I
El caso de Zappa es paradójico. Tal vez no haya músico surgido del
rock con más prestigio. Decir que te gusta Zappa es una forma de aclarar que se
pertenece a cierto grupo minoritario y selecto dentro de la ensalada del rock.
Al mismo tiempo, es probable que de todos los grandes íconos (Bowie,
Dylan, Lennon) sea, por lejos, el menos escuchado.
Generalmente uno dice que le gusta Zappa incluso antes de saberse un solo tema, para quedar bien con la policía del rock. En Argentina decir que no te gusta Sumo es de
blanditos. Te puede gustar o no, puede ser cierto o falso, pero es así. Decir
que no te gusta Zappa directamente es de tontos. No estoy diciendo que tal cosa
sea verdadera en términos reales, me refiero al imaginario generado alrededor
del músico.
II
En cierta forma lo que se conoce de Zappa son un par de frases (la de
la estupidez y el hidrógeno, las dos contra los críticos de rock, la de que el
cuerpo es un “saco de mierda”), una canción ("Bobby Brown") y su
imagen: pelo largo enrulado, nariz ganchuda, bigotes tupidos, una extraña chiva
debajo del labio inferior. La imagen de Zappa es casi tan importante como su
música. Fotos cagando. Fotos metiéndose el dedo en la nariz. Fotos en
calzoncillos. Y, finalmente, fotos mirando a cámara en las que sus ojos
dicen algo así como: "Ustedes son unos estúpidos y yo soy un
genio".
Un tema como "Twenty small cigars" en YouTube tiene
alrededor de 15000 visitas. Una versión del mismo tema por el violinista Jean Luc
Ponty (para King Kong, disco donde
versiona la música de Zappa) otras 15000. La nada nisman.
¿No es un poco arbitrario plantear la supervivencia de Zappa en el
mundo actual a través de la cantidad de reproducciones de una canción instrumental
y olvidada de un disco de 1970 en YouTube? Si. Lo que quiero decir es que es
una injusticia que un tema tan bello, y de
menos de tres minutos, no sea más escuchado. Al mismo tiempo es perfecto. Zappa
es irreductible para el mundo de la industria discográfica (a la que odió con
su proverbial coherencia). No hay revivals de Zappa. Lo van a escuchar quienes
quieran hacerlo. No va a existir un Tango
Feroz de Zappa ni en pedo.
En cuanto a sus canciones canónicas (“Cosmik Debris”, “I'm the Slim”, “Don't
eat the yellow snok/Nanook rubs it”, “Camarillo Brillo”; bueno, las del
compilado de Rosso) están de uno y a otro lado del filo del millón de
reproducciones, lo que revela por qué la mayor parte de los fans de Zappa son
pelados o se están por morir o son Pettinato. No sería raro que si cada vez nos
cuesta más leer el Ulises de Joyce o Guerra y Paz de Tolstoi (dijo el
mosquito), a las nuevas generaciones les cueste cada vez más escuchar un disco
entero de Frank Zappa. De ese nivel de dificultad hablamos. Bueno, tal vez esté
exagerando: Joyce no era tan ambicioso como Zappa.
III
Hace algo así como diez años me bajé todos los discos de Zappa. Su
discografía estaba separada en tres grandes y pesados archivos. Tuve la
sensación de haber descubierto un tesoro ya que después de años de pasar por
una disquería selecta de la galería San Martín veía sus discos como algo
inalcanzable. Por el precio y porque no me sentía con las herramientas básicas
para entenderlo.
Bueno, uno nunca se siente con las herramientas básicas para entender
a Zappa. Es como Faulkner o ese tipo de hijos de puta complejos.
Llegué hasta mediados de los 70, exceptuando grandes hitos como Sheik Yerbouti o Joe's Garage, que se editan a fines de esa década. Por eso cada vez
que digo que me gusta Zappa siento que estoy incurriendo en una impostura.
Zappa genera la necesidad de escucharlo todo para poder opinar algo.
IV
Si hubiese nacido acá Zappa, que se cagaba de risa de Dylan (“Flakes”)
y de los Beatles en la cara, se hubiera burlado mucho de la lírica de Spinetta.
