El hombre que echó a Manfroni alguna vez dijo que la vida es una
recreación de la primera vez que hacés algo. Es decir, te enamorás y cuando se
termina el amor buscás enamorarte otra vez para sentir lo mismo. Escuchás un
disco a los quince años y te rompe la cabeza entonces te pasás la vida
escuchando discos para que se te rompa la cabeza. Vivís los primeros años del
kirchnerismo y querés encontrar esos años de kirchnerismo el resto de la vida.
Un poco eso le pasó a River cuando jugó bien diez partidos en el 2014. Algunos
dicen que fueron ocho. Tengo amigos de Boca
que dicen que River no jugó nunca bien, que fue todo una mentira. Es
como si algunos hinchas de Boca hubiesen inventado un relato en el que River
todavía está en la B pero no se dieron cuenta de que mañana juega contra el
fucking Barcelona la final del fucking Mundial de fucking clubes. En fin.
La cuestión es que cuando River se dio cuenta de que jugaba bien dejó
de jugar bien. Uno de los grandes flagelos de la mente es la autoconsciencia.
Ser consciente de quienes somos o de lo que hacemos nos paraliza y nos vuelve
un poco estúpidos, como esa gente que dice "Yo soy artista" o
"Yo soy muy sincero y nunca miento". Uno supone que los artistas y
las personas que no mienten no necesitan decirlo.
Tampoco es que la autoconsciencia es mala. Un poco hay que tener, en
caso contrario le terminás entregando la subjetividad (y algo más) al discurso
hegemónico en boga, como esas personas que votaron a Macri por la apertura del
cepo y cuando se abrió el cepo se dieron cuenta de que ¡nunca en su vida
habían comprado dólares porque no son parte de la elite que puede hacerlo!
La trampa de intentar recrear la primera vez es que no es posible
hacerlo. Es como la carrera de Aquiles y la tortuga: siempre van a faltar cinco
para el dólar. Al contrario de lo que se puede pensar esto es lo que le da
movimiento a la vida: intentar consumar el deseo.
Durante un tiempo River quiso jugar como en el 2014 y en el camino
encontró una nueva forma de hacerlo. La presión pasó a dar impresión (es muy
calamaresca esta frase) en algunos partidos en los que Vangioni, Funes Mori y
Ponzio parecieron hombres de las artes marciales. Es decir que queriendo volver
al que alguna vez fue, River se transformó en otro (esto ya es medio borgeano y
hablar de River como una persona es un poco ridículo pero como estoy en contra
de la autoconsciencia no le voy a prestar atención). Entonces River se
convirtió en un equipo prepotente, encarador, que en las difíciles se achicaba
y achicaba a los rivales. De ese modo ganó la Libertadores.
Después de la Libertadores, como se esperaba, River perdió el rumbo.
Los refuerzos no funcaron, se vendieron algunos jugadores importantes y
Gallardo empezó a cambiar de formación sin ninguna clase de resultados. El
equipo quedó lejos de la punta del Campeonato local y perdió en semifinales de
Sudamericana contra Huracán.
Ahora River se encuentra en un momento bello y triste. Bello porque
está por jugar uno de los partidos más importantes de la historia. Y triste
porque hay una novela de Kawabata que se llama así (Lo bello y lo triste), quería aludir a algún japonés y el rival es
el Barcelona, probablemente el mejor equipo de la historia o, por lo menos, el
mejor equipo de los últimos diez años. Mientras tanto River ya no busca volver
a ser el equipo brillante del 2014, sino el equipo combativo del 2015. Yo creo
que para ganarle al Barcelona River debería llegar a una especie de fusión
jazz-rock entre el jogo bonito y las patadas voladoras que tantas alegrías nos
dieron.
Me encantan los hinchas de River que dicen que prefieren jugar con el
Barcelona y con Messi y Neymar en cancha. ¡Hijos de puta: ¿por qué no juegan
ustedes?! ¡Yo prefería jugar contra los chinos! Los canales de deportes se
llenaron de especiales en los que te muestran cómo ataca el Barcelona y cómo debería
hacer River para "anularlo". Eso es como intentar sistematizar la
creación de poesía. Lo único que me queda claro después de esos informes es que
el Barcelona va para adelante y te caga a goles. Y lo puede hacer por el medio,
por los costados, por atrás y por adelante. Muchas personas dicen que si no
juega Messi River tiene más chances de ganar. Se olvidan de los diez jugadores
restantes.
Creo que no hay que tener ilusión ni expectativas ni esperanzas. Como
hincha prefiero ser pesimista, negativo y resignado. Siempre que esperé mucho,
terminé con nada. No somos los jugadores ni los tipos que fueron a Japón y
están obligados a ser optimistas: somos boludos que vamos a ver todo por televisión.
