sábado, 7 de noviembre de 2015

¡Oportuncrisis!


Si el River de Gallardo fuese de un signo, sería de Escorpio. Lo que significa que el River de Gallardo está re loco. Me refiero a esa inestabilidad emocional que domina a los escorpianos y los puede llevar de la gloria a las cloacas en un pestañeo. Sé que para muchos hablar sobre signos es peor que hablar sobre libros de Paulo Coelho pero yo disfruto mucho la narrativa de los signos, más como literatura que como verdad revelada. Además es imposible no sentirse identificado con la semblanza de tu signo porque los que las escriben ponen tantas cosas geniales y horribles que uno no puede menos que estar de acuerdo con la idea de que somos sujetos complejos, geniales y horribles al mismo tiempo. Piglia decía que nos psicoanalizamos porque nos gusta sentir que tenemos vidas intensas y el psicoanálisis nos "convoca a todos como sujetos trágicos". Algo de eso pasa con la astrología y ahora cambio de párrafo porque me fui a la mierda.

El River de Gallardo es un equipo rarísimo. Yo nunca vi algo tan extraño. Por un lado es un ciclo exitoso: cinco campeonatos internacionales en un año y medio para un Club que históricamente se llevó mal con lo Internacional. La Sudamericana 2014, la Recopa 2015 y la Libertadores 2015 son hitos que ganarán aún más importancia con los años. La Euroamericana y la Suruga Bank (que en realidad no sé si se escriben así) son un poco graciosas pero estuvo bien ganarlas. A Gallardo debemos sucesos extraordinarios como perder con Boca y que nos chupe un huevo. O que Boca gane campeonatos y nos chupe ¡los dos huevos! ¡Un huevo/ovario por cada campeonato! Esto no se puede explicar muy bien, simplemente se siente. No me refiero a los ovarios o los huevos (aunque también). En determinado momento las cargadas de los hinchas de Boca nos dejaron de importar. Hubo un cambio de subjetividad que hizo que ahora ellos estén pendientes de nosotros. Los felicitamos, son justos ganadores de las dos Copas que ganaron estos últimos días, pero ya nada, absolutamente nada de lo que puedan decir nos hiere. El que no lo acepte que vaya al psicólogo. 

Pero casi al mismo tiempo que ganaba títulos, el River de Gallardo se acostumbró a vivir crisis terminales, al modo de esas dinámicas patológicas que se dan en algunas parejas que necesitan del conflicto para sobrevivir. Primero estuvo la crisis del buen juego perdido. Después la crisis del campeonato regalado a Racing, esos muchachos tan simpáticos. Después la crisis del 0-5 con Boca en el verano. Después la crisis del grupo de la Libertadores (recuerdo hinchas de Boca bebés festejando goles de Juan Aurich, ¡son hermosos!). Y ahora viene la crisis post Libertadores, que es como la crisis post parto, algo así como el bajón después de lo más maravilloso y estimulante que te puede pasar en la vida. Nada tiene sentido. Es como decía el tema ese que se viralizó: la Copa Libertadores era nuestra obsesión. Generalmente cuando accedemos a nuestra obsesión, no sabemos qué carajo hacer.  

La verdad es que como hincha de River no le di mucha bola al equipo después de la final con Tigres. Básicamente me dediqué a mirar el techo y pensar: "Soy campeón de la Libertadores". Tampoco soy de los que se obsesionaron con jugar ante el Barcelona. Para jugar con el Barcelona primero hay que ganarle un partido a no sé quién. Y creo que para ganarle (en caso de jugar) River tiene que jugar el mejor partido de la historia y Barcelona el peor. Creo que los periodistas deportivos empezaron a instalar la idea de que River le puede ganar al Barcelona para que el golpe de la derrota sea más grande. Cuando uno no espera nada en la vida todo funciona muchísimo mejor. La misma filosofía tengo con respecto al hipotético y temido River vs. Barcelona.

No pude ver el partido del jueves contra Huracán así que lo enganché en YouTube. Ver un partido sabiendo el resultado demuestra lo aburrido y absurdo que es el fútbol. Uno desprecia ese clima de violencia y ansiedad que nos posee mientras miramos fútbol pero si no existiera directamente no lo miraríamos. Soporté hasta los cuarenta minutos del primer tiempo y era un embole. Lo único que me pareció divertido es que el técnico de Huracán tiene el look de los hipsters que vienen al Festival de Cine. River jugó como desde hace un tiempo. Lo peor de todo es que los jugadores ya casi no tienen confianza en construir circuitos de juego y en vez de pasársela a un compañero, apuestan al pelotazo o a los centros. Tampoco me parece tan grave perder con Huracán. Esa idea de que River y Boca no pueden perder es lo peor que les pasó a River y Boca. Huracán es un equipo noble y tiene algunos jugadores interesantes. 

