miércoles, 31 de marzo de 2010

Lost 6x10: ¿Te acuerdas del "Minuto a minuto"? ¡Volvió! ¡En forma de fichas!

Intentemos seguir adelante con el minuto a minuto sin rencores.

No tengo muchas ganas de hacerlo pero bueno. Me voy a dar fuerzas:

¿Ariuredy minuto a minuto? ¿Están listos para minutear? ¡Pregunté si están listos, maldición!

Démosle la bienvenida a la arenga del minuto a minuto.

Fuck, según las escenas previas se trata de los coreanos.

Ahí empieza.

Escenas de cámara infiltrada, seguro son de Widmore.

Pasa el No Locke haciendo malabarismo (?). Posta.

Jin se está vendando su pierna.

El No Locke se lo empieza a chamuyar.

Charlan y negocian sobre Sun.

Realidad sin accidente: le sacaron la plata en la aduana.

Sigue la serie. ¿Todo bien? (?)

Piden habitaciones separados los insoportables.

El No Locke y Sayid hablan.

Sayid dice que no siente nada y se confirma que es como una roca palabras no lo tocan, ni alegría, ni bronca, como Bart cuando le vende el alma a Milhouse.

Sayid, sos malísimo actuando, tampoco pasás el casting de Casi Angeles, pero te banco porque mataste al chino del templo.

Jin se quiere ir a buscar a Sun.

¡Eh, volvieron los típicos dardos invisibles y envenenados de Lost!

Son los de Widmore boys, tienen cascos con hojas en la cabeza.

Uh, recién empieza, la pucha.

Miles está jugando a las cartas con Lapidus, buenísimo. Todo lo que hace Miles: buenísimo.

Ahora es Ben el que no tiene nada que hacer y al que los guionistas hacen comentar la serie en voz alta.

La que nadie sabe como se llama menos Marian que dice que se llama Ilana (?) espera que vuelva Ricardus.

Ja, buen chiste de Miles, el capocómico: dijo que a no ser que Alpert estuviera cubierto en tocino, Hugo no lo iba a encontrar. No sé para qué mierda les cuento si se supone que ya lo vieron.

El capocómico es la revelación de la temporada.

El personaje de Lapidus directamente se debe inventar sus propios diálogos pobre, no tiene un carajo que hacer ahí, lo mantienen vivo porque se supone que va a pilotear el avión de vuelta, porque sino es el típico que muere para justificar un capítulo y que los espectadores piensen que pasó algo.

Ilana sigue convenciendo y... ¡uh!, ¡se re calentó Sun!

Rebotó un limón y clavó un cuchillo.

Mató la cara de Ben.

Ahora está en la huerta re crispada.

Ahí va el insufrible Jack.

Le habla de nostalgias (?) de otras temporadas.

Jack: le importa un carajo lo que le estás contando, ¿no te das cuenta?

¡No te hagas el Locke, Jack, que te queda para el culo! ¡Hablando del destino y la isla! ¡Habráse visto insolencia mayor! (?)

Y sí, ya que estamos: démosle la bienvenida al "habráse visto".

A Sun le importa tres pitos efectivamente lo que dice Jack y lo echa cual perro.

Jin y Sun en una escena íntima que me incomoda.

Sun se desabrocha la camisa. Basta, por favor.

Epa. En realidad no sería "Epa", la onomatopeya pertinente sería una más o menos como "Ejei", denotando un: "Mirá vos Sun".

Vamos Jin, hijo e' tigre.

Elipsis.

Ahora en la huerta otra vez aparece el No Locke, Sun se pegó el re cagazo.

Sun escapa del No Locke corriendo, ¿cómo se le ocurre escapar de un humo asesino?

Uh, se rompió la cabeza contra un árbol, si no hacen que pierde la memoria "pasa sonando".

Deberíamos darle la bienvenida al "pasa sonando" pero no.

Otra vez en el Hotel: Sun y Jin se hacen miradas de satisfacción sexual.

Sun le pide escapar y Jin se niega.

Re trabado Jin.

Esta versión gatuna y remolona (?) de Sun no me agrada.

Tocan el timbre.

Atiende Sun.

Se mira en el espejo, re coqueta (?).

Y sí: démosle la bienvenida al "re coqueta". Este efecto especial si lo ameritaba, en los otros me extralimite.

Es el Terminator.

Ben encuentra a Sun, creo que Sun perdió la memoria de verdad. Ah no.

Ahí llega el No Locke al campamento y ve que están todos tirados.

Claire está como el gatito que mueve el brazo así y así (?).

Esto es ya casi inentendible a no ser para mi propia mente.

Jin está en una estación de Dharma de esas que pasan video-clips con propagandas subliminales. Parecen las del Fútbol para Todos. Me salió el gorila que llevó adentro.

Ahí está Zoe.

Yo digo, ¿Zoe se podría bañar alguna vez, no? Está todo transpirada, procurá un Impulse.

Uh, lo picaneó con una Taser, para mí que es del Pro. Me salió el progre que tengo despierto.

Le explica unas mierdas chotas de unos mapas, ustedes saben.

Jin quiere hablar con Widmore. ¡Mirá que lo van a dejar hablar con Widmore, es como si Cristina le diera una entrevista al juez Cruciani! (?).

Y se la dan, se la dan nomás (?).

Claire está celosa porque no está en la lista.

Lavate la cara y después pedime que te publique tus parlamentos en el minuto a minuto, Claire, somos grandes (?).

Claire se la tiene jurada a Kate.

Buena de Sawyer, preguntó lo que yo un par de minutos a minutos atrás: por qué el No Locke no se hacía humito y mataba a todos. Saw me re hace acordar a mí (?).

Comparado con el capítulo anterior éste es un manjar (?).

Vuelta al Hotel con Sun, el Terminator y etc.

Registran la habitación y encuentran a Jin en pose flogger.

Qué cobarde Jin escondido como una carmelita coreana flogger descalza.

