martes, 13 de agosto de 2013

Sobre el rock


Aníbal Fernández es quien en los últimos años insertó nuevamente en el discurso de los medios el término "pantomima". Todo acontecimiento público que pusiera al gobierno contra las cuerdas, para Aníbal es una "pantomima". En ese sentido (el del discurso) el kirchnerismo hace cosas geniales. O muy chotas. Según uno coloque la mira en la perspectiva simbólica o la perspectiva real de la cotidianeidad. Por ejemplo para un kirchnerista, un verdadero socialista es Jorge Rivas y un verdadero radical es Leopoldo Moreau. Es decir que para el kirchnerismo los verdaderos socialistas y radicales son kirchneristas. Pero volvamos. Si quieren pueden googlear "pantomima" y observarán la cantidad de veces que Aníbal "pantomimizó" lo que no podía explicar. Tampoco es que van a encontrar miles de referencias, innumerables pantomimas cayendo de los títulos de los diarios hacia las bajadas, copulando en el cuerpo del texto y multiplicadas por foristas escandalizados. No, nada que ver en realidad, pero creo que con que un funcionario reconocido diga dos o tres veces la palabra "pantomima" en cuatro años, se le puede atribuir a él la circulación de tal palabra en el discurso de un país. En fin. Un recital de rock es una pantomima. La simulación de que algo dramático, conmovedor, subversivo, sofisticado, escandaloso, anti convencional está sucediendo. Sin esa caja negra de misticismo que el rock tuvo desde sus inicios, se pierde un 85 por ciento de su encanto. Luego de Cromañón, el rock se estatizó. El rock comenzó a pedirle al Estado que interviniera, que se hiciera cargo, que asomara su gran poronga y pusiera orden. Entonces vino la política y barnizó con una fina capa de seguridad al rock. Y el pogo y el fumar tucas que te queman los dedos y el mear en baños que se caen a pedazos y el estar apretados, sudados y contentos es algo que no resiste las buenas intenciones del Estado. Y se llegó a este plano del espacio-tiempo argentino en el que con la democracia no se cura ni se educa ni se come, pero se rockea. Todos los grandes rockeros argentinos fueron compinches de Néstor. Las bandas y los solistas tocaron en el Senado o en la Casa Rosada o en el festejo de la revolución imaginaria del 7D. El cantante de El Otro Yo, que en la larga noche neoliberal cantaba sobre las bondades de practicar un 69 y sobre una tetona en una bañera con agua caliente, ahora se llama Humberto y es precandidato a Diputado por el Frente para la Victoria. Con Ricardo Forster. ¿Cómo será una charla entre Ricardo Forster y Cristian Aldana? Eso sí que debe ser rockero.

Hace poco, Mondadori publicó Relatos Reunidos, una antología de César Aira. Uno de los relatos se llama "Picasso" y casi tiene la estructura narrativa de un chiste. El narrador se encuentra en el museo de Picasso, abre una cajita de leche y se le aparece un genio que le pregunta qué prefiere: ¿ser Picasso o tener un original de Picasso? El tipo pasa un buen rato en la disyuntiva hasta que decide tener un original de Picasso. Y cuando aparece el cuadro, pasa otro buen rato interpretando su contenido. Pero cuando está a punto de irse se hace la gran pregunta: ¿cómo salgo del museo de Picasso con un Picasso en la mano? Lo que quiero decir es que todo no se puede. Ganar seguridad equivale a perder riesgo. Lo que es muy lindo en una casa con frente a la calle pero muy feo para el rock. Y el rock debería preguntarse ahora cómo ser rockero con la puerta de Salida en letras fosforescentes. Cómo ser rockero después del kirchnerismo. Todo esto que escribo parece muy ingenuo, muy naif, muy idiota, muy romántico. Joder, tío, un gilipollas pidiéndole al rock que siga siendo rock. Pero el rock, per se, es ingenuo: el Indio Solari se sacó la camisa de adentro del pantalón recién a fines de los 90. Y sí, todo esto es ingenuo hasta que uno se dirige a un Festival organizado por el Gobierno de la Ciudad en La Usina del Arte.