Como todos creo que un gran problema es que los refuerzos que vinieron a mitad de año, a excepción de Alario, no pegaron pie con bola. Y lo triste es que se esperaba bastante de esos refuerzos. Excepto de Casco, por supuesto. Nadie quiere a Casco. El pobre Casco es un jugador condenado al bullying. Hacía mucho que el hincha de River no "odiaba" tanto a un jugador. Ojalá se reivindique. Me hice los rulos con Bertolo pero Gallardo, con su honestidad brutal, lo sacó del equipo. Una decisión que significa dos cosas aparentemente contradictorias: un tremendo quemo y protección. En Banfield Bertolo era un jugador luminoso y cada vez que tenía la pelota en los pies peligraba el arco rival. En River se embarulla, engancha para adentro y se choca con los rivales, se le enreda la pelota en los pies, no termina ninguna bien. Ya no es "a la bartola", es "a lo Bertolo". Tabaré Viudez fue el sueño de una noche de Libertadores. Hizo esos súper pases gol y tampoco encontró su lugar, de hecho no se sabe bien de qué juega. Lucho González sigue manteniendo la calidad pero es muy irregular. ¿Y Saviola? A quien me quiera escuchar afirmo a los gritos que Saviola se está guardando un gol para la final del Mundial de Clubes pero ni yo me lo creo. No se lo nota mal físicamente y cada tanto tiene arranques interesantes pero es como un artista al que se le mojó la pólvora. La gente es muy mala con Saviola. Somos malos con los jugadores de fútbol y con los rockeros. Uno es malo con los que llegaron a ser lo queríamos ser, ¿no?



Con la temeridad de los que se saben inimputables, después de la Libertadores Gallardo empezó a probar distintas formaciones y planteos tácticos cual científico loco. Y casi todo le salió mal, incluyendo un baile tremendo que nos dio Independiente en su cancha. De todas formas el tiempo le dio tantas veces la razón que hay que dejarlo que haga cualquier cosa, total es fútbol. A su favor hay que decir que casi siempre salió de las crisis con un campeonato abajo del brazo. Es como dice Lisa Simpson: crisis en chino significa oportunidad.    

12 comentarios:

Ricardo dijo...

Me reía con el post y se agradece.
Ahora, desde hace tiempo digo que contra el Barcelona perdemos por 3 a 0 si no juega Messi y 5 a 0 si juega. Así que mirá, quién te dice que no lo ganemos 1 a 0 con un cabezazo de Alario.
Cómo se lo extraña a Ramiro y a alguna patrulla perdida del Ku Klux Klan que venga a encargarse de Balanta. Perdón.

Anónimo dijo...

la maquina de pensar en gallardo

ya perdieron la otra vez contra buracan.
no repitan., por favor.

Que loco que está dijo...

Al que mas odiamos es el Pete Martinez. Igual Casco es un perro, un pichón de lonch* ferr*ri

Anónimo dijo...

Este país unitario de mierda Corvino te hizo de River, yo fui de Boca y me redimí, porque me llenaron la cabeza de chico, vos tendrías que ser de Kimberley! Vamo Corvo, las provincias unidas del sur y muerte a los malditos unitarios y viva Silvia Peirut caramba!
He dicho, he.

Cine Braille dijo...

Ayer en el Festival vi una película delirante de Miike, Yakuza Apocalypse, un batido de mafia yakuza, vampiros y humor surrealista que termina con un tipo disfrazado de rana como Godzilla. Era tan loca que en un momento pensé que el protagonista, que era igual al Negro Sánchez, era efectivamente el Negro Sánchez. O que el Negro Sánchez es un superhombre como el protagonista. Ojalá sea un anticipo de que el Negro la va a romper en Japón, lo vamos a necesitar.
La prueba fotográfica: http://beritaterkiniartis.com/wp-content/uploads/2015/04/yakuza-apocalypse.jpg El actor es un tal Hayato Ichihara.
Saludos

pepe guardiola dijo...

Para mí, para mí, eh.. el 11 ganador tiene que ser así: (4-3-1-2)
trapito; market,maidana, mammana, vangioni/vega(si no llega el piri); el negro, krane, ponzio (si total jugó de 3, 4, 8, de falso enganche..); piscu; mora y alario.
O para reforzar el medio, el negro y piri de carrileros, krane y ponzio de doble 5 (3-4-1-2)
yo también creo que saviola se está guardando los goles para el mundial de clubes

Cine Braille dijo...

Sobre lo de Pepe Guardiola: hoy Vega se puso en carrera para ser el segundo central, o más bien Mammana lo hizo. Necesitaríamos dos Sánchez para cubrir los costados. Como hay uno solo, lo mando a la izquierda para ayudar a Vangioni con Messi y que sea lo que Dios quiera. Y por la derecha, Lucho González, que además tiene manejo.
Ya más arriesgadas, y no creo que al Muñeco le gusten porque son experimentos sin ensayo: Ponzio de zaguero y Lucho en el medio; Casco o mejor Vega de lateral y Vangioni al medio.
Saludos

Pablo dijo...

nada que ver, pero... Corvino, viste alguna peli del festival? Estaria bueno alguna reseña o algo.

el hijo de Arrostito dijo...

Corvo, la moraleja de todo esto es: le ganaremos al Barca con Vega de 6!

Corvino dijo...

Yo soy de Alvarado pero guardo afecto por Kimberley porque muchos familiares tienen que ver con el Club.

No fui a ver ninguna película al festival, vi unos cortos.

Contra el Barcelona hay que meter a Ponzio... armado.


Saludos.

Anónimo dijo...

que lindo, cómo censura "fútbol para todos"!

Anónimo dijo...

Otra videito gallina

https://www.youtube.com/watch?v=RYGlMzzsJfo