Hay que levantarse a las siete (o seguir de largo) con la idea de que vamos a
perder por tres goles. Y a partir de ahí sólo queda remontar al cielo y nunca
arrepentirnos de este amor, como Gilda y Gabriela Michetti. Hay que cuidar el
estado de ánimo y esperar siempre lo peor. Eso nunca falla. Y cuando falla
aunque sea estás preparado para que falle. El autoboicot no existe, es un truco
que usan los psicólogos para hacerte creer que podés cumplir todos tus sueños y
que cuando no lo hacés en realidad es porque no querés. Mentira: ¡somos todos
horribles, como monstruos de Cronenberg que supuran baba y caca! Creo que estoy
exagerando, aunque es verdad que supuramos baba y caca. No todo el tiempo, por
supuesto, aunque deben existir enfermedades que hacen que la gente supure baba
y caca todo el tiempo. Si River pierde hay que recordar a esa gente que supura
baba y caca y pensar que no estamos tan mal después de todo… Quién te dice que
se equivocaron de informes y el problema en realidad era cómo hacía el
Barcelona para anular a River. No sé cómo hice pero terminé siendo optimista.
11 comentarios:
Estaba esperando este post riverplatense tuyo como guacho a la teta. Que manija!
La ansiedad no se va. Cualquier móvil pedorro en vivo desde Tokyo sirve para comenzar a jugar un partido que no arranca más!
Ya se que nos costó contra un equipo japones con nombre de club del ascenso italiano pero no hay que preocuparse tanto por el rendimiento: a Boca le costó con un tunecino y a San Lorenzo con un neocelandés.
Creo que a pesar del bajón resacoso post tigres, con la final vs el fucking barca hay un nuevo desafío, un campeonato aparte, un despertar, hasta la creación de un nuevo mundo diría: a partir de mañana todos deberíamos empezar de cero con nuestras vidas, cambiarnos el nombre, confesar nuestros secretos sin culpa, hacer lo que queramos, no hay pasado alguno! Así tiene que jugar River.
Ahora, sacar a Piscu por Mayada me da mala espina pero con el 4-4-2 nos plantamos en la Bombonera, en Belo Horizonte y Monterrey. No obstante, para los últimos 20 su pegada va a ser necesaria (si contara con el reglamento de Basket, Gallardo lo pondría para cada pelota parada de peligro y lo sacaría hasta la próxima oportunidad).
En el banco también van a estar Lucho y Saviola (en una celebración de lugares comunes, el conejo va a hacer un gol cumpliendo con la ley del ex para desquitarse de todos los goles que se guardó para la final), así que no soy tan pesimista.
En fin..me voy a armar un cocktail de babituricos y a poner la alarma para mañana a las 7.
La pantalla de TN está llena de hinchas de River en Japón, de días soleados y si lluvia y de medidas económicas que son una mierda pero en realidad son "inevitables" por la herencia recibida. Tu posteo me hizo reír, y le puso humor a tanta imagen gallinácea, un poco nociva para un bostero como yo.
Yo soy de Boca y simpatizante del fútbol del Barcelona, con lo cual quiero que pierda River. Al mismo tiempo soy argentino, y no me gusta que nuestros futbolistas se vean vapuleados. Ya está: me gustaría un 4 a 2 a favor del Barsa, con tres goles de la pulga y uno de Neymar. Para River me gustaría que haga los dos goles Alario, porque me cae bien.
https://www.youtube.com/watch?v=6hyGPcKo2Fo
Tres a cero termina el primer tiempo, con dos de Neymar. En el segundo tiempo River hace un gol de pelota parada (puede ser un penal dudoso) y parece que empatan, pero Suárez hace el cuarto y a tu casa.
Barovero se luce como siempre, y lesionan a alguien del Barça pero no voy a decir a quién porque ya es mucho.
Saludos.
Un poco de ilusión Corvi, yo soy pincha, jugaban el chapu braña y benitez eh y fue el "casi" más grande de los últimos no se cuántos años.
En el futbol como en el amor, lo mejor siempre es la víspera.
Desear lo mejor preparándose para lo peor, dice por ahí el Indio, o Skay, no recuerdo ahora. Ir para adelante con el pesimismo de la razón y el optimismo de la voluntad, dice por ahí Gramsci. Saludos.
PS: muy buena la reflexión acerca del autoboicot. Con menos que eso Stamateas te hace un libro. Y Alejandro Rozitchner se gana un puesto en la administración de Macri.
Está bien que quieran jugar contra el Barcelona, con Messi y Neymar en cancha. Quieren la gloria deportiva. ¿Te imaginás si a la final la fueran a jugar contra el equipo chino? El mundial de clubes pasaría a tener la misma importancia que la Suruga Bank.
Leo riverplatenses muertos.
Bah, no los leo, no escriben, han muerto como su ilusión, que de tan ilusa me hace acordar a la ilusión kirchnerista.
Macrista y bostero, hermano, andá a dar una vuelta y volvé.
Corvino: sos yeta.
ya me imaginaba que alguna mufiada antes del partido seguro posteaste, pasé a verificar y sí, como de costumbre. Salu2
"Hay que levantarse a las siete (o seguir de largo) con la idea de que vamos a perder por tres goles" Impecable & premonitorio. Quedó claro que las patadas criminales que permitieron dejar de lado a Boca, en un contexto (un poco) más serio son tarjetas amarillas y rojas. Slds.
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