La cadena trófica del rock pop argentino solista en el siglo XXI

¡Juíra, indies, juíra! ¡Juíra, músicos de jazz, juíra! ¡Juíra, aficionados a la fotografía, juíra! ¡Juíra, roñosos que se hacen pasar por hippies para no bañarse, juíra! ¡Juíra, poetas, periodistas, bloggers y escritores del ojete, juíra! ¡Juíra, paracaidistas del kirchnerismo, juíra! ¡Juíra, contadores compulsivos de sus vidas intrascendentes, juíra! ¡Juíra, amigos de todo el mundo, juíra! ¡Juíra, multi-artistas que en realidad son multi-vagos hijos de puta, juíra! ¡Juíra, Yo, Juíra!

¡Juíra y tres veces juíra!

 

Se me habían colado por debajo de la puerta ese tipo de alimañas que conforman el zeitgeist de nuestro tiempo y las tuve que sacar aludiendo al vocabulario que utilizan los nativos de mis pagos: el campo. El campo popular, claro. Desde ayer milito en la Corriente "Felisa Miceli Vive". De 9 a 17 hs. cambió el mundo desde una oficina del Costa Galana. Así somos los peronistas: contradictorios y revolucionarios. Como Francisco Bochatón, por ejemplo.

A mí me gusta más. Cuando no sepan que escribir empiecen un texto diciendo "a mí me gusta más" y se les van a ocurrir muchas cosas. Lindo ejercicio para un taller literario. Yo no tengo nada en contra de los talleres literarios, simplemente estaría bueno que se llamen "Lugares donde buscamos roce y pagamos con tal de que: 1) alguien nos diga que la mierda que escribimos es buena; 2) alguien nos trate como si fuésemos cucarachas y sacie nuestras evidentes pulsiones masoquistas reprimidas en la vida cotidiana".

Decía que: a mí me gustan más los solistas que las bandas. Y aunque Los Peligros Gorriones son una gran banda (y cuando los vi en vivo podría decir algo que nunca dije: flipé) la frescura musical, el despliegue lírico y, especialmente, la mística del clásico rock-pop argentino para departamentos de Bochatón puede más que una yunta de bueyes. 

¿Qué carajo será el despliegue lírico? ¿Qué carajo será la frescura musical? Sólo responderé qué es la mística del rock pop argentino para departamentos.

Rodrigo Fresán dijo una vez, no sé cuándo, no sé si en un libro o en un diario o en una revista, no sé por qué, que Piano Bar era pop para departamentos. Tiene razón. Hay toda una serie de solistas de rock que hacen pop para departamentos. Para escuchar mientras se limpian los platos. Para escuchar desde la perspectiva del individuo que ve el mundo a través de una persiana. Para escuchar cuando llega una visita y no sabés cómo llenar los silencios. No es necesario que los solistas que hacen pop para departamentos tengan algo que ver (tampoco es necesario llenar los silencios). Por ejemplo Charly García y Daniel Melero son estéticamente antagónicos y, claramente, hacen pop para departamentos. Lisandro Aristimuño, Gabo Ferro y Coiffeur ¡ya quisieran! En fin, Francisco Bochatón es un maestro del pop para departamentos.      

En la tapa de La vuelta entera Bochatón aparece de espaldas y en culo estirándose para tocar algo:

-Toda una declaración de principios sobre el lugar de la industria discográfica.

-Toda una declaración de principios sobre la libertad esencial de un artista inquieto.

-Toda una declaración de principios sobre la iconografía del rock.

¿Qué significa esto?: no hay culos, hay interpretaciones.

Francisco Bochatón, el hijo extraño de Gustavo Cerati y Luis Alberto Spinetta. Si yo fuera un ciudadano de primera/ amparado por una Constitución, escribiría una Señora Reseña sobre La vuelta entera. Diría de qué se trata el disco. Qué tema suena a Peligros Gorriones. Qué tema parece uno nuevo mezclado con "Hojas de alcaucil". Qué tema parece un tecno mutante de fines de los 80'. Qué tema es más rockero. Qué tema es más baladita para chicas que cierran los ojos y se imaginan en la cama o en el suelo con el segundo Bocha más grande de la historia argentina. Y por qué esa conjunción de elementos provoca placer en el receptor. Pero no.

Datos a tener en cuenta para leer este escrito: La vuelta entera es el nuevo disco solista de Francisco Bochatón después de 5 años desde Tic Tac. Francisco Bochatón es músico. Los discos son objetos en extinción que dan vueltas y reproducen música. La música, según dice Jorge Luis Borges el 13 de junio de 1967 en el diario de Bioy, “es una serie de inquietantes sonidos, que inexplicablemente expresan estados emocionales que no se sabe qué mierda expresan”.   

¡Cómo les gusta a los rockeros argentinos gritar a los cuatro vientos que leyeron poesía! ¡Ah, les encanta! "¡Mamá, mamá, me drogué mucho pero leí a un poeta!". Nadie puede culparlos: es lo que hacemos todos a los 13 años. "Lorca" se llama el tema en cuestión. Bueno, siempre debemos decir algo malo sobre los rockeros, está en el contrato. Antes de despedirme para siempre, paso a explicarles cómo es esto:   

1- El rockero tiene sexo con las chicas que a los demás ya les gustaría saludar.

2- Los demás tienen resentimiento.

3- El rockero tiene tanto sexo que su ego llega a límites insospechados, pierde la autocrítica (si es que alguna vez se enteró de tal concepto, si es que alguna vez se enteró de algo y si es que dentro de su "sistema mental" existen conceptos) y empiezan los discos malos.

4- En ese preciso momento, los demás, convertidos ahora en críticos de rock, periodistas, loneros, docentes y equilibristas, aprovechan y hablan mal del rockero.

5- El rockero muere.

6- En ese preciso momento, los demás comienzan a hablar bien del rockero.

7- Esa es la cadena alimenticia y no se puede cambiar. O como suena mejor: la cadena trófica.

8- En fin: los cachorros de Pejerrey jamás se comieron un tiburón. Aunque todos sabemos que el Tiburón no tiene aguante y es amigo de la Yuta.

Muchas gracias, buenas noches.