jueves, 7 de octubre de 2010

Aquí debería haber un título que resuma el siguiente post

En Tony Tur deberían darte unos guantes de látex para leer La Capital. No debe haber un diario en el que se gaste más tinta en el mundo. Y eso que no dice nada. Es surrealista. De novela de García Márquez, diría Nelson Castro.

La próxima vez que viaje llevo un anotador o me-hago-de una notebook. Se me ocurren cosas en esos tramos de contemplación que, una vez llegado a destino, automáticamente se esfuman. Por ejemplo, réplicas graciosas para las consignas de los carteles sobre vialidad. Ahora ya no son imperativos, son patéticos: intentan captar al interpelado mediante la pregunta y la reflexión casi terapéutica. Por otro lado sería genial que la gente, por leerlos, empiece a chocarse los peajes.

Me fascina el paisaje al costado de las rutas. Por un lado me deprime, tiene esa vertiente ballardiana repleta de edificaciones a medio construir, chatarra, espacios abiertos deshabitados sin rastros de humanidad, etc. ¡Los carteles enormes que dicen "Anuncie aquí"! ¿Aquí dónde? ¡En medio de la nada! ¡Vamos, véndale algo a los pasajeros insomnes! Al mismo tiempo, como buen melancólico compulsivo, me agrada el estado de ánimo que esa clase de imágenes activa.

Aviso a los publicistas de los barrios privados y clubes de campo: hay niños que no son rubios. Repito: hay niños que no son rubios. Muchas gracias.

Viaje relámpago. Pensé en ir más días, pero justamente “pensé” y no fui. Ahora bien, si no lo pienso, lo hago. Aunque le puse bastante estructura a la espontaneidad. Un psicólogo ahí. Con los años me arrepentiré de haber elegido Regina a Pixies, pero, muchachos, no se puede todo en la vida. En ésta escuché más a Regina que a los Pixies.

A la hora del recital tenía tanto sueño y estaba tan cansado de caminar y de no saber donde estaba (Retiro, Lanús, un puente) que temí dormirme en el Gran Rex. Antes fuimos a una pizzería, Guerrín o Güerrin, como usted prefiera llamarla, con una pizza muy rica. Se podría decir que eso es lo más porteño que hice en mi vida. Felicitaciones. Allí hablamos de los codos. No hasta los codos sino de codos de personas. Esto es consecuencia de la China, que impone temas de este tipo y de los que uno, por su natural rareza, no puede escapar ya que comprende rápidamente que en la vida no habrá miles de oportunidades para discutir sobre codos. O el síndrome de Diógenes. O las características exactas (ni siquiera aproximadas) que hacen de una mujer ser moderna. O el pasto como alfombra de la naturaleza o gran mentira de la posmodernidad. En cuanto a los codos, las preguntas pertinentes del caso: ¿por qué vienen podridos?, ¿es posible amputar un codo?, ¿hay diferencias entre el codo del hombre y el codo de la mujer? Gaba sacó de la galera una extraña teoría según la cual algunos codos tienen más posibilidades de dañarse que otros. En fin, la conclusión es evidente: la vida sería mejor sin codos. Conozco gente que gusta de una nuca, de un hombro, de una oreja (me refiero a zonas del cuerpo que no necesariamente son percibidas como ¿eróticas?), pero no existe quien guste de los codos, por favor, ¿a quién le podría gustar? Nadie dice: Lo primero que le miro a un/a hombre/mujer es el codo.

