Las acusaciones contra El dueño, el libro de Luis Majul, están a la orden del día. Posee la prosa lavada e impersonal de los libros que más que escritos parecen fabricados. Presentado como una obra de “investigación periodística” se pierde en datos banales (en la mayoría de los casos referidos a la intimidad de la pareja presidencial) que ni siquiera están confirmados. En la presentación, Víctor Hugo Morales remarcó esta utilización desmedida de supuestos (a su lado oía un risueño Nelson Castro, de quien nadie pudo explicar las risas ya que desde sus inverosímiles columnas en Perfil es el máximo exponente de esta vertiente periodística) y la insoportable autovictimización del conductor de La Cornisa como estrategia de marketing (quien escucha o lee sus reportajes puede pensar repentinamente que estamos antes Roberto Saviano, el periodista italiano amenazado por la mafia). También se lo puede acusar de oportunismo (la existencia de toda la serie de libros escritos por Jorge Asís mucho antes del conflicto con el campo y las elecciones del 28/6 convierten en oportunista cualquier publicación anti K). De vender pescado podrido (pasar información difundida por inédita: los negociados del juego ya son tema de debate hasta en las peluquerías; la aparente presión de Kirchner para que Cristina renuncie la mañana posterior al voto no positivo apareció en todos los diarios… al otro día). De abrumar con información innecesaria: “El día que Daniel “Mono” Barrista, es secretario de Gobierno de Santa Cruz, embistió contra una manifestación docente lo hizo con una camioneta Grand Cherokee, patente DTX 280, propiedad de la empresa SIMASA” (P. 19, las cursivas son mías). De describir obras de Shakespeare a través de medios dudosos. De catalogar como “dueño” de un país a alguien que tiene en contra (entre otras áreas) al mayor multimedios del mismo, el sector productivo de mayor envergadura y el 70 por ciento de la población.
Pero si hay algo que convierte al libro de Majul en un esperpento es su condición miserable. Cualquiera que tenga dos dedos de frente sabe que, a esta altura, a Néstor Kirchner se le puede entrar por cualquier lado: creo que (a excepción de Diana Conti, que lo considera necesario para luchar contra el Poder) hasta al más irredento ultrakirchnerista le gustaría que su patrimonio fuera otro o que no haya comprado 2 millones de dólares o que no se haya intervenido el Indec (y me olvido de Moyano y de que el gobernador aliado sea Scioli porque se supone que en política te tenés que embarrar, ¿o no?). Un buen periodista puede destrozar a Kirchner solamente desde el análisis político, desde la crónica detallada de manejos turbios. Pero claro, Majul no es un buen periodista, y sabe que a la platea que comprará su libro le importa tres pitos una buena argumentación. Sólo hace falta repasar los comentarios de los foristas de Perfil (el paradigma del individuo de clase media-alta que consume este tipo de productos y luego comenta anécdotas escabrosas en la sobremesa familiar) para comprender que el objetivo del antikirchnerista es ver al supuesto “dueño” humillado. “Los quiero ver de rodillas” fue la frase más difundida y menos escuchada de la historia Argentina reciente. Ese furibundo deseo referido al “campo” en plena batalla por las retenciones fue hábilmente esgrimido por la corporación mediática hasta instalarse en el inconsciente colectivo de buena parte de la sociedad argentina. “Van por todo”. No sólo por quijotes del sistema como De Ángeli (que, recatado, confesó que no quiso voltear a Cristina porque en el futuro sus hijos serían acusados como los hijos de los que hicieron el golpe: gran deducción), sino por vos también espectador bacán de Telenoche que no perdiste tu trabajo, te fuiste de vacaciones y seguís mandando a tu hijo a un colegio privado pero se supone que estás en bancarrota. ¿Quién no escuchó en una reunión familiar o en declaraciones televisivas eso de que los K quieren aniquilar a todo sector productivo de clase media? ¿Quién no soportó el rap inconcebible de que “en este país se respetan los derechos humanos de los delincuentes y no los de los que pagamos nuestros impuestos”? ¿Quién no recibió una cadena de mails quejándose de la “asignación universal por hijo” como un criadero de vagos?
El objetivo de Majul, entonces, para que su proyecto se convirtiera en el “boom editorial del verano”, el “best seller”, fue poner de rodillas a Kirchner (aunque sea a través de las páginas de un libro) para hacer llegar al orgasmo opositor al gorila medio, imbuido por un odio irracional que sólo puede compararse al que tuvieron los antiperonistas cuando Eva Perón enfermó de gravedad. De allí la serie de anécdotas superficiales y golpes bajos varios que pueblan las páginas de El dueño. El precedente de este bullying antikirchnerista puede rastrearse en aquella tapa de Noticias que anunciaba un “Informe psicológico de Kirchner” matizando la nota con una fotografía en la que se mostraba al ex presidente de niño, con la mirada penetrante, el pelo rapado y las orejas sobresalidas. Típica técnica fontevecchiana de fusilamiento mediático (por otro lado, conmovedora la perturbación de los apóstoles del republicanismo pocket al darse cuenta de quién es en verdad Fontevecchia recién cuando le dice “poronga” Carrió: ¿WTF?).
