lunes, 21 de marzo de 2016

Spinetteanos


Los fanáticos de Spinetta se dividen en dos grandes grupos. Quienes conocieron su obra mientras estuvo vivo y los que se sumaron después de su muerte.

El fanático original de Spinetta es tal vez uno de los personajes más emblemáticos del rock argentino. Durante los recitales, una de las características principales del spinetteano era pedirle a su ídolo que toque canciones que habían quedado afuera del repertorio del autor entre quince y veinte años atrás. El spinetteano sabía que Spinetta no tocaba temas viejos, sin embargo sentía un indisimulable placer al recriminárselo. 

Por ejemplo, Spinetta presentaba Un mañana en el año 2008 y el spinetteano pedía "Blues de Cris" (1972) o "Dios de la adolescencia" (1975). Esa actitud del spinetteano lo define claramente como sujeto: por un lado hace alarde de su conocimiento frente a los fans nuevos al referirse a canciones viejas y olvidadas, por otro lado entiende que su devoción por Spinetta justifica sus recriminaciones públicas. Otra clave del reclamo se basa en la posibilidad de que Spinetta respondiera a los pedidos con su habitual ironía o mal humor. La anécdota del diálogo crecerá exponencialmente con los años. El spinetteano pidió a los gritos "Casas Marcadas" (1982) en un recital de 1995, la época de Los Socios del Desierto (cuanto más alejado estuviera el tema del material que presentara Spinetta, mejor) y Spinetta le contestó "No". A partir de allí, el spinetteano hace su trabajo. A fines de los 90' dirá que Spinetta le dijo "No voy a hacer ese tema". A mediados de los 2000 Spinetta le respondió eso pero también intercambió bromas. A fines de los 2000 Spinetta empezó a tocar el tema previsto pero a la mitad lo interrumpe, toma una guitarra acústica y le dedica "Casas Marcadas", después lo invita a cenar a su casa y se quedan hasta las 5 de la madrugada hablando de mandalas.

El recurrente pedido de temas imposibles también se puede entender de otro modo. Spinetta fue un músico que exigió a sus fans un caudal de paciencia y abstracción superior al resto y creó, a su vez, un público a su imagen y semejanza. El spinetteano a veces cede al elitismo y puede llegar a jactarse de no escuchar a Charly García como quien se estuviese refiriendo a Agapornis. 

Cuando el spinetteano reclamaba un tema imposible en realidad estaba verificando si las convicciones spinetteanas (no ceder a los hits, tocar sólo material reciente, olvidar deliberadamente el repertorio de las Bandas Eternas) se mantenían vigentes. De allí el placer del spinetteano ante la negativa: es verdad, no iba a poder escuchar "Ruido de magia" en el 2007 (¿y a quién si no a un spinetteano ortodoxo se le podría haber ocurrido?), pero Spinetta mantenía la postura ética que lo había convertido en su ídolo.  

La conducta del spinetteano durante los recitales también cuenta con otras señales específicas. El spinetteano fue el único fan del rock argentino que pedía silencio. Al mismo tiempo que se creía lo suficientemente autorizado para pedirle al mismísimo Spinetta que hiciera un tema que no tenía pautado de antemano, también entendía que sus años como oyente de Spinetta lo autorizaban para oficiar de preceptor simbólico de los recitales. El spinetteano en acción era alguien que, básicamente, ponía orden: le decía a Spinetta qué tenía que tocar y, si oía el murmullo de un grupo de amigos o el sonido del papel de un caramelo desenvolviéndose mientras Javier Malosetti ejecutaba su solo en "La herida de París", automáticamente pronunciaba su clásica onomatopeya: "Shh". Si la situación lo ameritaba, agregaba un tajante "Cállense, viejo, acá se viene a escuchar".