Bueno, charlan y negocian.

El Terminator le pide al Turco (?) que llame a Mikhail, el hijo de puta que mató a Charlie y nos hizo llorar a todos.

Siguen charlando y negociando a troche y moche con el ruso h de p como intérprete.

Larguísima la charla y la negociación.

Nadie le cree a Ben.

Sun no perdió la memoria pero padece la típica contusión que hace que los coreanos entiendan pero se olviden de hablar en inglés.

Ya lo dijo Saussure: una cosa es la lengua y otra el habla.

Miles hace comentarios acordes con su genio.

¡Habló Lapidus! Le contestó a Miles. Es lo más bajo que hay en Lost contestarle a Miles, creo que las palmeras tienen más presencia que Lapidus.

Qué feo debe ser ser el hijo de Lapidus, en la escuela todos los chicos lo deben cargar. Seguro que cuando le preguntan qué hace tu papá, dice que es uno que trabaja en Lost, pero no especifica que es Lapidus ni a palos (?).

Vuelve Ricardus y se pone el equipo al hombro, cual Almeyda.

Ahí está el No Locke en la otra Isla, charla y negocia con Widmore y muchos actores de reparto.

Sabes quién soy, pregunta Widmore.
-Si, un hombre que usa chaquetas ridículas y no tiene el menor sentido de la combinación.

Eso es lo que debe pensar el No Locke.

Charlan y negocian a full. Este capítulo se debería llamar así.

El No Locke le declara la guerra. El Si Widmore (?) lo mira.

Ricardus agarró la lanza nomás.

¡Habló Hugo! Otro que no corta ni pincha, qué lejos quedaron aquellos tiempos cuando todos estábamos pendientes de su love con Libby. Todavía tienen que explicar por qué Libby estaba en el manicomio con Hugo.

Sun sigue re crispada, putea mal a Ricardus, para mí que le vino.

Habló Hugo again, dijo exactamente 9 palabras en todo el episodio.

Otra vez charlan y negocian, ahora Sun, el ruso forro y una banquera parecida a Sayid.

Mientras lo ata, el Terminator le dice a Jin que lo iba a matar, explica un poco el capítulo para los que no entienden y le tira un par de frases estilo Narosky como "el corazón quiere lo que el corazón quiere".

Re mimoso el Terminator (?).

Discuten Zoe y el Si Widmore. Zoe es la que se termina pasando para el lado de los buenos en algún momento, pero ahora no hay más buenos entonces quedará a la deriva y la olvidáremos sin problemas.

Widmore encontró en el equipaje del Ajira una cámara de fotos de Sun.

Jin llora al ver a su hija símil Pucca.

Todos lloramos con Jin.

Widmore le hace la psicológica.

Sayid deja ir a Jin. Jin mata al ruso. El ruso hiere a Sun. Sun dice que está embarazada.

Uno de los mejores capítulos de la temporada si no me equivoco.

De vuelta a la isla, Sun está sentada en la orilla en un fogoncito. Re linda imagen (?).

Démosle la bienvenida..., bueh, ya fue, listo, no se enojen.

Ahí viene Jack. Cuenta una de sus viejas anécdotas como doctor.

Jack sacó de la cartera (?) un tomate tenaz (?). Posta. Qué buen nombre para una banda.

Ah, descarado, se la re chamuya haciendo la típica de dar lástima.

¡Ey, Jack, es Sun, la esposa de Jin, no tenés códigos, viejo, recapacitá!

Y, Kate le cortó el rostro, Juliet murió, es entendible. Perdón Jack.

Jack le promete que la va a sacar de la isla con Jin, promesa que evidentemente no puede cumplir. Por favor, Jack, no hagas promesas sobre el bidet.

Charlita a la Borges-Álvarez entre Kate y Saw.

Ahí llegó el No Locke, está enojado con Saw.

El que traían era Desmond. No lo nombré, pero había uno que traían (?), eso era lo importante del capítulo.

Ah, claro, por eso el capítulo se llama El paquete. Yo creí que era Funes Mori.

Termina el capítulo con Sayid y Desmond mirándose "surrealistamente".

Desastroso minuto a minuto, pero buen capítulo, todos contentos.

PD: Para terminar, una perlita para todos aquellos que confiaron en mí en los momentos difíciles: Penny hablando en argentino como la flaca de acá a la vuelta (?), en una entrevista con …Rolando Hanglin.

