miércoles, 11 de marzo de 2009

+ de lo mismo

Presiento que la última fantasía reaccionaria del espectro argentino denominado “opinión pública” (tenazmente alentada por pensadores sofisticados del sentir del pueblo), es decir, no estar de acuerdo con la Pena de Muerte pero desear la muerte en caso de que alguien cercano sea asesinado (en pocas palabras), se relaciona tanto con el instinto natural de defender a un ser querido como con el deseo general de matar a los “negros”. El ciudadano común (deberíamos dejar de especificar sobre la clase media-alta: a decir verdad, entendiblemente y por cuestiones educativas, las fracciones de bajo ingreso también suelen ser conservadoras) visualiza la muerte de un delincuente por mano propia con la constancia crónica de una obsesión sexual. Las distintas e hipotéticas formas de matar a los “mal vivientes” (colgarlos, fusilarlos), al ser verbalizadas confluyen en un orgasmo de características retrógradas. También demuestran una peligrosa delectación mental por parte del hablante, como si lo único que lo dejara tranquilo fuese la fantasía de acabar con la vida de quienes lo aterrorizan (dudosa receta basada en la fórmula “Escabrosidad + Escabrosidad = Justicia”). La serie de famosos que tomaron la voz cantante descubriendo el “desamparo” ante un Estado ausente (Susana Giménez, Marcelo Tinelli, Moria Casán, Cacho Castaña; incluso Spinetta aclaró que no estaba a favor de la pena de muerte, pero que no tenía dudas de que a algunos debían meterle un tiro en la cabeza) explicita el pensamiento general de un amplio sector de la sociedad. Inclusive que un espécimen del nivel de Susana Giménez (conductora de TV reconocida especialmente por su estupidez, su ingenuidad, su desinformación) sea el agente paradigmático de esta corriente (vieja en sus contenidos esenciales pero revitalizada en sus modos: ahora está en boga y aceptado como algo entendible el monólogo contradictorio del habitante que “paga sus impuestos” y está desencantado con la clase política que votó y la estructura social que ayudó a establecer) propulsando un disparatado “Susanazo” posee un sentido inequívoco que cada uno está en condiciones de revelar. Sayonara.

10 comentarios:

AB dijo...

No se porqué ese sondeo o panorama de los modos en que opera la justicia, la imagen social y los colectivos mediáticos me recordaron a esos reveses furiosos de La Coleccion de Atrocidades: los tiros en la cabeza como un flash subconsciente donde el mismo protagonista era el ejecutado y ejecutor, noticias estadísticas proyectadas sobre las paredes de un cuarto con datos sobre pestes y grandes masacres humanas, transmisiones radiales de frentes de guerra, violencia desatada en toda la expresión, pero pegada al veneno que irradia. No lo veo muy distinto, cada medio hace su Vietnam. Eso, y creo que te vi en Dickens. Saludos.

Anónimo dijo...

Siempre se puede empeorar...
http://desdegambier.blogspot.com/2009/03/el-otro-18.html

Anónimo dijo...

Se nota que usted me ha estado leyendo. Me complace su uso del lenguaje en la frase:

"Las distintas e hipotéticas formas de matar a los “mal vivientes” (colgarlos, fusilarlos), al ser verbalizadas confluyen en un orgasmo de características retrógradas."

En breve reeditaré Crash cambiando el foco de la obsesión del protagonista: en lugar de sentirse excitado por chocar con su auto contra la limousine de Elizabeth Taylor, ahora buscará embestir el auto en el que viaja la señora Mirtha Legrand.

Anónimo dijo...

Habría que preguntarles a todos estos defensores de la pena de muerte si la aplicarían ellos mismos. O sea, Spinetta, ya que dijiste que a algunos no les vendria mal un tiro en la cabeza ¿te encargarias vos? Y si no es con tiros ¿te encargarías vos de picanear a alguien hasta la muerte, Susana? Y si no alcanza con matar al autor de un crimen aberrante ¿por qué de paso no le matás a los hijos vos mismo, Marcelo? ¡No me van a decir que para decir pelotudeces tienen huevos pero no para hacerse cargo de las consecuencias! Y si de verdad con capaces de eso, me encantaría verlos decirlo por TV mirando a cámara, sacándose la careta y chorreando sangre por la boca.
En el fondo son todos una manga de ricachones asustados porque viven en mansiones rodeados de muertos de hambre. A lo mejor el problema es ése. O a lo mejor, tener huevos de verdad es decir la verdad: que el tema de la inseguridad no tiene solución. O sea, en el sentido de que si un café está amargo, la solución es echarle un endulzante: bueno, en ese sentido, no hay solución. ¿Que habría que hacer, poner un policía por persona, poner cámaras en cada casa, ponernos un GPS en el culo a cada uno?
Y va otra antipática más, de paso: si hay 100 crímenes por mes, y alguna medida los reduce a 95, para la familia de esos 5 muertos esa medida no sirvió un carajo, lo que suena absurdo. Esto debería invitarnos a pensar que, si los casos individuales son todo para los afectados y su dolor es digno de todo respeto, el Estado no puede pensar de esa manera, ni menos aún legislar desde el dolor, y ni hablar desde la venganza. Matar al asesino de un ser querido no soluciona nada, hacerlo picadillo tampoco: nadie se puede comer tu dolor.
La realidad de estos días me hace acordar a La Invasion de los Usurpadores de Cuerpos: al final de la película, los raros, los señalados, son aquellos a los que las plantas extraterrestres no se los comieron todavía. Entre esto y el paro del ruralismo, me dan ganas de rajar a la isla de Gilligan ya.

