¿Notaron cómo los productores rurales o aquellos que están subidos al tractor de la entelequia llamada “campo” compiten entre sí para ver quien pronuncia más citas de Martín Fierro o dichos del refranero popular? Parafraseando (por enésima vez) a Borges podríamos decir: Olvidadizos de que lo eran, los productores rurales quisieron ser del campo. En Llambías o Buzzi o De Angeli o Miguens (que tiene menos “llegada” que Gerlo) se puede observar claramente la obsesión por demostrar pertenencia a través del lenguaje. El problema es que no debe haber nada más ridículo que escuchar a alguien exagerando (“hiperbolizando” habría dicho si de verdad fuese estudiante de Letras) un registro de lengua particular a expensas de ganarse a cierto sector de la sociedad (sólo hace falta recordar el “aguante” pronunciado por CFK para sentir un escalofrío). Lamentablemente para los farsantes, la sonoridad de las palabras no miente: si un estúpido cita un verso de José Hernández, no va a aprehender instantáneamente toda la sabiduría del hombre de campo, va seguir siendo un estúpido pero citando a José Hernández (que, por otra parte, en la segunda parte de su “epopeya nacional” amenguó la bravura de su héroe por estar de acuerdo con el gobierno de turno; esto no empaña la calidad de Martín Fierro, pero sí la recurrente y harto demagógica reivindicación de los productores del campo por el poeta del Siglo XIX).
En los círculos intelectuales o académicos (que tienen la rara virtud de volverse cuadrados) y el ámbito periodístico, la inclusión de términos técnicos sirve, generalmente, para parecer algo que no se es: inteligente. Es así como ciertos términos acuñados/difundidos por teóricos estructuralistas o post estructuralistas son utilizados a menudo en forma liviana para impresionar a la gilada. Leyendo, para un parcial, un reconocidísimo artículo de Peter Burguer sobre el montaje en los movimientos de vanguardia, me encuentro con una analogía contundente: la obra orgánica (la que se realizaba antes del sismo desestabilizador de la vanguardia, la novela realista, por ejemplo) se puede comparar con un sintagma, en el que cada parte esta ordenada de modo tal que sin una de ellas, el sentido se pierde; la obra inorgánica (Nadja, la novela de Bretón), en cambio, es un paradigma, un sistema de asociaciones, en el que la ausencia de una de las partes, no altera el producto final. En este contexto, el usufructo de la terminología estructuralista consigue dar en el clavo y acercarnos a un punto de vista revelador. Pero veamos qué sucede cuando las palabras son utilizadas absurdamente: para explicarnos por qué River perdió contra San Lorenzo, el Master en Psicología Social Marcelo Roffe, en una columna del diario Perfil, dice: “Tomemos dos ejes para intentar comprenderlo: un eje sincrónico (situacional) y un eje diacrónico (histórico)”. ¿Cuál es la razón por la que se utilizan las palabras “sincrónico” y “diacrónico” si junto a ellas, entre paréntesis, se aclara lo que significan?, ¿no será para parecer más inteligente, para informarle a los lectores futboleros que quien habla estudió muchísimo y por eso es un “Master en Psicología Social” y sabe decir palabras que significan lo mismo que “situacional” e “histórico” pero con estilo?
Uno de mis capítulos favoritos de Los Simpsons es en el cual se muestra una reunión entre directivos de un canal de televisión. En la mesa, se discute sobre las características que debe tener un nuevo personaje para el dibujo animado que miran Bart y Lisa (Itchy & Scratchy). Entonces, una productora dice que el personaje tiene que marcar un “paradigma” y que debe ser “asertivo” a lo que uno de los guionistas responde: “Perdone: “paradigma”, “asertivo”, ¿acaso ésas no son las palabras que utilizan los estúpidos para parecer interesantes?... ¿estoy despedido?”. Oh, si, por supuesto, responde el jefe. No recuerdo si las frases y las palabras que se utilizan son exactamente ésas pero la idea me parece genial y aplicable al tema del que estoy escribiendo. Los autores teóricos que desde hace tantas décadas están de moda entre los estudiantes universitarios son, en algunos casos, fabulosos (Barthes, Blanchot, Foucault) y ayudan a pensar a través de sus textos. El problema reside en la apropiación que nosotros (los estúpidos) hacemos de ellos. Últimamente tiendo a creer que “biopolítica”, “muerte del autor”, “desterritorialización”, “deconstrucción”, “rizoma” son términos creados para que pisemos el palito, están allí para ser mal utilizados, para que los tontos nos creamos inteligentes. Aplicar, cual robots, nombres y palabras sagradas en el mundillo universitario/académico es muy fácil y linda con el automatismo. Me interesan más los pensadores que miran de reojo los movimientos ornamentales de la teoría, los que resignifican términos en desuso o ajenos al discurso establecido o apelan a la filosofía más simple. ¿De qué sirve haberse leído todo el “dream team” del estructuralismo si no leímos a Borges?, ¿en quién creen que pensaba Foucault al escribir “Las palabras y las cosas”? Basta de poses y esnobismo, en cualquier momento se agota el stock de tarados en el Planeta Tierra y no va a haber “desterritorialización” que nos salve. Cambio y fuera.