El análisis textual del primer capítulo de la primera parte del libro hecha luz sobre este tema. Para que todo quede claro desde el principio se titula “La venganza del boludo”. El boludo, por si quedan dudas, no es el periodista al que Kirchner nunca le concedió un reportaje y trabaja para De Narváez, sino el mismo Kirchner. La venganza, por si quedan dudas, no sería el libro El dueño, sino la de quien “usó su resentimiento original para colocarse por encima de todos” (P. 21). La sed de humillación de Majul es grande: ya a las 5 páginas de comenzado el capítulo, que comienza refiriéndose a una coima denunciada por Eduardo Arnold (que dicho sea de paso, ya había aparecido en todos lados), anota que:
-“Néstor fue un niño con problemas de salud y un adolescente que vivió traumatizado por las burlas de sus compañeros de colegio secundario”.
-“Nació (…) con una fisura y perforación en el paladar causa de un trastorno del habla que con el tiempo se haría cada vez más evidente”.
-“Antes de los 7 años contrajo tos convulsa. También conocida como pertusis (…). La consecuencia habría sido el estrabismo”.
Al siguiente párrafo, por si no fue suficiente:
-“El estrabismo es la desviación de los ojos. Ahora lo sufre el cuatro por ciento de los niños (¿?) y, si no se lo corrige a tiempo, la desviación se hace crónica” (los signos de interrogación son míos).
A continuación se detalla el “calvario” que sufría Néstor en el Colegio Secundario a través del testimonio de uno de sus profesores: “Cuando pasaba al frente, le hacían de todo, desde correrle el banco para que se cayera hasta atacarlo a tizazos. Pobre, lo tenían para el cachetazo…” (P. 22). El lector gorila refulge de felicidad y más cuando lee que una “ex compañera” afirma que Kirchner: “Era el “Pan Triste” de la clase. En los recreos tiraba trompadas al aire, pero no le acertaba a ninguno”. La imagen de un Kirchner niño martirizado por sus compañeros en el medio de un patio es casi todo lo que un antikirchnerista le pide a la vida. Esta misma compañera compara a Kirchner con Ricardo III, sí, otro personaje de Shakespeare, en una hipótesis que según Majul ha sido “compartida por profesionales de la psiquiatría y amantes del teatro” (P.22, lluvia de “?”). Tal comparación es realizada porque en Ricardo III, “los problemas físicos constituyen uno de los dos grandes ejes de la historia. El otro es la búsqueda desmesurada de poder por cualquier medio, la traición, la mentira y hasta el asesinato” (P. 22). ¿A quién habrá asesinado Kirchner?
Majul sigue esgrimiendo datos importantísimos pero un tanto parciales (según lo que se desprende del texto, todo lo que hizo Kirchner durante su adolescencia fue desastroso):
-El Dueño quiso cursar segundo año en la Escuela Técnica Salesiana pero terminó volviendo a los tres meses.
-El Dueño quedó undécimo en el orden de mérito entre catorce compañeros.
-El Dueño se llevó seis materias a diciembre en tercer año (¡!).
-El Dueño se llevó seis materias a diciembre y “dos más a marzo” en cuarto (era tan malo que se llevó 6 a diciembre pero en marzo le agregaron “dos más”).
-El Dueño fue rechazado de la escuela de Magisterio.
-El Dueño ingresó a Derecho, se levantó a la mina más linda pero, eso sí, “seguía siendo suplente en todos los equipos de básquet de la universidad” (P. 24)
Luego (la cohesión no es un fuerte de Majul) se explica cómo fue la detención de Kirchner junto a Flores durante la dictadura (definitivamente la pasaron bárbaro). El mismo Flores asegura que en una ocasión Cristina le dijo que querían hacer política y que “para hacer política en serio se necesita platita”. Este inestimable dato es reforzado por una conclusión trascendental de Majul sobre los K (que de ninguna manera se puede extender al resto de la población humana): “La platita en efectivo sería una de las obsesiones más notables de Kirchner” (P.27)…
También un colaborador de la época en que Kirchner gobernaba Santa Cruz aporta “datos valiosos, porque anticipan el Kirchner actual”. Algunos de ellos son los siguientes:
-El Dueño leía diarios de punta a punta y no se los prestaba a nadie.
-El Dueño “no sabía hacerse ni el nudo de la corbata” (sic), se la hacía su asistente personal, Valerio Martínez.
-El Dueño jugaba a la ruleta.
-El Dueño “para no gastar, se hacía cortar el cabello en la peluquería de Congreso”, donde el servicio no se paga.
-El Dueño “se sentía incómodo en lugares donde él no era el centro de atención”.
-El Dueño le pegó una trompada en el estómago a su asistente.
Otra escena memorable sucede cuando durante un viaje a España en el 2003, Kirchner “le dio una fuerte patada en el traste a Rubén Zacarías, responsable de Protocolo y Ceremonial” (P. 31). Según Majul, esto puede ser verificado por una personalidad de la talla de Abel Posse, que en ese momento era embajador, pero durante las agresiones “permaneció escondido, detrás de las cortinas, por temor a que la furia de Kirchner también lo afectara a él”. STOP.
