domingo, 19 de enero de 2014

River y Boca


Cuando era un niño mi padre me llevaba a ver Torneos de Verano. Íbamos con mi tío y era muy parecido a una aventura. En los alrededores del Estadio la velocidad de nuestros pasos crecía de modo exponencial, había que empezar a caminar rápido y de pronto a trotar, ¡como si estuviésemos ante la inminencia de una revelación que nunca se producía! A veces mi viejo, con la idea de llegar a nuestro sitio sin tantos obstáculos, craneaba una entrada lateral, alternativa y peligrosa. Una vez fuimos a la platea cubierta pero para llegar hasta ahí hicimos la cola con los hinchas de Boca. Recuerdo el temor de que algún conocido nos señalara como gallinas y nos pasara lo que al unitario en el Matadero. A veces teníamos que saltar un pequeño cráter de los que están o estaban alrededor de los árboles.

Ayer fue un día en el que la temperatura llegó a 39 grados. Después el cielo se cargó de nubes y empezó a amenazar con una tormenta perfecta. En ese momento estaba en la playa y percibí un cuadro parecido al de aquellas noches de Torneo de Verano. El murmullo general, la advertencia que los padres les hacían a los hijos, era que un rayo nos iba a partir al medio, como les pasó a unos pobres adolescentes en Villa Gesell. Y aunque muchos huían despavoridos, otros se quedaban porque les gustaba sentir el aroma a napalm, la sensación erótica e inquietante de que en cualquier momento se pudre todo y estamos ahí para verlo o padecerlo.    

Lo único que se escucha decir a los marplatenses sobre los Torneos de Verano es que vieron una cola tremenda e interminable por Independencia. Los marplatenses no sabemos qué es Mar del Plata. La imagen de la ciudad está tan configurada por los medios y los clichés de la cultura popular que en cierto punto la ciudad real desaparece y es puro estereotipo, como el Museo de Arte Contemporáneo con lobos marinos gigantes, cajas de alfajores, Olmedo y Moria. Mar del Plata será eternamente el niño con súper-poderes que desconoce que los tiene.  

Antes que Aldosivi le ganara a River en la B, en el 94 jugaron un amistoso y River también perdió con un gol en contra de Rivarola. En el 91 o 92 o 93 Maradona tuvo uno de sus inolvidables regresos. Recuerdo preguntarle a mi viejo insistentemente si aquel petiso que la guardaba contra el córner rodeado de daneses rubios era Maradona. Un par de años después Maradona era el técnico de Racing y todos le gritamos drogadicto. Maradona salía del banco, miraba a la tribuna de River y practica cortes de manga. A Islas y Navarro Montoya, acusados de ser pareja por los hinchas rivales, se les recordaba que no eran arqueros, sino putas de cabaret. Recuerdo las charlas entre la gente de la popular. Sobre si habrían viajado o no los Borrachos del Tablón. Sobre la vez que en el Mundial 78 Francia usó la remera de Kimberley. Sobre el histórico e intrascendente gol de chilena de Enzo. Polonia debe haber dejado de existir cinco veces desde aquella vez.

Un día Medina Bello le pegó un pelotazo a Marini en la cara. Marini deambuló a la manera de los dibujitos de la Warner que son noqueados. Hasta que cayó al suelo como un gorrión muerto en el medio de la vereda.      

De un momento a otro dejé de ir a la cancha. Los últimos clásicos a los que asistí hubo incidentes. En uno los hinchas de River dieron vuelta un puesto de choripanes y empezaron a quemar todo. En otro que también terminó suspendido los hinchas le pedían a Jean Pierre Noher, que estaba en la platea, que hiciera algo porque él era un tipo famoso. Jean Pierre Noher decía que no podía hacer nada. Jean Pierre Noher eligió la banda de sonido de Okupas, es excelente. Cada tanto enganchaba una película en Volver en la que imitaba a Borges.