Abrieron las puertas tarde. Mucha gente amontonada. No encontré a Maga. La China y Gaba afirmaban que llegaría a Retiro a las 00:50 sin problemas. Tenían razón, pero cuando se hicieron las 22:15 y todavía estábamos afuera noté cierta impostura en esas afirmaciones. Claro, se mantenían firmes en la suficiencia porteña que les impide mostrarse inseguros ante un extranjero. Es como una ideología o una religión. Si Regina hubiese empezado 00: 49, creo que me habrían dicho: "Llegás, llegás, no hay problemas". Pero lo que más me divierte es la grandilocuencia porteña. Acá vas a probar la mejor pizza del mundo. Ésta es la mejor tintorería del mundo. O como me dijo Marilina el año pasado señalando una obra en construcción: "Éste es el andamio más fuerte del mundo". Finalmente la gente empezó a entrar, la China entonces elucubra estrategias de una rigurosidad bélica. Muta en Mao Tse Tung(a). Achina (aun más) sus ojos y lanza directivas que, dada la seriedad con la que son expresadas, es imposible no acatar: "Aquella puerta no", "Esa es la fila de los X y está la de los Y", "Avancemos sin mirar atrás", "Cuidado, un enemigo puede estar detrás tuyo", etc. De todo el público, probablemente, fuimos los más amargos (del mundo). Gaba explicó que, como un servidor, no se destaca por la simpatía y odia la efusividad. Incluso una vez intentó ser amable con un mozo y falló. Sí, los antipáticos fallamos cuando nos reímos. La China se destaca ampliamente por su simpatía (he aquí la persona más simpática del mundo), pero también por sus ganas de dormir a toda hora y en todo lugar. Sentirte capaz de dormir cuando querés es como saber volar, te convierte en un superhéroe. Promediando el recital me dijo "despertame si el tema está bueno". Sublime. Y bueno, mi frase y mi serie de cabecera es Curb Your Enthusiasm. Elipsis. Yo creo, igualmente, que Regina es una artista para escuchar en silencio. Si querés aplaudir el ritmo de cada tema, no te culpo, estás en tu derecho. Si querés corear, ok, aunque me parece medio ridículo querer cantar arriba de Regina, que justamente se destaca por su expresividad vocal única, es como tararear los solos de guitarra de Jimi Hendrix. Ahora bien: si viniste a lanzar aullidos o a interrumpirla para decir algo "gracioso" como si estuvieses en el cumple de tu tía Chela, ingresamos en un terreno muy polémico en el que prefiero no adentrarme, porque que no tengo mucho tiempo para escribir.

75 por ciento de mujeres. 15 por ciento de homosexuales. Y 10 de reprimidos. Tengo el nombre para un nuevo grupo de facebook: Si, fui a ver a Regina Spektor y no soy homosexual. Especialmente porque nunca me voy a vestir tan bien como ellos. ¿De dónde sacan esos zapatos, esas camisas, esas camperas grises, esos cosos (por qué ni sé qué mierda son) escote en V? Sé que es un lugar común, pero no por eso menos cierto.

Quiero aclarar algo, lo más importante de esta digresión, lo único, aprovecho y me mando: me niego a vivir en una sociedad en la cual haya que andar con rodeos para hablar sobre homosexuales. Ya nadie considera que la orientación sexual defina algo más que una forma de vestirse. Y es en broma. Incluso hablar de "orientación" nos provoca carcajadas. Como si hubiese una sola. Nada del mundo nos hace creer que un homosexual sea lo que nuestros bisabuelos creían, ¡esos viejitos tan simpáticos de 103 años que aparecen en Telenoche haciendo flexiones! Uno de los pocos puntos a favor que tiene esta profundización atroz del individualismo es que ya no hay un concepto de "normalidad": cada uno es cada cual, somos todos distintos, invertidos, independientemente de nuestro sexo. Y dentro de ese mundo regido por la abolición de los arquetipos supuestamente edificantes, excluir a alguien por homosexual es algo impensado. Esto incluso tiende a la discriminación de lo que aún puede ser considerado el tipo/a común y corriente. "En algo raro andarás si sos heterosexual, tenés trabajo y estás casado". Es genial, pero ésa, ésa es otra historia. Me niego entonces a vivir en una sociedad en la que hay que "explicar" que uno no considera a los homosexuales enfermos. O a los negros inferiores. O a los judíos ratas. Doy por sentado que usted entiende que yo entendí lo que antes nadie entendía. Muchas gracias.