Del divismo de Charly. Del hermetismo del Indio Solari. Del conchetismo de
Cerati. Elaboro estas hirientes contrafácticas para con mis más grandes ídolos
(que a su vez idolatran/idolatraban a Zappa) para inducir a pensar que Zappa es
en sí mismo una ideología. Uno puede extrapolar su pensamiento e imaginarlo en
diferentes ámbitos y contextos. Y siempre funciona.
¿Con qué músicos hubiese tocado Zappa si fuese argentino? Estas
preguntas son una idiotez, pero sólo quería decir que hubiese tocado con los
músicos de Spinetta. Hubiese tocado con Malosetti, con Pomo, con el Mono Fontana.
Hubiese tocado con el Pedro Aznar de “Peluca telefónica”, “Cucamonga Dance” y “Hundiendo
el Titanic”. Tal vez hubiese contratado para alguna gira a Pipo Cipolatti y lo
hubiese echado a los dos días. Otro músico que podría haber tocado con Zappa: Ariel
Minimal. De hecho podrían haber compuesto alguna canción a dúo y editar un
disco llamado "FlopaZappaMinimal" (con el hit “Las comadrejas se
comieron mi álbum blanco”).
V
¿Qué escuchar de Zappa? Nadie puede ser indiferente a Hot Rats, aunque después de escucharlo
puede que el resto del rock te parezca una boludez innecesaria. La historia
oficial del rock encumbra a la Velvet y a The Doors como el lado b del verano
del amor. Mejor la trilogía
inicial de Mother of the invention: Freak
Out!, Absolutly free y We're only in for the money. Esos tipos estaban locos en serio y daban la impresión de bañarse mucho menos que Lou Reed y Jim Morrison. Después
están los discos accesibles, con canciones de un estándar más comercial
donde Zappa traficaba escatología, mala onda, humor y sus clásicos barroquismos
delirantes donde el jazz, el blues, Stravinsky, el country y cualquier otra género o músico eran
utilizados y deformados para expresar ideas simples y revolucionarias: sin
dudas Apostrophe, pero también Chunga's Revenge y Over-nite sensation. Estos discos desmienten uno de los grandes
prejuicios sobre Zappa: “música para músicos”.
VI
Lo primero que le dijo Lennon cuando lo conoció (él lo quería conocer,
a Zappa le chupaba un huevo) fue: “No eras tan feo como pensaba”.
VII
Lo único que lamento de algunos discos de Zappa es que no cante todos
los temas él, ya que sus multitudinarias bandas solían estar integradas por
cantantes que se hacían cargo de la parte vocal. Creo que eso arruina bastante
sus discos post mediados de los 70 (esto más allá de que es evidente que su
época de oro sucede a fines de los 60 y en el primer lustro de los 70).
Entiendo que hay un gran contenido teatral en la música de Zappa y de alguna
manera las canciones (que muchas veces cuentan historias con diálogos interminables)
necesitaban varias voces, pero los cantantes de Zappa, todos grandes artistas, me parecen obstáculos para acceder a la obra. No hay nada mejor
en el rock que su voz grave y sarcástica denunciando la estupidez. Incluso
uno llega a sentir un lazo afectivo con esa voz grave y sarcástica (en ese
sentido es bueno que haya utilizado otros cantantes porque cuando entra su voz
es realmente conmovedor, más allá de que las líricas estén a miles de
kilómetros de lo que usualmente se reconoce como “conmovedor”: “Joe’s Garage”,
el tema, es un buen ejemplo de esto).
VIII
En fin, el motivo de este texto reside en que acabo de ver Eat that question, un documental sobre
Zappa que compila entrevistas, fragmentos de sus canciones, flashes sobre su labor como
autor de música clásica e intervenciones públicas que, por decirlo de una
manera sofisticada, le metían el dedo en el culo al sentido común imperante. Hace
unos pocos días se viralizó un fragmento en el que Zappa le da con un caño a la
cultura yanqui hegemónica. Por otro lado me pregunto en qué otro lugar del mundo
podría haber surgido un Zappa. Es muy emocionante percibir su sorpresa y su
agradecimiento cuando es invitado a Checoslovaquia y lo reciben como un ídolo.