Tomás dijo...

En cierta forma pienso que todos estos famosos vivan con miedo es algo bueno. Se hicieron los boludos durante la década del noventa mientras se destruía el país, y bueno, ahora están pagando las consecuencias. Adhiero al comment de arriba mío, la inseguridad no tiene solución, a lo mejor la hubiese tenido hará quince o veinte años atrás, pero bueno la gente se hacía la distraída y todos estos hijos de remil putas que ahora salen asustados por la tele se enriquecían de forma obscena, y la pobreza ya no es lo mismo, ahora ellos tienen la droga de su lado, están acostumbrados a la muerte y al desprecio diario entonces toda esa gente decente que paga sus impuestos esta cagada en las patas de que le roben, los maten, los violen, le quiten sus lujosas pertenencias que consiguieron con negociados, que le roben sus lujosos autos que compraron con franquicias truchas para discapacitados, etc...

Lo que mas me jode es todas las personas que conozco que están a favor de estos famosos, al final el común de la gente no merece vivir en democracia.

Henry Peace dijo...

En mi opinión es una pérdida de tiempo hablar de lo que dijeron Cacho y Susana, es algo sin sentido.
Lo que si tiene sentido es hablar de la inseguridad, que como todos sabemos es real. Necesitamos mano dura, y cuando hablo de mano dura me refiero a que el delincuente que es encerrado, simplemente no salga a los 3 días, porque la mayoría de los delitos son cometidos por gente que ya estuvo en la cárcel. Si tan sólo la justicia fallara con mayor velocidad y no dejara libre a muchos mal vivientes por semana estaríamos bastante mejor.
Pensar que un gobierno puede matar a una persona e una locura.
Saludos.

Hernán Galli dijo...

Henry PEace, tu intención parece buena, pero lamentablemente no es conducente. Te invito al siguiente análisis:

1) Blumberg pidió penas más duras. Se las dieron, ahora se puede encarcelar a alguiien hasta 35 años. Resultado: cero. ¿Por qué? Porque el fin de una pena es la disuasión, y cuando no cumple con ese objetivo, podés darle ocho millones de años a quien mata, que va a seguir matando. POr lo tanto, subir las penas no ayuda.

2) Es mentira que la mayor parte de los delitos sean cometidos por reincidentes. Si fuera así, construimos diez cárceles más, las llenamos y se acabó todo. LA lectura es diferente: la mayoría de los ex presidiarios tiende a delinquir. En otras palabras, el problema no es el delincuente ya "declarado", sino el que va a emprender el delito.

3) La idea de "encerrar", es la que lleva a la inseguridad: aislar, encerrar, separar, discriminar. Los locos, lejos. LOs enfermos, lejos. Los asesinos, lejos. Esa idea termina en la retrógrada idea del "muro" a la berlín. Se reproducen los countries y ejércitos parapoliciales. ¿Quién gana? el dueño de la empresa de seguridad privada.

4)Si no se termina con la exclusión social, la delincuencia crece. No es uan cuestión de pobres y ricos, es de "explotados y explotadores".

5) Solución? Mirá, en principio, Tinelli y Susana podrían donar una buena cantidad de vagones de tren para que viajen los laburantes que viajan como ganado. Es algo que debe hacer el gobierno, ok, pero si no lo hace, para qué te sirven tus millones de dólares. POdrían denunciar a los textiles que explotan trabajadores, en vez de usar sus marcas. POdrían denunciar con nombre y apellido a los policías que permiten el tráfico de drogas. Todos los millonarios de este país, podrían donar directamente a los maestros rurales, a los médicos públicos, Susan puede construir con un décimo de su fortuna, un hospital modelo donde se le cante.