Duró una hora y media. Me interesaba escuchar cómo sonaba esa banda tan avant garde, mezcla de música clásica y pop que sólo el rock puede permitir: piano, batería, violín y cello. Y además era Regina, mi cantante favorita junto a Aimee Mann y Adriana Calcanhoto. Hay algo de minimalismo en las canciones de Spektor. Por ejemplo no se caracteriza por utilizar todas las teclas del piano, sino que se refugia en ciertas escalas que, en su repetición, terminan conformando una melodía tan apta para todo público como heterodoxa. De todas formas, el instrumento principal, y más allá de la reconocida vertiente lúdica, es su maravillosa voz. El clímax es cuando canta a capela "Silly eye-colour generalization". Hubo espacio para los hits (casi todos de Begin to Hope, un discazo), varios temas de Far (2009) y algunos de los discos anteriores. Y ella es tan hermosa como todos creíamos. Alta fidelidad: los hombres también queremos una novia que haga música para que nos mencione en los agradecimientos del librito interno de un cd. "Thank You", susurra al principio, un poco encorvada y con una semisonrisa tímida. Después se suelta más y se ríe en medio de un tema o pronuncia algunas palabras en español ("gracias", "perdón", "perro") y se pone una rosa en la boca como, según ella, hacen en la "tanguería". Qué linda es Regina. No quiero entrar en detalles anatómicos. Objeción del show (dejando de lado que empezó una hora tarde): tampoco es que uno quiera romperse los oídos con "Samson", pero creo que el volumen estuvo bajo. Tal vez sea que estoy muy sordo.

Comparado al Rápido Argentino ("A los pasajeros nos tratan como si fuésemos ganado, Santo"), Tony Tur parece un avión. Los números de los asientos están borroneados, no te dan nada para morfar, el tipo que te corta el boleto tiene cara de orto. Por suerte me tocó asiento individual, pero en la parte de abajo y al lado del expendedor de agua (los marmotas creían que era de café y se desilusionaban a viva voz cuando veían la sustancia incolora). Pero lo peor es el baño: hay que tener ganas de ir para meterte en uno de un micro, ¿no? La puerta no se cierra con facilidad y muchos la golpean en forma violenta, por decir la más leve de sus contrariedades. De todos modos, dormí las cinco horas y media (como nunca). En el medio del viaje me desvelé unos pocos minutos. Miré el reloj del celular y eran las 3:47. Tenía los auriculares puestos y sonaba la parte piazzolliana de "A los jóvenes de ayer". El micro avanza por la ruta oscura. El campo infinito a los costados. Bultos que deben ser vacas, pero ¿quién lo sabe? ¿Guardan a las vacas por la noche o las dejan a su libre albedrío? Siempre me inquieta saber si hay alguien en medio de todas esas hectáreas, alguien solo y perdido buscando la salida. Un guardián entre el centeno. No puede ser que en todos esos kilómetros de pasto (sobrevalorado) no haya nadie. No es posible. En un muro, el nombre de un pueblito que no alcanzo a divisar. Me pregunté entonces adónde estaría yendo. No me refería al Rápido que se dirigía a Mar del Plata, ¡sino al ómnibus de la vida! ¿A dónde va? ¿Por qué tan veloz? ¿Con qué sentido? ¿Dónde estarán a esta hora los pasajeros que se bajaron antes de tiempo? Sinceramente, recomiendo el misterio metafísico de madrugada y a toda velocidad. Es revelador. Al rato me dormí. Y se acabó la historia. Ahora a desprenderse de los lujos burgueses durante un mes (ropa, libros, conciertos, alimento) y juntar dinero para ver a Paul.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Pero a vos te parece?¿Con qué necesidad me querés decir? Y con todos esos putos....

PD: Yo ya ni voy al cine porque indefectiblemente siempre habrá dos o tres comentaristas histriónicos, pochocleros y ruidosos, y yo me pierdo lo mejor de la pelicula ocupado en imaginar la forma mas dolorosamente lenta de ultimarlos.

Anónimo dijo...

che, Corvinín( mix de Corvino y Martín) sabes algo de teoría de la música? o tus descripciones musicales son puramente intuitivas? ok, de todas formas me parecen muy pertinentes.

saludos

Mr Gabi

Cine Braille dijo...

Cuando veo el cartel de publicidad del country (marplatense) Rumencó, ése de "te acordás de cuando el olor a pino no venía envasado" o algo así, siempre se me ocurre hacer uno igual pero que diga "te acordás de cuando votar a Pino tenía onda". Pero siempre me olvido... hasta que leí que te olvidabas de las cosas que se te ocurrían viendo los carteles.
Y yo entendí el concepto de la nada una noche de 2003, viajando en ómnibus entre Puerto Madryn y Sierra Grande.

