Las contratapas son un género en sí mismo.
-Un género de mierda.
Puede ser, qué sé yo.
La contratapa que cambió mi vida para siempre fue la de Bestiario, el primer libro que leí de
Cortázar (incluso aunque antes había leído otros libros, siempre pienso en Bestiario como el primer libro que leí).
-Mentira, no cambió tu vida.
La contratapa era tan buena que leerla ya era ingresar en el libro. Estaba
escrita en una prosa que sintetizaba un estilo formal, propio de las contratapas,
con una veta más poética. Empezaba diciendo unas palabras que me aprendí de
memoria, como si fuera la letra de una canción que me gusta mucho:
La realidad no es simple; este
mismo texto, la luna y las baldosas tienen otra faz. Siempre existe un reverso;
todo tiene su sombra; hasta la tierra, aunque sólo podamos verla fugazmente
proyectada en otros cuerpos celestes.
Yo leí este texto a los diez u once años. Con el tiempo uno suele
renegar bastante de los textos que leyó a esa edad, sin embargo esa contratapa
me sigue pareciendo muy buena. Es más, me parece mejor que varios libros que
leí a esa edad. Nunca supe quién la escribió. Cuando finaliza sólo dice, entre
paréntesis, D.D. ¿Serán las iniciales de su autor o tal vez las iniciales de un
puesto institucionalizado de todas las editoriales y yo lo desconozco?
Otra contratapa es la de El
Pasado. Contratapa por lo menos extraña ya que cuenta, con
lujo de detalle, toda la novela. Cuenta el final, detalladamente. Es muy raro.
Hace poco leí una novela y la contratapa también me pareció aberrante.
No voy a mencionar el título porque sería caer en la misma aberración. En la
contratapa se anuncia el suicidio de un personaje. Ahora bien, la novela tiene
190 páginas ¡y el suicidio sucede en la página 118!
Yo escribí muchas contratapas
-Mentira, sólo escribiste dos.
Pero muchas veces
fui solicitado para escribir contratapas.
-Mentira, sólo te solicitaron esas
dos veces veces.
Odio cuando los seres extraños ingresan a los textos y refutan todo lo que digo. En fin. La primera contratapa que escribí fue la de la novela Errar, de Matías Nicolaci. Lo comparé con Arlt y Di Benedetto.
Después él escribió la contratapa de mi libro de
cuentos y me puso en la serie de Bioy Casares, Cortázar y Levrero.
-Evidentemente son muy buenos amigos.
Para las próximas contratapas planeamos
textos del tipo "Usted no es merecedor de leer este libro" o
"Este libro sólo puede ser leído en Marte" o "Este libro sólo
podrá ser leído dentro de veinte años cuando la sociedad haya evolucionado de
forma acorde al pensamiento de su autor majestuoso y admirable".
La segunda contratapa que escribí es la de Negro sobre blanco, la novela de Esteban Quirós que acaba de
publicar La Bola Editora. Ahí me di cuenta lo mucho que me gusta escribir
contratapas.
Me pregunto si habrá gente que vive de escribir contratapas o si habrá
un Maradona de las contratapas, alguien secreto, alguien que no firma con su
nombre, que es el oscuro empleado de una Editorial y cuyos textos son tan
extraordinarios que superan incluso al autor del libro que promueve (algo que
suele suceder con los prólogos, por ejemplo los de Borges, que son tan
extraordinarios que hay un libro que los reúne, casi tan bueno como Otras inquisiciones o Discusión).
Pero también aparezco en la contratapa de un tercer libro. Soy fan de
una novela de Sara Gallardo que se llama Eisejuaz.
Un clásico oculto de la literatura argentina, escrito de un modo arriesgado,
con un lenguaje que hace que el idioma castellano brille de una manera muy
especial. Un libro extraño y bello, como se lo definió Mujica Láinez a la misma
Gallardo después de leer la novela. Cuando la leí me impresionó tanto que
escribí un texto en este mismo blog. El año pasado, El Cuenco de Plata la
reeditó ¡y en la contratapa pusieron un fragmento de ese post! Ahí digo cosas
extrañas como "gramaticalidad alterada" y "discursos interrumpidos",
lo que indica que por esa época todavía iba a Letras.
Estar en esa contratapa fue un acontecimiento que me hizo muy feliz.
Fue como estar cantando en la ducha y que te den un Grammy. Más o menos
así.
-Qué estúpido.
7 comentarios:
Me gustaría leer esas tapas.
Podría ser: Este escritor busca ser defenestrado por los críticos anacrónicos, para que con el paso del tiempo sea revalorizado, sobreestimado, haciendo blanco de críticas humillantes a los críticos que no lo entendieron.
Compre este libro, aunque no le guste, aunque el autor le resulte indiferente, para presumir de lector avanzado, si en ese entonces tiene amigos.
¿De que se trata el libro? Se nos acabó el espacio en esta contratapa, para contarlo.
Yo suelo ser un hombre muy estructurado y entonces las contratapas me resultan tan inquietantes como odiosas. ¿Cómo es posible que pongan al final algo que está para ser leído antes que el libro?. Si siguieramos un orden lógico, aquella contratapa que revela el suicidio no resultaría spoiler ni mucho menos.
Juro que aquí no vengo a hacer ninguna propagando 8y si alguien piensa así puede eliminar el comentario, no me enojo) pero vengo de una experiencia conflictiva al respecto: estoy a semanas de editar mi primer libro de cuentos y siempre tuve la convicción de que la contratapa incluiría un fragmento sustancioso del prólogo. Eso hasta que el prólogo demostró ser dueño de una estructura dificil (imposible) de seccionar. Finalmente la editora extrajo un par de párrafos, pero del orgullo que me produce editar mi libro, de lo conforme que estoy con todo lo que rodea al suceso, la contratapa quedará siempre bajo un manto de duda.
Ahora que lo pienso podría incluir una leyenda al respecto y solicitar a los lectores desencantados que vayan a utilizar el volumen para nivelar mesas, que por favor coloquen la contratapa del lado del piso.
corvino estas re pop. Me encanta
Me alegra tu éxito. Hablando de Queen, me parece que tenés escuchar a Toehider, una banda australiana, en la que en realidad hace todo el brillante Mike Mills. Link del (elegir adjetivo) último disco: http://toehider.bandcamp.com/album/what-kind-of-creature-am-i
La frase "cuerpo celeste" es un divague poético de la astronomía. Corvino, tenés que escribir sobre el robot que llegó a un cometa y manda fotos del espacio desde el cometa. Dicen que lleva la foto de carlitos (sobre el comando)
- No comentes, nadie lo necesita.
Así empezaba el comentario original pero lo borré u comencé de nuevo. Y aquí (pero con cinco párrafos) explicaba por qué, después de tanto tiempo de seguir el blog, me animaba a agregar una opinión sobre estos textos.
- Era inútil, es inútil. Los textos geniales no se comentan.
Bueno, no.
- Al menos no necesitan comentarios boludos.
Bueno, sí
La diferencia es que hoy, luego de leer cada post, siento un placer (atención a lo que sigue) de índole osgármica.
Supongo entonces que ahí, en el orgasmo, está la explicación del exceso.
- No comentes en vano.
Tenes razón. No debería hacerlo.
- Pero son textos geniales.
Tenes razón.
Sos brillante
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