Tuve Twitter un par de veces. Abrí la cuenta y al día siguiente la
borré. Las dos veces me sentí en uno de esos cumpleaños en los que no conocés a
nadie, en uno de esos partidos en los que no te la pasan porque ni siquiera saben
cómo te llamás. La industria de los blog reside en intentar parecer inteligente
cada una semana, tal vez todos los días. Twitter es algo peor: el alarde de
inteligencia segundo a segundo y en espacio reducido. No todos pueden brillar
en una baldosa. Twitter es millones de personas queriendo ser Riquelme y
jugando como Funes Mori. Y hasta a Riquelme, a veces, le atajan el penal.
Hay twitteros geniales, tipos que resuelven qué hacer con el lenguaje
en muy pocas palabras. Pero esos tipos, generalmente, ya eran geniales antes de
Twitter. En todo caso lo único que puede hacer Twitter es arruinar a las
personas que creíamos inteligentes, sumergiéndolas en una ola de exposición
innecesaria. Alguna vez dijeron que Facebook era el lugar donde estaban tus ex
compañeros de la secundaria y Twitter donde estaban los que te gustaría haber
tenido. Eso que a muchos les pareció una crítica lapidaria hacia Facebook, a mí
me resultó positivo. Por eso mismo Mar del Plata es mejor que Cariló. Facebook
es ese lugar donde la piba de barrio juega a ser una femme fatal pero no puede
evitar que por detrás se vean las paredes sin revocar y una tanga usada colgada
de una silla. Donde el chico cool no puede impedir que su madre lo etiquete en
una temible foto de la infancia. Donde una debacle amoroso lleva al enamorado a
una ridícula y no menos honesta catarata de fragmentos de canciones de Sabina.
En Twitter hasta el dolor es barnizado con una fina capa de ironía y sarcasmo,
como si en vez de ser estos boludos que leen a Verbitsky y se creen de la SIDE,
fuésemos ejércitos de Oscar's Wilde's a los que la vida les parece más fácil
que la tabla del 1. Aunque bajemos las persianas virtuales, en Facebook siempre
existirá una grieta que se las arreglará para dejarnos en off side social. Y
ésa es la mayor virtud del invento diabólico de Mark Zuckerberg: aunque no nos
guste, tarde o temprano nos recuerda quiénes somos y de dónde venimos.
El principal mérito de Manuel Puig fue inventar una literatura en la
que se les daba voz a nuestras tías para que contaran sus amores prohibidos y
dirimieran cuál es el mejor punto de costura. Muy bien, ahora nuestras verdaderas
tías hacen su propia literatura en Facebook. En cambio, el centro de Twitter es
el microclima palermitano. En Facebook ser cool es imposible: la estética,
abarrotada de información y fotografías, impide cualquier tipo de elegancia. Como
en el cajón de las remeras, está todo junto y desacomodado. En Twitter los
usuarios eligen cuidadosamente imágenes sofisticadas de fondo para que combinen
con el tono de sus tweets.
La supuesta revolución de Twitter es que nos permite hablar con
cualquiera. Por ejemplo Cristina. La idea es: nosotros, sujetos periféricos,
sin la llave que abre las habitaciones oscuras en las que se reparte la torta,
¡en un mano a mano con los poderosos del mundo! Esto me provoca varias
preguntas: ¿qué tenemos para decirle a Cristina en menos de 140 caracteres?,
¿por qué Cristina nos respondería?, ¿por qué no llamamos a nuestras madres en
vez de intentar hablar con Cristina? Lo único que une a los K y los anti K es
la ingenuidad. La idea de que unas palabras simbólicas dichas al viento van a
servir siquiera como catarsis personal de sus deseos o enojos cotidianos. Por otro
lado, manejar una cuenta de Twitter genera un evidente gatillo fácil de la
discursividad: lo que se lee generalmente son personas insultándose,
bloqueándose, bardeándose. Como la dinámica de uso hace que la pantalla se coma
rápidamente todo lo que escribís, lo que dijiste hace dos minutos no importa ni
cuando lo publicás. Por otro lado, la brecha de desigualdad en Twitter es peor
que en el Planeta: los twitteros estrellas siempre se cuidan de no seguir a más
personas de las que los siguen a ellos. De todos modos, por supuesto, Twitter y
Facebook no se diferencian tanto en lo esencial: somos millones de personas
intentando no sentirnos solos. Las fanpages y los TT recrean la sensación del
hecho colectivo, la idea de que compartir un tema de conversación o el gusto
por un artista bastará para que estar solo comiendo una hamburguesa frente al
monitor se transforme en una experiencia trascendental.
Las redes sociales, los blogs, las plataformas digitales en las que
subimos o bajamos música, crearon el contexto perfecto para que nos
convenciéramos de que todos tenemos algo interesante para decir. Nadie dijo que
la autogestión está a un paso del autobombo. Nadie entendió que la ausencia de
censura nos obligaba a la autocensura, a no contaminar nuestro capital
expresivo con intimidades, pases de facturas implícitos, declaraciones de
principios y quejas permanentes por el mal funcionamiento del transporte, el sistema
educativo o el digestivo. Sin ir más lejos, esto que escribo es un fideo más en
el guiso recalentado de todos los días.
19 comentarios:
Lo más lamentable es los programas de radio que remplazaron mails y paginas propias para recibir mensajes, por Facebook Twitter. Si uno no tiene ninguno de los dos, está excluido.
