martes, 19 de febrero de 2013

No digan nada de lo que leyeron a sus mamás


No sé qué mierda pasó. Pero algo pasó. Un virus comenzó a recorrer nuestros cuerpos. Un cóctel de indiferencia y cinismo se adueñó de las experiencias vitales que guían la existencia humana. Entonces todos quedamos en pose. Esperando el guiño. El OK de un Otro con más swing que nosotros que nos diga si lo que estamos viendo o escuchando o leyendo o haciendo es digno de ser dicho en  voz alta. No puedo creer que nadie diga que Get the Gringo, la última de Mel Gibson, es una película del carajo. Y no puedo creer que Xavier Dolan sea considerado un genio. ¿Están hablando de su peinado o de las bostas que hace? Porque si hablan de las bostas aclaren primero que les gusta comer bosta. Y si hablan del peinado aclaren primero que son peluqueros. Simplemente nos les creo. Y a veces ni me creo yo, así que estoy en serios problemas. Pero principalmente los que están en problemas son ustedes. ¿Y quiénes son ustedes? Todos los que no son Yo, claro.

Perdón, no quiero ser así, de verdad, es que soy de Escorpio, es que de chico miraba Jugate Conmigo todas las tardes, es que desde que tengo 7 años escucho música muy alta con los auriculares y nunca entendí que carajo decías, mamá, es que pertenezco a la tanda de hijos de una generación culposa que no nos puso límites porque la pasó muy mal, pero se pasaron de rosca y ahora quedo esto que somos nosotros, una mierda sin nombre que busca amor en los chats, trabajo en los delirios de grandeza de sus mentes 2.0 y se considera adolescente hasta que procuran un marcapasos. Perdón, perdón, hijos de puta.    

No es que Tom Waits haga de un asesino serial de asesinos seriales enamorado de una negra y con un conejo. No es el poder innato que significa Cristopher Walken. No es, por supuesto, Colin Farrel, un tipo que les gusta a las chicas y a los muchachos nos cae muy bien, pero que distribuye toda su libido actoral en enarcar y des-enarcar las cejas. Es tal vez Sam Rockwel en el papel de Billy. Pero tampoco. Es Seven Psychopaths.

Una película:
-de la era en la que no se mencionaba al director ni a un actor en especial ni a una referencia estética específica.
-una película pre hipster.
-una película de los 90'.
-una película para comentar escena por escena.
-una película cuya mayor virtud es que ni siquiera debería tener reseñas.
-una película que podés ver entre amigos a los gritos.
-una película que podés ver deprimido, solo, a oscuras y tapado con una frazada en pleno verano y te va a dar ganas de vivir.
-una película que podés ver con tu novia y te va a dar ganas de garchar.
-una película de la que se podría decir "de tan mala es genial", si fuésemos unos cagones, claro.
-una película genial, sin atenuantes.

Debemos regresar a los valores de antes: los homosexuales son enfermos, los negros son inferiores, las mujeres no pueden votar y el único derecho de una película es entretener. Ah, ¿no se referían a eso cuando hablaban de los viejos valores? En fin: si todos sabemos que en introspección metafísica nada superará a los autores europeos de los 60' y los 70', ¿para qué seguir intentando? Vamos hacia los tiros, hacia la sangre, hacia la amistad entre hombres rudos que a veces lloran, hacia las tetas, hacia la pérdida del miedo al ridículo, hacia el amor, hacia los chistes malos, hacia la certeza de que nada tiene sentido y por eso nada mejor que una película que no especula. 

El prestigio del tedio. De eso saben los fans del bajo de Pedro Aznar. Los lectores de literatura neobarroca. Los espectadores de Haneke. Haneke, Pedro Aznar y Arturo Carrera. Escuchen este suspiro:... Es el suspiro de los que sabemos de qué se trata, del arte elevado a la décima potencia, del sibarita del buen gusto. Si alguien lee este texto y gusta de alguno de esos grandes artistas, si alguien lee este texto y gusta ¡de cada uno de esos tres grandes artistas! y se siente ofendido, le pido perdón. Y que se retire: usted arruina el mundo, váyase. De verdad, no lo queremos más acá. Yo y mis cinco personalidades, personalidades que son capaces de ser de River e idolatrar a Riquelme, personalidades capaces de ser kirchneristas y detestar a Cristina, personalidades así de elásticas y chifladas no puede justificar que a alguien en este mundo les agrade el arte de esos tres grandes, enormes y maravillosos artistas. Alguien dirá: que no te guste a vos no quiere decir que sea malo. ¿De verdad? Nunca se me hubiese ocurrido. O sí, sí se me ocurrió pero resulta que me importa un carajo. La vida es para decir "te amo”. Eso es lo básico. Se supone que uno escribe para mandar a todos a la concha de su madre, no para fijarse cada dos palabras en el diccionario de lo que está bien. Además debemos distinguir entre el Bien y el Mal, no entre lo que está mal y lo que está bien. Una cosa es la Ética, otra ser un moralista. ¿Puedo cambiar de párrafo? Gracias, hagamos de cuenta que nunca sucedió, cada uno se va a su casa y si nos cruzamos por la calle nos saludamos pero sin beso, sin gestos, sin "¿cómo te fue en el viaje?", sin "¿qué andás haciendo?", nada, simplemente un leve movimiento de cabezas de individuos que carecen de sangre porque en realidad son ¡un puto sachet de pura y dura posmodernidad!