En los círculos intelectuales o académicos (que tienen la rara virtud de volverse cuadrados) y el ámbito periodístico, la inclusión de términos técnicos sirve, generalmente, para parecer algo que no se es: inteligente. Es así como ciertos términos acuñados/difundidos por teóricos estructuralistas o post estructuralistas son utilizados a menudo en forma liviana para impresionar a la gilada. Leyendo, para un parcial, un reconocidísimo artículo de Peter Burguer sobre el montaje en los movimientos de vanguardia, me encuentro con una analogía contundente: la obra orgánica (la que se realizaba antes del sismo desestabilizador de la vanguardia, la novela realista, por ejemplo) se puede comparar con un sintagma, en el que cada parte esta ordenada de modo tal que sin una de ellas, el sentido se pierde; la obra inorgánica (Nadja, la novela de Bretón), en cambio, es un paradigma, un sistema de asociaciones, en el que la ausencia de una de las partes, no altera el producto final. En este contexto, el usufructo de la terminología estructuralista consigue dar en el clavo y acercarnos a un punto de vista revelador. Pero veamos qué sucede cuando las palabras son utilizadas absurdamente: para explicarnos por qué River perdió contra San Lorenzo, el Master en Psicología Social Marcelo Roffe, en una columna del diario Perfil, dice: “Tomemos dos ejes para intentar comprenderlo: un eje sincrónico (situacional) y un eje diacrónico (histórico)”. ¿Cuál es la razón por la que se utilizan las palabras “sincrónico” y “diacrónico” si junto a ellas, entre paréntesis, se aclara lo que significan?, ¿no será para parecer más inteligente, para informarle a los lectores futboleros que quien habla estudió muchísimo y por eso es un “Master en Psicología Social” y sabe decir palabras que significan lo mismo que “situacional” e “histórico” pero con estilo?
Uno de mis capítulos favoritos de Los Simpsons es en el cual se muestra una reunión entre directivos de un canal de televisión. En la mesa, se discute sobre las características que debe tener un nuevo personaje para el dibujo animado que miran Bart y Lisa (Itchy & Scratchy). Entonces, una productora dice que el personaje tiene que marcar un “paradigma” y que debe ser “asertivo” a lo que uno de los guionistas responde: “Perdone: “paradigma”, “asertivo”, ¿acaso ésas no son las palabras que utilizan los estúpidos para parecer interesantes?... ¿estoy despedido?”. Oh, si, por supuesto, responde el jefe. No recuerdo si las frases y las palabras que se utilizan son exactamente ésas pero la idea me parece genial y aplicable al tema del que estoy escribiendo. Los autores teóricos que desde hace tantas décadas están de moda entre los estudiantes universitarios son, en algunos casos, fabulosos (Barthes, Blanchot, Foucault) y ayudan a pensar a través de sus textos. El problema reside en la apropiación que nosotros (los estúpidos) hacemos de ellos. Últimamente tiendo a creer que “biopolítica”, “muerte del autor”, “desterritorialización”, “deconstrucción”, “rizoma” son términos creados para que pisemos el palito, están allí para ser mal utilizados, para que los tontos nos creamos inteligentes. Aplicar, cual robots, nombres y palabras sagradas en el mundillo universitario/académico es muy fácil y linda con el automatismo. Me interesan más los pensadores que miran de reojo los movimientos ornamentales de la teoría, los que resignifican términos en desuso o ajenos al discurso establecido o apelan a la filosofía más simple. ¿De qué sirve haberse leído todo el “dream team” del estructuralismo si no leímos a Borges?, ¿en quién creen que pensaba Foucault al escribir “Las palabras y las cosas”? Basta de poses y esnobismo, en cualquier momento se agota el stock de tarados en el Planeta Tierra y no va a haber “desterritorialización” que nos salve. Cambio y fuera.
16 comentarios:
Corvino: muy buena reflexión. En mi blog, un humilde punto de vista. Lo puse al lado de Lenin, así que usté sigue siendo de izquierda.
Saludos!
