martes, 16 de enero de 2018

En diagonal


No sé antes, pero en los 90 El Gráfico salía los martes. A Mar del Plata tal vez llegaba los miércoles. Salía tres con noventa o cuatro con cincuenta. Mi viejo no la compraba todas las semanas pero cada tanto la traía y la sacaba de adentro de su campera como un mago que saca una paloma del sombrero o de dónde sea que los magos sacan palomas. Lo hacía para mí, porque yo tenía siete u ocho años y en vez de jugar al fútbol, leía sobre fútbol, lo que explica las mejores y las peores cosas de mi vida.  

Lo que más me gustaba de El Gráfico era la fragancia que despedían sus páginas. El olor, bah. El olor a tinta de los diarios y las revistas es algo que las nuevas generaciones no van a conocer. En la era digital esto suena a nostalgia berreta pero la verdad es que ese olor era casi una droga.

En ese tiempo El Gráfico era totalmente oficialista. Cada tanto aparecían notas a Menem. Menem gritando goles de River. Menem jugando al básquet. Menem con Passarella. Y recuerdo una encuesta entre jugadores antes de la reelección del 95 en la que, por supuesto, ganaba Menem.

Otra cosa que recuerdo es las reseñas de los partidos. Todas juntas, uno al lado del otro, en dos páginas sucesivas. Reseñaban partidos como si fueran discos de rock. Un Mandiyú vs. Platense como si fuera Alta Suciedad. Los calificativos eran algo así como “Mediocre”, “Discreto”, “Muy bueno”, “Excelente”. Debo decir que en ese momento si me hubiesen preguntado qué querés ser cuando seas grande no hubiese dicho astronauta o jugador de fútbol sino “Reseñador de partidos de fútbol de El Gráfico”.     

Después no sé qué pasó con El Gráfico, empezó a salir en forma mensual, cambió el logo y la textura del papel, pero en su momento era obligatorio comprárselo cuando River ganaba un campeonato o cuando a Maradona le pasaba algo conflictivo o la Selección perdía cinco a cero con Colombia. Tal vez ya a fines de los 90, con los canales de cable, ni siquiera Internet, el concepto de El Gráfico era algo antiguo. Creo que lo mató Olé, que cuando salió costaba cuarenta centavos y los sábados venía con la revista Mística, que traía notas desacartonadas a Ángel Cappa y posters de chicas que indefectiblemente estaban en tanga.

Siempre me quedó esa fascinación un poco idiota por El Gráfico pero no sé adónde habrán ido a parar los que coleccioné en los 90, deben estar en la casa de mis viejos, con las Conozca Más y Muy Interesante que me pasaba un tío. Repito que todo esto parece demasiado nostálgico y tal vez lo sea. Incluso alguna vez fui al Parque Rivadavia y me compré El Gráfico de la chilena de Enzo.

La cuestión es que en ese Gráfico de los 90 escribía un tipo que firmaba como Juvenal. Al lado de las notas había una fotito del periodista y evidentemente Juvenal era el más viejo y sabio de todos. Así que yo siempre buscaba las notas de Juvenal aunque no entendía el ochenta por ciento de lo que decía. El tipo escribía notas de autor, que no se vinculaban necesariamente con lo que estaba pasando en el momento. En esta nota en particular hablaba de Di Stéfano, creo que Juvenal siempre escribía sobre Di Stéfano aunque no estoy muy seguro. Decía que la lección de Di Stéfano era que para jugar al fútbol había que correr en diagonal, como los árbitros. No sé tampoco muy bien qué significaba eso de ir en diagonal, supongo que es como cortar camino, como cuando convertimos cuatro cuadras en dos cruzando por el medio de una plaza, como cuando salimos de un pozo por el lado menos pensado, pero yo interpreté la idea en forma existencial, y tal vez ése era el sentido de la nota, que en la vida hay que ir en diagonal.


Cuando una charla se pone un poco filosófica yo suelo decir esto y todos se quedan callados. Cada uno la entiende como quiere. Eso es lo bueno de la frase. Hagan la prueba y díganlo: “En la vida hay que ir en diagonal”. Sayonara.  

26 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bueno que volviste Corvino. Era necesario

otro que leía sobre fútbol más que jugar al fútbol dijo...