lunes, 29 de marzo de 2010

Resumen de lo visto en el día

Hola. Me desperté a las 14:30 (por suerte esta semana no trabajo) porque hasta las 5 y media estuve terminando cosas que en la semana no podré hacer porque estaré muy ocupado. A las 16:00 entraba a la facultad así que tuve que hacer todo rápido. Antes de bañarme contesté algunos mensajes en Internet. Quise subir un video de John Lennon a facebook pero no pude. Ya subir un video a facebook es medio patético y absurdo, pero que no funque cuando lo subís es muy bajo. No comí nada. Fui a la soga y la ropa que pensaba ponerme (la había lavado ayer) estaba mojada porque mientras yo dormía llovió. Mientras me bañaba de pronto se cortó la luz y me pegó un pedazo de vidrio en la cabeza: otra vez explotó la lámpara del baño. Esto es algo que sucede a menudo. Consecuencia de este accidente doméstico me bañé a oscuras (aunque sea de día, en mi casa hay que prender la luz para ver algo, razón por la cual los expertos dicen que tiendo a la melancolía, la tristeza y la nostalgia). Se me estaba haciendo muy tarde así que no me fijé cuál era realmente el estado del tiempo. Al salir comprendí instantáneamente que había equivocado la vestimenta. Remera, un sweater y campera es demasiado para un día tan húmedo. Antes de llegar a la esquina pisé dos baldosas flojas que depositaron sobre la punta de mis zapatillas un cúmulo de barro y agua. A las dos cuadras me di cuenta de que inexplicablemente me dolían mucho las piernas, las pantorrillas (creo que esta parte se llama pantorrillas), como si la noche anterior hubiese estado jugando tres horas seguidas al fútbol, por no decir otra cosa un tanto obscena. A las 5 cuadras esta molestia se me hizo insoportable pero tenía que seguir porque odio llegar tarde a la facultad y no tener banco. Corté camino por la Plaza y pise dos soretes, uno atrás del otro. En vez de caminar empecé a patinar y casi me caigo. Me paré arriba de un charco y empecé a hacer una especie de zapateo que finalmente logró sacar la materia fecal de la planta de la zapatilla, importante triunfo que de ninguna manera esfuma el ridículo de que un muchacho que, ya habiendo nacido con la apariencia de un paparulo letal, zapatee en plena calle. Seguí caminando y, aunque no lo crean, pise otras baldosas y otros soretes que fueron eliminados con la misma técnica del zapateo. A poco de llegar se me desataron los cordones. Me apoyé en la columna de una casa para atarlos y una vieja salió y preguntó qué hacía. Le contesté que me ataba los cordones, de mala manera. Ella también de mala manera dijo que no le parecía. Entonces yo le pregunté qué podía llegar a estar haciendo según su punto de vista y ella dijo que en realidad yo estaba escabullido. Yo quedé estupefacto porque de ninguna manera estaba escabullido (ni siquiera comprendí qué significaba en ese contexto estar “escabullido”) pero como no quería llegar tarde comencé a caminar sin decir nada, sólo resoplando y mirando mal, mientras la vieja gritaba y algunos vecinos me observaban como si fuera un ladrón o algo así. En la facultad hacía por lo menos 30 grados de sensación térmica. La clase no había comenzado y todos estaban alrededor de la puerta esperando, en una postal kafkiana que me recordó los Tribunales de El Proceso. Finalmente la clase anterior terminó y entré. No sé por qué en vez de elegir un banco contra la pared de forma tal que pueda estar último y no tener que sentir ninguna respiración en la nuca (algo que me molesta de sobremanera), elegí uno en la anteúltima fila. Y al poco tiempo de comenzada la clase me arrepentí, pero ya era tarde y no había forma de volver atrás. La materia que estoy cursando es una para estudiantes de primer año. La profesora, desde mi perspectiva, es muy buena, pero resulta que hace 60 años estoy en la facultad y la verdad me molesta el exceso de didactismo y las clásicas preguntas pelotudas de los chicos de primer año. Pero lo que más me irrita son los pelmazos (porque lo del didactismo y las preguntas pelotudas es algo que debe ser así, el que debería haber hecho estar materia en el 2005 soy yo) que hacen monólogos en plena clase para llamar la atención. Y otra cosa que me molesta es que cuando la profesora dice malas palabras o utiliza algún término demasiado coloquial todos ríen demasiado, demasiado como para no estar excediéndose, maldita sea. La clase empezó y era muy interesante, pero yo tenía la ropa equivocada y me había sentado de forma tal que tenía la nuca llena de alientos ajenos así que estaba inquieto. Pasaron la hoja para que la profesora tuviese un registro de los alumnos y sucedió algo que sí me irrita, tanto que algún día (si sigo estudiando) voy a tirar a algún compañero por la ventana: se equivocaron. Veamos: había cuatro filas horizontales, lo obvio es que la hoja se vaya pasando de izquierda a derecha o de derecha a izquierda por las filas de manera tal que todos los asistentes a la clase puedan rubricar su firma y su número de matrícula. Sin embargo no. Una de las alumnas tomó la hoja y en vez de pasarla al que estaba al lado, la pasó a quien estaba detrás. Y éste a quién tenía detrás. Y está a quién tenía detrás. Y así se saltearon dos filas, incluida la que estaba yo. Cuando percibí que la hoja estaba detrás mío, me di vuelta y miré en forma bastante pertinaz, pero las chicas no entendieron mi mensaje (marcar el error en el pase de la hoja me pareció desmedido) y probablemente pensaron que les estaba mirando las tetas (porque eran muy tetonas). Así que me di vuelta y seguí apuntando. Me sonó el teléfono en plena clase. Personalmente me parece una falta de respeto no bajar el volumen de este aparato del demonio cuando estás en un lugar público en el que tenés que estar en silencio, así que me sentí muy idiota. Finalmente llegó la pausa. Tenía que ir a la fotocopiadora a retirar unos apuntes para una materia. En 7 años de Facultad nunca vi semejante cola. Llegaba a donde están ubicados los departamentos. Pensé en irme y retirar los apuntes terminada la clase, pero a las 20:00 jugaba River y no quería perdérmelo, ya bastantes partidos me perdí porque últimamente me da miedo ver a River y me pone muy nervioso a punto tal que a veces quiero llorar porque estoy convencido de que nos vamos al descenso. Y no me acuerdo en qué estaba. Ah, sí, la fila interminable y encima matizada por el ruido de una alarma o de un aparato que sonaba insistentemente como si fuera el pedorro y unánime beat de algún tema de música electrónica. No sé cuánto tiempo estuve, mucho, mucho tiempo. Le cuidé el lugar a gente incluso. Gente que se iba, hacía trámites, se casaba, tenía hijos y luego volvía a la fila. Bueno, elipsis. Ya fuera, de regreso a casa, me puse los auriculares y el tracklist estaba muy lejos de los temas que quería escuchar hoy. Eran todos temas horribles, como de FM Hit, que me avergüenza tener en el mp3. Me crucé con un cuasi conocido y no tuvo mejor idea que hablarme de un post que escribí hace mucho tiempo que se llama Marplatense Marplatense (mientras escribo esto Argentinos Juniors hizo un gol). Este escrito putrefacto (que deploro y critico con vehemencia) es un decálogo de costumbres que podrían ser entendidas como propias del ser marplatense. Detesto la idiosincrasia como temática, la gente es igual en todo el mundo. Pero lo peor de todo es que este post es la típica queja del que se cree con talento (preferentemente en algo relacionado el arte: la música, la escritura, etc.) y como no tiene éxito o lo que sea que busque le echa la culpa a la supuesta chatez cultural de su ciudad. Eso es lo que veo ahora y, maldita sea, ¿quién me puede decir lo contrario si lo escribí yo? En primer lugar, si de verdad tenés talento ya vas a tener algún tipo de reconocimiento. En segundo lugar, ¿de qué reconocimiento hablás? En tercer lugar, si no encontrás tu espacio, inventatelo. Y si aún así sentís que no tenés lugar, andá a laburar, parásito del carajo. Andá a una obra en construcción, andá a levantar papas al campo. Cuando venga el Juicio Final, Jesús o quien sea no va a necesitar boludos que escriban o hagan este tipo de cosas que tanto nos interesan a nosotros, sino gente que sepa arreglar máquinas o cocinar bien o etc. Elipsis. Veo dos minutos la tele: "Tango gay". Estos son claros ejemplos de auto-discriminación, oportunismo y capitalismo (como el Hotel 5 estrellas gay) pero se filtran en las noticias como ejemplos de algún tipo de tolerancia. En cualquier momento los homosexuales van a crear la "Vida Gay", una vida nueva a la que sólo podrán ingresar gays, emulando de esa forma el nivel de segregación al que los heterosexuales los sometieron ("sometimos", en realidad, porque recuerdo con bastante horror haberme burlado de algún afeminado en la Secundaria) a través de la historia. Elipsis. Más tarde quise comprar Doritos y no había en ningún lado. Recordemos que en todo el día no había comido nada. Compré idioteces y elegí una tira de alfajores Jorgito. Cuando llegué comprendí que eran de mousse, a mí el mousse me parece un asco, es muy empalagoso para mi gusto. Y encima no está La China. A La China le tengo que escribir un cuento, se lo prometí. En vez de llamarse La luna y la muralla china y ser triste, se llamará "La Luna y la muchacha china" y será feliz. ¿No es genial? Pero ¿quién es La China? La China es una asistente social que vino a ayudarme a vivir solo. Ella no lo dijo pero evidentemente forma parte de un plan del gobierno (sólo así se entiende su presencia en la casa) como lo puede ser la asignación universal por hijo o las cooperativas de trabajo. En este caso, el gobierno nacional y popular (secretamente, sólo en casos muy graves) manda Chinas a la casa de personas inútiles sin motricidad fina (es decir, con monstruosidad gruesa) para ayudarlas en diferentes quehaceres como lo puede ser abrir el agua caliente, cambiar la bolsa de la basura y lavar los platos. Pero estas ilustres y expeditivas Chinas que todo lo saben (y si no lo saben lo inventan) se van el sábado hacia nuevos destinos y si no aprendiste todo bien, cuando estás solo, el trabajo doméstico se hace muy arduo. Elipsis.

