Siempre me llamó la atención la forma en que Andrés
Calamaro se mimetizó con Dylan. No sólo a nivel musical, sino fisonómicamente.
Ahora leí la biografía de Howard Sounes sobre Dylan (una de las tantas que hay)
y entendí que es imposible saber algo de Dylan y no querer ser él. Incluso
Dylan hizo exactamente lo mismo que Calamaro pero con Woody Guthrie.
Nueve chismes sobre Dylan que sabe todo el mundo
pero siempre es interesante recordar:
1) Cuando murió Elvis, una de las novias de Dylan
le dijo que para ella ese acontecimiento no significaba nada y él no le dirigió
la palabra durante un par de semanas.
2) Hay gente que dice que la cara de Dylan cambiaba
de un momento a otro, que sus rasgos se "metamorfoseaban" de modo tal
que a veces parecía un pendejo y al segundo, un anciano. Hay fotografías que lo
comprueban.
3) En 1978 Dylan fue de gira a Inglaterra y el
retardado mental de Sid Vicius lo amenazó con un cuchillo. Dylan no paniqueó.
4) Cuando fue Woodstock, Dylan se había convertido
en un león herbívoro, vivía en esa ciudad con su familia y los hippies le
rompían muchísimo las pelotas. En el 94’ se volvió a realizar el festival y a
Dylan se lo notaba nervioso porque tenía que enfrentarse a un público de jóvenes
que estaban totalmente descontrolados. Cuando salió a escena, fue unánimemente ovacionado
por la multitud.
5) Dylan no alcanzó el puesto número uno con
ninguno de sus temas, pero artistas que hicieron versiones de sus temas sí han
llegado al puesto número uno. Incluso "Like a rolling stone" se quedó
en el puesto número dos mientras en el primero había un imitador de él (que no
era Calamaro, sino Barry McGuire con "Eve of Destruction").
6) Desde fines de los 80' Dylan sale a la calle
sucio y desprolijo. A veces lo confunden con un linyera y lo meten preso. O le
indican la dirección de algún comedor popular. Dylan vendió más de 56 millones
de discos. Lo que es bastante poco para una figura de sus características.
7) Hay una tradición de locura entre los fans de
Dylan. Una locura un poco más amable que la de los fans de Lennon, claro, que
lo asesinaron cual Glenda Garson. El fan más conocido de Dylan es Weberman, quien
saltó a la fama por escarbar la basura de Dylan para interpretar sus letras.
Inventó la "basurología", una ciencia que Chiche Gelblung retoma cada
tanto. Un día Dylan llenó una bolsa de mierda especialmente para Weberman.
8) En 1989 Dylan andaba sin timón y en el delirio y
quiso formar parte de Grateful Dead. ¡Y le dijeron que no! En el volumen I de
sus Crónicas, narrando algunas cosas de esos años, dice "Me encuentro en
el abismo sin fondo del olvido cultural". ¿Y qué queda para el resto si
Dylan se sintió ahí y así?
9) Dylan y su mujer Sara (la Zoca, la Cecilia Roth,
la Mónica García, la Cristina Bustamante) contrataron a 56 artesanos para que
les adornaran su mansión en Point Dume. La remodelación se extendió un tiempo
más del esperado: los hippies se quedaron a vivir en el lugar durante dos años.
Un día Dylan llegó y los albañiles le habían tirado toda la casa, menos una
pared.
Lo mejor que se puede decir de Dylan es: Dylan es
Dylan. Y una buena definición de tautología es: una tautología es una
tautología. Los rockeros solistas argentinos saben o sabían lo que era o es una
tautología. La frase de cabecera de Pappo era "el rock es rock y el blues
es blues". Charly García dice "Porque serás lo que vos serás pero yo
soy yo". Andrés Calamaro, "Hoy es hoy". Y Páez, "Dar es
dar".
Las estrellas de rock envejecen mal. Es más: los
seres humanos que se desempeñan en campos tales como la plomería, la
arquitectura o el patín carrera, también suelen envejecer mal. Tal vez la única
manera de envejecer sea "mal". Se les cae el pelo. Adelgazan,
horriblemente adelgazan. O engordan, horriblemente engordan. Se hacen lentos y,
por decirlo de algún modo, pelotudos. Dylan, luego de hundirse en la década de
los 80' (excepto en el estupendo Oh Mercy) inventó el paradigma del viejo con
onda en el rock. Antes se mataban a los 27. O derrapaban como Elvis. Una
propuesta en la que las canas y las arrugas y las heridas quedan bien. Un modo
de convertir la suma de los defectos en un estilo sublime (lo que en Dylan casi
es una redundancia). ¿O ese fue Leonard Cohen? No lo sé. Si estuviese
escribiendo sobre Leonard Cohen diría que fue Leonard Cohen, pero como estoy
escribiendo sobre Dylan, digo que fue Dylan. Entre los dos hubo cierta
rivalidad aunque Dylan grabó unas voces junto al pesado de Allen Ginsberg en el
disco de Cohen producido por Phil Spector (Death
of a Ladies’ Man). Según cuenta Sounes en su biografía, Cohen no pudo
entender ni aceptar la conversión al cristianismo de Dylan (¿qué habrá dicho
Dylan cuando Cohen se fue a vivir a un templo budista?). Una vez le dijeron a
Cohen que Dylan estaba entre el público de uno de sus recitales y contestó con
un despectivo "¿Y qué?" cuando el % 99,9 de los músicos del mundo se
hubiesen meado encima. Pero también alguna vez Dylan dijo que de no ser él, le
gustaría haber sido Leonard Cohen.