¿Abel Posse escondido tras unas cortinas mientras Kirchner le pega patadas a un colaborador? ¿Este es el gran libro de “periodismo de investigación” o un sketch de Benny Hill?
“Alguien que vio la escena” (Majul es un gran discípulo del estilo Nelson Castro) dice que “Parecían Batman y Robin (…) Cada tanto quedaban frente a frente, con las rodillas flexionadas. Entonces todo volvía a empezar” (P. 32). El resto del capítulo repasa brevemente hechos de corrupción, pero además de que son moneda corriente en todos los medios opositores al gobierno y no aportan absolutamente nada, pierden su valor testimonial por estar acompañados de anécdotas banales como las mencionadas (aunque haya otras, por ejemplo cuando Kirchner camina por las calles de New York sin mirar vidrieras, entendiéndose esto como un claro ejemplo de locura o vaya a saber qué). Por otro lado, se le atribuyen pensamientos a terceros que difícilmente alguna vez sean confirmados (confirmados o no, no es recomendable atribuir pensamientos a terceros, claro):
-“Nunca lo dirá en público, pero Bielsa piensa que Kirchner tiene la patología de un psicópata político: alguien que puede hacer mucho daño” (P.37).
Por último, también se puede advertir la naturaleza del libro (y quizás también la de su autor) a través del segundo capítulo, llamado “Metamorfosis”. Según esta conjetura (cumbre del periodismo contemporáneo), el gran cambio en la personalidad de Kirchner se debe a una operación de hemorroides:
“Néstor Kirchner fumaba Jockey Club, tomaba whisky Criadores, apostaba en la ruleta al número 29 -Majul me apasiona- (…) fue operado, con urgencia, de hemorroides. Y a las pocas horas pretendió ir a trabajar como si nada hubiese ocurrido” (P. 41).
Pero lo mejor está por llegar. Por si el lector no sabe, se aclara:
“Las hemorroides son una afección consistente en la dilatación de las venas que se encuentran en la ampolla del recto y que llegan hasta el ano. Cuando las venas hemorroidales se dilatan, se pierde la capacidad de hacer retornar sangre por ellas. Las hemorroides pueden ser internas o externas según se produzcan dentro o fuera del ano”.
Señoras y señores, seré pornográfico, seré atrevido, pero no tengo otra salida: ¿qué otro objetivo sino el de que el lector imagine el culo lleno de hemorroides de Néstor Kirchner tiene esta delectación morbosa en la descripción de una afección conocida por todos? Pero Majul va por más cuando informa que Kirchner ya padecía de “colón irritable” y se entrega al placer inconfesable de describirlo:
“Al colón irritable también se lo llama intestino irritable y afecta al dieciséis por ciento de la población mundial adulta (gracias Majul, verdaderamente estás aportando datos nunca escuchados y que ayudarán mucho a los nutricionistas del mundo). Sus síntomas son fuertes dolores, gases e hinchazón del abdomen. También, diarrea y constipación intermitentes” (P. 41).
Contra mi voluntad, ingresaré nuevamente en las filas de la pornografía: ¿qué otro objetivo sino el de que el lector imagine a Kirchner con diarrea y gases tiene esta otra delectación morbosa en la descripción del colón irritable? No es la investigación ni el análisis la principal estrategia de Majul para retratar a Kirchner, sino la exposición detallada de sus debilidades, exposición que le asegura congraciarse con el gorilaje ávido de morbo que agota su libro una y otra vez. Llegado ese nivel de sensacionalismo se me hizo imposible seguir leyendo un adefesio que mancillara en forma tan burda un género que enalteció, entre otros, Rodolfo Walsh. No creo poder ser acusado por tal desidia.
Pero si hay algo que convierte al libro de Majul en un esperpento es su condición miserable. Cualquiera que tenga dos dedos de frente sabe que, a esta altura, a Néstor Kirchner se le puede entrar por cualquier lado: creo que (a excepción de Diana Conti, que lo considera necesario para luchar contra el Poder) hasta al más irredento ultrakirchnerista le gustaría que su patrimonio fuera otro o que no haya comprado 2 millones de dólares o que no se haya intervenido el Indec (y me olvido de Moyano y de que el gobernador aliado sea Scioli porque se supone que en política te tenés que embarrar, ¿o no?). Un buen periodista puede destrozar a Kirchner solamente desde el análisis político, desde la crónica detallada de manejos turbios. Pero claro, Majul no es un buen periodista, y sabe que a la platea que comprará su libro le importa tres pitos una buena argumentación. Sólo hace falta repasar los comentarios de los foristas de Perfil (el paradigma del individuo de clase media-alta que consume este tipo de productos y luego comenta anécdotas escabrosas en la sobremesa familiar) para comprender que el objetivo del antikirchnerista es ver al supuesto “dueño” humillado. “Los quiero ver de rodillas” fue la frase más difundida y menos escuchada de la historia Argentina reciente. Ese furibundo deseo referido al “campo” en plena batalla por las retenciones fue hábilmente esgrimido por la corporación mediática hasta instalarse en el inconsciente colectivo de buena parte de la sociedad argentina. “Van por todo”. No sólo por quijotes del sistema como De Ángeli (que, recatado, confesó que no quiso voltear a Cristina porque en el futuro sus hijos serían acusados como los hijos de los que hicieron el golpe: gran deducción), sino por vos también espectador bacán de Telenoche que no perdiste tu trabajo, te fuiste de vacaciones y seguís mandando a tu hijo a un colegio privado pero se supone que estás en bancarrota. ¿Quién no escuchó en una reunión familiar o en declaraciones televisivas eso de que los K quieren aniquilar a todo sector productivo de clase media? ¿Quién no soportó el rap inconcebible de que “en este país se respetan los derechos humanos de los delincuentes y no los de los que pagamos nuestros impuestos”? ¿Quién no recibió una cadena de mails quejándose de la “asignación universal por hijo” como un criadero de vagos?
