Hola. Me desperté a las 14:30 (por suerte esta semana no trabajo) porque hasta las 5 y media estuve terminando cosas que en la semana no podré hacer porque estaré muy ocupado. A las 16:00 entraba a la facultad así que tuve que hacer todo rápido. Antes de bañarme contesté algunos mensajes en Internet. Quise subir un video de John Lennon a facebook pero no pude. Ya subir un video a facebook es medio patético y absurdo, pero que no funque cuando lo subís es muy bajo. No comí nada. Fui a la soga y la ropa que pensaba ponerme (la había lavado ayer) estaba mojada porque mientras yo dormía llovió. Mientras me bañaba de pronto se cortó la luz y me pegó un pedazo de vidrio en la cabeza: otra vez explotó la lámpara del baño. Esto es algo que sucede a menudo. Consecuencia de este accidente doméstico me bañé a oscuras (aunque sea de día, en mi casa hay que prender la luz para ver algo, razón por la cual los expertos dicen que tiendo a la melancolía, la tristeza y la nostalgia). Se me estaba haciendo muy tarde así que no me fijé cuál era realmente el estado del tiempo. Al salir comprendí instantáneamente que había equivocado la vestimenta. Remera, un sweater y campera es demasiado para un día tan húmedo. Antes de llegar a la esquina pisé dos baldosas flojas que depositaron sobre la punta de mis zapatillas un cúmulo de barro y agua. A las dos cuadras me di cuenta de que inexplicablemente me dolían mucho las piernas, las pantorrillas (creo que esta parte se llama pantorrillas), como si la noche anterior hubiese estado jugando tres horas seguidas al fútbol, por no decir otra cosa un tanto obscena. A las 5 cuadras esta molestia se me hizo insoportable pero tenía que seguir porque odio llegar tarde a la facultad y no tener banco. Corté camino por la Plaza y pise dos soretes, uno atrás del otro. En vez de caminar empecé a patinar y casi me caigo. Me paré arriba de un charco y empecé a hacer una especie de zapateo que finalmente logró sacar la materia fecal de la planta de la zapatilla, importante triunfo que de ninguna manera esfuma el ridículo de que un muchacho que, ya habiendo nacido con la apariencia de un paparulo letal, zapatee en plena calle. Seguí caminando y, aunque no lo crean, pise otras baldosas y otros soretes que fueron eliminados con la misma técnica del zapateo. A poco de llegar se me desataron los cordones. Me apoyé en la columna de una casa para atarlos y una vieja salió y preguntó qué hacía. Le contesté que me ataba los cordones, de mala manera. Ella también de mala manera dijo que no le parecía. Entonces yo le pregunté qué podía llegar a estar haciendo según su punto de vista y ella dijo que en realidad yo estaba escabullido. Yo quedé estupefacto porque de ninguna manera estaba escabullido (ni siquiera comprendí qué significaba en ese contexto estar “escabullido”) pero como no quería llegar tarde comencé a caminar sin decir nada, sólo resoplando y mirando mal, mientras la vieja gritaba y algunos vecinos me observaban como si fuera un ladrón o algo así. En la facultad hacía por lo menos 30 grados de sensación térmica. La clase no había comenzado y todos estaban alrededor de la puerta esperando, en una postal kafkiana que me recordó los Tribunales de El Proceso. Finalmente la clase anterior terminó y entré. No sé por qué en vez de elegir un banco contra la pared de forma tal que pueda estar último y no tener que sentir ninguna respiración en la nuca (algo que me molesta de sobremanera), elegí uno en la anteúltima fila. Y al poco tiempo de comenzada la clase me arrepentí, pero ya era tarde y no había forma de volver atrás. La materia que estoy cursando es una para estudiantes de primer año. La profesora, desde mi perspectiva, es muy buena, pero resulta que hace 60 años estoy en la facultad y la verdad me molesta el