Muy bien, Corvino, ya desde el primer párrafo reconocés la estabilidad económica del gobierno de Menem (?) jajajjaj
(Menem con Scioli era otra nota infaltable, altos colaboradores de la creación de Scioli como deportista fueron. Menem con Latorre... Zulemita Menem, digo, jaja)

No, en serio: yo tengo muchos de los 80 y el precio nunca fue algo memorizable porque cambiaba a cada rato, a cada semana en algún tiempo.

En serio que ese olor era droga, y claramente no era el mismo de, por ejemplo, Corsa.

La doble página con la síntesis de los partidos tenía, también en los 80, el plus de la calificación de los jugadores, que no todos los diarios traían. Y la fotito de la figura al pie de la columna.

Bueno, fueron tan menemistas en los 90 como procesistas en los late 70. Empezando por Cherquis Iojanesburg Bialo, y sus notas apologéticas de/con Videla.

Cosas así.

made atom dijo...

grande corvino.

qué bueno leerte.

saludos.

Cine Braille dijo...

Había un oficialismo peor que el que le dedicaban a Menem: el de alabar permanentemente a Havelange, Blatter y demás delincuentes internacionales, de los que eran socios. También tenía una demagogia en las tapas que lo hacía insoportable si el alabado era el equipo de la contra, o blanco fácil cuando tenía que dar un volantazo: del número de Con H de Héroes dedicado a una gran victoria de la selección de Basile en Paraguay al famoso número negro de la Vergüenza tras el 0-5 con Colombia hay cuatro ejemplares de distancia, un mes. O cómo agrandaba polémicas como la de Menotti y Bilardo, a la que la sostuvieron los medios, como estrategia de ventas, mucho más que los protagonistas. Y ni hablar su papel antes, durante y después del Mundial 78.
Digo todo esto para balancear el cariño que le tengo a una de las primeras revistas que leí y que me acompañó por décadas, y que durante mucho tiempo era inseparable de la idea misma de fútbol: uno se empezaba a imaginar qué iba a poner El Gráfico en la tapa apenas terminado el partido. O no creía que un jugador iba a estar en su equipo hasta que no lo veía en la tapa con la camiseta puesta. Más allá de un par de patinadas históricas, inolvidables como el Tata Martino con la de River o (la peor, porque era un invento) Bochini con la de Boca.
Era la verdadera imagen del fútbol: una pasión popular pegada con mierda. Lo aprendimos también gracias a El Gráfico.
Saludos

Cine Braille dijo...

PS: hacés en bien en recordar a tu viejo, porque para varios de nosotros era una forma de expresión de la relación entre un padre y su hijo.
Ahora sí, chau.

Pedro dijo...

Salud, corvino.

edu, desde el barrio, dijo...

Cuando yo la empecé a leer, en casa de varios tíos, salía los jueves.
Aún tengo un ejemplar de 1958: "Raúl Belén, un puntero moderno que no juega de puntero", con foto coloreada. Para recibirte de crack, tenías que ser tapa de El Gráfico.

Murat dijo...

No se, yo leia la Trasher, Just say no to skate harrasment!!!

Anónimo dijo...

Alguien se acuerda de la revista Goles??

Anónimo dijo...

Y de la Sólo Fútbol?
(Y de la Súper Fútbol, que era la versión de luxe, mensual y temática de la anterior?)

el hijo de Arrostito dijo...

Aquí otro que de niño, leyó de futbol más que jugarlo. Y que encima leía más la Corsa, fan de Reutemann y la Fórmula 1.
Justamente Corsa había vuelto a los kioscos hace algunos años, pero corrió la misma suerte que El Gráfico, y continúa en la web.

Saludos, Corvi!

Anónimo dijo...

Vos también corvino la dejas picando...

COMMUNICATA MASTER dijo...

Bueno mi amigo Bocha Galo, poeta del Lunfa en el Tortoni siempre me decia "Hay que cruzar siempre en diagonal para ahorrarse un cordon"...

Pedro Benoit dijo...

“En la vida hay que ir en diagonal”.

Anónimo dijo...

Tenia que ser el hijo de Arrostito...Hay algo mas aburrido y burgues que la revista Corsa y su formula jet set??
Dime que leias y te dire quien vas a ser...

Murat dijo...

Yo tambien leia el fanzine punk Resistencia y no critico a los que leian El Grafico o Corsa o la guia telefonica.