El objetivo de Majul, entonces, para que su proyecto se convirtiera en el “boom editorial del verano”, el “best seller”, fue poner de rodillas a Kirchner (aunque sea a través de las páginas de un libro) para hacer llegar al orgasmo opositor al gorila medio, imbuido por un odio irracional que sólo puede compararse al que tuvieron los antiperonistas cuando Eva Perón enfermó de gravedad. De allí la serie de anécdotas superficiales y golpes bajos varios que pueblan las páginas de El dueño. El precedente de este bullying antikirchnerista puede rastrearse en aquella tapa de Noticias que anunciaba un “Informe psicológico de Kirchner” matizando la nota con una fotografía en la que se mostraba al ex presidente de niño, con la mirada penetrante, el pelo rapado y las orejas sobresalidas. Típica técnica fontevecchiana de fusilamiento mediático (por otro lado, conmovedora la perturbación de los apóstoles del republicanismo pocket al darse cuenta de quién es en verdad Fontevecchia recién cuando le dice “poronga” Carrió: ¿WTF?).
El análisis textual del primer capítulo de la primera parte del libro hecha luz sobre este tema. Para que todo quede claro desde el principio se titula “La venganza del boludo”. El boludo, por si quedan dudas, no es el periodista al que Kirchner nunca le concedió un reportaje y trabaja para De Narváez, sino el mismo Kirchner. La venganza, por si quedan dudas, no sería el libro El dueño, sino la de quien “usó su resentimiento original para colocarse por encima de todos” (P. 21). La sed de humillación de Majul es grande: ya a las 5 páginas de comenzado el capítulo, que comienza refiriéndose a una coima denunciada por Eduardo Arnold (que dicho sea de paso, ya había aparecido en todos lados), anota que:
-“Néstor fue un niño con problemas de salud y un adolescente que vivió traumatizado por las burlas de sus compañeros de colegio secundario”.
-“Nació (…) con una fisura y perforación en el paladar causa de un trastorno del habla que con el tiempo se haría cada vez más evidente”.
-“Antes de los 7 años contrajo tos convulsa. También conocida como pertusis (…). La consecuencia habría sido el estrabismo”.
Al siguiente párrafo, por si no fue suficiente:
-“El estrabismo es la desviación de los ojos. Ahora lo sufre el cuatro por ciento de los niños (¿?) y, si no se lo corrige a tiempo, la desviación se hace crónica” (los signos de interrogación son míos).
A continuación se detalla el “calvario” que sufría Néstor en el Colegio Secundario a través del testimonio de uno de sus profesores: “Cuando pasaba al frente, le hacían de todo, desde correrle el banco para que se cayera hasta atacarlo a tizazos. Pobre, lo tenían para el cachetazo…” (P. 22). El lector gorila refulge de felicidad y más cuando lee que una “ex compañera” afirma que Kirchner: “Era el “Pan Triste” de la clase. En los recreos tiraba trompadas al aire, pero no le acertaba a ninguno”. La imagen de un Kirchner niño martirizado por sus compañeros en el medio de un patio es casi todo lo que un antikirchnerista le pide a la vida. Esta misma compañera compara a Kirchner con Ricardo III, sí, otro personaje de Shakespeare, en una hipótesis que según Majul ha sido “compartida por profesionales de la psiquiatría y amantes del teatro” (P.22, lluvia de “?”). Tal comparación es realizada porque en Ricardo III, “los problemas físicos constituyen uno de los dos grandes ejes de la historia. El otro es la búsqueda desmesurada de poder por cualquier medio, la traición, la mentira y hasta el asesinato” (P. 22). ¿A quién habrá asesinado Kirchner?
Majul sigue esgrimiendo datos importantísimos pero un tanto parciales (según lo que se desprende del texto, todo lo que hizo Kirchner durante su adolescencia fue desastroso):
-El Dueño quiso cursar segundo año en la Escuela Técnica Salesiana pero terminó volviendo a los tres meses.
-El Dueño quedó undécimo en el orden de mérito entre catorce compañeros.
-El Dueño se llevó seis materias a diciembre en tercer año (¡!).
-El Dueño se llevó seis materias a diciembre y “dos más a marzo” en cuarto (era tan malo que se llevó 6 a diciembre pero en marzo le agregaron “dos más”).
