Correme por izquierda, que me gusta

El tipo celoso más preocupado por su novia que en su vida, se olvida de sí mismo. Hasta que un día se da cuenta de que le creció un girasol en el ombligo. El gobierno se desgasta en la guerra con Clarín. Es lo que la representación mediática dicta. Incluso la que propulsa el propio gobierno a través de los medios (programas, diarios) afines. Tal vez no sea real, pero lamentablemente es la que cuenta.

¿Cuál es la agenda del gobierno hoy? Mmm, al mediodía romperle el culo a Clarín. A la tarde darle un poco más. Y a la noche, sí, exacto, seguir rompiendo.

Los hitos deben ser otros. No la pirotecnia mediática de la caducidad de la licencia de Fibertel. En El simple arte de escribir, un libro muy barato y accesible e imperdible que compila cartas de Raymond Chandler (traducidas por César Aira), el autor de Farewell, My Lovely y The Long Goodbye (¡la puta que sabía poner títulos el tipo!) dice:

“Un sistema legal que no pueda condenar a Al Capone por otra cosa que por evadir el pago de impuestos tiende a volver cínica a la policía”.

¿Cachai, weon?

Más Asignación Universal por Hijo. ¡Quiero más, Cris, oh sí, oh sí, quiero más, dame más! Soy un ninfómano social. Claro, los Ministerios trabajan (intuyo). Usted militante también. Pero ¿quién se entera?

Además de la retórica (que tanto celebro, que tanto disfruto, que ya me rompe un poco las pelotas) debería haber una estrategia que dé la impresión de una gestión para el pueblo, no sólo para los que entramos a la página de la Presidencia de la Nación a ver los nuevos trajecitos que se puso Cristina. Algo que vaya más allá del panfleto lineal e ideal de los fines de semana en el fútbol para todxs. Y si es posible (pero eso ya es pedir demasiado) que ese funcionamiento ejecutivo sea real.

N. en el medio de la R: todavía me repongo, no sin permanentes recaídas, accesos de fiebre, alucinaciones y tos convulsa (la que tenía Néstor de niño según Majul), de la impaciencia de Marcelo Araujo por la activación de la Ley de Medios.

¿Debemos compartir la dicha (en movimiento) por la Reglamentación con un sujeto que usa semejantes corbatas?

Poner ahora el piloto automático ante la avanzada del Monopolio sería suicida. ¿Conocen la historia del tipo que se ata los cordones en las vías? Bueno, viene el tren y lo aplasta. No era la Gran Historia. No pido eso tampoco. Me refiero a las altas esferas, donde se cocina el guiso, no a los engranajes intelectuales que lo fundamentan.

No me pregunten cuáles son esos engranajes intelectuales porque no tengo puta idea. Carta Abierta. Los blogs. ¿Orlando Barone? Eso contestaría sin estar muy seguro, así que no pregunten.

Y si vamos, vamos a fondo. Pero ni siquiera siento que vayan a fondo. Oh, maldito nihilismo inconducente. No se puede tener un pie en el cinismo y otro en la fe durante mucho tiempo. Soy una víctima más del mal del siglo XXI. Todo es cuento, todo es vil.

Que Aníbal y el Hombre Timer sigan interpelando rabiosamente a la prensa es un gran error. No digo que no discutan, que no dejen en evidencia a Nelson Castro (por otra parte, lo único que se puede hacer frente a Nelson: ¡ya decirle “buenas tardes, señor” es dejarlo en evidencia al pobre cristiano!). Digo que no ataquen, que no estén a la defensiva, que no se levanten las medias cuando es foto carnet. Porque para mucha "gente" estar en contra de Nelson es estar en contra de ella.

La secularización del “periodismo independiente” ya se puso en marcha y es irreversible. Es un boomerang incluso para quien lo denuncia. “Ellos trabajan para Ernestina, ¿y vos para Spolsky?”. Nadie está a salvo. Todos somos sospechosos del asesinato de Laura Palmer. Qué bueno. Ahora por más. Por políticas que, de alguna manera, achiquen la brecha económica. A cerrar culos de tías y tíos ofendidos. A granel. No literalmente claro.
-No Señor Marqués de Sade, vuelva al manicomio de Charenton, ¿qué hace con hilo y aguja? ¡Es una alegoría, buen hombre!