PD: Finalmente River perdió 1 a 0.

jueves, 25 de marzo de 2010

Un minuto a minuto de silencio para Lost que está muerto

La realidad superó a la ficción. Hacer el minuto a minuto del 9x06 sería como hacer el minuto a minuto de un programa de Capusotto. Es lo mismo que pasó cuando, consecuencia de la Ley de Medios, las tapas de Clarín volvieron prescindible la existencia de Barcelona. Hoy, por ejemplo, vino con una ¡Constitución! Algo que es casi inimaginable aunque seas un capo de la comicidad internacional.
El 9x06 es, sin dudas, el peor episodio de la serie. Peor que ese de relleno sobre Nikki y Paulo (si no se acuerdan no se pueden considerar "losties"). Una mezcla ridícula entre novela de Isabel Allende, El Zorro y Piratas del Caribe. La última escena, con Hugo haciendo de intérprete de Isabella fue desopilante, parecía plagiada de Ghost, la sombra del amor. Me hizo reír más que las columnas de Pepe Eliaschev en Le doy mi palabra. Y eso es mucho. Las charlas pelotudas entre Jacob y el No-No-Locke, a lo Borges-Álvarez, con todos sus códigos de divinidades me tienen harto (le doy una piedrita, un vinito, una chotita, váyanse a cagar). La actuación catastrófica de Ricardus Ricardus Ricardus Rubén (que como Claire tampoco pasa el casting de Cris Morena). La teoría insolente sobre el infierno, gilada para la tribuna de nerds de los foros. El humito en su peor momento. Los diálogos que parecen escritos por Maestro y Vainman. La justificación estúpida de por qué se cayó la estatua. El balbuceo en español lindante con la idiotez. El paralelismo: "corcho-isla", "vino-mal". Parafraseando a Pappo: Son demasiadas estupideces para una sola cosa.
Tomen, les dejo la foto de la que no sabemos cómo se llama pero sabemos quién es (ni siquiera le puse onda para buscar en protesta porque rechazaron a Penny). La eligieron obviamente para hacerme la contra porque ni siquiera está muy buena, aunque sobre gustos no hay nada escrito dijo un fan de Catupecu Machu.
Quedarán para otro día (o nunca) los "re amoroso (?)", los "charlan y reflexionan (?)", los "charlan y negocian (?)", los "¡Guaaa! (?)" que tantos buenos momentos nos han hecho pasar. Así no se puede trabajar (?).
Démosle la bienvendia al "(?)", simplemente por una cuestión de respeto hacia quien tantas alegrías nos ha dado.
PD: El lunes a las 19 hs. marcha de efectos especiales desocupados del Minuto a Minuto.

martes, 23 de marzo de 2010

34 años después

La conmemoración de un nuevo aniversario del golpe militar del 76’ incita a la dudosa práctica del balance. Balance de qué, se preguntarán. Imagino de quiénes somos y cómo nos desenvolvemos ante el imaginario de la dictadura 34 años después.