-El Dueño fue rechazado de la escuela de Magisterio.
-El Dueño ingresó a Derecho, se levantó a la mina más linda pero, eso sí, “seguía siendo suplente en todos los equipos de básquet de la universidad” (P. 24)
Luego (la cohesión no es un fuerte de Majul) se explica cómo fue la detención de Kirchner junto a Flores durante la dictadura (definitivamente la pasaron bárbaro). El mismo Flores asegura que en una ocasión Cristina le dijo que querían hacer política y que “para hacer política en serio se necesita platita”. Este inestimable dato es reforzado por una conclusión trascendental de Majul sobre los K (que de ninguna manera se puede extender al resto de la población humana): “La platita en efectivo sería una de las obsesiones más notables de Kirchner” (P.27)…
También un colaborador de la época en que Kirchner gobernaba Santa Cruz aporta “datos valiosos, porque anticipan el Kirchner actual”. Algunos de ellos son los siguientes:
-El Dueño leía diarios de punta a punta y no se los prestaba a nadie.
-El Dueño “no sabía hacerse ni el nudo de la corbata” (sic), se la hacía su asistente personal, Valerio Martínez.
-El Dueño jugaba a la ruleta.
-El Dueño “para no gastar, se hacía cortar el cabello en la peluquería de Congreso”, donde el servicio no se paga.
-El Dueño “se sentía incómodo en lugares donde él no era el centro de atención”.
-El Dueño le pegó una trompada en el estómago a su asistente.
Otra escena memorable sucede cuando durante un viaje a España en el 2003, Kirchner “le dio una fuerte patada en el traste a Rubén Zacarías, responsable de Protocolo y Ceremonial” (P. 31). Según Majul, esto puede ser verificado por una personalidad de la talla de Abel Posse, que en ese momento era embajador, pero durante las agresiones “permaneció escondido, detrás de las cortinas, por temor a que la furia de Kirchner también lo afectara a él”. STOP.
¿Abel Posse escondido tras unas cortinas mientras Kirchner le pega patadas a un colaborador? ¿Este es el gran libro de “periodismo de investigación” o un sketch de Benny Hill?
“Alguien que vio la escena” (Majul es un gran discípulo del estilo Nelson Castro) dice que “Parecían Batman y Robin (…) Cada tanto quedaban frente a frente, con las rodillas flexionadas. Entonces todo volvía a empezar” (P. 32). El resto del capítulo repasa brevemente hechos de corrupción, pero además de que son moneda corriente en todos los medios opositores al gobierno y no aportan absolutamente nada, pierden su valor testimonial por estar acompañados de anécdotas banales como las mencionadas (aunque haya otras, por ejemplo cuando Kirchner camina por las calles de New York sin mirar vidrieras, entendiéndose esto como un claro ejemplo de locura o vaya a saber qué). Por otro lado, se le atribuyen pensamientos a terceros que difícilmente alguna vez sean confirmados (confirmados o no, no es recomendable atribuir pensamientos a terceros, claro):
-“Nunca lo dirá en público, pero Bielsa piensa que Kirchner tiene la patología de un psicópata político: alguien que puede hacer mucho daño” (P.37).
Por último, también se puede advertir la naturaleza del libro (y quizás también la de su autor) a través del segundo capítulo, llamado “Metamorfosis”. Según esta conjetura (cumbre del periodismo contemporáneo), el gran cambio en la personalidad de Kirchner se debe a una operación de hemorroides:
“Néstor Kirchner fumaba Jockey Club, tomaba whisky Criadores, apostaba en la ruleta al número 29 -Majul me apasiona- (…) fue operado, con urgencia, de hemorroides. Y a las pocas horas pretendió ir a trabajar como si nada hubiese ocurrido” (P. 41).
Pero lo mejor está por llegar. Por si el lector no sabe, se aclara:
“Las hemorroides son una afección consistente en la dilatación de las venas que se encuentran en la ampolla del recto y que llegan hasta el ano. Cuando las venas hemorroidales se dilatan, se pierde la capacidad de hacer retornar sangre por ellas. Las hemorroides pueden ser internas o externas según se produzcan dentro o fuera del ano”.
Señoras y señores, seré pornográfico, seré atrevido, pero no tengo otra salida: ¿qué otro objetivo sino el de que el lector imagine el culo lleno de hemorroides de Néstor Kirchner tiene esta delectación morbosa en la descripción de una afección conocida por todos? Pero Majul va por más cuando informa que Kirchner ya padecía de “colón irritable” y se entrega al placer inconfesable de describirlo:
“Al colón irritable también se lo llama intestino irritable y afecta al dieciséis por ciento de la población mundial adulta (gracias Majul, verdaderamente estás aportando datos nunca escuchados y que ayudarán mucho a los nutricionistas del mundo). Sus síntomas son fuertes dolores, gases e hinchazón del abdomen. También, diarrea y constipación intermitentes” (P. 41).