Los ciudadanos que en los últimos dos años (a partir del conflicto con el campo) no se cuestionaron la objetividad de los medios, de seguir la desigualdad atroz (Black Sabato copyright) su cauce natural, no lo harán nunca. Y brindo por ello. Si se preocuparan, estaríamos perdidos. Y no me refiero a los lectores de La Nación o al Family Guy que compra Clarín los domingos. (Esos saben de qué se trata y sacaron un Máster en hacerse los boludos. O eligieron en base a convicciones por otra opción). Sino a los otros, los que creemos de nuestro lado y en realidad son reaccionarios por no contar con la educación necesaria para (tener ganas de) interpretar ¿el zócalo de “A dos voces”? ¿Subestimar o “paternalizar”? No sé cuál es la peor opción. Pero debe haber otras. Vivir en una nube de pedos, por ejemplo. Que un indigente se preocupe por lo mismo que vos en la comodidad de tu living es el colmo. Ojalá, pero es imposible.

¿O creés que el pibe que sale a afanar no te aborrece a vos también? Por eso causan gracia quienes defienden el proyecto oficialista y, en alucinaciones proletarias, acusan a los de la vereda de enfrente de burgueses de clase media. Que yo sepa no se aspira a una sociedad sin clases. Ni se trata de Milenio Negro, la novela de James G. Ballard en la que el espectro ABC1 planea una revolución en contra de sus emblemas, en contra de sí misma. Vuelan por los aires aeropuertos, hacen piquetes en los barrios privados.

Uno de los personajes mira a cámara y dice:
“Estamos cansados de que no nos valoren. Estamos cansados de que nos utilicen. No nos gustan las personas en las que nos hemos convertido…”.

Si el kirchnerismo existe como hecho cultural es por la clase media y burguesa de la que todos formamos parte. Somos pequeños burgueses ilustrados o por lo menos pintarrajeados con películas, cd's y libros de Página 12. No hay aluviones de cabecitas negras que respalden porque todavía no hubo un cambio estructural lo bastante profundo que los incluya.

Simplifico y sintetizo y pauperizo (de paso): ¿Qué mierda te tiene que importar entonces Magnetto si ahora mismo no tenés para comer? En esa situación, ¿cómo te cae un discurso de la presidente de más de una hora sobre algo que no sabés ni tenés idea? Como el reverendo culo.

No era el objetivo terminar, casi, en la chotísima frase de Jean Paul sobre La Náusea y el niño que muere de hambre. Pero, como a todo estudiante de Letras, la hipérbole me puede.

Con una navaja dibujé un corazón en el tronco de un árbol. Adentro escribí: “Hipérbole y Yo, por siempre juntos”. Nada nos separará, ni siquiera no recibirme nunca.

Para algunas personas la única ideología posible es la que les permite llegar a fin de mes. Ojo, para nosotros también (aunque sea para mí), pero por ahora existe cierta previsibilidad que nos deja tiempo para esto. Ese tiempo que ellos no tienen para perder en boludeces. ¡En los datos semiológicos que proyecta la tapa de Clarín, en lo que dijo Pino Solanas en el programa de Mónica Gutiérrez, en la columna de José Pablo Feinmann sobre el sujeto comunicacional! Me pudro como un vampiro bajo el sol cuando pienso en algunas cosas que me interesan. Frente a ciertos dramas nuestros anhelos son muy secundarios, ¿no?

Siento que nos estamos burlando, que nos estamos cagando de la risa en sus caras, carajo.

"Carajo" suena a insulto impostado de actor argentino que cierra el puño y golpea contra la mesa. Si te cae mal lo que escribo imaginate que lo dice Ulises Dumont o Federico Luppi en una película de mierda de Héctor Olivera. O no lo leas. Igual somos amigos/ porque para enemigos/ hay un montón de gente corriente.