Hace unas semanas, en el programa 6 7 8 se emitió un informe en el que se detallaba la aparición del nieto número 101 recuperado por las Abuelas de Plaza de Mayo. De vuelta en el piso, los panelistas celebraron la noticia y Martín Caparrós, el invitado, manifestó no entender cómo un suceso tantas veces repetido (la aparición de personas apropiadas durante la dictadura militar) podía seguir siendo noticia.

Sin dudas, la instalación del discurso de los derechos humanos como eje medular por parte del Estado ha provocado varias varias reacciones. Una es la de intelectuales como Martín Caparrós que, históricamente ligado al progresismo, ve como el gobierno se "apodera" de aspectos de su dialéctica, obligándolo a ser original y, cada tanto, decir idioteces, como insistir en la puntualización exacta del número de “desaparecidos” (“Lo malo, lo realmente grave de las masacres de la dictadura, más allá de lo terrible de que hayan matado a 15 o 20 mil personas (…) Y se usa el número 30 mil porque parece que impresiona más y porque se cristalizó de esa manera. Creo que no es necesario poner cifras de las que no estamos seguros para que parezca más”, Adn Cultura, 22/03/08) o sorprenderse de que se reitere 101 veces que un nieto ha sido recuperado por considerarlo una noticia redundante cuando en realidad no hay noticia (la suba del dólar, los resultados de la última fecha, los cambios de presidentes) que no trate sobre eventos ocurridos en miles de ocasiones, lo que las diferencia (y las hace interesantes y dignas de ser difundidas) son los protagonistas. Este tipo de pensamiento bordea los límites del cinismo y es funcional a la derecha en el sentido literal de la frase: tranquilamente un votante de Macri, un integrante de Memoria Completa o Ernestina Herrera de Noble lo pueden utilizar como propio.

En verdad, desde mucho antes de la irrupción del kirchnerismo, la representación (discursiva, artística) del “Proceso de Reorganización Nacional” había caducado, sólo hace falta repasar el cancionero de León Gieco o películas como La noche de los lápices para confirmarlo. El kirchnerismo acelera el carácter regresivo de este tipo de “relato” a punto tal que, por primera vez, es motivo de burlas (algo inédito a no ser para pasquines del fascismo autóctono como la revista Cabildo): luego de la desafortunada frase de Cristina sobre los “goles secuestrados”, Barcelona publica en su contratapa la imagen de una pelota con un pañuelo (símil Madres) y la leyenda “Goles de Plaza de Mayo”. La emisión del programa “Televisión por la identidad”, una miniserie sobre niños apropiados en la dictadura que echaba mano a toda una gama de golpes bajos mientras se sacralizaba a las víctimas y se personificaba a los criminales como monstruos incapaces de poseer un solo gesto humano (todo lo contrario a La caída, la imprescindible película sobre los últimos días de Hitler), es elocuente en este punto. Hay una forma de contar lo que pasó que ya no moviliza e incluso proyecta el genocidio (real, trágico) hacia la mitificación. Ausencias, la muestra fotográfica de Gustavo Germano es el ejemplo contrario: igualmente conmovedora que los ejemplos mencionados (porque, a fin de cuentas, es imposible no emocionarse viendo el tormento de un niño robado) pero ajena a cualquier subrayado efectista (1). Claro que éste es un dato menor que sólo les puede interesar a giles como yo mientras la Justicia activa causas cerradas y se castiga, enhorabuena, a los responsables del genocidio.

La pregunta es ¿qué pasará cuando asuma un gobierno con otra mirada sobre el pasado?: ¿el discurso de los derechos humanos (evidentemente extralimitado desde el 2003 en adelante y, por consecuencia, desprovisto, en algunos casos, de toda su importancia) recobrará su sentido histórico o será interpretado por la "gente" (con ayuda de las corporaciones mediáticas, más volátil que la gallina de los puntos cardinales) como una mera sobreactuación que servirá a sectores reaccionarios para declarar la tan promocionada “amnistía”? Tengamos en cuenta el modo en que se agita el fantasma del “perdón” o la “reconciliación”. El “olvido” bien puede servir para la superación de obstáculos de la vida cotidiana: un amor, una traición, una muerte. Ahora bien, pensar que un país entero saldrá adelante olvidando un genocidio es una broma de mal gusto y sólo puede ser atendible desde la lógica de un fascista o un ser enigmático como Pepe Mujica.

En fin, la divulgación del discurso de derechos humanos (2) ocurrida durante las gestiones K ha tenido derivaciones encontradas. Algunas son nefastas y otras dignas de ser reconocidas. Un hecho vulgar como la iniciativa simbólica de sacar la foto del perfil del facebook y dejar una silueta en homenaje a los “desaparecidos” sirve como paradigma de esta ambivalencia: por un lado, la oportuna concientización sobre lo ocurrido a través del recuerdo de cientos de usuarios, por otro, una performance meramente virtual, que habla más de la culpa y el uso residual de una temática seria, que de un verdadero compromiso.

(1): En su sutileza recuerda a un cuento de Cortázar titulado “Segunda vez” y publicado en el olvidable volumen Alguien que anda por ahí: dos personajes son citados a la dependencia de un Ministerio. Se conocen en la sala de espera. Conversan hasta que hacen pasar a Carlos. Un rato después, María Elena es llamada a la misma oficina pero Carlos no está y nunca lo vio salir.

(2): No confundir “discurso” (suma de artificios retóricos para representar un tema) con “política de derechos humanos”, encargada del ejercicio pragmático, a través de la justicia, de reabrir causas y juzgar a los culpables.

sábado, 20 de marzo de 2010

Confiá, nuevo disco de Fito Páez

Tema para el próximo Congreso de Rock Argentino a realizarse en la sobremesa de cualquier reunión de amigos. Como alguna vez nos preocupamos por el itinerario esquivo de Daniel Melero, hoy le toca el turno a Fito Páez. Hay una problemática ineludible en torno al rosarino y tiene su origen en el lanzamiento de Circo Beat (1994), disco que probablemente tuviera la peor misión que pueda tener un disco: reemplazar una obra deslumbrante como El amor después del amor (1992).

