miércoles, 23 de diciembre de 2009

Estoy detrás de una campera que no existe

No sólo tras un amor, una muchacha, un trabajo, una carrera, una casa con diez pinos que todavía no existen, sino también tras una campera. Como no sabrán los que no me conocen, yo soy un gran amante de las camisas Ombú. Tanto es así que durante la dictadura secundaria en la Media 2 (el colegio del flamante concejal Fernando Arroyo) lo único que me gustaba era que el uniforme exigía una camisa cualquiera y por consecuencia podía usar camisas Ombú. La primera que tuve pertenecía a mi padre y la segunda me la compré, creo en segundo o tercer año. Fue en un local denominado Inducai siempre repleto de viejos que compran pijamas. Está en Luro entre España y 20 de Septiembre y los viejos todavía siguen, pero no así las camisas Ombú. Aquella vez vislumbré el éxtasis (todo el mundo quiere éxtasis) ya que en uno de los percheros había una campera Ombú café con leche, un ejemplar parecido al de las camisas (el mismo tamaño, ni inflada ni larga) pero un poco más grueso y con cierre. Juré comprarla más adelante porque en ese momento era más pobre que una rata. La década de los ceros fue avanzando, se lanzaron al estrellato figuras destacadas como Miranda, Mike Amigorena y Narda Lepes, se pusieron de moda las babuchas y las flores en la cabeza, se podría decir que el mundo en su totalidad y muchas cosas en mi vida cambiaron (movimiento, las cosas tienen movimiento), pero mi amor por las camisas Ombú se mantuvo intacto (tan intacto como ayer). Cuando uno se calza una Ombú no puede dejar de pensar en el Señor Juan Carlos Ombú que las ideó, en ese fucking genio secreto del diseño que halló la síntesis perfecta entre la sobriedad y la absoluta nada. Oh, campera Ombú de junco y capulí, siento un deja vú y me pregunto dónde estarás, en qué aciago local del Planeta te venderán que ya no te encuentro en la Happy City. Ombú, la marca que usan los trabajadores, los que quieren hacer la revolución, los que portan barba. Te busco con la obstinación de Ahab, el trastornado que persiguió a Moby Dick por los mares del mundo. Mi fijación es tan profunda que ni siquiera necesito un intérprete para preguntar por ella. Es que yo evito comunicarme con los vendedores, cuando voy a comprar ropa necesito a alguien que hable por mí e informe cuáles son mis intenciones. Entro y me mando en improductivos diálogos con empleados que en algunos casos, oh pecado de los pecados, ni siquiera saben de una marca con ese nombre y me ofrecen camisuchas caras para niños de clase media alta esnobs que se hacen los labradores y en su vida martillaron un clavo o, como diría Padre: “agarraron una pala”. Cada tanto, una anciana con características físicas similares a las de Doña Tremebunda, la suegra de Condorito, aparece desde el fondo del local y dice oteando el horizonte:
-Muchacho, yo había visto una, pero se la llevaron hace mucho tiempo.
-Seguiré buscando, señora, seguiré buscando así sea lo último que haga.
De pronto, un anciano sale desde más atrás (?; se trata de un local enorme) y tomándome de los hombres, me grita:
-Olvídate de ella, hijo, olvídate de esa campera, nunca la encontrarás, nunca podrás hacerlo, intenta seguir con tu vida, maldita sea, aunque sea lo último que hagas, olvídate de Ombú.
Y así siguió un rato zamarreando mi corpus hasta que todos los que estaban en el local se tomaron de los codos y comenzaron a cantar “Ey, You've got to hide your Ombú away" mientras danzaban repiqueteando sus pies en círculos.
¿Y se fue a la mierda el post no? Bueno, en fin, si alguna vez ven una campera Ombú a precio razonable y tienen la plata, la compran, se comunican con un servidor (tienen mi mail, mi facebook, mi blog, falta que les dé la llave de mi casa) y arreglamos. Lo digo de verdad, si no me creen miren mi cara:

((ºº))

¡Oh no, ése es John Lennon! El post se fue a la mierda otra vez, incluso creo que el post nació ido a la mierda. Sayonara.

PD: Feliz navidad sangrienta.

9 comentarios:

Tomás dijo...

hola

Quinientos Once dijo...

en la tienda los gallegos (mas que nada en la sucursal de luro y san juan) tienen las "pampero". Aunque no son iguales, el concepto es más o menos el mismo.

Espero sirva de ayuda. Si no, por internet se puede comprar ombu tranquilamente.

Un saludo

Anónimo dijo...

excelente. sublime. encantador!

en mi trabajo uso pantalones pampero (100% operaria), y los muchachos usan camisas iguales a las ombu, pero pampero también. no hay camperas, sino te robaba alguna y te la mandaba en algún barquito de papel (o por fedex. me robo alguna caja del trabajo también)

Matías dijo...

Tenés glosa!!!! Y todavía no lo leíste!!!! No se consigue en ningún lado, leelo porque sino te lo afano (?)

Martín Zariello dijo...

Tomás: Gracias, pero no confío mucho en Mercado Libre, para mí es cosa de mandinga, pero voy a intentar.

Avenida: Gracias por el dato, siemrpe paso por ahí así que entraré uno de estos días. Aprovecho para felicitar a los dos avenidas luros por los respectivos premios.

Florazepam: un trabajo con overol, qué lujo. Espero el barquito.

Des Armando: Incluso podemos hacer un Esteban Cambiasso por Espacios Libres, pero no mejor intento y además no creo que te desprendas tan fácilmente de él. Es una edición de Alianza Literatura, de tapa negra con un cuadro con manchas (por algo no soy crítico de arte). Me salió 10 pesos y lo compré hace unos meses en el kiosco de Corrientes entre Luro y San Martín (De nada kiosco).

Chau, se viene la Navidad y yo todavía no dormí la siesta post trabajo y temo dormirme a las 00:04.

Tomás dijo...

El tema de ML es que te toque un trucho y ahí si es guita tirada a la mierda, uno se puede fijar en las calificaciones pero nada es seguro, el otro problema es que seguramente te maten con el envío...
Hace una semanas averigüe para comprar unos cds y el envío me salía por contra reembolso 32 pesos, y estamos hablando de un a distancia de 10km como mucho.
Suerte.

cHaROl dijo...

yo me la paso comprando en ML (o sea, es una forma de decir) pero siempre a las cosas las voy a buscar.
Hace algunos años, me compre una maquina de fotos digital Kodak, y como me dio miedo ML la compre en el local de fotos que esta en 9 de julio y Diagonal. En frente del obelisco. Una casa muy conocida.
A los 2 meses la camara dejo de funcionar bien, y la lleve al local, que la mando a Kodak. Me costaba, el arreglo, casi lo mismo que la caamra. Dijeron que estaba golpeada, y que la garantia no cubria golpes. Me devolvieron otra camara que no era la que yo les habia dejado, con otro problema.
En ML me compre una Sony, me costo re barata porque es directo de importador, y era el modelo anterior al ultimo, y hace mas de un año que la tengo y funciona muy bien.
Lo ultimo que compre, una fondue para nochebuena, y comimos foendue de chocolate hasta reventar. Me costo baratisima.

Bettie dijo...

Sr Corvino, hay camisas ombú al rolete en un local ubicado en Av.Colón entre Independencia y Catamarca. La campera no está pero se puede poner unas cuantas camisetas debajo de la camisa cuando llegue el invierno. Salú.

Martín Zariello dijo...

Epa, qué buen dato Bettie (al desierto?), en cualquier momento paso, está a cuatro cuadras de mi house ese lugar pero no me doy cuenta cuál es. Saludos.