¡Malditos sachets posmodernos con forma humana enviados desde el Espacio Exterior por un cerebro gigantesco ubicado en Júpiter y capaz de materializar sus oscuras elucubraciones a través de un sistema implacable de telepatía, teletransportación y rayos láser!  

Démosle la bienvenida a la palabra "sachet". Y al encargado de seguridad del neuropsiquiátrico que me viene a preguntar qué pasa que estoy con la luz prendida a tan altas horas de la madrugada:
-No pasa nada, Señor, estoy jugando al Candy Crush. Pero soy heterosexual, lo juro.

No es necesario avisar que ya no importa escribir sobre Seven Psychopaths. De todos modos queda una cosa.

La cosa que queda: Tarantino es el TVR del cine. Y Martin McDonagh es el TVR de Tarantino. Y ésa es la dinámica de todo lo que tenemos alrededor. Un hipervínculo eterno de alusiones y referencias hasta llegar a Dios, que también resulta ser un pastiche. La escena inicial de Seven Psychopaths es un outtacke de Perros de la calle. La perspectiva principal es la de los tipos pesados hablando como George Constanza y Jerry Seinfeld. Y la violencia siempre a punto de estallar. Seven Psychopaths es una película inglesa, pero parece yanqui. Y al que sistemáticamente frunce la boca ante lo "yanqui" le recomiendo que queme todos sus discos y que deje de mirar todas sus series. No digan nada de lo que leyeron a sus mamás.     

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Andas muy levreriano, me gusta.

Pepe Pateatraseros dijo...

Le afanaste a Bill Hicks, vas a ser otro heroe bloggero muerto.

Billy dijo...

Justo hoy pensaba que esa película no es MUY buena; pero si fuera un comic lo consideraría genial. Injusto pero real.

Billy dijo...

quién mierda es Xavier Dolan y dónde consigo un nombre como ese?

Los Tumis dijo...

Gran película, para mí la mejor del 2012.

Sonrío.

Anónimo dijo...

...Los postmodernos tienen serios problemas con la libido.


Román


Corvino dijo...

Billy: y no sabés el peinado que tiene.

Bueno, aunque sea le afano a Bill Hicks y a Levrero al mismo tiempo, es para valorar.

Saludos y feliz feriado del día que Néstor le dio un pico a Cristina por primera vez (es por eso el feriado, no?).

Anónimo dijo...

Pinti + Dorio + referencias pop=
Verborragia 2.0
Igual te banco

Anónimo dijo...

"corvino"=postmoderno contrariado hijo de culposos inocuos y mal escritor.
Hoy en día cualquier sorete de mierda tiene un blog, dijo el filósofo.

Anónimo dijo...

Excelente película.

Anónimo dijo...

Il corvino es desclasado, alienado, cuando se siente muy "popular" aspira a Borges (por ej.) y demás literaturas sofisticadas, cuando se pasa de mambo y está culposo le pinta la pasión futbolera, el prisma pseudo-nac & pop, las series pedorras.
Super simplificado sería: mientras no critiquemos nunca sin demagogía ni a Charly, River y a Borges está todo Ok, que el mundo vuele en pedazos, me río de todo...jajaj...soy un alienado por esta sociedad berreta pero me dí cuenta y vos no!

Tirate un pedo Corvino...

Anónimo dijo...

No sé si me gusta más la música de Pedro o la imposibilidad de tirar contraatque alguno a tus ideas al respecto.

Atte Ana

Cadenet dijo...

Flaco... esto que escribiste me encantó. Me encantó y no es que me encanten muchas cosas. O sea... ganas de ser tu amigo, de tomarme una birra con vos, y ojo... yo distingo a la persona del autor, o sea... no sé quién carajos seas y francamente podría importarme muy poco, pero el autor ha logrado lo máximo que se puede lograr: Somos amigos. Abrazo grande y saludos a la persona.