La biografía escrita por Enrique Symms en 1995 posee escenas representativas sobre este divorcio con el gran público, como por ejemplo la transcripción de una crítica de un show en Córdoba en la que el periodista (Germán Arrascaeta; quien luego terminó pidiéndole perdón) afirmaba que “la prolijidad no es motivo de preocupación. Sí lo es el hecho de que en escena Páez se maneje con gestos sobreactuados y una ausencia de pasión alarmante”. A partir de esa época las burlas y las críticas hacia Páez se convirtieron en moneda corriente (hoy el centro del patíbulo rockero es de Cerati). Cualquier pelmazo con ganas de sacar chapa no necesitaba más que hacer un poco de bullying contra Páez para que la inteligentzia lo bendiga. Fidel Nadal, Kapanga, individuos a lo sumo simpáticos, pero ni con la mínima y remota posibilidad de componer algún día temas de la factura de “Ambar violeta”, “Sable chino”, “Alguna vez voy a ser libre” o “Creo”. Un hecho sustancial es cuando en un acto en repudio a 20 años del golpe militar (1996), incapaz de asumir el éxito del border bukowskiano de Ciudad de pobres corazones y Ey, la muchachada lo apedrea. Días después, en una performance irónica brillante (no por nada es el hijo dilecto de García), se presenta en el mismo lugar pero con un casco.

Se sumó a este desprecio, el rechazo generalizado (y bastante irracional) hacia su personalidad. Se lo acusa de soberbio, de enob, calificativos que pueden ser ciertos pero que no justifican tal ofuscación: quien sea un solista consagrado del rock argentino y no tenga aires de grandeza, que tire la primera piedra. En cuanto a su música, el veredicto general (simultáneo con el mío) es conocido: por lo menos a partir de su errático dúo con Sabina (Enemigos íntimos, 1998), sus discos parecen ser remakes de otros anteriores. Melodías similares, cierta afectación en la voz, recurrencias temáticas. La pregunta es ¿por qué le pedimos a Páez lo que a ningún otro artista (y mucho menos a nosotros mismos): la superación constante? ¿Hay mucha diferencia entre Los ojos, Silver Sorgo, Pan y Un mañana? ¿Hay una evolución palpable entre Vengo del placard de otro (02) y Amapola del 66 (10)? ¿Inventaron algo Gustavo Cerati y el Indio Solari en sus carreras solistas? ¿Varían Infame, Anoche y Mucho? Estas preguntas dichas al viento y contestadas por nadie no apuntan (en este caso) a ultrajar los méritos de los artistas mencionados, sino a colocar a Páez en un contexto determinado. Es que la mayoría de los músicos que poseen un estilo reconocible (con sus tics, sus clisés, sus obsesiones) en determinado momento comienzan a copiarse a sí mismos. Es redundante seguir ofreciendo ejemplos, pero hasta podríamos recalar en las figuras más grandiosas del rock mundial.

Toda esta pesada introducción para anunciar que Fito Páez editó un nuevo disco llamado Confiá y que, al igual que El mundo cabe en una canción o Naturaleza Sangre, no es tan bueno como El amor después del amor ni tan malo como Rey sol. Está ahí, en un limbo impreciso. Lo novedoso es que en la tapa Fito aparece al lado de su doble, asumiendo con humor su propio estereotipo. Dos canciones, “London Town” y “Fuera de control”, sirven de hipotético muestrario. La primera es una balada notable hecha a golpes de piano y con reminiscencias beatles. Justifica la existencia del disco. Páez elude el estribillo (modo que se repite a lo largo de todo el disco) y obtiene una postal lograda, repleta de nostalgia y lluvia: “El olvido no perdona/ Viste como son las cosas/ Del polvo venimos, andamos, después todo al polvo va/ Yo no creo en volver a empezar”. “Locos, putas, gente enferma/ Living in the city” se oye al principio de “Fuera de control”, en lo que parece una caricatura de “Tatuaje falso”. Y luego una de esas repetidas declaraciones de principios: “Si querés escuchá y cantá y si no bancatelá” (prestando atención a la letra, repleta de frases hechas en inglés, se deduce que es una broma, pero una broma con demasiada gravedad para ser entendida como tal).

Al comienzo, los vientos y el típico sonido hi fi evocan la época de Abre, pero si en ese disco Páez parecía tener todo fríamente calculado y se atrevía a profundizar sobre la historia en canciones interminables (y densas) como “La casa desaparecida, en “Confiá” (la canción y el disco) las letras parecen por momentos improvisadas sobre la marcha o sin mucho énfasis en su elaboración, característica que en algunos casos puede dar resultado aportando un aire de frescura (como en el tema homónimo) y en otros producir fallidos (“Tiempo al tiempo”). Incluso “La ley de la vida” (un tema pop bailable con un fragmento en el que los instrumentos se detienen para dar paso a un coro gospel) se va en fade out mientras la voz canta una estrofa que no aparece anteriormente. Hay también rockitos que ya tienen el copyright de Páez como “La nave espacial” y “En el baño de un hotel” (de esos que es muy difícil diferenciar entre sí), aires brasileros en “Limbo mambo”, historias típicas de personajes marginales en “M & M”. Se destacan canciones de amor y sordidez como “Saliendo de tu prisión” y “Desaluz”. Y eso es todo.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Lost 6x08. Minuto a minuto. La leyenda continúa (?).

Démosle la bienvenida a "(?)", que ya desde el título nos deslumbra con su humor inteligente.

Este minuto a minuto está dedicado a todos los compañeros que están privados de su libertad en el penal de Olmos (?).

Y dice que arranca que dice que arranca (entonar símil arenga cumbiera):

Ahí arranca.

Uh, el pesado de Sawyer haciendo sus cositas.

Mmm, parece que pasó la noche con Jin.

La típica escena del que se despierta sobresaltado al estilo Lionel Hurtz.