Entre otras características, el spinetteano ortodoxo odia la cumbia, compró y hasta escuchó discos de Claudio Cardone y Mono Fontana, leyó y dice que le gusta Guitarra Negra, compró la edición original y nunca prestó Crónica e Iluminaciones (la reedición del libro de Eduardo Berti lo desconcertó), se interesó sinceramente por todas las lecturas que Spinetta reconoció como decisivas para su música (Artaud, Jung, Castaneda, Foucault). En reuniones con amigos, el spinetteano se deleitará contando detalles secretos sobre Spinetta que no le interesan absolutamente a nadie: en Spinettalandia y sus amigos hay dos temas de Pappo, en "Alarma entre los ángeles" el que toca la guitarra es Tomás Gubitsch, "Parlante" aparece como bonus track del cd de Tester de Violencia pero originalmente es un tema de Piel de Piel, un disco que compilaba temas de Tester de Violencia y Don Lucero. Uno puede burlarse, indignarse y hasta evitar su cercanía en una fiesta, pero nadie puede negar que el spinetteano dedicó toda su vida a escuchar a Spinetta. Hay quienes hablan de reclamar al Estado una pensión por Oyente de Spinetta. No se puede decir lo mismo del segundo grupo de fans de Spinetta.

El segundo grupo de fans de Spinetta emergió luego de su muerte. No llegó a Spinetta directamente sino a través de los homenajes de Pedro Aznar o del ruido mediático post 2012. Cree que Spinetta es un ángel. Si alguien osara decir que Spinetta tiene discos o, por lo menos, un par de temas que no son tan buenos, el nuevo fan de Spinetta actuará como si lo hubiesen violado y obligará a pedir disculpas de rodillas (el spinetteano ortodoxo, entre las muchas actitudes que se atribuye, se permite criticar dos y hasta tres discos de Spinetta cada cinco años). En vez de "Luis Alberto", como lo llaman los spinetteanos ortodoxos (convencidos de que Spinetta era un primo o un tío), lo llaman "Flaquito". Los spinetteanos ortodoxos sospechan seriamente que el nuevo fan de Spinetta conoce la obra de Spinetta de un modo muy fragmentario. Incluso es de esperar ciertas herejías en este tipo de sujetos:
-que desconozcan versiones originales pero sí el cover de Pedro Aznar;
-que no hayan escuchado todos los discos enteros sino canciones sueltas en YouTube;
-que nunca (y esto es lo más grave) lo hayan visto en vivo ¡aun siendo lo bastante adultos como para haberlo hecho!

Muchos aseguran que la pasión por Spinetta en las nuevas generaciones (es decir aquellas nacidos en los 80, 90 y 2000, los que no eran jóvenes cuando Spinetta tuvo sus primeras bandas) sólo puede otorgarse. Es decir, debe existir cierto ritual de iniciación, como en algunas sectas o logias. En este caso se da a través de ciertos vínculos determinados:
-de madre o padre hippie a hijo probablemente hippie;  
-de primo freak a primo menor;
-de hermano mayor a hermano menor desorientado;
-de amigo mayor (por lo menos 5 años) a amigo menor;
-de ex novio/a a novio/a abandonado/a.

Una opción seriamente discutida es "de Alfredo Rosso a oyentes de sus programas", pero los spinetteanos nunca terminaron de ponerse de acuerdo. 

Otros, más despreocupados, tienen una idea un tanto más sencilla: cualquiera que tenga predisposición a disfrutar de la belleza del mundo es apto para escuchar a Spinetta.               


15 comentarios:

el hijo de Arrostito dijo...

Corvi, me has hecho recordar que allá por 1990, el Flaco tocó gratis en Parque Centenario, época Tester, Don Lucero... con una gran banda (Arrom, Jota Morelli, Machi, Mono, Chofi).
Recuerdo a los spinetteanos pedir hasta el hartazgo "Tocá Muchacha!!!" y además trenzarse en diálogos herméticos con el Flaco que tiraba frases como inconexas (ooops) y ellos se la festejaban y le contestaban.

Anónimo dijo...

Un tercer grupo es de los hijos de Spinetta, juntando firmas para cambiarle el nombre a la calle Iberá o, como el gangsta wannabe de Dante, bardeando a Starc. Y quedando en offside cuando Del Guercio banca a Starc.

Anónimo dijo...