Contra mi voluntad, ingresaré nuevamente en las filas de la pornografía: ¿qué otro objetivo sino el de que el lector imagine a Kirchner con diarrea y gases tiene esta otra delectación morbosa en la descripción del colón irritable? No es la investigación ni el análisis la principal estrategia de Majul para retratar a Kirchner, sino la exposición detallada de sus debilidades, exposición que le asegura congraciarse con el gorilaje ávido de morbo que agota su libro una y otra vez. Llegado ese nivel de sensacionalismo se me hizo imposible seguir leyendo un adefesio que mancillara en forma tan burda un género que enalteció, entre otros, Rodolfo Walsh. No creo poder ser acusado por tal desidia.
32 comentarios:
1) Los cirujanos proctólogos agradecidos con Majul ya que, después de dar a conocer que una simple operación de hemorroides puede convertir a un flaco que era la burla de todos en alguien tan poderoso, va a haber miles de boludos pidiendo turno para que los operen del culo.
2) No solo son episodios dignos de Benny Hill. Por momentos me pareció estar viendo Zelig, de W. Allen o leyendo Barcelona.
escribiste un post brillante, corvino
nadie te puede culpar de nada
escribiste un post brillante, corvino
nadie te puede culpar de nada
Mis condolencias por el tiempo que perdiste para siempre leyendo ese adefesio, Corvino.
Una de las condiciones para cuestionar el libro ( de 500 páginas) que le escribieron a Majul es haberlo leído.
Va progresando Majul, de boludo util ya paso a Boludo Importante.
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"Néstor Kirchner fumaba Jockey Club, tomaba whisky Criadores, apostaba en la ruleta al número 29"
No se ustedes, pero desde mañana empiezo a poner estas ideas en práctica. Una de esas triunfo en la vida y Majul se dedica a hablar de mis hemorroides.
jajajaj q bossssta
reivindicación para moyano
V
m hace acordar a cuando repiten cosas q deben aparecer en clarin, del tipo q solo se podrían saber si hubiera micrófonos debajo de la cama del matrimonio
no son divinos?
Ah, qué vivo, así yo también llego a las 500 páginas. Si uno se pone la definición de diccionario de cada término que usa... Mi próxima novela va a comenzar así:
Julián abrió la puerta. Las puertas son aberturas que hay en las paredes, normalmente de forma rectangular, que van desde el suelo hasta una altura adecuada para poder entrar y salir por ella.
Y todo así.
JAJAJA, buenísimo lo de las hemorroides y la posterior explicación. No puedo creer que diga todo eso.
Igual, coincido con Cine Braille, ¿para qué te leés esas cosas? Toldo lo que escriba MAjul, no va a ser la supesta versión seria de lo que pueda escribir Rial. Igual el post es demoledor. Me tiré la piso de la risa.
Al margen, Noticias sacó hace más de quince días, una tapa conm Anibal Fenandez y su doble moral. La cosa es que el bigotudo tiene una hija no reconocida, y que no tiene intenciones de reconocer. Parece que le pasa guita y todo, pero no lo hace público, no le da el apellido y menos se hace cargo de su paternidad. NINGUN MEDIO LO LEVANTO. ME llama la anteción que Clarin no se haya metido. Lo cierto es que como pueden ver, Anibal Fernandez está casi desaparecido. ¿Cuánto hacen que no lo escuchan? ELpolvorita contestatario siempre a mano, se esfumó. ¿NO es muuuuy raro? Qué curiosas que son las operaciones.
Indignarse por lo que escribe Majul se me antoja similar a indignarse por las mismas pelotudeces que puerilmente describe.
Hernán, yo lo escuché a Aníbal en varios medios en los últimos días, defendiendo a Marcó del Pont, opinando sobre lo que dijo NK de ser gobierno hasta el 2010, y diciendo que Chiche Duhalde no tiene capacidad para hacer nada.
Que raro, eso de que Aníbal Fernández está escondido después de esa nota es lo que repite día sí, día también Darío Galli, digo Gallo...
¡Qué buena idea, Geraldinho!
Continúo tu relato:
Del otro lado estaba ella. Ella es pronombre personal femenino de 3ª persona. Sin preposición, es sujeto. Con ella, se usa en los casos oblicuos.
Sabés lo que pasa, Corvi? que vos no sos un enamorado del dato como sí lo es Majul. Lo enamoran las hemorroides y los cólones irritables, lo enamoran las anécdotas de la infancia en el colegio (de paso, cómo lo habrán tratado a Luis Miguel en el recreo, eh?), en fin, lo enamora la rigurosidad periodística. Algo que ni Víctor Hugo, ni vos ni yo tenemos, porque carecemos de ética y republicanismo. Carecemos de amor, Corvi. Estamos muertos!
Muy bueno Corvino, lo posteamos che, tenemos una primicia sobre un encuentro entre Majul y Castro..
cadaver exquisito majuliano YA !
Sigo el relato:
Ella lo esperaba, como de costumbre,nerviosa y fumando un cigarrillo. La adicción al tabaco es provocada, principalmente, por uno de sus componentes activos, la nicotina; la acción de dicha sustancia acaba condicionando el abuso de su consumo. Según la Organización Mundial de la Salud el tabaco es la primera causa de enfermedad, invalidez y muerte prematura del mundo.
