miércoles, 29 de octubre de 2014

El tráfico de monos


El electricista contó que se fue a Córdoba a participar de una carrera de bicicletas y paseó por una reserva de monos.

Los monos de la reserva son recuperados del oscuro mundo del tráfico ilegal de monos. Estos monos han pasado por situaciones graves y en la reserva pueden andar libremente entre las personas. 

Los traficantes de monos drogan o emborrachan a los animales y se los ofrecen a sujetos desprevenidos propensos a comprar monos. 

Para anestesiar a los monos, los traficantes utilizan vino tinto Carcassonne y porro paraguayo. 

Los sujetos desprevenidos compran el mono creyendo que es un animal cariñoso, diligente y educado. Sueñan con que el mono les haga las tareas del hogar durante la semana y los divierta con piruetas aprendidas en el circo los domingos aburridos y lluviosos.

Cuando el mono sale del letargo narcótico y entiende que se encuentra en cautiverio empieza a cometer diversas atrocidades: escupe a los invitados, se masturba frente a las vecinas más distinguidas del barrio, hace sus necesidades sobre manteles y sábanas de seda, agrede a los niños, rompe platos, vasos y tazas, se toma el whisky más añejo, mete al gato en el lavarropas, se prueba los trajes del padre de familia, cambia la página de inicio de Google Chrome y rompe la cortina de la ducha. 

Los dueños, desesperados, intentan deshacerse del mono rabioso, pero nadie se quiere hacer cargo, por lo tanto intentan devolverlo a quien se los vendió. El traficante de monos lo acepta sólo si, además del mono, le dan la misma suma de dinero por la que se lo compraron.

Con solo tener un mono, un traficante puede vivir toda la vida, ya que el mono le retribuye dinero ida y vuelta infinitamente. Hay traficantes de monos que han llegado a vender tres veces en una semana al mismo mono. Quienes han querido denunciar la práctica se han encontrado con una gran red que encubre y promueve secretamente el tráfico ilegal de monos.

Un mono puede llegar a costar entre 6000 y 10000 pesos. Aunque los hay también más caros o más baratos (en algunos casos los venden moribundos o con enfermedades terminales), en dólares o reales (el mono brasilero es más prestigioso que el argentino).

Además de los sujetos desprevenidos propensos a comprar monos, los traficantes de monos se aprovechan especialmente de las personas: a) solitarias; b) inservibles; c) que durante los 80 gustaron de ver películas con monos inteligentes o simplemente pícaros, que viajaban al espacio o jugaban al básquetbol; d) que son de Boca y tuvieron un póster en el que un mono acompañaba o sustituía a Navarro Montoya; e) que desean abrir un pequeño zoológico; f) que no distinguen mascotas de animales salvajes; g) que se encuentran aburridas, no saben qué hacer y de repente dicen "me voy a comprar un mono"; h) que fantasean con comerse un mono a la parrilla o al horno.  

El electricista contó que en la reserva prohíben que los visitantes se acerquen demasiado a los monos, ya que estos se encuentran resentidos y decepcionados con los seres humanos. Una turista desoyó la orden y comenzó a sacarle fotos con el celular a un mono diminuto y simpático. El mono soportó los flashes un rato hasta que tomó el celular y se lo llevó a la cima de un árbol. Una vez arriba, sentado en una rama, empezó a golpear el celular contra el tronco hasta romperlo en mil pedazos. La turista empezó a llorar y a pedir auxilio. Para recuperar el chip los reservistas tuvieron que darle al mono media docena de bananas de alta calidad.    


7 comentarios:

Billy dijo...

Ya fue, el post perfecto.

Anónimo dijo...

jaajaj
monos, no falla.
vlt.

Anónimo dijo...

odiosos, babosos, ya no queremos monos. ah, no..

si este blog siguiera siendo oficialista (?) se llenaría de comentarios referidos a los gorilas.

que temazo ese de los visitantes, vivo en mi cueva encendí una hoguera contamina mi corazón, y mi deseo es la oscuridad...

Diego Caruso dijo...

Malditos gorilas. Esto ya no se soporta, compañeros. Esta lucha es hasta el final. ¡A los blogs, compañeros! EVITA CAPITANA (?) Tranquilos, kumpas, no nos volvamos locos. Estos gorilas van a caer solitos y por las suyas. Y van a venir hasta nosotros a pedirnos disculpas y a ofrecerse como militantes de La Campora. Seguro. Posta. Joya. Chorizo. Y. Ferné. Abrazo maravilloso para todos y recuerden que esta lucha es nuestra (y es eterna).

Anónimo dijo...

Conozco un amigo que tiene un primo desprevenido propenso a comprar monos. En Puerto Maldonado, Perú, visitando la selva con amigos, un grupo de lugareños les ofreció comprar un mono. Para ser educados, aceptaron. El mono era bastante nervioso y gritón, pero los viajeros lo querían. Gracias al mono, dos de los cuatro amigos garcharon con unas alemanas gemelas en una fiesta. Al poco tiempo el animal murió de una infexión (lo había mordido un perro) en una de sus piernas. Creo que lo enterraron en Ecuador, pero no estoy seguro del todo.

José

Anónimo dijo...

qué triste una lucha eterna, parece un castigo mitológico de un dios perverso.

Anónimo dijo...

Qué diosa Sade