Y esta no es la crítica Nac And Pop al macrismo. En ese plano, el macrismo sólo sigue los pasos del kirchnerismo. Es más, el reciclado de la Usina del Arte, una vieja compañía de Electricidad convertida en un espacio cultural gigante y hermoso, hubiese sido el orgasmo cultural más grande de la historia del kirchnerismo. El kirchnerismo ideal, no sé cómo, hubiese recuperado la vieja compañía de Electricidad. El verdadero hubiese hecho lo mismo que Macri. Un establecimiento de estilo "neorrenacentista florentino", revestido con madera, que incluye una torre con reloj y un patio donde la gente come mierdas macrobióticas y toma Coca Cola Verde mientras fuma. Con decenas de escaleras y pasadizos y un par de anfiteatros francamente estupendos. ¿Quién puede estar en contra de eso? Nadie. Lo que sucede es que realizar un Festival de Rock en ese ámbito supone inmediatamente la melancolía por la presencia del ausente. El ausente es el rock. El rock municipalizado, el rock estatizado, es la negación misma del rock. Hacer rock ahí es como hacer la Revolución Cubana con fondos de la Cía. Sólo una banda muy buena, la mejor de este país desde hace un par de años, La Perla Irregular, puede desentenderse de ese contexto y tocar con gracia y sentimiento, dando rienda suelta a su relectura Y2K de los 60', signifique esto, claro, lo que a usted le parezca. 

Cerraba la jornada del sábado el maestro del anti Show Daniel Melero. Los organizadores hacían pasar de a tres o de a cuatro personas e indicaban en qué lugar debíamos sentarnos. La jefa de la organización era una muchacha treintañera, con pinta de preceptora, que cagaba a pedos a todo el mundo, incluidos subordinados de su especie, tipos de Seguridad con cara de "¿qué mierda hago haciéndole caso a esta mina?" y gente del público. El momento de la noche llegó cuando al cantante de Viva Elástico (que había tocado un par de minutos atrás en el teatro más chico) se le ocurrió pararse y bailar. Tirarse unos pasos, como dirían los wachiturros, mientras sonaban las estridencias electrónicas melerianas. Automáticamente un tipo de Seguridad le indicó que se detenga: eso no estaba permitido.     


PD: Martín Zariello dice que no sabe exactamente si el bailarín reprimido era el cantante de Viva Elástico pero para que la anécdota tenga más fuerza, es preferible creer que el bailarín reprimido fue el cantante de Viva Elástico. Martín Zariello también dice que aunque la conclusión del texto de a entender, más o menos, que el rock murió y lo están velando en establecimientos institucionales ligados al Estado, eso no quiere decir que el público de rock no deba comprar, regalar y coleccionar libros sobre el rock

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Los lectores de Martín Zariello esperan alguna reflexión suya sobre el 74%.

Tal vez no todos los lectores de Martín Zariello esperen una reflexión suya sobre el 74%, pero tiene más fuerza que decirlo en singular.

Cine Braille dijo...

El rock argentino está bastante canoso, cuando todavía tiene pelo, y encima la cumbia y la electrónica le están comiendo el público adolescente, cada año se nota más. Aunque la cultura inspirada en el rock parece estar bastante mejor, se sigue escribiendo bastante y bien, como cierto libro de aparición reciente.
Saludos

Desocupado mental en la era del blog dijo...

Aprovecho el espacio para decir que compré el libro de aparición reciente sobre el rock, en la librería "La libre". Parece ser que me poséyó el espíritu del Corvino, como a Funes Mori lo poseyó el espíritu del Cuqui Silvani, y a Massa lo poseyó el espíritu de Duran Barba, y de paso cañazo me llevé "Conversaciones con Mario Levrero" de Pablo Olazabal, y poemas de Martín Duran y "Conversaciones con J. B. Ballard (editado por "Caja negra". No conforme con Elio (Rossi), me compré el libro de Aire sobre Alejandra Pizarnik. Y voy a ver qué onda. Lástima que comprarse un libro no equivale a comprarse el tiempo para leerlo, lo cual me pone mal. También me pone mal cómo juega Boca, aunque dicen que contra Ñúbels mejoró bastante respecto al robo anterior contra Belgrano, que nada tiene que ver con un prócer sino con un equipo que juega "ordenado" y que te caga a patadas, pero que por suerte le ganó a River.
PD: no escribas sobre el 74%, que es un tema remanido (?)

Desocupado mental en la era del blog dijo...

El libro de aire es el libro de Aira, je. PD: la librería "La libre" queda en San Telmo (Bolívar al 600). Si están cerca vayan, que hay libros "corvinísticos".

Fernando dijo...

"Rockeros, bonitos, educaditos" frase archi conocida del pelado hoy más kirchnerista de todos. Hoy ese grupito domina el ambiente, el "rock chabon" que muchos defestraban (me incluyo) por lo menos guardaba una cierta actitud autentica. Hoy un recital de La nueva luna o mala fama, debe tener mucho más rock que otras bandas que "rockeras"

Anónimo dijo...

muy bueno, solo se cae cuando decis lo de la perla irregular. banda completamente ignota, con disco muy bien armados pero que se cae a pedazos en vivo. Prefiero que nombres alguna de las que relamente mueve elk amperimetro del under: el mato, valentin y los volcanes, los reyes del falsete, sr. tomate, etc.

Martín dijo...