Asistí a un recital de Spinetta en el que un "miembro del público" no paraba de gritarle "tocá canción para mi muerte, flaco!", a lo q Spinetta contestó "te confundiste de flaco".
Hereje!!!

Corvino dijo...

Esto fue escrito con amor y humor. Yo soy re spinetteano (bueno, cualquiera que lee el blog lo sabe). Estoy abriendo un poco el paraguas pero bueno yo quiero abrir el paraguas, qué le vamos a hacer? Lo que me molesta es la sobre-actuación, pero eso en todos los órdenes de la vida. Saludos.

Emi Mendez dijo...

Muy bueno Corvino.
El fanático modelo 2012 también comparte imágenes de Spinetta con cara de tipo bueno y una frase escrita. También es consumidor de los 15 mil homenajes que se realizan por mes en todos sus formatos y también festeja en sus redes el día del nacimiento y el día de la muerte del flaco.

Centrofovar dijo...

En San Isidro, año 99, él con los Socios, alguien le pidió Muchacha, y Luis le solicitó que le practicara sexo oral... a su concha. En la misma noche alguien le gritó que con el overol parecía Panigassi. Y de paso pidió "un aplauso para mi viejo". Qué grande.

Estoy de visita, no soy spinetteano dijo...

La ultima vez que lo vi a Spinetta (decirle Flaco o Luis es para la familia y amigos, como bien decis) aca en Cordoba, tocó ALMA DE DIAMANTE, CEMENTERIO CLUB, LA BENGALA PERDIDA, ademas para los que lo confunden con otro Flaco, LAS COSAS TIENEN MOVIMIENTO Y FILOSOFIA BARATA Y ZAPATOS DE GOMA y cerró con RUTAS ARGENTINAS!!!!!!. Esto fue en Julio del 2010. Ya se que venia de bandas eternas, pero 5 años antes lo vi en la inauguracion de una universidad provincial y entre otras cosas tocó DURAZNO, A STAROSTA y KAMIKAZE!. Creo que Spinetta tenia un chip para el spinetteano porteño-bonaerense, cuando venia al interior, se sacaba una mochila. Estaba mas relajado y daba esos regalos. Ojo que aca tambien esta esa fauna, pero verlo mas seguido, saber que vive en tu ciudad creo que le da al spinetteano ortodoxo una impunidad, aca no venia muy seguido y no se lo jodia tanto, tal vez porque era un suceso. Como dato de color dijo:conocen los salames Paladini? bueno yo soy CALADINI, un poco de color negro el dato ahora que lo pienso. Tengo buenos amigos spinetteanos, todos fundamentalistas y cariñosos.Abrazo

Corvino dijo...

Si, es verdad, los spinetteanos serán medio hinchapelotas pero son buenos tipos. Ojo, yo escribo a partir del estereotipo, yo también vi recitales de spinetta en los que tocó canciones de esas que decís y otros en los que presentaba el disco más reciente de punta a punta y agregaba cosas de jade más algunos hits en los bises. En un Auditorium cuando presentaba Pan empezó a sonar una programación con sonido rugoso (era así) y un spinetteano se paró y dijo "Yo pagué 60 mangos para escuchar esto" con indignación. Spinetta casi lo mata. Abrazo.

Estoy de visita, no soy spinetteano dijo...

Muy buena Corvino, claro que hablas desde el estereotipo, pero recuerdo la indignacion de mi amigo mas spinetteano cuando salio el tributo de Aznar, habló de que no habia temas de despues del 89, o algo asi, la aritmetica spinetteana se me escapa, la cuestion que eran las canciones para la gilada, que la obra de Spinetta, para el que sabe, es esa de los discos sin hits. En fin, spinetteanos. Lo que decis con respecto al oyente de spinetta que él mismo creó es iluminador, eso esta presente en la obra de todo artista, algunos lo hacen conscientemente y otros no tanto. En los escritores tambien pasa, Casas dice mucho eso de no escribir pensando en quien es tu lector, no escribir para la hinchada, porque eso modifica lo que haces, terminas siendo escrito por tu publico. Pero creo que Spinetta entra en el terreno del artista plastico con algunas cosas que hizo, pensando que le va producir al espectador u oyente, o por lo menos, te la deja dificil, por eso de exigir bastante en el momento de escuchar. En todo caso, el escritor solo se enfrenta a su lector en una lectura o una firma de de libros, sucesos que no tienen ritual, el musico , en cambio tiene que "poner" en vivo, porque la musica es el vivo, a pesar de lo agorafobicos que sean los musicos fanaticos del estudio, sin desmerecer el otro ritual, el de escuchar un disco solo en casa. La cosa es que tarde o temprano el musico se encuentra con el fanatico cara a cara y entonces hay que bancar los trapos, putear, renegar, pero al final la gente esta ahi por algo que hiciste, entonces... asunto complicado. Abrazo