Mientras estos "negros de mierda", que defendemos simbólicamente en la mesa del café, tengan el culo lleno de preguntas (y no exactamente metafísicas), me produce un poco de incomodidad, un poco de vergüenza hablar de Papel Prensa, Ley de Medios. Eso no quiere decir que nos tengamos que quedar callados, pero mientras sucedan ciertas cosas (que no mencionaré para no caer en la demagogia galopante, eso se lo dejo a Cristina y a su historia del pequeño-humilde-atleta-triunfador) es como darle besos al espejo.

¿Hedonismo progresista le querés decir? ¿O narcisismo? ¿U onanismo?

Ah, bueno, ah bueno, el pibe se pone a escribir y no tiene la más pálida idea de lo que dice.

No se pueden mezclar las dos cosas, es tabú, da muy Lanata o Magdalena o Abel Posse, lo sé, pero convengamos que hay cierto desfase entre las prioridades del Hombre Timer y las necesidades del pueblo. Y choca esa coexistencia forzada.

Menciono al Hombre Timer como el personaje paradigmático de los últimos meses. A través del ex panelista de Grondona (¿WTF?) se pulsaron los debates más resonantes de la actualidad: Papel Prensa, Libertad de Expresión, etc.

El que la tenga clara, que arroje la primera piedra. No sé nada, son preguntas nomás. Ésa es la idea. Escarbar, escarbar hasta arruinar psiquis.

¿Se podrá, entonces, hacer todo esto sin alharaca?

¿Movidas de este tipo (Papel Prensa a la Justicia) no existen sino con alharaca?

¿Todo discurso es boutade? ¿Toda política es alharaca?

Y ya que estamos: ¿qué carajo significa "alharaca"?

Iluso. Si esto ya viene desde los griegos, la política nace con el concepto de publicidad para anunciar públicamente lo que antes sólo era ventilado entre los círculos selectos del Poder. Sin publicidad no hay política entonces.

Queda pendiente la cuestión de la alharaca. Si es necesaria y qué significa. Y si publicidad equivale, siempre, a alharaca.

Es que me inquieta la puesta en escena que amenaza con cambiar el mundo. Es eso. Incluso todo el texto se resume en esa frase. La voy a poner en negrita: Me inquieta la puesta en escena que amenaza con cambiar el mundo. No sin el fatídico corolario: ¡Y no lo cambia, claro!

Ah, ya lo dijo una pensadora contemporánea: “Russian roulette is not the same without a gun” (La Ruleta Rusa no es lo mismo sin un arma).

No, no, no, cualquiera estás mandando. ¿Siempre mandando cualquiera vos?

Asistid al derrumbe de un individuo enajenado. Se habla a sí mismo a la vista de todos.

Intento convencerme. Me miro al espejo y repito esa frase. La escribo con rush cada noche como Nacha Guevara en Me gusta ser mujer (un programa que veía mi vieja en ATC). Pero no.

Ahora me doy cuenta porque Menem no tenía programas como 678. Porque su “ideología” era eso. Una mina gagá escribiendo con rush en un espejo. Un viejo jugando al jenga. Un cabezón tirando papelitos y pasando bloopers.

Pasan los años:

Prende y apaga la luz
Necesito una señal
Para saber si esta noche
Te veo en el mismo lugar.

Me fui a la banquina otra vez. Déficit de atención. Me las pagarás, Internet. Ahora bien, si esta disyuntiva existencial me posiciona a la derecha del gobierno, mala suerte.

¡Ah, cómo añoro los días de razonamientos binarios que borraban el complejo entramado del mundo!

¡Ah, cómo echo de menos aquel país dividido en el que de una parte estábamos nosotros y del otro lado los “gorilas putos/ van a pagar las retenciones/ del gobierno popular”!

¡Ah, cómo extraño, es verdad, no lo puedo negar, que defender a Cristina sea una osadía imperdonable y no simplemente repetir la cantinela de una, dios me libre, Carla Czudnowsky!

¡Ah, cómo no reconocer abiertamente que rechazo por igual al opositor y al insufrible kirchnerista con paracaídas!

Ahora es más fácil ser kirchnerista que anti. No me acostumbro. Gata Flora, que le dicen.

Sayonara.