Si se limita el rock a la (im)postura, a lo actitudinal y transgresor, el rock se transforma en cumbia. O en rave. O en peronismo. O en lo que convenga para la realización y cristalización periódica de la pose.

El rock ya está en el cajón de madera que se hizo a medida del jazz y del blues. Seguirá removiéndose y punteando desde un polígono bien definido, mientras las olas populares continúan su avance a través de los gustos musicales. El dolor de ya no ser!

Anónimo dijo...

el gran problema es confundir un ritmo o estilo musical con una forma de pensar o de vivir. Asi podemos decir que una banda que cobra 100 pesos por otorgarte el privilegio de poder verlos en vivo hace rock, pero no es una banda de rock. Para mayores datos, las nanas que le hacian los de metallica a napster, kazaa y demases nos dan la pauta de que no tenian demasiado rock (de hecho, su expresion ultima de rebeldia fue... cortarse el pelo!!!!!!!!!!!), pero no se puede decir que no hicieran rock, heavy, metal ,trash o como quieran llamarlo.
He tocado en una banda de punk en uno de cuyos recitales casi matan a un pibe pegandole con un bate de baseball en la cabeza, ante lo cual decidi dejar la banda por un tema de seguridad personal (basicamente, me dio un poquito de miedo que la proxima me mataran a mi, o a alguno de mis amigos). Años mas tarde, tocando en una banda de covers de calamaro (si, perdon), decidi retirarme del escenario cuando un señor de esos de seguridad nos indico que no el publico podia bailar en las gradas... El estilo musical no tiene nada que ver con la rebeldia o la forma de pensar o de actuar, ser contrera no es ser "rock", estar disconforme no es ser "rock", poseer poco aprecio por la vida propia no es ser "rock", el rock es un estilo de musica, no de vida.
Y hoy tengo que ensayar a las 10 de la noche y hacen 5 grados bajo dcero y tengo miedo que si me tomo una birra fria me afecte el colon.
El rock ha muerto, viva jack johnson, que por lo menos se cansa de garchar

Ricardo dijo...

Yo estoy de acuerdo, vea, con que mucho de eso que conocimos como rock murió. Pero hace bastante mucho más que desde su estatización.
Para mí, por lo menos, allá por los '70. Acá duró un poco más, pero vio como somos los periféricos, si hasta nuestro atraso nos obliga a pelear contra el ecologismo desde un continente de recursos naturales.
Pero volviendo al rock estatizado, permitamé decirle que no termino de coincidir. Bah, me parece una simplificación lícita.
Luego de Cromañón ocurrió que se clausuraron prácticamente todos los circuitos under. En Tucumán eran dos o tres lugares y después del incendio las bandas under sólo pudieron autogestionar tocadas, lugares, “festivales" porque entre cuatro o cinco bandas es mejor en términos económicos, de público, de instrumentos, etc. Cuando aparece el Estado organizando más vale que nadie se preguntó si eso dejaba de ser rock.
El Estado, además, llegó después, cuando empezó a pensarse seriamente como una corporación más en un mundo corporativo. Ya antes el rock se había pepsicolizado, quilmizado, etc.
Obviamente, desde un punto de vista romántico, es una mierda. Y más si el kirchnerismo no terminó siendo la dictadura del proletariado que todo rockero persigue como ideal político (lo último es joda, nosechispoteen). Pero bueh, es lo que hay. Antes que todo eso llegó la web y los mp3 y pusieron patas para arriba el negocio. Lo que siguió fue también en respuesta a eso. Las grandes bandas vieron que el negocio eran los tickets y para las bandas under no había negocio posible.

No haríamos mal en decir que hasta Coldplay el rock aún agonizaba, je.

Saludos.

PD: tengo que conseguir el libro, sino mi zariellismo será tan sólo testimonial. Y no es el caso.

Anónimo dijo...

AL último anonimo, si decis que el rock es un estilo de musica, no de vida...no entiendo porque afirmas su muerte

lenny dijo...

si el rock se murio o no, no lo se. los que si son unos muertos son aquellos que lo afirman.

Pedro Troglio dijo...

Vayan a ver bandas al Zaguán del Sur, ZAS.

Jeremias dijo...

Vallan a ver a Pez en Santana.

RIQUELMISTA Nº1 dijo...

EL ROCK SIEMPRE ESTUVO ENFRENTADO AL PODER.. AL PODER REAL QUE TITIRETEO A TANTOS PRESIDENTES, MILICOS Y DEMÁS HIJOS DE PUTA QUE HUNDIERON AL PAÍS MIENTRAS AL MISMO TIEMPO LE HACÍAN EL CALDO GORDO A LOS BANQUEROS Y LE MANTENÍAN EL STATUS QUO A LOS GRANDES SORETES DEL PAÍS.

