejor ecualizadas. Esto se evidencia en "Mirando las ruedas", el cover de Lennon que aquí aparece inexplicablemente interrumpido a los 2 minutos. Tal vez se trate de otra claudicación producto de la "lobotomía" de Szereszevsky y Cía, pero es lo que el material que lo compone requiere y termina favoreciendo el resultado final de la obra. A veces los malos tienen razón. Hay un nivel de melodías y letras que García no había entregado desde que "el gran público de rock" (que existe, yo lo vi en Arena Beach, en los festivales de reggae, en Cromañón) le bajó el pulgar. Se pasteuriza el envoltorio, es cierto, pero la esencia se mantiene inmutable. "Te voy a dar un colchón/ Con ruedas y un planeador/ Para que puedas ver toda tu vida desde acá", es probablemente una de las mejores cosas que escribió García en su carrera. Y nos lleva al éxtasis. A la gloria de reencontrarnos con un viejo conocido que nos hizo reír y nos acompañó en momentos desdichados. Es como si viniera Dios y nos dijera: “Existo, boludo, acá estoy, ¿qué querés saber?”. ¿Te acuerdas de Charly? ¡Volvió! ¡En forma de 3 versos! "No importa", un tema poderoso, apocalíptico en forma y fondo, es una introducción a la altura de "Demoliendo hoteles" o "Necesito tu amor". "In The City That Never Sleeps" y "Break it up", son mejores que "Sólo un poquito nomás" o "Shisyastawuman", otros experimentos en idioma inglés de años atrás. En "Los fantasmas", hit instantáneo, vuelve a sintonizar con la realidad cotidiana: "El Falcon verde que usabas para pasear/ Pasó de moda, no existe más". Kill Gil salió la semana en que Videla fue condenado a cadena perpetua. Pero más allá del azar, en "King Kong", "Pastillas" (que remiten a esa vertiente subterránea de canciones tristes y sofisticadas, al estilo "Ojos de videotipe" o "Promesas sobre el bidet") y las remakes de "Transformación" y "Telepáticamente" García identifica nuevamente los dramas que acosan nuestras conciencias: el amor, la soledad, el sufrimiento, los grandes hits de la Humanidad.

Tres años y medio atrás, elaboré otra reseña de Kill Gil: Un disco que no existe pero se escucha. La verdad no entiendo porque hago lo mismo que hice ayer pero como hasta ahí nomás, como viviendo en el pasado.


15 comentarios:

Hugo dijo...

Me gustó más la primera versión del disco.

Porque era un disco hecho y derecho, no un "demo".

Matías dijo...

Muy buena la crítica. Esperemos que esta vez no vez no lo invadan todo los "fans" de Charly García.

Cine Braille dijo...

De Tango IV para acá que no hay disco alguno de Charly que me guste entero, y con la música en archivos mp3 eso se exacerbó: termino eligiendo escuchar apenas 2,3, 4 temas en en Winamp, o directamente borrando los que no me gustan nada. Del Kill Gil anterior lo único que realmente me gustó fue el primer tema y el cover de Lennon, que es (por lejos) el tema más García del disco; me hizo acordar a Borges diciendo que él se veía a sí mismo mucho más en algunos libros ajenos que en los propios.
Y la canción que canta Palito me parece una broma sin gracia: encima los arreglos mortuorios le dan un aire angustiante, que hace que todo el tema resulte un pastiche agridulce.
En un reportaje de hace miles de años (los '80, creo) Charly dijo algo que, no sé porqué, me quedó grabado: que tal vez la mejor música de su vida la iba a hacer cuando tuviera 60 años. Estamos cerca de verificarlo. O sino, de ver si A los jóvenes de ayer no termina siendo otra de las tantas profecías cantables de Charly sobre sí mismo.

Hernán Galli dijo...

Yo tengo una teoría que hace capote (qué tul la expresión!!!) en las reuniones (otra palabrita!!). El tema es que yo creo que ningún músico hace un disco genial después de los 45 años. Digo, si es grande, ya lo hizo antes, mucho antes. Si sigue siendo grande, se mantiene, con chispazdos de gloria. Después, grande o no, es un lento oscurecer, un esfuerzo cada vez mayor por no autoplagiarse. Lanata lo dijo bien, y no era a Charly, era a casi todos.

La discusión está asegurada. Me la pusieron con Cerati, que hizo su mejor disco a los 48 años. Algo así como que el tiempo de "demostrar" es entre los 20 y los 40.

Charly García. Queremos sacarle jugo a quien no lo produce. Y encima, su genialidad habita en sus neuronas y sinapsis, y ahí hubo un ola de napalm que se llevó gran parte. Ahora está ahí, vivo porque la medicina avanzó y hace milagros.
Podemos esperar en el barro de tanta química, una secuencia de lucidez, un golpe de magia, un rayo luz extraordinario.
No es ni bueno ni malo, es lo que es, como somos nosotros, con nuestra piel frontera.