exceso de didactismo y las clásicas preguntas pelotudas de los chicos de primer año. Pero lo que más me irrita son los pelmazos (porque lo del didactismo y las preguntas pelotudas es algo que debe ser así, el que debería haber hecho estar materia en el 2005 soy yo) que hacen monólogos en plena clase para llamar la atención. Y otra cosa que me molesta es que cuando la profesora dice malas palabras o utiliza algún término demasiado coloquial todos ríen demasiado, demasiado como para no estar excediéndose, maldita sea. La clase empezó y era muy interesante, pero yo tenía la ropa equivocada y me había sentado de forma tal que tenía la nuca llena de alientos ajenos así que estaba inquieto. Pasaron la hoja para que la profesora tuviese un registro de los alumnos y sucedió algo que sí me irrita, tanto que algún día (si sigo estudiando) voy a tirar a algún compañero por la ventana: se equivocaron. Veamos: había cuatro filas horizontales, lo obvio es que la hoja se vaya pasando de izquierda a derecha o de derecha a izquierda por las filas de manera tal que todos los asistentes a la clase puedan rubricar su firma y su número de matrícula. Sin embargo no. Una de las alumnas tomó la hoja y en vez de pasarla al que estaba al lado, la pasó a quien estaba detrás. Y éste a quién tenía detrás. Y está a quién tenía detrás. Y así se saltearon dos filas, incluida la que estaba yo. Cuando percibí que la hoja estaba detrás mío, me di vuelta y miré en forma bastante pertinaz, pero las chicas no entendieron mi mensaje (marcar el error en el pase de la hoja me pareció desmedido) y probablemente pensaron que les estaba mirando las tetas (porque eran muy tetonas). Así que me di vuelta y seguí apuntando. Me sonó el teléfono en plena clase. Personalmente me parece una falta de respeto no bajar el volumen de este aparato del demonio cuando estás en un lugar público en el que tenés que estar en silencio, así que me sentí muy idiota. Finalmente llegó la pausa. Tenía que ir a la fotocopiadora a retirar unos apuntes para una materia. En 7 años de Facultad nunca vi semejante cola. Llegaba a donde están ubicados los departamentos. Pensé en irme y retirar los apuntes terminada la clase, pero a las 20:00 jugaba River y no quería perdérmelo, ya bastantes partidos me perdí porque últimamente me da miedo ver a River y me pone muy nervioso a punto tal que a veces quiero llorar porque estoy convencido de que nos vamos al descenso. Y no me acuerdo en qué estaba. Ah, sí, la fila interminable y encima matizada por el ruido de una alarma o de un aparato que sonaba insistentemente como si fuera el pedorro y unánime beat de algún tema de música electrónica. No sé cuánto tiempo estuve, mucho, mucho tiempo. Le cuidé el lugar a gente incluso. Gente que se iba, hacía trámites, se casaba, tenía hijos y luego volvía a la fila. Bueno, elipsis. Ya fuera, de regreso a casa, me puse los auriculares y el tracklist estaba muy lejos de los temas que quería escuchar hoy. Eran todos temas horribles, como de FM Hit, que me avergüenza tener en el mp3. Me crucé con un cuasi conocido y no tuvo mejor idea que hablarme de un post que escribí hace mucho tiempo que se llama Marplatense Marplatense (mientras escribo esto Argentinos Juniors hizo un gol). Este escrito putrefacto (que deploro y critico con vehemencia) es un decálogo de costumbres que podrían ser entendidas como propias del ser marplatense. Detesto la idiosincrasia como temática, la gente es igual en todo el mundo. Pero lo peor de todo es que este post es la típica queja del que se cree con talento (preferentemente en algo relacionado el arte: la música, la escritura, etc.) y como no tiene éxito o lo que sea que busque le echa la culpa a la supuesta chatez cultural de su ciudad. Eso es lo que veo ahora y, maldita sea, ¿quién