G-Fer: Es que no escucho a Chiche Gelblung, por eso no sabía nada de Fernández.
Aníbal Fernándes tiene una hija no reconocida y no le da ni el apellido ni la paternidad.¿Eso te parece copado? Qué cuernos tiene que ver con el modelo K???
Aníbal Fernández se convirtió en el Corach de Kirchner. ¿Sabés quién es Corach? Un peronista como todos, viste. Igual que Mendez y Jaime y Grosso. Como Lòpez Rega y Ramón Saadi. Como los Juarez en Santiago y los hermanitos macana en San Luis.
Algunos usan el valor y los principios del peronismos para hacer sus tropelias. NO TODOS SOMOS PERONISTAS. Si yo soy pernistas, los nombre que te puse arriba no lo son. Vos sí? No sabía que existían exégetas de Aníbal Fernández.
Continuación del relato al estilo Majul:
"Inquieto por lo que debía decirle, él sintió una ligera constipación.
La constipación es un trastorno que afecta a la mayoría de las personas en algún momento de la vida. Consiste en la eliminación de heces mediante deposiciones escasas, difíciles de expulsar o demasiado infrecuentes. En las personas que padecen este trastorno, la evacuación del intestino se produce menos de tres veces por semana y puede resultar un momento difícil y hasta doloroso".
Grosso el cadáver majuliano.
"Y fue entonces que antes de que el estallara en dolores recalcitrantes que le carcomian el intestino grueso ella le dijo que no utilizara el inodoro de adelante."
Hace mas de 4.000 años los cretenses ya aplicaban en el palacio real de Cnossos una especie de inodoro. Constaba de una cisterna, tazal y canal de desagüe, pero el progreso de la redes fue lento. Solo hace dos siglos que las cloacas sirven a domicilio privados. Durante cuatro milenios los orinales eran volcados a la calle, previo aviso.
Los próceres del higiénico cambio fueron : Sobre todo el ingles John Harington (poeta), quien en 1597 desarrollo el water closet de válvula, que bautizo Ajax y fue instalado en el palacio de Isabel I en Richmond. En 1775 John Cummins patentó un w.c. de cisterna, perfeccionado en 1778 por Samuel Prosse con su válvula esférica. Setenta años después, en virtud del acta de Salud Pública inglesa, se obligó a instalar en todas las casas que se construyeran un servicio de inodoro. Hacia 1890 ya había triunfado en toda Europa.
Kirchner no estaba entre todos ellos.
Aguante el Taringa!
Mientras escuchaba de lejos los ruidos de Julián en el baño, se puso a pensar en cómo decirle aquello que la torturaba por dentro. La tortura es el acto de causar daño físico o psicológico intencionadamente a una persona o animal. La lucha contra la tortura tiene un instrumento internacional específico: la Convención Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes de 1984. Además, la tortura está condenada en el artículo 5 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: artículo que seguro los KK no cumplen ni hacen cumplir
- ¿Qué dijiste de la tortuga? - gritó Julián desde el baño.
- ¿Qué tortuga? Tortura dije - respondió.
- Ah, entendí tortuga. Me hiciste acordar de la paradoja de Aquiles y la tortuga.
Aquiles, llamado "el de los pies ligeros" y el más hábil guerrero de los aqueos y matador de Héctor, decide salir a competir una carrera contra una tortuga. Ya que corre mucho más rápido que ella, y seguro de sus posibilidades, le da una gran ventaja inicial. Al darse la salida, Aquiles recorre en poco tiempo la distancia que los separaba inicialmente, pero al llegar allí descubre que la tortuga ya no está, sino que, lentamente. ha avanzado un pequeño trecho. Sin desanimarse, sigue corriendo, pero al llegar de nuevo donde estaba la tortuga, ésta ha avanzado un poco más. De este modo, Aquiles no ganará la carrera, ya que la tortuga estará siempre por delante de él.
- ¿Quiere decir que jamás culminaremos esta narración, Julián? - gritó. - ¡Los dos estamos atrapados en una pesadilla incesante!
- Los dos no, respondió Julián con una sonrisa, mientras se desvanecía en el aire.
Puzzle, hijo, eres de los míos. Tu nivel intelectual no puede igualarse al del aluvión zoológico. Tu originalidad (el uso del vocablo KK es todo un hallazgo) me ha cautivado.
¡Qué inteligencia, qué agudeza, qué valentía, qué me importa Honduras!
Es evidente que perteneces al grupo A, como yo.
Dios los bendiga.
Totalmente Sor !
una, dos, tres, Negres de Alonso en todas las comisiones !
Votemos junto a Menxm y Chiche Duhalde por el regreso de la república que nos han Robado los KKK´s !
Clap clap clap clap clap clap
Una onomatopeya consiste en la imitación o recreación del sonido de algo en el vocablo que se forma para significarlo. En este caso la onomatopeya del aplauso, es decir de la acción y efecto de palmotear en señal de aprobación o entusiasmo. El aplauso también es utilizado para celebrar con palabras u otras demostraciones a alguien o algo. Como los KKs que pagan con choripanes y planes sociales a esa horda de negros de mierda para que vayan a aplaudirlos a los actos.
