domingo, 18 de enero de 2015

"Je suis Bergoglio"


Recuerdo una escena que me impactó mucho cuando en la adolescencia leí Rebelión en la granja: el momento en que el resto de los animales (el pueblo) observa que los cerdos se paran en dos patas y empiezan a imitar la conducta de los humanos. En ese sentido, la imagen es análoga a otra de 1984, en la que el viejito simpático e inofensivo que les da alojamiento a los protagonistas de la novela se transforma en un soldado del Big Brother. Hay algo que Freud denominó "ominoso" y en la literatura  de la primera mitad del siglo XX funcionó como un shock simbólico irreversible en la mente del lector. 

Algo de eso sentí cuando Bergoglio pasó a ser Francisco I, lo único que en este caso la metamorfosis fue al revés: de ser el líder de la derecha argentina (y esto iba más allá de estar en contra de los K) a ser la remake de un sacerdote tercermundista. Bergoglio no sólo cambió el look, sino también la forma de caminar, de hablar ¡y de pensar! Ahora que se conocieron las nominaciones al Oscar me sorprendió que no fuera candidato a Mejor Actor porque este tipo es mejor que el difunto Philip Seymour Hoffman.

Entre las miles de reacciones que provocó el atentado contra la revista Charlie Hebdo también estuvo la de Bergoglio. Y esta vez digo “Bergoglio” porque el único que puede decir algo así es nuestro viejo y conocido amigo. En su Biblioteca Personal, Borges dice que la forma natural del pensamiento de Jesús era la metáfora. Para condenar la pomposidad de los funerales, por ejemplo, Jesús afirmó que los muertos entierran a los muertos. A Bergoglio, como fan número 1 de Jesús, también le gustan las metáforas por eso cuando le tocó opinar sobre el atentado dijo que si alguien insultaba a su mamá, se iba a ligar una piña. Creo que ni siquiera a los que llevaron a cabo la matanza se les había ocurrido algo tan simple y genial para justificarla. Bergoglio debería ser el manager de las corrientes extremistas de todas las religiones. 

Mientras tanto hay gente que sigue afirmando que los gestos de Bergoglio ponen muy nerviosos a los altos mandos de la Iglesia y uno imagina hordas de obispos con el culo lleno de preguntas, tejiendo una trampa mortal para serrucharle el piso a Su Santidad. Sin embargo ¿no es el mismísimo Bergoglio el más alto mando de la Iglesia? Y por otro lado, a casi dos años de su asunción, si estos altos mandos no estuvieran representados por él, ¿no será que en realidad les conviene que siga ahí arriba recibiendo a todos los cholulos del mundo que quieren sacarse una selfie? 

Humildemente, uno supone que hay que seguir cuestionando a Bergoglio. En caso contrario vamos derecho a un mundo de gente que piensa como él o como los que asesinaron a doce personas por dibujar a Mahoma. Y repleto de policías de Scioli. Bueno, probablemente ya estemos en ese mundo. 

4 comentarios:

natalio dijo...

querido il corvino:realmente hay veces q me sorprendo por la semjanza de opiniones que profesamos(si hasta hincha d river soy) este jorgito me cae medio pesado tambien,lo recuerdo cuando estaba aca en argentina con cara de orto en todas las selfies...por otra parte creo tambien que los muchachos de charly hebdo se fueron un poco a la mierda. imaginate por un momento:revista musulmana retrata a jesus y sus doce dicipulos en un gang bang gay...como lo tomarian los chupacirios reaccionarios? abrazo il corvino

natalio dijo...

discipulos digo,digo.

Anónimo dijo...

lo que dijo Bergoglio es sentido comun puro, no podes insultar y burlarte una de las religiones mas populares del mundo y luego sorprenderte porque los tipos reaccionaron mal... estaba cantado que hiba a pasar algo asi. No estoy justificando los asesinatos, pero no todo es valido en nombre de la "libertad de expresion"

Comandante Cansado dijo...

Kroll en Le Soir