me puede decir lo contrario si lo escribí yo? En primer lugar, si de verdad tenés talento ya vas a tener algún tipo de reconocimiento. En segundo lugar, ¿de qué reconocimiento hablás? En tercer lugar, si no encontrás tu espacio, inventatelo. Y si aún así sentís que no tenés lugar, andá a laburar, parásito del carajo. Andá a una obra en construcción, andá a levantar papas al campo. Cuando venga el Juicio Final, Jesús o quien sea no va a necesitar boludos que escriban o hagan este tipo de cosas que tanto nos interesan a nosotros, sino gente que sepa arreglar máquinas o cocinar bien o etc. Elipsis. Veo dos minutos la tele: "Tango gay". Estos son claros ejemplos de auto-discriminación, oportunismo y capitalismo (como el Hotel 5 estrellas gay) pero se filtran en las noticias como ejemplos de algún tipo de tolerancia. En cualquier momento los homosexuales van a crear la "Vida Gay", una vida nueva a la que sólo podrán ingresar gays, emulando de esa forma el nivel de segregación al que los heterosexuales los sometieron ("sometimos", en realidad, porque recuerdo con bastante horror haberme burlado de algún afeminado en la Secundaria) a través de la historia. Elipsis. Más tarde quise comprar Doritos y no había en ningún lado. Recordemos que en todo el día no había comido nada. Compré idioteces y elegí una tira de alfajores Jorgito. Cuando llegué comprendí que eran de mousse, a mí el mousse me parece un asco, es muy empalagoso para mi gusto. Y encima no está La China. A La China le tengo que escribir un cuento, se lo prometí. En vez de llamarse La luna y la muralla china y ser triste, se llamará "La Luna y la muchacha china" y será feliz. ¿No es genial? Pero ¿quién es La China? La China es una asistente social que vino a ayudarme a vivir solo. Ella no lo dijo pero evidentemente forma parte de un plan del gobierno (sólo así se entiende su presencia en la casa) como lo puede ser la asignación universal por hijo o las cooperativas de trabajo. En este caso, el gobierno nacional y popular (secretamente, sólo en casos muy graves) manda Chinas a la casa de personas inútiles sin motricidad fina (es decir, con monstruosidad gruesa) para ayudarlas en diferentes quehaceres como lo puede ser abrir el agua caliente, cambiar la bolsa de la basura y lavar los platos. Pero estas ilustres y expeditivas Chinas que todo lo saben (y si no lo saben lo inventan) se van el sábado hacia nuevos destinos y si no aprendiste todo bien, cuando estás solo, el trabajo doméstico se hace muy arduo. Elipsis.
PD: Finalmente River perdió 1 a 0.
PD: Finalmente River perdió 1 a 0.
3 comentarios:
Pisar teresos trae suerte...
Diste con el adjetivo exacto (en ocasiones) para una palabra que vengo usando hace bastante, así que te la robo (igual, sentite citado solamente): 'paparulo letal'
'sin motricidad fina (es decir, con monstruosidad gruesa' Gustó.
La alarma esa siguió por un largo rato, creo. Nadie hizo nada. Insoportable de entrada, después fue sarcástico, pintoresco, folklórico, y después se la olvidó.
1. Ohhhhhhhhhhhhhhhh primero que todo: ME SIENTO HONRADA!
2. las radios marplatenses marplatenses de verdad son inentendibles. el otro dia en el taxi la tipa dijo algo que no tenía sentido absoluto, no lo recuerdo ahora. probablemente si hubiera tenido sentido lo haría, pero no.
3.me rei mucho con lo de la vieja dueña, ama y señora de la verdad absoluta.
4. odio a los prototipos universitarios , odio que pasen mal la lista (pero yo soy hiper obsesiva del orden, a nadie le sorprende que me alteren esas cosas) y odio quela gente se ria exageradamente de lo que dicen los profesores ("de verdad, no fue tan gracioso")
4. casi llego tarde a seminario por haberme quedado leyendo esto
5. me encanta la luna además.
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