Anónimo dijo...

No había pensado en la probable existencia del Spinetteano post 2012.

Córdoba 2003.
Fan: Flaco, Maribel!!
10 minutos después
Flaco Maribel!!
Spinetta: se durmió. No la despertemos.
Molesto pero con elegancia y un poco de humor.

Ay, como lo extraño...

Pedro dijo...

Es cierto eso de que Spinetta le hizo una vez una falta a Maradona, y el flaco le pregunta, "Perfumo estás bien?" y Nebbia le dice "si maestro, lo que pasa es que...

Pablo dijo...

Soy el oyente de Spinetta más despreciable que haya pisado el planeta. Mi viejo me llevó a verlo en Mar del Plata hace unos siete años, más o menos (imposible recordar la fecha). Yo conocía dos o tres temas, me acuerdo que la gente le pedía un par de clásicos y "El flaquito" ponía cara de orto. Se lo notaba fastidiado. La verdad que me aburrí, no conocía ni una sola de las canciones del repertorio.
Hoy, años después, escucho temas sueltos por youtube. Mi falsa devoción hacia Spinetta está dada por tres factores:
1) Está muerto y yo lo fui a ver un par de años antes de que pasara para el otro lado.
2) Yo tenía unos quince años y me da nostalgia recordar que me llevó mi viejo. Además era Mar del Plata y esa semana me había dejado mi novia.
3) Fabián Casas se la pasa hablando de Spinetta. No pasa un mes sin que me acuerde, o cante mientras lavo los platos, "Todos quieren mi montaña".

Hoy por hoy, si me pongo a contar y soy sincero conmigo mismo, no conozco más de doce o trece canciones de Spinetta. Soy despreciable, lo sé.

Sr. Ulloa dijo...

Bueno, sumo mi anecdota. En un teatrito de Martinez, Spinetta venía tocando todos temas de Pan y Un Mañana, obvio, y entre tema y tema un spinetteano le grita: FLACO, TOCATE UNA DE SUMO!
a lo que Spinetta responde, con resignación y humor: Esto si que es Argentina.
Genial, convengamos.
Sigo amando la música de Spinetta, y los años me curaron de muchos de los peores tics de los spinetteanos, por suerte. (Menos de la soberbia, como este párrafo comprueba).

Saludos!

Fernando Senra dijo...

Empecè a escucharlo en 1982, un compañero de la secundaria me prestò el LP de Alma de Diamante. Lo vi seguido (Soy de Capital) desde los Coliseo de Dic 1983 de Bajo Belgrano y Mondo Di Cromo. Disfrutè siempre los recitales, generalmente fui solo. Casi me trompeo cuando yo cantaba en un recital en La Trastienda (2006), y el que estaba al lado mio en la mesa me dice "...acà venimos a escuchar...." Extraño ir a sus recitales. Muy buena nota!!

Anónimo dijo...

creo que lo leí en un comentario de iutub y me pareció preciso:
existen dos spinettas en la vida de quien ha escuchado toda su obra. El primero despierta una especie de euforia que nos lleva a querer compartir con todos el amor que le tributamos y la belleza que nos transmite su música. El segundo se transforma en una compañia diaria en las tareas diarias, ya nos resignamos a cansar a todos con su voz, ya no lo compartimos con nadie ni lo nombramos por miedo a que puedan robárnoslo.