"el áutor no se murióoo, el áutor no se murióoo / que se muera Fucó la puta madre que lo parió"
Y Martín volvió una noche.
Ayer escuchando a uno de los líderes de la pobre gente de las 4 x 4 mal citando a Jauretche (el bueno de Don Arturo nunca debe haber estado más sacado de contexto) me vino a mi lerda cabeza una idea de lo que trata tu hermoso post.
Saludos buona fortuna.
Juan, me puse a cantar la canción. LE pondría, en la segunda estrofa, "Elfúco", jajaja. Buenísimo lo de áutor para marcar el tono, jajaja.
En cuanto al post, un poco mezclado todo, como es la realidad, ¿no? El ubicuo Borges!! Como decía Alejandro Vaccaro: El problema no es "entrar" en la obra de Borges, el problema es salir, jajajajaja, un genio.
Refiriéndome al MAestro, Borges aclarba que la poesía gaucehsca no fue escrita por los gauchos, obviamente. Por lo tanto, que citen versos del Martín Fierro, no hace a la cosa.
Lo de Foucault, bueno, él mismo lo dice apenas comienza el libro.
Lo del campo es indigno. Dónde están los peones, por favor!!! Ayer, por Crámer (una zona super paqueta de Buenos AIres)estaban las viejas todas emperifolladas tocando las ollas. Era tan violenta esa imagen, tan injusta y bárbara.
Hablar "bien" o "mal" es una cuestión convenida y de contexto. En la Universidad no se habla igual que en el bar, y está bien, es convenido entre las partes. Ahora, estoy 100% de acuerdo con vos que la ficha salta cuando el universo de palabras elegido esta descontextualizado. Dicho de otro modo, cuando te querés hacer el culto y sos un gil.
Lo de los paréntesis, lo tomo ambiguamente. Por un lado tenés toda la razón, si necesita explicar, entonces la cosa está mal. Ahora, también podría tener una cuestión aclaratoria o si se quiere "docente", de modo tal que se puedan usar esas palabras en otro contexto sabiendo su significado, o bien porque se van a repetir a lo largo del texto.
Dicho todo esto, y aclarndo que es un gordo de mierda, nazi y patotero, ayer Samid le tiró unas a De Angelis que estuvieron muy bien: Cuando le dice: "A vos te conviene que esto siga, porque estás creciendo públicamente, andate a laburar." jajajaja. Ojo, la ñapi a Mauro estuvo tremenda!!
Saludos!
perdón corvino por insistir pero me parece que de nuevo te quedás corto:
1- me parece arbitrario que decir hipérbole y su familia de palabras sea de estudiante de letras, pero hablar del uso político del gaucho en el martín fierro y la pusilanimidad de hernández no.
2- me parece acertado, pero recontra gastado la queja contra la legitimización por medio de conceptos descontextualizados.
3- me parece tibio hablar de la cantidad de veces que el lenguaje del señor del campo se apropia de otros discursos y no hacer mención por ejemplo de la ausencia de monsanto, quien sin voz que podamos descuartizar nos sigue cogiendo a todos.
4- y borges está muy bien, pero dejemos de legitimarlo diciendo que hubo un francés que una vez lo citó. está bien, se adelantó a la teoría, la hizo pensar, etc. pero eso le importa a los estudiantes de letras nada más.
5- ser estudiante de letras no quiere decir ser un mediocre estudiante de letras.
perdón Corvino por no festejarte.
Saludos
Y justo yo pensaba lo contrario. Para mí, Corvino legitimó a Foucault a través de Borges.
¿Cómo se sabe si un estudiante de letras es mediocre o no? Puedo distinguir a un mediocre en general, o a un doctor mediocre.
Saludos!
en última instancia, no deja de ser una impertinencia. en Pierre Menard hay una interesante puteada a ese tipo de maniobras, en una u otra dirección.
en relación al peso y sustancia de la mediocridad, examinar al mediocre de esteban prado.
en este momento odio todo lo que tenga que ver con el discurso, la palabra, el puto deseo escondido dentro de cualquier texto que uno escriba. aguante la acción y solo eso. sin mediar nada más.
y sobre el post anterior posteo acá: hoy justamente estaba pensando como una persona que quiero tanto y que considero inteligente (vos Corvi) puede mirar canales de futbol. si, esos que cuando vas a casa tenes que poner manualmente con el control remoto porque no quiero perder tiempo ni en pasarlos de largo. te levantas y te sentas en la mesa y lo primero que haces es poner un canal de deportes para mirar un noticiero de futbol!! que locura dios!! es algo que se me hace inentendible. calculo que te pasara lo mismo cuando andre o yo pasamos una por una las remeritas de un perchero, pero bue..que se le va a hacer, nos queremos igual (aunque solo vengas a casa a buscar lost y no quieras subir buuuuu. te extraño).
