Cuando Perú empató y la cámara (perversa) enfocó a Maradona agarrándose la cabeza (si no estaba llorando estuvo cerca) pensé automáticamente en la frase Francis Scott Fitzgerald: “Enséñame un héroe y te escribiré una tragedia”. Era el itinerario obvio para un tipo que había alcanzado la cima del mundo: del cielo despejado de México 86’ levantando la Copa al barro del Monumental en una noche tormentosa. Pero el optimismo goleador de Palermo pudo reformular la historia: “Enséñame un héroe y te escribiré una…épica”. Ya desde los innecesarios himnos del principio fogoneando los ánimos para convertir un partido en una batalla bélica (una versión ¡entera! del de Perú y el regodeo morboso con la voz amplificada de Mercedes Sosa), el clima comenzó a enrarecerse. La hinchada se dividía cantando por River Plate o por Palermo o insultando al DT. Mi player favorito, Pablo Aimar, jugaba un partido deplorable (soy más fanático de Aimar que del fútbol). Todo mal, sin embargo, Argentina merecía estar arriba más por ineptitud del rival (todos atrás y Dios de 9) que por virtudes propias. Paréntesis: ahora que está tan de moda cuestionar las transmisiones de Canal 7 (me incluyo) debo decir que la de T y C Sports fue muy mala: planos eternos en el rostro de Diegote que envidiaría Bergman (no el rabino facho, sino el director de cine), la pantalla compartiendo las imágenes con Venezuela-Paraguay (el partido que menos importaba de los que se jugaban), repeticiones y gráficos con las tablas de posiciones a destiempo. El segundo tiempo arrancó con el cambio de Palermo por Enzo Pérez (bastante errático) y un pelotazo en el travesaño que Romero (de gran partido) tocó antes. Acto seguido, Aimar se conectó con quien alguna vez supo ser e hizo un pase entre líneas para que Higuaín la cruce de la misma forma que en la primera etapa pero con más fuerza. Gol de Argentina. Pero si el pensamiento inmediato fue que con la apertura del marcador el equipo se iba a soltar, sucedió todo lo contrario, la esperanzadora sociedad Aimar-Messi nunca logró imponerse y Perú (de la mano de Juan Manuel Vargas) tomó vuelo futbolístico. Y mereció no sólo un penal que no le cobraban, sino el empate repetidas veces, algo impensado para un equipo que no jugaba por nada, pero perfectamente comprensible dado el paupérrimo nivel del seleccionado local. En el medio, Maradona hizo cambios desastrosos en la estructura del equipo (que le terminaron dando la razón en el último segundo) aportando un poco más de confusión al remolino de viento y lluvia. Messi se esforzaba en jugadas que no terminaban en nada, el medio deambulaba, Heinze la mandaba a las nubes, la defensa no otorgaba seguridad. Y llegó el instante más grave que recuerde el fútbol argentino (quizás se pueda hacer un paralelismo con el 5 a 0 de Colombia), el empate: porque estábamos (dijo el mosquito) casi afuera del Mundial después de mucho tiempo y, repito, quien manejaba los destinos del equipo era el máximo ídolo de la historia del fútbol argentino. Eso hacía el derrumbe mucho más hondo, era demasiado. Ya lo dijo el peruano Vallejo, ¿no?:
Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé.
Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé.
Golpes como quedarse afuera del Mundial; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… Yo no sé.
Bueno y si no dijo eso, fue algo muy parecido. La cuestión es que la mano venía pesada y todavía faltaba observar a los cuervos con micrófono deglutiendo el cadáver de Maradona. Los mismos que habían informado su asunción como DT sin ningún rigor (el emo de TN y el abominable Totti Pasman de América, por ejemplo), basando todo su análisis en la mística y el combustible espiritual del 10, (recién) ahora dudaban de sus condiciones y ventilaban intimidades con un dejó burlón. Pero el infierno puede esperar: Insúa se vistió de Passarella y luego de un buscapié mortal que debe haber paralizado el corazón del ser más anti-futbolístico del Planeta, apareció el botín de Palermo (en off-side), un tipo de una suerte notable y una obstinación por los momentos extraordinarios que lo terminan convirtiendo en una figura aprovechada por los medios como ejemplo de la voluntad y no sé qué más. Como dicen los ex futbolistas que comentan y no saben qué carajo decir: “Esto es fútbol”. ¡Pero lo mejor todavía estaba por venir!: Maradona, totalmente sacado, sublimando su emoción tirándose al piso de pecho (y en varias ocasiones) para que las cámaras lo enfoquen. Si algo faltaba para demostrar que está a años luz de ser algo parecido a un entrenador fue ese festejo genial y alejado de cualquier seriedad. ¡Cualquiera: Maradona chapoteando en el piso, Palermo en la Selección! Fue un final glorioso que no tuvo nada que ver con el funcionamiento de un equipo que parece perdido y no ofrece garantías de recuperación. Habrá más novedades para este boletín. Abrazo de gol.