Matalo Sawyer, se despertó sobresaltado.

Hablan y dicen sus cositas.

El Antonini Jin le dice que busca a su amada Sun.

Bueno, siguen.

Sienten un ruido, es el No Locke: ¿vendrá en humito?

No, llega con el loco Sayid, la loca Claire, la puta Kate y los pibes.

Saludo entre Saw (?) y Kate de putitos enamorados (?).

Realidad sin accidente: Sawyer gime con una colorada, acaban de darse bomba.

Se tiran flores sexuales (?): "Increíble", "Tú tampoco eres mala".

A Sawyer se le abre un maletín con miles de dólares.

Ahora la mina le apunta con un arma: típico, te levantás una minita, te la llevás a Edén (?) y te termina apuntando con un arma porque tenés un maletín con miles de dólares.

Al final Saw era cana, según Lost por cada delincuente atrapado, los policías tiene un polvo asegurado.

Eh, llegó Miles, el ídolo, acá también es el Sancho de Saw.

Usan medallones onda Magios.

Selva (ruido de animales salvajes; en realidad es una isla pero tiene selva): Claire acaricia al hijito de basura.

Kate pregunta cosas pelotudas, qué raro.

Habla el No Locke a la tropa.

La azafata apatecible hace su aparición. Cuida a dos pendejitos. Uno parece Frutillitas.

El No Locke consuela al Frutillitas (no sé si es chico o chica).

Claire toma la mano de Kate y le hace miradas lésbicas.

Kate le pregunta a Saw si está con Locke y le dice que no está con nadie, con su típica manía de decir frases altisonantes a lo Pablo Echarri/Osvaldo Laport.

Me tiene podrido Sawyer, además me hace acordar tanto a mí (?).

En la realidad sin accidente, Saw intenta contactar al que hizo matar a sus padres.

Ahí viene Miles con tecito. Re amoroso (?).

Démosle la bienvenida al "Re amoroso (?)".

Saw le miente a Miles sobre a quién llama (malísima mi sintaxis).

Miles le consiguió una cita con una minita. Como si la necesitara el potro de Saw (?).

Bueno, tengo que captar al público femenino, esta sección es la más misógina del blog y alguna se puede sentir mal.

Vuelta a la selva, todos caminan en fila y siguen al No Locke.

Saw se va a un reservado a hablar con el No Locke.

¡Qué tetón está el No Locke!

¡Dios, alcancenle un corpiño, esto es casi porno!

Le re doy al No Locke (?).

Está para gritar "Oh, ese No Locke tiene senos" y correrlo con una toalla mojada.

Según la traducción, el tetón le dijo a Saw: "Yo soy la cosa de humo". Es aquí donde uno se pregunta si debe seguir mirando Lost o hacer algo productivo.

Sigo mirando Lost.

El pechugón manda a Saw a la otra isla (Hydra) a que busque a los que quedaron del vuelo Ajira y los engañe y traiga información. Saw acepta, seguramente seducido.

¿Por qué no va directamente él en humito y los mata a todos? Claro, si pasa eso se termina la serie: el humito mata a todos y se va feliz a su casa.

Saw se encuentra con su cita. Parece Don Johnson. Es Charlotte, la minita, la frígida de Charlotte.

Ahora hablan y se seducen mutuamente.

Toman vino caro, hablan de arqueología, muy interesante.

Sawsado: ella dijo que era como Indiana y él le preguntó si llevaba látigo.

Ya se la levantó.

Se dan besos y gimen, dejate de joder.

Saw le dijo que la próxima vaya con látigo: mirá vos Saw, quiere que le peguen en la cola.

Ella le pide prestada una camiseta. Ahora la típica escena mentirosa en la que las mujeres se tapan las tetas incluso cuando están solas.

En el mueble de Saw hay 48 libros para que los nerds se fijen.

Ella pispea una carpeta con la historia dramática de Saw.

Saw se enoja y la echa cual perro.

Llega Saw a la otra isla.

Están en las jaulas que otrora sirvieron de prisión break.

Encuentra el vestidito floreado de Kate y lo retuerce amargamente.

¡Ahora se lo prueba y se empieza a dar látigazos!: ¡Guaaaa!

Démosle la bienvenida al "¡Guaaa!". Vino desde 1993 especialmente para este minuto a minuto.

Un poco de majulismo: el "¡Guaaa!" era una onomatopeya utilizada por la juventud ochentosa/noventosa para denotar sucesos increíbles. Generalmente era acompañada por un "Re que...", frase que explicaba la inverosimilitud del enunciado que la precedía. A fines de la década del 2000 fue reemplazado por el anodino: "Ah re".

Noten como tengo que echar mano a toda una serie de efectos especiales ("?", "Re amoroso", "¡Guaaa!") para sobrellevar este capítulo.

Kate se sienta a hablar con el loquito Sayid.

Está taciturno y silencioso, es como una roca, palabras no lo tocan, pero adentro hay un volcán que pronto va a estallar (?).

Claire intenta matar a Kate, Sayid ni mú.

El No Locke le pega un bife a Claire, que nuevamente demuestra que no pasa el casting de Casi Angeles.

En la isla están todos dormidos.

Ah no, están todos muertos, yo creí que dormían en pila, como en "Donde viven los monstruos".

Aparece una de anteojitos que dice ser la única sobreviviente.

El hermano de Charlie..., bueno, a quién mierda le importa.

Miles reta a Saw porque se fue a Australia en vez de Palm Springs.

Esto es una mezcla de Grand Theft Auto, División Miami y Locademia de Policías.

Miles se ofende con Saw. Saw rompe un espejo con su puño. 7 años de maldición.

Saw habla con la de anteojos. Se llama Zoe y sí, sí, ¿por qué no?, le doy.

Ah, hoy eran las fotos de Juliet.

Si consigo de esta anteojitos sería una revelación.

Es parecida a otra de la misma serie pero no me doy cuenta quién.