Los directores de cine o de series cuentan con una
ventaja con respecto al resto de la Humanidad. Saben que cualquier película que
tenga un tema de Dylan o una referencia sobre algo relacionado con Dylan se
convierte en algo de culto. O en algo genial, así, sencillamente. Dylan es ese
plus. El amor es encontrarle una perspectiva estética a la vida: nuestros ojos
ven a través de un montaje determinado, nuestros oídos hacen un guión perfecto
de un diálogo cualquiera. Cuando se acaba, vemos todo tal como es. La distancia
que hay entre la película y la realidad es la medida del dolor. O del vacío. O
de la nada. Si es que hay dolor y vacío y nada. (Muchos dirán: ¿esto qué tiene
que ver con Dylan? Bueno, esto es justamente lo que aprendés después de
escucharlo). La música de Dylan hace algo así con películas y series. Una
canción de Blood on the tracks al
final de un capítulo estúpido de Californication.
La escena del velorio en Alta fidelidad
cuando empieza a sonar “Most of the time”. La tapa de The Freewheelin' Bob Dylan que flashea Tom Cruise en su
idealización amorosa en el bodrio inentendible de Vanilla Sky (no sé quién me dijo, tal vez fui yo frente al espejo,
que Cameron Crowe hace el soundtrack y después la película; igual que Sofía
Coppola y Tarantino). Una sitcom medio pelo (quiero decir que no era Seinfeld) como Dharma y Greg, que la daba Canal 8 traducida al castellano a las
once de la mañana en 1999, es automáticamente maravillosa porque Dylan tocó un
rato al final de un episodio perdido en el tiempo.
Onetti le otorgó a la fealdad un nivel estético. El
campo semántico de sus novelas huele a podrido y, como diría Levrero, leerlas
es como meter la cabeza en un balde de mierda. Probablemente, las dos palabras
que más aparecen son "mugre" y "asco". Los encuentros
sexuales son repulsivos y las mujeres son descriptas como monstruos. En Cuando ya no importe, su última novela,
me impresionó mucho una escena en especial: la mujer es tan fea que antes de
tener sexo ¡se pone una bolsa en la cabeza! Porque si el tipo la mira, no arranca ni con una turbina en cada mano.
Pero más allá de la anécdota, lo interesante es comprender cómo Onetti
construyó a partir de todas esas referencias conceptuales degradantes un
imaginario poético tan reconocible. Lo mismo podríamos decir sobre la no-voz
con la que Dylan reinventó su carrera desde finales de los 90. Y escribo en
plural porque no me hago cargo y además supongo que se entiende la analogía/ de
la fonología/ sobre la dylanología. Cómo una voz de mierda, una voz de un
enfermo de cáncer de pulmón en las últimas, una voz carrasposa y desgastada,
una voz que ni siquiera le desearíamos a un nono nazi, puede, desde la garganta
de un genio, ser La Voz (del interior...existencial de la sensibilidad rockera
del siglo XX). Y al genio no se lo analiza. Ni se lo explica. Porque no
conviene.
Cualquier cosa que te suceda en la vida es normal,
esperable y entendible porque siempre viene algún boludo y te dice "Son
las cosas de la vida". Entonces a veces el futuro es tan brillante que
tenés que usar anteojos negros para no quedar encandilado. Y otras veces, nada
que ver. Pero más allá de todo y por supuesto, lo importante es escuchar
siempre a Bob Dylan.
28 comentarios:
Volviste. Gran noticia. Ahora me pongo a leer.
Pensé que te habíamos perdido, y te valoré más que nunca. Volviste :'(
¡No te mueras nunca para siempre, Corvi!
Yo creo que lo más parecido que tienen en común Calamaro y Dylan, es la tapa de Alta Suciedad. La estética se fagocita a lo artístico. Puede haber admiración y un poco de Zimmerman aquí o allá. Creo.
Como también creo que lo más cercano a Dylan en estas pampas, musicla y líricamente, es el gran Gieco. Sin armónica, incluso.