Bueno y si no dijo eso, fue algo muy parecido. La cuestión es que la mano venía pesada y todavía faltaba observar a los cuervos con micrófono deglutiendo el cadáver de Maradona. Los mismos que habían informado su asunción como DT sin ningún rigor (el emo de TN y el abominable Totti Pasman de América, por ejemplo), basando todo su análisis en la mística y el combustible espiritual del 10, (recién) ahora dudaban de sus condiciones y ventilaban intimidades con un dejó burlón. Pero el infierno puede esperar: Insúa se vistió de Passarella y luego de un buscapié mortal que debe haber paralizado el corazón del ser más anti-futbolístico del Planeta, apareció el botín de Palermo (en off-side), un tipo de una suerte notable y una obstinación por los momentos extraordinarios que lo terminan convirtiendo en una figura aprovechada por los medios como ejemplo de la voluntad y no sé qué más. Como dicen los ex futbolistas que comentan y no saben qué carajo decir: “Esto es fútbol”. ¡Pero lo mejor todavía estaba por venir!: Maradona, totalmente sacado, sublimando su emoción tirándose al piso de pecho (y en varias ocasiones) para que las cámaras lo enfoquen. Si algo faltaba para demostrar que está a años luz de ser algo parecido a un entrenador fue ese festejo genial y alejado de cualquier seriedad. ¡Cualquiera: Maradona chapoteando en el piso, Palermo en la Selección! Fue un final glorioso que no tuvo nada que ver con el funcionamiento de un equipo que parece perdido y no ofrece garantías de recuperación. Habrá más novedades para este boletín. Abrazo de gol.
15 comentarios:
Corvino,
otra vez volvemos a coincidir en nuestro tema de posteo, esta vez no tanto por casualidad imagino ya que las cosas que hay para decir despues de este partido son infinitas y a cualquiera le gustaria en este momento ser director o jefe de redaccion de un diario para estar discutiendo los titulares del diario de mañana: "Todos atras y Palermo de 9", "Dale gracias a Palermo", etc.
Coincido en que estamos ante un momento pocas veces visto en la historia. Es decir, si Jesus se crucifico porque Dios se lo pidió en este caso no se quien se lo habra pedido a Maradona pero queda claro que el lugar en el que se metio lo baja del pedestal del que estaba colgado y que por eso (no es boludo) esta haciendo todo lo posible para no perder ese lugar. Como tirarse de palomita a lo Rambert despues del gol de Palermo, o no solotar el microfono ni para ir al baño, ademas de hacerse la victima constantemente como le es natural.
Saludos, buen post!!
Brillante Corvino! Brillante!, se te sale el corazoncito River Platense pero lo eclipsás con gran talento estilístico....es increíble el deja vú con Pasarella, Gareca y el gol agónico para la clasificación a Mexico 86, igual que uruguay remontando rtdos imposibles, es para creer o reventar, las persistencias irracionales de ciertos constructos míticos.
Un detalle: leo por ahí que, modificación del reglamento mediante, Palermo no estaba en offside porque lo habilitaba un jugador peruano que estaba afuera de la cancha (?)
Por lo demás, la contradicción de ver jugar a la que quizas sea, medida en rendimiento, una de las peores selecciones nacionales de nuestra historia, alcanzando una victoria épica en la que la razón se somete a la emoción.
Faltó que éste fuera el partido decisivo para la clasificación.
1) Coincido con lo mala que es la transmisión de TyC, en especial con el insufrible de Nelson y un Fabbri que, más allá de ser un periodista respetable (lo que en el ambiente del fútbol es ser un perro verde) necesita anteojos de más aumento porque realmente no ve un carajo (más de una vez ve offside o falta donde no la hay ¡en la segunda repetición en cámara lenta!) además de equivocarse en verdaderas boludeces. La prueba es un hecho en el que no coincido para nada con vos: no hay penal para Perú porque el jugador argentino se cubre instintivamente ante un pelotazo que le cubre el cuerpo. Tiene las manos contra el pecho.
2) Perdemos en Montevideo (estoy absolutamente seguro de eso) y nos salva Bielsa ganándole a Ecuador. Será justicia: así logra que la masa le perdone el papelón de 2002. Quién te dice que tras Sudáfrica 2010...