En el contexto estadounidense Zappa se sentía absolutamente desplazado y sus declaraciones
revelan un alto grado de amargura y resentimiento. Dicho sea de paso, la amargura
y el resentimiento cuando sirven para generar una obra única no están tan mal después de todo.
Viendo el documental pensé dos cosas. Por un lado lo importante que
fueron los guardianes de las buenas costumbres para el rock. Todas esas
polémicas sobre el contenido de las letras de Zappa no hicieron más que
agigantar su figura y otorgarle al rock una importancia sociocultural que de
otro modo no hubiese tenido. En su famosa discusión contra Tipper Gore Zappa es
interrogado sobre si le compra juguetes a sus hijos. Contesta que de eso se encarga su esposa y Gore le
dice que si lo hiciera sabría que en las cajas se indica para qué edad es cada
uno de los juguetes, dando a entender que debería suceder algo similar en los discos de rock. Zappa dice que eso
le parece mal porque da a entender que un tipo en su oficina decide cuán
inteligente es su hijo.
Por otro lado, teniendo en cuenta que buena parte de las letras de
Zappa tienen un contenido sexual esencialmente basado en la cosificación de la
anatomía femenina (tetas, pezones, conchas, culos), en reírse de gays,
lesbianas, gordos, tipos con olor a pata y toda clase de minorías me pregunto
qué grado de inquisición recaería sobre su obra de estar vivo o por lo menos un
poco más presente en la agenda mediática del rock. A su favor se podría decir
que, como Chesterton, el problema de Zappa no es con los blancos, los negros, los heteros o los homosexuales, sino con toda la raza humana. Allí están, entre otros,
sus dardos a la Iglesia, al Comunismo, la televisión, al racismo y la democracia yanqui, a
la que veía en camino a convertirse en una teocracia fascista. En ese sentido
es imposible no preguntarse qué estaría diciendo de Donald Trump en este mismo
momento.
IX
Es probable que incluso en el 2017 si escuchás un disco de Zappa a un
volumen un poco elevado algún vecino te golpee la puerta preguntándote si estás
bien. O llame a la policía. Si no me creen hagan la prueba con Weasels ripped my flesh. De hecho uno
puede ser ese vecino. Las canciones de Zappa están llenas de pedos, toses,
eructos, voces, gritos desaforados y todas las manifestaciones del ruido. Ahora
voy a decir algo que, en el caso de que algún fan de Zappa esté leyendo esto,
me convierte automáticamente en un hereje: es muy difícil escuchar un disco de
Zappa sin pasar de largo algunos tracks experimentales que se pueden oír un par
de veces con más ánimo arqueológico que placer. En ese sentido Zappa es el
músico menos pop de la historia del rock. Sus incursiones anti-musicales
revelan su gran pasión: incomodar. En varias entrevistas se refiere a las
performances de Mother of the invention y las relaciona con el dadaísmo. Más
allá de las famosas cruzadas de los guardianes de las buenas costumbres contra
el lenguaje explícito y políticamente incorrecto de sus letras, Zappa, a
diferencia de otros rockeros, logra que la verdadera subversión alrededor de su
figura no esté en la experimentación con drogas (a las que despreciaba haciendo
alarde de su costado conservador) o en tirar televisores desde ventanas sino en
la música misma.
XII
Curiosamente lo que menos me interesa de Zappa es lo que más le
interesa a muchos: su modo de tocar la guitarra. En ese sentido el fan
estereotipado de Zappa es peligroso: ama el virtuosismo y probablemente tenga todos los discos de Satriani o Steve Vai (uno de sus músicos más conocidos).
Para mí de todo lo genial que hay en el mundo lo peor es el virtuosismo.
XIII
Escribo con la certeza de que nada que se pueda decir sobre Zappa
alcanza para expresar su brillantez. Por lo menos yo nunca leí un texto sobre
Zappa que explique exactamente qué es lo genial de Zappa. No queda otra que
escucharlo. Juro que esta es la primera y última vez que escribo sobre él.
12 comentarios:
Te Zapaste Corvi!!!
Algo que me ha fastidado que quienes pasaban a Zappa, me refiero a alguna radio solo parecían conocer Bobby Brown.
