jueves, 26 de junio de 2008

4 POTENCIALES DESENCADENANTES DE LA GUERRA CIVIL CON AMETRALLADORAS Y VOLADURAS DE SESOS

-En la misma cuadra de un Café tradicional se inaugura un Café moderno. Rápidamente, este último se lleva la clientela del Café tradicional tanto que su dueño, acosado por inagotable deudas, asesina al último cliente que le queda: un viejo solitario que lleva millones de dólares en una valija. Una vez enterrado el viejo millonario, el dueño del Café tradicional comprende que no puede, de un día para otro, pagar todas las deudas ya que todas las sospechas del crimen se cernirían sobre él. Por consecuencia, paga las deudas poco a poco y contrata a un grupo de actores desocupados para que hagan las veces de clientes en su bar, así sus vecinos pueden constatar que en los últimos tiempos el Café tradicional ha tenido un crecimiento fantástico y no era de suponer que se necesitara matar a un viejo millonario para sacarlo adelante. Pasado un tiempo, la policía encuentra el cadáver del viejo y, luego de una investigación a todas luces brillante, deduce que el único sospechoso del homicidio es el dueño del Café tradicional. Todos los vecinos alegan a su favor hablando de la gran clientela que ha tenido en los últimos tiempos, sin embargo, va a la cárcel: el dueño del Café moderno atestigua en su contra, explicando que conoce a todos los actores desocupados que construyeron la gran farsa, ya que, luego de terminar su jornada, agotados por el difícil trabajo de hacer de clientes en un Café tan tradicional, iban a su Café moderno a tomar tragos raros y reírse con esnobidad. Los clientes de Cafés tradicionales del país toman la pedante declaración como un desaire y asesinan al dueño del Café moderno a través de una ráfaga de balas que le vuela los sesos. El dueño del Café tradicional se erige como una nueva y extraña figura política. Este hecho da comienza a una Guerra Civil.
-Un hombre astuto coloca en su casa un gran cartel de venta. Día a día, un sinnúmero de potenciales compradores ofrece cuantiosas sumas de dinero a cambio de la casa. El hombre astuto cierra contrato con unas 35 personas y ve hinchar su astucia: planea embaucar a todos ya que a cada uno ha pedido una seña que en suma significa una cifra millonaria. Una tarde se dirige al Banco y cobra las ganancias de su astuta treta. A la mañana siguiente, con su pasaje a Kuwait sobre la mesa, comprende que ha olvidado una parte de su astuto plan: la que correspondía a que sus víctimas no se den cuenta del engaño. Acto seguido, cavila sobre la posibilidad de que su astucia no sea tal y maldice a todos los seres humanos que lo han tomado de los hombros y le han dicho “tú eres un hombre astuto, muy astuto”. También se pregunta por qué lo llamaban “tú” y no “vos”. Pero eso no viene al caso. Minutos después, observa a través de los agujeros de la persiana que los 35 compradores se han apostado frente a su casa con semblantes enardecidos. Algunos llevan antorchas, otros ametralladoras. El hombre astuto sale con las manos en alto y explica que todo fue un engaño. Una ráfaga de balas le vuela los sesos. Poco después, los 35 compradores comienzan a pelear entre sí para quedarse con la casa. Este hecho da comienzo a una Guerra Civil.
-Un carismático cuidador de autos sabe, interiormente, que no está al nivel de la situación: los lugares que elige para que la gente estacione sus coches siempre son los peores. Durante muchos años decide seguir con su brutal acomodamiento: los autos chocan, explotan, desaparecen, se rayan, se pierden por una loma, se caen por un bache; las personas se enloquecen o mueren o lloran o comprueban con horror que han colocado su auto de tal forma que es imposible sacarlo. Llegado un día, el carismático cuidador de autos comprende que debe dejar de ejercer tal oficio ya que en todos esos años no aprendió nada y, encima, está cada vez más viejo y ciego. Así lo comunica a sus clientes. Éstos, que bien saben que el cuidador de autos es por demás inservible e incluso contraproducente a la vida, le ruegan que se quede: su carisma es muy grande y todos lo aman, no podrían vivir sin sus acomodamientos. El cuidador, seguro en su decisión, comienza a caminar calle abajo manifestando a viva voz que se va para siempre y que no le rompan más las bolas. Uno de los automovilistas dice: Vos no te vas a ningún lugar, saca una ametralladora y le vuela los sesos. Algunos vivan al asesino, otros lloran al muerto, los demás se agrupan bajo los preceptos de estas dos corrientes político-ideológicas. Este hecho da comienza a una Guerra Civil.
-En una comedia familiar, un actor encarna a un hombre que enamora a una mujer casada. El actor comienza a dar entrevistas y en muchas ocasiones, por no decir en todas, surge el tema de la infidelidad. Para actuar en concordancia con su reciente papel, el actor declara que la infidelidad está sobrevaluada, no es tan grave, a cualquiera le puede pasar y cualquiera la puede perdonar. De esta forma, su discurso se confunde y se convierte en un ejemplo para los infieles. Una noche, agotado de trabajar de amante de una infiel, llega a su casa y encuentra a su mujer practicando una triple penetración con, claro está, tres hombres. El actor, completamente angustiado, llorando y vomitando a raudales, pregunta a su mujer por qué le hace eso. “Ei e o e ioaba”, contesta la mujer. ¿Qué decís?, pregunta el actor. “Creí que no te importaba”, responde la mujer, ya sin nada en la boca. Acto seguido, el hombre toma el hacha con la que cortaba las puntas florecidas de su bonsái (este actor era tendiente a hablar con las plantas y elogiar la vida vegetal, aunque esto no viene al caso), y mata a hachazos limpios a su mujer. Los infieles que lo veían como ejemplo toman el asesinato como una traición y matan al actor: lo atosigan por la calle y finalmente un infiel con ametralladora le vuela los sesos. Algunos se ponen de su parte. Otros son indiferentes y siguen con sus vidas. Este hecho da comienzo a una Guerra Civil.