Gabba dijo...

Increíble. Aparezco en el blog de ILCORVINO.

:)

(una cara que intenta reflejar aquello que no soy, pero cara al fin)

joaquín c. dijo...

maldición!

en el mío no cantó a capella.
se le volcó el té. pobre regina. dan ganas de morfarsel aasí, con un poco de crema. es tierna, tan judía, tan rulos, tan niña.

samson fue increible. aunque hubiese preferido más temas ajenos a far.

espero cruzarte en otro lado

Anónimo dijo...

Esta es la segunda librería más hermosa del mundo. Y es verdad! Googlealo.

Nico dijo...

Yo, que como vos soy amargo, casi asesino a las 3 chicas que tenía al lado, que no solo filmaron todo el concierto (trayendo aparejado los lasers y las linternas cada 5 minutos) sino que ademas cantaban, aplaudian siguiendo mal los ritmos (nunca vi tanta incapacidad ritmica en mi vida). Yo la verdad termine sorprendido con eso, me esperaba un clima mas parecido al que vivi en cat power el año pasado, de silencio de iglesia.

Unknown dijo...

el síndrome de diógenes es ese toc relacionado con juntar basura, no?
una vez vi un documental zarpado sobre ese temita. Baños llenos de basura, bien ordenadita, claro.

y acá, a la distancia, no tenemos el problema de tener que elegir entre regina o pixies. Lo vemo por youtube. Cuando anda.

saludo

Billy dijo...

todo bien con que hayas elegido regina spektor antes que pixies... pero paul?? no se me ocurre nada atractivo en ver a paul mccartney

Anónimo dijo...

Cheee, Paul será un careta y el leastfavouritebeatle de todos, pero algún tema que otro metió el pibe :P

Además, con lo tribunero que es, el recital va a ser 90% de temas de los Beatles.

Anónimo dijo...

hay q ir a Paul che, Regina una diosa total.

muy buen postt, te sigo desde hace tiempo y ahora hago mi primer comentario.

saludos

Diego dijo...

¡Más respeto a Paul! Él y John inventaron todo. Hoy mismo hasta las bandas más modernas los siguen copiando. Sus últimos discos solistas son estupendos, pero no trascienden porque Paul es muy caretón, no vende entre la gente joven y los viejos siguen escuchando a los Beatles. El show que dió en River hace 17 años fue lo mejor que vi en vivo. La banda es increible. Es cierto que a veces hace mucho "Beatles para la gilada" como "All my loving". Pero cuando toca la versión de "Helter Skelter" entendés que Paul también inventó el heavy metal. John es Maradona. Paul es Pelé. Careta pero incuestionable.

Martín Zariello dijo...

Gringo: Y, los putos son así, les gusta gritar (?).

Mr. Gaby: No sé nada de teoría de la música, ja, ja, por favor, soy un blogger, no sé nada de nada, es todo pura intuición.

Cine: Eran de ese tipo mis respuestas, pero no recuerdo ninguna. Recuerdo vagamente, como que debería explicar el chiste y así no funciona el humor.

Gabba: De nada (?), las personas que tienen teorías sobre codos y odian el pasto son dignas de ser retratadas en este blog.

Proyecto: Bueno, ya hablamos de esto recién face to face, así que creo que correspondería discutir acá tu idea sobre el policial en La ceremonia del adiós.

Flora: Te dejé a Paul en tu muro, disfrutalo.

Nico: Ese movimiento de cabezas desmedido, las palmas además (obviamente) se cortaban al medio segundo del tema porque no daba. En fin.

Chino: Si, eso es el síndrome de diógenes. Preguntale a La China (Flora) que es experta.

Diego, Facundo: Está loco Billy, ahora le digo, perá (?).

Billy: Ey, Billy, estás loco? nada atractivo en Paul? Esto es una boutade imperdonable. Ves lo que causás en la gente?

Saludes.

Anónimo dijo...

Not that´s anything wrong with it!