Como se agotaron las entradas, ayer también pasaron el partido en Mar del Plata por TV. Niembro es un comentarista tan malo que cuando enuncia su interpretación del partido esa interpretación es totalmente obsoleta. Niembro dice que Boca domina y al segundo River le inclina la cancha. Niembro dice que Boca está dando un ejemplo de templanza y al segundo River empata. Niembro es el tipo que siempre tiene la fija, pero de la carrera anterior. Lo de ayer fue más un acontecimiento político que un partido de fútbol. Con gran elocuencia la cobertura puso en escena la Argentina del futuro, con los presidentes de Boca y River compartiendo palco. Y Scioli y Macri rondando los mismos pasillos sin ningún problema. La Argentina de El artista antes conocido como Jorge Bergoglio, de Capitanich, de Cristina en cualquiera, del cóctel de ídolos (más Gancedo) que se detestan pero que D’Onofrio reunió no se sabe muy bien para qué.

Convengamos que Cavenaghi es "lo más parecido a un crack" con respecto a Ortega o Francescoli. Uno lo ve ahí, con su panza y su culo, con esa barba que también cultivan nuestros amigos fumones y lo último que podemos creer es que ese tipo la va a mandar a guardar. Pierde más de las que gana. A veces se borra. Pero cada tanto aparece. O se pone el equipo al hombro, con un poco de humo y amor propio, como cuando baja hasta el sector de los defensores para frenar un ataque y después mira el horizonte dando a entender que Chuck Norris o Steven Seagal son tipos blandos para él. El partido de ayer, con expulsión incluida, es un mal augurio. Teo Gutiérrez es el nueve mentiroso, no porque se tira atrás para empezar como enganche sino porque no le hace un gol ni al arco iris.


Una cosa más. Si Villalva volvió a River creo que hay chances de que el Indio Solari y Skay se arreglen y Los Redondos toquen gratis en la 9 de Julio.     

8 comentarios:

JLO dijo...

mirá como están los hinchas de River que en un post de River-Boca pones como foto una chilena de Enzo contra Polonia(¿?)....

es que River hace mucho ya que dejo de ser lo que era... incluso nunca lo favorecen los empates contra Boca ja, siempre está como necesitado de algo mas...

ojo, sin fanatismos, es l oq siento por lo poco que veo como hoy, que vi en total 15 minutos del clásico porque apestan de mediocridad ambos...

ya vendrán tiempos mejores...

ah, a Mardel no sé si la entendemos, pero para nosotros los turistas es preciosa...

Chofer fantasma dijo...

"otros se quedaban porque les gustaba sentir el aroma a napalm" muy bueno

Cine Braille dijo...

Lo único bueno que dio el ex superclásico es este post.

Rodrigo dijo...

Borges decía que la inminencia de un bodrio, que al producirse era todavía peor de lo que se esperaba, constituía el hecho futbolístico.

Parece ser que Gulliver, en uno de sus viajes, fue a ver un partido de verano. Ahí vio y narró cómo los caballos viven en una virtuosa república donde conversan, caminan en dos patas y almuerzan manipulando cuchillo y tenedor. Los jugadores de Boca y River, en cambio, trotan, pastan y descargan su excremento en la cancha.

Morajela: no gastes tu plata en esos partidos, que te defraudan siempre. Esperá a ser defraudado por los puntos!!

Anónimo dijo...

Mardel: ¿invento peronista, no? Una vez estuve ahí y me sorprendió que en mi provincia (Santa Fe) hiciera mucho más calor. Ahí me sentí estafado, y los casinos y el teatro de revista no ayudan mucho. El frio a la noche y que no haya mosquitos estuvo bien.

El clásico: La gente pedía por el Keko Villalva. Nada más que agregar.

José Honecker dijo...

¿Alguien sabría precisar cuándo murió el fútbol? Yo diría que fue con el cabezazo de Zizou a Materazzi. Es lindo ver hoy las gambetas de Messi y los misiles de CR7, pero ya no es lo mismo. Siento que se perdió algo. Y no es que me esté poniendo viejo...

Anónimo dijo...

Jean Pierre Noher se cogió a Silvina Chediek.
Por eso sólo tiene mi admiración.

(Lo mismo vale para Lanata).


Llamen a George, que Cristina está en cualquiera...

Anónimo dijo...

gracias