En este país no debería haber millonarios. Yo me pregunto, esta gente de mierda, que tiene la fortuna de poder educar a sus hijos, disfrutar de la vida, tener varios techos, la mejor medicina, la mejor educaciòn, ¿encima se quejan de que no pueden salir de sus countries? Es una de las cosas más violentasa que he escuchado. La tristeza del millonario, patética.

Si en este país, con la desigualdad social que existe, no hubiera inseguridad, sería el síntoma de que estamos enfermos. De qué sirve encerrar a un tipo diez años, si cuando sale todo es lo mismo, pobreza y exclusión.

Saludos!

Henry Peace dijo...

1) Si le das 8 millones de años no va a seguir matando, va a estar preso.
2) Te contradecis, decis que la mayoria de los ex presidiarios tiende a delinquir y despues decis que el delincuente no es el ¨declarado¨ si no el que va a emprender el delito, obvio que hay delincuentes ¨nuevos¨ pero hay muchos ¨declarados¨.
3) Encerrar a un delincuente que robó, violó o mató no tiene nada que ver con un country, es una discución direrente. Lo que si, los asesinos, lejos y encerrados.
4) Estoy de acuerdo.
5) Los vagones no son tema de Susana o Tinelli, son temas gubernamentales. Y así todos los temas, ellos, los millonarios, si donan mejor, pero si no quieren donar mala suerte, no tienen obligación, el gobierno si.

Vos decís que en este país no debería haber millonarios, un país sin mollonarios es un país sin sueños, porque no te hablo de la fortuna máxima, pero si que todos deseamos tener un buen pasar. Y todos deberiamos aspirar a darle educación y salud a nuestros hijos, algo más básico que la vida.
Si vos encerras a un tipo que mató 10 años, nadie te garantiza que cuando salga va a ser bueno, porque nuestro servicio penitenciario es pauperrimo, pero si te garantiza que por esos 10 años no mató a otro pobre inocente para sacarle el celular.
Desde ya respeto tu opinion, saludos.

Alito dijo...

Lo que pasa con las cárceles es que son una mierda. Es como dijo Hernán arriba: son para aislar a los chorros, asesinos, etc. en condiciones sumamente soretes. Si por algún milagro de la vida el tipo se reforma, después cuando salen se encuentran con que no hay laburo (especialmente para el que estuvo en la cárcel) y no le queda otra que seguir afanando (o le queda otra, pero es más difícil). Las cárceles deberían educar y reformar a la gente.

A mi me parece que la inseguridad sí tiene solución, pero mientras sigamos con este sistema que margina, desiguala oportunidades y amplía la diferencia entre pobres y ricos, es lógico que la inseguridad vaya creciendo. La solución sería repartir mejor la guita, asegurar un plato de comida para cada persona (ahora estoy tranquilo escribiendo en mi computadora, pero si tuviese que buscar la comida en una montaña de basura seguramente saldría a robar), un techo, y que haya laburo. Es más complicado, seguramente.

Tambien apoyo la idea de Henry de que hay que aprovechar y premiar la ambición humana para que generen dinamismo y fuentes de trabajo. Estaría perfecto si se tratáse de empresarios que tengan una fábrica donde labure la gente y lancen productos útiles, ¿pero Susana y Tinelli?. Todo lo que sea entretenimiento vende mucho (TV, futbol), supongo que porque la gente intenta escapar y no pensar. La verdad que podrían ponerles algún impuestito.

Con respecto a lo del Corvino: es verdad que muchas veces uno está en contra de la pena de muerte, pero quiere matar en caso de que te maten algún ser querido. A mi me pasa (me avergüenzo). Es que la justicia no funciona, si no tiene castigo se lo doy yo. Pero no digo que maten a todos, que no maten a nadie, yo mismo me encargo, pero solamente del que mató a mi ser querido. Está bien lo que decís, tengo que reformarme. Pero en ese sentido yo también estoy desamparado por el sistema. El primer problema a atacar es la marginación y la falta de oportunidades que sufre mucha gente, y después viene la lenta e ineficiente justicia. Pero tengo que reformarme, está bien, dame tiempo.

Saludos

Anónimo dijo...

Ojalá el problema fuera que asesinan a los millonarios. Pero en proporción, la cantidad de víctimas de la delincuencia que se cuentan en las filas de políticos enriquecidos, empresarios, famosos o gente poderosa en general es irrisoria. Casi diría que no existe. La gente que muere, en su mayoría, son viejos jubilados, pibes con celular, kiosqueras, algún que otro profesional cada tanto... Los "poderosos" más despreciables de este país (tengo miles de ejemplos) van a vivir 100 años, sin ninguna duda. Mientras tanto, sigue siendo más peligroso usar un celular en la calle que tener millones. Infinitamente más peligroso.