Pareces una vieja chota, señalando con el dedo y llamando a la policia detras de la cortina.

Que bajon debe ser soportarte a los que estan alrededor tuyo, sos infumable chabon!...

Murat dijo...

A ver, decime; que te jode que el chabon lea la Corsa? Que te paso en la vida para que le rompas las pelotas a todos?....

alguien que leía la Corsa y nunca aprendió a manejar dijo...

¿Qué tenés contra la Corsa?
Si no te fascinaba el Tyrrell de seis ruedas no fuiste niño (?)
Esos nombres de autódromos europeos de segunda línea, Mugello, Donington, Thruxton, tenían más magia y misterio que Monza o Brands Hatch. Algo diferente pasaba allí, sus formas poco conocidas (aún hoy puedo dibujar de memoria el perímetro de Monza) tal vez, o que eran las inferiores de la F1; como si conocer sus nombres nos acercara más ese presunto saber, enciclopédico e infantil, que da la acumulación de datos.

Haría falta una vindicación del Lole...

Anónimo dijo...


Murat, me parece que no entendiste la metafora...Esto es algo entre el "amigo" Arrostito y este humilde servidor. Vos dedicate al skate.

José A. García dijo...

Más que el Olé, que si tiene parte de la culpa, el Gráfico tampoco hizo mucho por actualizarse, internet y fútbol para todos después de TYC monopolizando el fútbol también ayudaron.

Hasta Mirtha de vez en cuando se renueva, cuando cambia los cubiertos de la mesa, la revista no supo o no quiso hacerlo.

Saludos,

J.

el hijo de Arrostito dijo...

Ups, vengo por acá de pedo, y resulta que soy el eje de un polémica... qué soy ahora, un spin-off del Corvino???

Gracias Murat y otros por el aguante, no era necesario.

Dos últimas:
1. Soy peronista burgués, y?
2. A la gilada, más que nunca, ni cabida.

Sigo escuchando Perdonado (Niño condenado), feliz cumple Flaco.

Unknown dijo...

Escribí sobre Aimar...

Corvino dijo...

http://ilcorvino.blogspot.com.ar/2015/05/aimar-es-aimar.html

Mariano dijo...

Las reseñas eran geniales. Qué groso que lo recuerdes a Juvenal, mi amiga de la secundaria era la hija y lo conocí poco antes de que muriera, un genio.

roky k dijo...

Yo también me acordaba de juvenal y las reseñas, y tenía un tío carnicero que lo único que conoció de la lecto-escritura fue el gráfico.
Una vez llegó con el gráfico un album de figuritas (creo) sobre el Diego. Era amarillo, se desplegaba, tenía el logo de la coca cola y en alguna parte decía "Diarma": Diego Armando Maradona. Era la agencia q Coopola había armado. Mis primos lo tenían, por supuesto.

Centrofovar dijo...

Recuerdo el olor de El Gráfico de los 90 de la misma manera que recuerdo la tos de mi viejo retumbando en el pasillo cuando llegaba, a las seis y media, siete; fumaba como escuerzo. Llegué a tener todas las de la temporada de Latorre y Batistuta menos una: la del triunfo 1 a 0 de Boca a Vélez; mi viejo no la había comprado porque pensaba que la había comprado mi vieja de vuelta del trabajo, y terminamos recorriendo en auto por casi todos los quioscos de revistas de San Isidro. Esa negra noche de martes me tuve que conformar con la Sólo Fútbol, que tenía cosas bastante graciosas. Una especie de Crónica del fóbal, que puntuaba y reseñaba hasta el partido más pedorro de la D.

Yo también flasheaba con las reseñas. Le pregunté a un exredactor de la revista con el que trabajé qué carajo era "aceptable" o "discreto", y me dijo que era puro chamuyo; era literatura. Un género en sí mismo.
Mi obsesión con las puntuaciones y reseñas era tal que a los 9/10 años, en algún largo y solitario verano me inventé una liga imaginaria con formaciones y todo, posiciones, descenso, todo. Prolijamente rubricada en una libreta. No recuerdo cómo se llamaba el equipo campeón ni su goleador, pero debe de haber sido imbatible. De lo que sí estoy seguro es de que los apellidos estaban fuertemente influenciados por cierta "estética" del Nacional B.

Saludos