De algún modo (parcial e híper discutible), la discografía de Dylan se puede partir en tres: La primera, hasta Desire. La segunda, hasta Love and Theft. La tercera, desde Modern Times hasta hoy. Y ahora viene mi arriesgado orden, en cuestión de gusto: Primera parte, Tercera parte, Segunda parte.
Onetti. Como estuvo en falta muchos años, era difícil entrar a Onetti sin anticipo. Digo, hay que leer El Pozo. Eso es Onetti. Y después está Los Adioses. Ese salto me parece justo. Me viene siempre la misma imagen: Onetti tirado en la cama, siempre en pijamas, fumando y fumando.
Esta línea que escribiste, es preciosa:
"El amor es encontrarle una perspectiva estética a la vida: nuestros ojos ven a través de un montaje determinado, nuestros oídos hacen un guión perfecto de un diálogo cualquiera. Cuando se acaba, vemos todo tal como es."
Con la única salvedad de que a veces, nunca se acaba, más bien se termina, y así se explica tanto.
Como dice pelusa Calamaro: Todo lo que termina / termina mal.
Habla del amor. Sí, y también dela vida. Lo de envejecer, tal vez.
Saludos!!!
Pocas veces uno encuentra un músico (o una banda) y dice "creo que voy a escuchar esto toda la vida", que fue lo que me paso con Dylan. No sé si terminará siendo cierto pero suena bien.
Hay muchas cosas para comentar sobre este post, pero me pierdo y no quiero ser muy largo; termino con un último comentario sobre el tema de la voz actual de Dylan. (pa'mi cantaba bien de joven, el problema es como canta ahora) Cuando vimos a Bs As fui a verlo, no sabía si estaba escuchando a Bob Dylan o al Diablo. Especialmente en Ballad of a thin man.
-las estrellas de rock envejecen mal
- Paul McCartney canta tan bien como en el 68 y hace conciertos de 3 horas
-------------
-Paul McCartney nunca fue una estrella de rock
Yo dividiría la obra de Dylan en grandes canciones (digamos Ballad of a thin man, Like a rolling stone, Things have changed, Señor / Tales of yankee power, Blind Willie McTell, unas cuantas, verdaderamente), grandes letras que se sostienen mejor si son leídas en vez de escuchadas (Desolation row, Visions of Johanna) y canciones sólo aptas para fans recalcitrantes que le aceptan todo (desgraciadamente, una buena parte de su obra). Para mí eh, para mí, diría Bilardo.
Saludos
y qué es más importante, escuchar a Dylan, a García, a Spinetta o a Paez(?)?
sin duddas el ´mas gRande de TodOS l0s tiEmPoz
cómo puede una canción tener ese vigor natural que enreda profunda melancolía pajuerana con galopante euforia poética más un irreverente toque de erotismo que te hace sentir en una película europea bailando en bolas en el centro de la pieza girando hasta un colchón oH!bviamente lleno de libros abiertos. y el amor y dios y el reverso oscuro y el amor y esa insoportable esperanza. Canciones de Dylan que se abren y se abren y se abren y se abren.
oh.
gracias por el post!
vlt.
pd: un alto post dil Corvino como son los altos posts del Corvino!
Un post de culto. Por ser de Dylan.
Esto es genial:
"Lo mejor que se puede decir de Dylan es: Dylan es Dylan. Y una buena definición de tautología es: una tautología es una tautología. Los rockeros solistas argentinos saben o sabían lo que era o es una tautología. La frase de cabecera de Pappo era "el rock es rock y el blues es blues". Charly García dice "Porque serás lo que vos serás pero yo soy yo". Andrés Calamaro, "Hoy es hoy". Y Páez, "Dar es dar"."
Lo mejor de ese párrafo es lo mejor.
Acá hay otro que sabe envejecer bien haciendo lo contrario de mantenerse joven:
http://www.youtube.com/watch?v=aow-CzM2W-Y
Y acá charlan los dos:
http://www.youtube.com/watch?v=rXKOC5tGZXw
Saludos Corvo!
acá charlan los tres
http://www.youtube.com/watch?v=P1jvw5nNU6U
...Me parece que no es homologable la conversión de Dylan al cristianismo con la de Cohen al Budismo, hay un abismo si tenemos en cuenta que practicamente el Cristianismo en EE.UU es el ala religiosa de la derecha conservadora.
No hay, ni nunca habrá un Dylan argentino, de la misma forma que nunca habrá un José Larralde Yankee.
Pd. Calamaro le está ganando en decadencia al viejo Dylan, aún sin el halo de leyenda y con tres décadas menos de carrera.
Pd2: Lo mejor de este post es que queda implícito que Dylan es un "genio" fabricado por nuestra necesidad de idealizar artistas, cosificarlos y colocarlos en un altar.