Pink Rosa: Recién acabo de escribir lo que digo a continuación, puede sonar agresivo pero está dicho con buena onda: tenés razón pero ¿cuándo dije que yo no soy arbitrario?, ¿por qué no debería serlo?, nunca dije que yo NO era un estudiante de letras mediocre (incluso hace un tiempo publiqué un post que hablaba más o menos de eso y lo tuve que borrar porque la cosa mutó en puterío) o que todo lo que escribo esté por fuera de "lo gastado" (categoría en la que vos, anónimo compañero de Letras, seguramente nunca incurrís dada tu notable capacidad para hacer catálogos de errores ajenos) ni legitimicé a Borges a través de "Fuco" (a quien, como todo mal estudiante de letras, apenas leí). Por último: ¿no estaría re copado dar el nombre antes de bardear a Esteban Prado? Digo, porque sino quedás como el "tibio" (por usar una palabra liviana) de Corvino que (¡oh, pavoroso horror!, seguro que Corvino es socio de Monsanto, si no no se entiende el calificativo) olvidó mencionar a Monsanto. Yo creo que nombrar a Monsanto (o la ausencia de esa multinacional en el debate campo/gobierno) también es un lugar común de los progres, pero bueh. Quedarse corto también es insultar personas sin dar el nombre, ser arbitrario también es leer lo que uno quiere. Son cosas de las que no se pueden escapar. Lo que sería muy bueno es que un día si me ves por los pasillos de la facultad me llames así hablamos de todas estas cosas que tanto te molestan de mi blog (digo esto por las elocuentes frases: "perdón Corvino por no festejarte" o "perdón corvino por insistir", que denotan un sentimiento de odio bastante preocupante ya que una cosa es no soportar a alguien y otra es tener que manifestarlo agresivamente en su blog). Por lo pronto, te aseguro que lo que escribo es arbitrario y también gastado, de verdad, ¿qué te hizo pensar lo contrario?
Saludos a todos. Viva Locke (el de Lost)!
Rescato tu pregunta ¿De qué sirve haberse leído todo el “dream team” del estructuralismo si no leímos a Borges? Y te lo digo yo, que creo que el grado 0 de la escritura y supongo que casi todo barthes, que me falta leer, y cualquier libro de Blanchot, son imprescindibles. Lo mismo Foucault. Y en cuanto a la jerga: no era Deleuze el que decía que la filosofía era la actividad de crear conceptos? Ya no voy a letras, hice apenas dos años, o sea nada. Pero igual sostengo que un marco teórico sirve, es importante,a condición de haber leído un poco. No digo toda una biblioteca, pero sí unos cuantos libros,digamos, bien leídos. Cada uno tiene su Olimpo. En el mío, entre otros, estaban Malcom Lowry, Celine y Lispector. Y nombro estos tres porque dio la casualidad que una vez se me ocurrió preguntar a estudiantes de letras si los habían leído y no sabían ni quienes eran, y peor fue cuando la pregunta se la hice a una profesora. Cuántos no leyeron a Onetti, a Di Benedetto, a Raschella mientras leían a Puig (y ojo que me cae bien Puig). No es mi inteción agredir a nadie, pero así como pienso que hay teóricos que hay que leer, seas o no estudiante de letras. Me parece que hay escritores que hay que haber leído y más si sos estudiantes de letras. Ahí no hay cuestión de gustos que valga, no se trata de eso. Se pasean con Hemingway bajo el brazo y no saben quien es Cheever; se pasean con Carver, lo que ya es mucho decir (y que me parece un escritor de aquellos),como si fuera el último grito de la moda, y no saben quien es R. Ford. Porque decime que no se trata de modas. En la Facu la moda no va. O si? Mas vale que todo esto es una arbitrariedad, de lo contrario no sé cuál sería el objeto de la intervención.
DALE GORDO CARETA, DA LA CARA!!!!! SABEMOS QUIEN SOS, TE VAMOS A MATAR EL VIERNES!!!
JAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAAJAJA
no te creí tan mediocre, Corvino...
Dale corvino, basta de dialectica y retorica!!! hablemos de fulbo...para cuando un post dedicado a Ahumada...
saludos!!!
Lucas: ahora mismo voy a publicar un post sobre Ahumada, lo pedís lo tenés. JA, JA
Saludos! Viva la mediocridad!
pink rosa se llama nicolás.
muy bueno el post, muy bien demostrado como esta lleno de giles que quieren hablar con propiedad para demostrar la sabiduría que no tienen
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