Es tan largo. O simple.

PD: Hiperbolizar, palabra que el Maestro estampó en aquel prólogo. Palabra que no acuñó, pero es suya!


Saludos!

joaquín c. dijo...

me gustaba más el disquito que ya tenía en la compu.
"mirando las ruedas", ése es el punto, está super-cortado.

el dvd y el librito, todo, se me hace una pasteurización de snm.

marchi dijo hace poco que éste no es el disco que todos esperábamos, sino el que vendrá, para ver qué onda el "nuevo charly".

será cosa de esperar.

Cine Braille dijo...

Dylan ha hecho grandes discos después de los 50 y largos... pero es Dylan. Debe haber algún otro caso más (McCartney, Leonard Cohen, David Bowie) pero parecen ser muy pocos. Y ninguno hizo su mejor disco tan grande.

santiago segura dijo...

Sumen los últimos 4 discos de Robert Plant.

Y el de Elton John / Leon Russell - The Union.

Gran disco de dos viejos chotos y salió hace nada. (Ahora pueden putearme).

Y sí, hay varios grandes discos de viejitos, pero siempre el pasado acarrea nostalgias y el ser humano, contra lo que dice el Flaco, casi siempre piensa que ayer fue mejor que mañana.

A mí me gusta mucho la etapa que denomino para mí mismo -qué mal estoy- como "el Charly Periférico", y que va desde Tango 4 hasta La hija de la lágrima: después de la trilogía del comienzo y antes de Say No More y la gordura.

Anónimo dijo...

...Cohen; Bowie, Son todos re-exquisítos,loco! después de los 40 el viejo Ozzy sacó Ozzmosis, Megadeth sacó Endgame, Mike Patton formó Peeping Tom...cómo?? que estos no son grandes vates del cánon post-hippismo? bueno, vayanse a cagar! saben, la neurociencia dice que la neurogénesis es posible en la vejez y la plasticidad cerebral es más grande de lo que pensabamos...si se atrofian los chinchulines grises es gracias a toda la cultura de "las drogas te abren el coco" junto con el " sin el fulbo de lo' domingo me muero", esa combinación argenta letal de aspirante a pensador libre y fanatico que aguanta los trapos.


saludos


Mr Gabi

G. Nombre dijo...

En la veta mr.gabiana, agregaría discos de Alice Cooper o de Mötorhead, que después de los 40 hicieron cosas muy buenas. O bandas que empezaron a grabar tarde como los Redondos (el Indio ya tenía 40 pirulos cuando salió Bang, Bang, Estás Liquidado, por ejemplo).

Wayne Coyne? Tom Waits? Hay varios.

Obviamente, apostar a favor de los jovatos en el rock es como apostar cual Krusty a favor de los negros que juegan contra los Globetrotters. Tas jodido. Si tomás el blues (digamos, Son House), la música clásica (Handel) o el jazz, folk, etc. tenés bastantes más ejemplos de gente que hizo sus mejores cosas después de los 45.

No olvidemos a Ringo.

Ah, y sobre el disco de Charly: ¿soy el único pelotudo infernal que, a pesar de todo, esperaba que fuese muy diferente a la versión del 2007? Aunque sea algún tema más, la puta madre. Say more.

Cine Braille dijo...

Hernán arrancó hablando de después de los 45, yo hablé de después de los 50, luego salieron con después de los 40... Así no nos vamos a entender nunca: o sea, alcanzamos el ideal de los blogs (?).

Anónimo dijo...

Creo que estoy enamorada de vos. Bueno, tanto no.

Anónimo dijo...

che, Corvino, ayer ví por vez primera el video de Catupecu "piano y rd" y me imaginaba tu cara de pánico en caso de verlo jaja!
A propósito de esto, ya que haces catarsis al despotricar con las partes flojas de Catupecu, qué copado suena el" Chipi-chipi bom-bom" en la boca del loco Charly,no? automaticamente se llena de sentido y trascendencia para las mentes sensibles.


Mr Gabi

pablo dijo...

Beethoven compuso (entre otras cosas) la novena sinfonía a los 54 años, estando sordo.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

bueno, 9 años atrás (!!!) yo comentaba la reseña del Kill Gil pirata y me deschavaba como el mediocre-argentinoide-clasemediero-todotiempopasadofuemejor que soy.
La verdad que en estos días estuve escuchando el disco (el demo, el oficial no lo tengo) y es tremendo. Esta lleno de detalles, de arreglos. Está sobre producido como pocos discos. Es incomparable con nada del rock (y etc) de acá..., no hay nadie a galaxias de distancia. Lo lamento por todos nosotros.
Charly García, Say No More, es un gigante de acá.

Larga vida al Maestro.
Y espero que el próximo disco pueda escucharlo a tiempo.
Iván Viaggio, defendiendo mi propio honor.