HOY EL PODER REAL NO TITIRITEA AL GOBIERNO NACIONAL. EL PODER REAL ESTA GIRANDO EN UNA ORBITA DISTINTA A LA DEL OFICIALISMO. DICHO ESTO, ES LÓGICO, NATURAL Y CONSECUENTE QUE TIPOS COMO CHARLY GARCIA, FITO PAEZ, EL INDIO SOLARI, CALAMARO, EL MISMO QUERIDO FLACO SPINETTA Y TANTOS OTROS HAYAN VISTO Y VEAN CON CARIÑO AL KIRCHNERISMO.

EL ROCK SIEMPRE FUE INCONCIENCIA PERO SIEMPRE ESTUVO LIGADO A TIPOS CON CON MAS O MENOS EDUCACIÓN.
ME PARECE QUE DESDE HACE UN TIEMPO SE VE, PRINCIPALMENTE DESDE EL PÚBLICO Y TAMBIÉN DE MUCHOS QUE ESTÁN ARRIBA DEL ESCENARIO, QUE CULTURALMENTE Y EDUCACIONALMENTE EL PAÍS HOY SUFRE LAS CONSECUENCIAS DE UN VACIAMIENTO QUE NO ES DE AHORA.. SI NO QUE VIENE DE ARRASTRE.
ES COMO SI AL BAJAR UN PELÍCULA DE 2 HORAS TE FALTEN 45 MINUTOS DEL MEDIO... NO SE, TENGO 28 AÑOS Y PASE LA MITAD DE MI VIDA VIENDO RECITALES.. DESDE ESTAR PARADO EN LUGARES INMUNDOS EN LOS QUE NO SE PODÍA RESPIRAR HASTA SHOWS INTERNACIONALES DE LUJO SENTADO EN RIVER. TENGO ESA SENSACIÓN Y CULPO DE ESE VACIO A LOS CASI 30 AÑOS DESASTROSOS QUE VIVIÓ EL PAÍS ENTRE
PRINCIPIOS DE LOS 70 HASTA LOS COMIENZOS DEL SIGLO EN QUE VIVIMOS

HAY ALGO QUE NO CAMBIA... LOS CARETAS SIGUEN ESTANDO Y SEGUIRÁN ESTANDO... Y HAY MUCHO GIL EN ESTE PAÍS.. MUCHO GIL QUE VOTA POR LO BIEN PEINADO O LO MODERADO QUE HABLA UN CANDIDATO... DESPUÉS PARA CAGARSE EN EL PUEBLO NO SON TAN MODERADOS..

ME FUI AL CARAJO... PERO NECESITABA SACAR UN POCO DE VENENO DIGITAL

Caro dijo...

Corvi: Te felicito por el libro. Nada que ver, pero quería consultarte algo, hace un tiempo en tu perfil de facebook tenías una foto de una foto de García en su piano. Tenes idea de qué año es, quién la sacó, dónde salió o algo. Desde ya gracias. Un saludo maestro!!

Corvino dijo...

No sé el origen exacto, sí sé que es del 76/77 porque la remera que tiene Charly es de La Máquina de hacer pájaros.

Saludos a todos.

Anónimo dijo...

El rock murió con la aparición de Nirvana. Lo poco bueno que quedaba de la escena under yanqui, el ascenso de Nirvana lo pasteurizo hasta volverlo musica para mi vieja. En U.K. paso algo similar con el brit pop. La ultima banda de rock de UK fue Stone Roses. Luego de eso todo fue muerte y desolación. En Argentina nunca hubo rock. Me refiero a Rock como concepto, ya que aun hoy hay buenas bandas que hacen rock y pop en todas partes. Aunque Internet les quite trascendencia.

Saludos,
Polkiani.

Caro dijo...

Gracias de nuevo, capo. Ahora le pegó una rastreada con ese dato. Ni bien tenga un mango me compró tu libro, ya lo tengo visto! Saludos!

www.pistilorecords.com.ar dijo...

el rock vive aun pero no es lo que llaman rock. no le pidan Rock a geiser ni macri, esos quieren matarlo!

Anónimo dijo...

Corvino este post es una mierda, parece que lo escribió pomelo.

Leandro dijo...

Algo que objetar: lo de Aldana. Sí, una visión simplista se horroriza, pero si husmeamos en la experiencia de la UMI, hay una, si se quiere, consecuencia válida en la candidatura. Uno como tantos de las generaciones que, marcados a fuego por los 90, apostaron a formas de organización por fuera de lo instituido en ese presente. Distinto hubiese sido si postulaban a Quieto, de La Mancha, o a Ciro Martínez.
(Aunque, por cierto, si el mayor logro de la UMI es la ley del músico, en el que el apoyo del Estado es crucial, refuerza algo similar a tu diagnóstico: el rock "aflojó").