Saludos
Mr Gabi
Elvis Presley: ortiba lameojetes de Richard Nixon que denunció a Los Beatles por fumar porros. Lumpón amanuense que se creyó el cuento del "american way of life" y terminó siendo informante del poder. Elvis terminó increiblemente en las antípodas de Lennon. O sea: otro Walt Disney. otro Elia Kazan. Un vigilante, otro engranaje de la CIA.
Eso sí: cantaba bien
Mas que inyectarse en la pierna tendría que haberse metido un consolador en el orto.
Leonard Cohen: Definitivamente el candiense está a la altura de su mito. En eso creo que la emparda bastante con Dylan. Simplemente el tipo tiene algo para decir y tiene con qué. Recomiendo el "Live in London" de 2008.
Bob Dylan: Sí, totalmente de acuerdo. Es el imprescindible. Trasca, con la escena lastimosa, servil y cabaretera del rock mainstream de hoy la envergadura de Dylan se agiganta. El tipo lo vio todo. Y sus movidas han estado en perfecto correlato con lo intenso y prolífico de su producción. Cada retiro, cada regreso, su concepción del arte, la forma de relacionarse con los medios (o mejor aún: de tenerlos sabiamente a raya con un palo como a un leproso) le terminan de otorgar ese estatuto de artista definitivo y referencial.
Muy buen post, Martín.
MONCHO DESDENTADO
Excellent (?).
Te faltó tautología spinetteana. Te tiro dos: "La montaña es la montaña" y "Un sitio es un sitio".
Salud.
Demasiado bueno, Corvincho.
Volviste recargado.
Saludos
Al ver verás.
En padre de familia hay una escena donde el bebe sale con The Hurricane. gran momento
El otro día mi vecino me amenazó con un cuchillo de cocina -de los grandotes- y estoy paniqueando por doquier. Voy a torcer un poco la cosa para asociar mi vida a la anécdota número 3 y convertirla en algo de culto.
Genial, Corvino.
Este, por ser lo que es (ya que tautologiamos, sic), por tratar de Dylan y por el párrafo que cita Hernán Galli, es el famoso post ferpecto.
No, mentira. Seguí buscándolo.
Sobre Dylan, siempre que me piden alguna referencia, aparte de aguantarme las ganas de hacerme el langa y tirar un sorprendido "¿Cómo? ¿Nunca lo escuchaste?", los dirijo a escuchar Visions of Johanna. Si la melodía y la letra de la primera oración (well it ain't just like the night to play tricks when you're tryin' to be so quiet) no los hacen dylanianos, nada lo hará. Mucho menos el actual Calamaro, que flaco favor le hace a Bob.
Saludos.
Uh (?) se impone una vindicación de Calamaro. En primer lugar: Calamaro es Calamaro. Y después Dylan habrá empezado canciones en forma genial, pero Calamaro empieza una diciendo:
Vieja, me quedo en casa
tomando mate
y bizcochos de grasa.
Y otra:
Mejor hijo de puta conocido
que boludo por conocer
lo malo es mentirle a tus hijos
peor el que aconseja sin saber
si es por mí chamuyame que me gusta.
Si después de eso no se hacen calamarescos, nada lo hará.
Abrazos.
cara de corvino = cara de dylan
Me ganó de mano el anónimo anterior, te iba a decir lo parecido que sos al Dylan de los 70.
Abrazo hermano, que buen post!
están ciegos ustedes dos
Calamaro es Calamaro pero siempre quiso ser otro.
Antes de Dylan, no sé si no coqueteó con Lou Reed, y sin duda quiso ser Morrison.
Hotel Calamaro = Morrison Hotel
Nadie sale vivo de aquí = No One Here Gets Out Alive
Y así...
(A las feas alcanza con ponerlas en cuatro)
Nunca incursioné mucho en Dylan, pero Sick of Love es un temazo, digo yo para volver al origen del post.
Y Calamaro me cae mal.
Dylan es enorme. Tiene demasiadas vidas. La etapa que más me gusta es la clásica, desde que se electrifica hasta que se la puso en la moto y paró un tiempo. Los discos indispensables son Bringing It All Back Home, Highway 61 Revisited y Blonde on Blonde. Esos discos inventaron lo mejor del mundo que conocemos.
http://www.lanacion.com.ar/1504563-preparan-una-muestra-dedicada-a-spinetta
Yo agregaría a los discos indispensables Blood on the tracks, Oh Mercy, Before the flood (en vivo con The Band) y Modern Times.
no es sick of love, es love sick, qué boluda que soy-
Solamente por haber escrito esta linea en la canción mas perfecta del universo. Por eso solo es el mas grande.
"El fantasma de la electricidad aúlla
en los huesos de su cara,
donde estas Visiones de Johanna
han tomado ahora mi lugar."
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