Lo cierto es que como pueden ver, Anibal Fernandez está casi desaparecido. ¿Cuánto hacen que no lo escuchan? ELpolvorita contestatario siempre a mano, se esfumó. ¿NO es muuuuy raro? Qué curiosas que son las operaciones.
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Hernán, yo lo escuché a Aníbal en varios medios en los últimos días, defendiendo a Marcó del Pont, opinando sobre lo que dijo NK de ser gobierno hasta el 2010, y diciendo que Chiche Duhalde no tiene capacidad para hacer nada.
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G-Fer: Es que no escucho a Chiche Gelblung, por eso no sabía nada de Fernández.
Aníbal Fernándes tiene una hija no reconocida y no le da ni el apellido ni la paternidad.¿Eso te parece copado? Qué cuernos tiene que ver con el modelo K???
Aníbal Fernández se convirtió en el Corach de Kirchner. ¿Sabés quién es Corach? Un peronista como todos, viste. Igual que Mendez y Jaime y Grosso. Como Lòpez Rega y Ramón Saadi. Como los Juarez en Santiago y los hermanitos macana en San Luis.
Algunos usan el valor y los principios del peronismos para hacer sus tropelias. NO TODOS SOMOS PERONISTAS. Si yo soy pernistas, los nombre que te puse arriba no lo son. Vos sí? No sabía que existían exégetas de Aníbal Fernández.
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qué nervioso que está Hernán Galli. primero, en base a una nota de la revista Noticias, asegura que Anibal Fernandez se esfumó de los medios, habla de operaciones y cosas raras. Después, cuando alguien le señala su error (o simple mala leche, venta de pescado podrido, lo que sea), lanza una serie de improperios que no tienen nada que ver con nada metiendo a Menem y Lopez Rega en el medio. lo curioso es que G-Fer en su comentario no defendió ni intentó interpretar los dichos o acciones de Fernandez, sólo señaló que lo vio en varias apariciones públicas. suficiente para que Galli lo acuse de exégeta de Anibal, le pregunte si le parece copado lo que supuestamente hace con su hijo y le tire una serie de nombres de la historia del peronismo en un análisis banal y con los nervios a flor de piel.
qué te passsa galllliii, sssstás nerrrrviossssssooo?
Cacho, sos un genio.Ahora hay exégetas de los exégetas de Aníbal Fernández. La respuesta a G-Fer fue por otra cosa y por su blog. Fue él quien me comparó con un periodista de PErfil haciéndose el gracioso, con un nivel de humor enorme! Cuando digas algo de tu cosecha, te contesto, pero tu copy/paste es demasiado berreta, digno de mi sobrinito de seis años.
¿vos sabés lo que significa "improperio"? Estos chicos, son tan audaces. ¿Cuál fue mi error? ¿Qué Aníbal Fernández no recopnoce a una hija? VIVA ANIBAL CARAJO! Fijate que ni en 678 lo defienden.
"Las palmas resonaban todavía en el aire y ella no salía de su asombro,le parecía todo un sueño absurdo, Julián ya no estaba y el batir inverosímil desafiaba sus sentidos"
Los sentidos son el mecanismo fisiológico de la percepción. El estudio y clasificación de los sentidos se lleva cabo por muchas ciencias, sobre todo las neurociencias, la psicología cognitiva y la filosofía de la percepción
Corvino, excelente post. Excelente. Una lástima que la discusión "anibalesca" haya perdido la creación colectiva majulista entre los comentarios. Como diría el maestro, "cuando la política se mete, señora, no sirve".
La política, del griego πολιτικος (pronunciación figurada: politikós, «ciudadano», «civil», «relativo al ordenamiento de la ciudad»), es la actividad humana que tiende a gobernar o dirigir la acción del Estado en beneficio de la sociedad. Es el proceso orientado ideológicamente hacia la toma de decisiones para la consecución de los objetivos de un grupo. La ciencia política es una ciencia social que estudia dicha conducta de una forma académica utilizando técnicas de análisis político; los profesionales en esta ciencia adquieren el título de politólogos, mientras quienes desempeñan actividades profesionales a cargo del Estado o se presentan a elecciones se denominan políticos. El término fue ámpliamente utilizado en Atenas a partir del siglo V antes de Cristo, en especial gracias a la obra de Aristóteles titulada, precisamente, Política. El mismo Aristóteles definía al ser humano como un animal político por excelencia. También se define como política a la comunicación dotada de un poder, relación de fuerzas.
Estoy llorando de la risa. La risa es la reacción biológica de los humanos a momentos o situaciones de humor: una expresión externa de diversión. La risa se puede clasificar en función de duración y de su tono: desde la risita nerviosa, caquino, carcajada, risotada, cascabeleo, risa malvada, hipido.
Lo que yo me pregunto (especialmente después de haberlo visto a Majul al recibir el Martín Fierro): ¿cómo habrás sido la vida de este muchacho en el colegio? Conjeturo que no muy buena.
Como habra sido de de dura ,que ya en esa epoca le decian el niño rata
nefastor vive.....
ups.... llegue tarde. que viva el censo
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