Interesante entrada.
Como pide F. Casas: nos ponemos de pie... Sexual harassment in the workplace tiene una guitarra increíble, y a mi me parece que San Bernardino es el molde de las canciones de rock
El documental es muy bueno. Zappa es uno de esos artistas que siempre tiene algo para decir y que a uno no se le ocurrió nunca, o lo supo siempre pero nunca fue capaz de expresar en palabras. Hubiera sido un crack del stand up también. Porque toma los reportajes como una parte de su función de artista, más allá de que le parezcan algo aberrante, sólo un paso más acá "de la Inquisición".
Me causa mucha gracia el reportaje del cana para el programa de la policía de Pensilvania, justo en el que más bardea a las drogas. Y deja un nudo en la garganta en el reportaje final, flaco, gastado, y no demostrando ningún interés en ser recordado, dice que es algo para gente con ego gigante, como el primer presidente Bush, o Reagan. También gracioso cuando "toca" una bicicleta en TV, con 15 años.
Eso de bardear a todos para joder acá lo hacía Luca Prodan, como decir que Fito era el hijo de Charly y Nito o que acá todos tenían voz de hombrecito, y no se distinguía a Porchetto de Cerati o Federico Moura. Charly, que le robó más de una idea para divertirse en los reportajes, a veces tenía arranques semejantes.
Saludos
Amigos, alguien sabe de algun sitio donde se pueda ver el documental subtitulado al español???
me diste ganas de escuchar por primera vez a Zappa.
Hola, hay cosas y canciones que me gustan mucho, otras no. Creo que si hubiese vivido acá y viviese aún hubiese tocado con algunos músicos under, de los famosos podrían ser los Divididos (Arnedo-Mollo como instrumentistas, no como compositores), con Los Natas (más que malabarismo, esos tipos sabían cómo crear climas), con el violero clásico de Massacre (el tordo), Melingo, Miguel Abuelo, Ricardo Pellican, en lo de Minimal coincido. El jazz-rock Argentino derivó en algo horrible: elitismo, divismo, malas canciones, malos cantantes, y el uso de "notas raras" que causan problemas para estructurar melodías que se sostengan por sí mismas, sin necesidad de arreglos forzados. Volviendo a Zappa, un músico genial, un símbolo para bien y para mal. Pedrito Pobre
Me hiciste acordar que en ¿1982? en 9 PM (el Control de la Noche para tí, Corvi) pasaban Cocaine Decisions traducida como Decisiones Locas.
Y en Videoscopio (Canal 11, ¿1985?, conducido x Lalo Mir, con Pipo!!!. Melingo!!!!, Calamaro!!!!) pasaban un video de Be In My Video o Born Under a Bad Sign, ponele
Vi por ahi que se le atribuye la frase: "Politics is the entertainment division of the military industrial complex". Interesante.
Apostrophe / Overnite sensation perfecto para acceder. Según la enciclopedia de datos inútiles que tengo en la cabeza, fueron grabados juntos y publicados separados con los mismos (impresionantes) músicos. Según la misma enciclopedia, Canta Tina Turner (no acreditada) en esos discos. En el extremo opuesto, Civilization Phase III, último trabajo publicado en vida grabado con Synclavier (un aparato complicadisimo de la época que necesitaba 2 o 3 ingenieros de sonido para programarlo) y la mejor muestra de sus incursiones en la música "seria". La única receta que he descubierto con Zappa es escuchar y escuchar y escuchar hasta que "Montana" te parezca una de las canciones más bellas de la historia de la música (señal de que tu gusto musical está pervertido para siempre).
El documental se lo pueden bajar de alguna página de torrents y los subtítulos también están para bajarse.
Saludos, gracias por existir.
Basta de poner a Zappa en un altar. Es insoportable su insistencia en hacerse el gracioso. A excepción de Hot Rats todo lo demás es bastante mediocre.
Qué gran mentira es la supuesta complejidad de las composiciones de Zappa. Complejo es Close to the edge, Pawn Hearts, no jodamos.
En fin, eso.
El doble en vivo en NY lo banco,tho.
La radio está buenísima.
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