Y sigo prefiriendo los blogs.
Muy acertado el analisis. Como dijo Bolaño "no tengo nada en contra de las autobiografías, siempre y cuando quien la escriba tenga un pene erecto de 30 centimetros"
Creo que te faltó decir que nos gusta más el facebook porque te hace sentir menos boludo que el resto.
¿Quién te dijo que Twitter tiene onda? Te lo refuto inmediatamente: en Twitter está Jorge Rial. Punto. Facebook es Tineli.
Hay un tema de puntería. En twitter existe "dejar de seguir", un botón muy útil para seguir leyendo lo que nos interesa.
Hace unos días escribí sobre esto http://datri.uy/
sería divertido que tengas una cuenta de tuiter corvino! te re hablaría por ahí.
sabes mucho de twitter corvino como para creer que no tenes una cuenta....
genial el post
Muy bueno.
@rayovirtual:
"Twitter es una manera de pensar. Creo que es el cerebro colectivo de nuestra época. Pensamos en Twitter y pensamos según Twitter: es la forma contemporánea de estar en el mundo”,
"Somos seres anfibios entre el mundo virtual y el de los átomos. Estamos viviendo una etapa nueva, incomparable, de la cultura".
"No somos adictos a Internet: es el medio en que se vive hoy. Es como si en el siglo XIX se hubiera hablado de la adicción a la ciudad."
"No hay nada nuevo en música, literatura, teatro, cine, tv, etcétera. Porque son medios viejos y viven de reciclar. Lo nuevo es esto: Twitter (...) es uno de los lugares más interesantes para pensar. Nuestro cerebro colectivo".
Mataría un twitter tuyo, Corvi, cuando le agarres la mano, chau! Un viaje de ida.
Antes te quejabas en la cola del banco, o del supermercado, lo que cambia son le medios, pero seguimos siendo los mismos pelotudos de siempre.
Yo en mi caso uso twitter para informarme, para chusmear; y en agunos caso leer cosas interesantes, yo no suelo twittear. Entro del teléfono en los ratos libres del laburo, cuando viajo en el subte, o cuando estoy en el baño. Lo primero que veo es el Trending Topics (los temas más populares) y de ésa manera se si pasó algo que realmente valga la pena, cuales son los temas del día y etc. Después entro en mi TL ( todo lo que están escribiendo en tiempo real las personas que sigo) Para qué me sirve eso, para nada. Solo tapa un poco el sinsentido de la vida. Seguis sólo a los que te interesa leer. Te lo recomiendo
En ese microclima cualquier situación se pueda aprovechar para hacer un TT (porque existen los call centers de los que habla Lucas Carrasco, cientos de robots tuiteando para que algo sea TT).
Eso, que no siempre está explícito, rápidamente diluye la idea que vos, yo, él, nosotros, uno por uno y desde abajo, militantes rasos, fans comunes, gente normal, podemos meter un TT de nuestrx ídolx.
Por ejemplo, hoy el "affaire Mouche" fue motivo para una guerra de tuits a favor y en contra del gobierno.
Por ejemplo II: anoche fue TT un hashtag sobre la película de Kirchner. Y era muy ridículo hacer clic y cómo se repetían exactamente los tuits, copiados y pegados de modo tan burdo...
Yo sigo prefiriendo el blog, donde los posteos se agrupan de modo que no queden en una única, larga, infinita y finalmente inaccesible página que nunca termina de cargar. Y donde hay más margen para disimular las dificultades para sociabilizar, donde no son esenciales los número que miden amigos, seguidores, contactos y la rep...
Lucas Carrasco es uno de los pocos blogger que mantiene su blog estando en twitter. Cuando un TT es forzado cualquiera con dos días en twiter lo reconoce y fácilmente lo ignora. Los domingos por ejemplo siempre hay uno de Lanata, onda: #CristinaSabe. Otra cosa, en twitter todos son personajes, y eso todos tacitamente lo saben, a diferencia de facebook.
Carrasco el Caruso Lombardi de las redes sociales...
Los TT promovidos por programas de TV los tiene Lanata, todos los programas de Gvirtz y hasta #CafeSanJuan de Utilisima...
Pero no sé si se los ignora fácilmente, con frecuencia se los toma como referencia de cuánto se habla de un tema. De hecho, el programa de Lanata los promueve desde este año (los de Gvirtz creo que también).
A mi me cae bien, Caruso. Más como él y menos como Matias Castañuela, o como sea: http://lucascarrasco.blogspot.com.ar/2013/06/yo.html?spref=tw
Lo habías mencionado en un post viejo (Que si lo recordás te agradecería la ironía de pasármelo) que está es la era en la que "todos tenemos un link para pasar". Le sumaria este nuevo aporte
virtual,
http://www.youtube.com/watch?v=eVgPd9knLx4
que dice "el hombre moderno no razona. Corta y pega imágenes hasta formar un discurso sensible"
Saludos, Corveta.
Guille
Esto: https://mobile.twitter.com/MairalPedro/status/342316149142347776?p=v
Twitter todo lo afirma, lo niega y lo confunde, como una divinidad que delira, tuiteó el mejor tuitero argentino de la historia, junto con Perón.
Bueno el comentario.......
autogestión y autobombo
anarquismo y liberalismo
divagues
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