3) El que nos iba a salvar Palermo (indudablemente alguien tocado por la mano de Alá) era algo que estaba escrito en el cielo desde hace semanas: incluso creo que hay algún comentario mío al respecto en este blog de hace unos cuantos días. Así como yo estaba seguro de eso, conozco a unos cuantos que pensaban lo mismo. Y ojo en el Mundial, con Palermo haciendo la Gran Uli Hoeness en la final de 1986...
sí, se nota de mais
que sos hincha de river.
el seleccionado tiene un nivel paupérrimo, es claro, pero,
me pregunto: es tan difícil relajarse, soltar ese sorete
de queso y mármol?
te olvidaste de la rabona que tira masche, uno de los mejores de la cancha, que posibilitó el postrer centro y conversión de cabeza del equipo peruano.
lo que sí me gustó de tu análisis es que por fin alguien dice que el pibe de tnt es im pre sen ta ble.
en su crónica, jamás dice que está hablando de la selección argentina. dice argentina todo el tiempo, y mete crisis, recambio, rumores. rosquea, en suma.
debería analizar la jugada otra vez, pero creo que el 5 peruano habilita al goleador del pueblo.
no rosqueemos nosotros muchachos, aguantemos a la sele por más que a muchos les cueste quién la dirige.
lejos, lo mejor del blog,
la música.
ácido un gusto
paz y bien
Il corvino lo mio es mas primitivo,lo suyo es sencillamente exacto
faltó decir que después del gol de Palermo, en el saque de mitad de cancha de Perú, y mientras la televisión se quedaba mostrando las repeticiones de Maradona deslizando sobre el verde césped, Vargas le pegó derecho desde el círculo central y la pelota dio en el travesaño!!!
creo que si entraba eso habríamos presenciado el partido más increíble de la historia del fútbol, más porque ese segundo empate hubiera obligado a Palermo a meter otro gol épico
Don Ángel (¿Cappa?): me ganaste de mano, justo estaba por comentar que recién me había enterado de que después del gol del insufrible San Palermo la tv se había comido un potencial gol de Perú, lo que demostraba el desastre de la transmisión.
Carlos G(¿arcía?): si, lo leí recién en LLP, no lo puedo creer, de dónde salió?
Cine Braille: medio que se llevan mal Nelson y Fabri no? Cada comentario que hace el conductor de Estudio Fútbol, el otro por poco le contesta: "y a mí qué mierda me importa". Como hay una línea delgada que separa el caos y la creación, hay una línea delgada que separa el cubrir del atajar, es una discusión eterna. Totalmente de acuerdo, no hay posibilidades reales de que Argentina gane en Uruguay, perdió todos los partidos del ciclo Maradona de visitante y Uruguay juega mucho mejor. Claro, quién te dice que no ocurra una nueva sanpalermeada (?).
En el post creo que no remarque con énfasis la canallada (ahora que está de moda esta palabra entre opositores y oficialistas) de sacar a Higuaín y poner a Demichelis de lateral o de no sé qué. Maradona está re loco, yo lo avisé hace mucho y encima confía demasiado en los milagros, es absurdo que el técnico del seleccionado tenga como toda reflexión del partido: "Y, fue San Palermo".
Saludos a todos, gracias por comentar.
PD: Si el pase-gol de Aimar lo hacía Riquelme, estábamos hablando diez años de la inteligencia cerebral del astro boquense. Si, soy gallina y qué? Aguante Medina Bello (Señor Montonero Fabri, renuncie: el gol de taco por las Eliminatorias contra Perú lo hizo en el ciclo Basile, no en el de Passarella, a esa altura el Mencho se dedicaba a vivir de su pasado en el River del segundo riojano más insoportable).
Bueno, si lo viste en LLP tené en cuenta que Q fue juez de línea o algo así y en alguna de sus entradas está trnascripta esa parte del reglamento (que yo ignoraba).
De todas formas después salió que el jugador peruano que estaba afuera de la cancha había sido reemplazado, o sea: el gol fue en tiempo suplementario excedido y en offside.
(Y a pesar de ser de Boca tengo mucho aprecio por jugadores como Aymar o Saviola o Francéscoli)
Apreciómetro boquense de Il Corvino:
1-Riquelme (porque es un jugadorazo y está loco).
2-Maradona (porque chapotea al festejar los goles).
3-Bianchi (porque se pelea con Elio Rossi).
4-Soñora (porque fue la última figurita que conseguí para completar el álbum del clausura 92).
5-Sandro Guzmán (porque es un gran artista).
6-Ahumada.
7-Passarella.
8-Nelson Vivas (porque no contento con desparramar talento en la Bombonera, decidió terminar su deslumbrante carrera en el césped del Monumental, un crack).
9-Giuntini (porque más allá de los colores, representó la esencia del fútbol marplatense en toda su expresión).
10-John Jairo Trellez (porque se llamaba igual que Lennon y por su peinado inolvidable).
Muchas gracias.
11- Palermo, porque al final vamos a terminar creyendo que las cosas no le salen de pedo (son ya demasiadas)
Ese apreciómetro es un post entero.
Hay que perdonarlos un poco a los de TyC, están faltos de práctica.
Renuncie Montonero Astrada
Buen post, como siempre.
Lo de Maradona revolcándose como una morsa fue lo mejor de lo mejor. Lo demás, tristísimo; igual que el PT contra Uruguay (veremos qué resulta del segundo).
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