Kate llora entre cañas de azúcar.

Llora, llora, la llorona.

El No Locke le habla.

Charlan y reflexionan.

Démosle la bienvenida al "Charlan y reflexionan".

Ya le damos la bienvenida a cualquier cosa.

Explicaciones pedorras del No Locke, el capítulo comienza a naufragar, que muera alguien.

La chusma de Kate le pregunta por Saw.

Saw y anteojitos vuelven, pero ella era una espía.

Saw se entrega a unos que lo apuntan.

¡Qué cara de actores de reparto tienen los actores de reparto de Lost!

Kate y tetón charlán y reflexionan, again.

El No Locke cuenta pelotudeces sobre su vida y se emociona: su madre estaba loca como Claire y blablablá.

Esto es cualquiera: ahora llora el humito. Esta manía de Lost de que los villanos sean humanos…

Los actores de reparto llevan a Saw al submarino.

Ah, es el de Widmore, así terminó el capítulo que decidí no minutear (?).

Saw llega a su casa de cana, saca una cerveza, pone una pizza en el microondas y mira La familia Ingalls. Posta.

Va con un girasol y 6 cervezas a garcharse a Charlotte.

Le echó "fli" la Charló, le echó.

Hay una puerta con candado: ¿y?

Saw se encuentra con Widmore.

Charlan y negocian.

Todavía no es tan clásico para darle la bienvenida al "Charlan y negocian".

Arreglan algo que ustedes ya saben.

Ahora Claire abraza a Kate y le pide perdón.

Uaaaaaiiaaa (bostezo).

Se cayó el capítulo mal.

Ahí el No Locke recibe a Saw. Saw engañó a Widmore, está con No Locke.

Bueno, Saw le cuenta a Miles, blablablá.

Charlita conmovedora 78 veces oída.

Saw apresa a Kate, blablablá.

En la isla: Kate hace malvaviscos y llega Saw de atrás.

Hablan, repiten lo que pasó para el que no entendió nada.

Saw dice que se van en submarino mientras No Locke y Widmore se pelean. Y ése es el final del capítulo como si fuera la gran cosa.

Sentimientos encontrados y ambiguos pueblan mi corazón lostiano, me pregunto si el capítulo estuvo bueno o fue una reverenda garcha. The answer, my friend, is blowing in the wind.

PD: Seguro que Juliet parece un mono…

martes, 16 de marzo de 2010

El majulismo, una nueva escuela literaria

La hermenéutica ha distinguido varias corrientes que, a lo largo del tiempo, incidieron en los modos y esquemas de la escritura. Se pueden mencionar movimientos culturales (que a la vez incluían diversas disciplinas artísticas) conocidos por grandes y chicos. El Renacimiento, que mantenía como principal premisa el “Carpe Diem” y entregó obras notables como El Decamerón, ejemplo inigualable de otra premisa quizás más explícita pero no por eso menos atendible: “A coger que se acaba el mundo”. Luego de esta explosión de los sentidos surgió el embole despelotado y complejo del Barroco, que tiene entre sus principales referentes históricos a tipos difíciles como Góngora o Quevedo y sigue hasta el día de hoy con las columnas de Pepe Eliaschev y las letras del Indio Solari. Más tarde, surge el Neoclasicismo, vertiente botona y paranoica si las hubo, repleta de normas estrictas y textos didácticos para la gilada. Fue una corriente bien maricona, el romanticismo, quien acabó con el monopolio de la razón, enalteciendo los sentimientos a flor de piel, las ganas de llorar, el suicidio y la música de Robert Smith a todo volumen. El contrapeso esencial (pero no menos denso) llegó con el Realismo y sus novelas interminables sobre tipos detestables que ingresaban a una sociedad más detestable aún para conseguir cosas más detestables y terminar en un estado al que tampoco le cabe otro calificativo que no sea detestable. El naturalismo (regido por el pensamiento determinista) sería el hijo bobo del Realismo y no merece siquiera que lo nombremos. Estas experiencias serían contrapuestas con el simbolismo (Europa) y el modernismo (América Latina), movimientos plausibles, sí, con algunos autores destacables, claro, pero que advertían que todo se estaba yendo irremediablemente a la mierda. La explosión de la cognición humana con la Primera Guerra Mundial sumada a una serie de problemas muy complejos, produjeron el avance de las vanguardias históricas: surrealismo, dadaísimo, etc. La escritura automática, los mundos oníricos, el montaje. Toda una serie de estrategias discursivas que sirvieron para que niños infradotados del mundo con ganas de rascarse los huevos con las dos manos se autodenominaran “escritores”. Pero lo peor todavía no había sucedido. Avanzado el Siglo XX en unas 4 o 5 décadas llegó el Posmodernismo. Aquí todo se fue a la mierda. Y así estuvimos esperando 60, 70, 80 largos años que alguien responda a ese movimiento basado en el “cualquierismo” más irredento mientras nos ahogábamos entre pintores que llaman arte a la acción de cagar arriba de un lienzo y luego encuadrarlo, escritores que pasan por novelas rejuntes de recetas, noticias y listas de compras y el estrellato de figuras inexplicables (como Mike Amigorena, Narda Lepes, el “Mágico” Canales y Miranda). Pero la espera ha llegado a su fin. Luis Majul, un Quijote de la palabra, se rebela finalmente contra el quietismo cultural y el abandono de la creatividad.

¿Qué es el majulismo?

Es una corriente literaria que tiene como principal característica la necesidad de explicar todo provocando de este modo sentimientos tales como el extrañamiento, el malestar, la angustia y la impotencia. El objetivo final del majulismo es extender los textos más breves y superficiales hasta hacerlos llegar a 500 páginas. El récord de este tipo lo tiene un majulista ortodoxo noruego que ha reestructurado de forma tal el haikus de Kobayashi Issa “Puesta del sol/ La rana también/ llora” hasta transformarlo en un grueso volumen de 368 páginas.

¿Qué hace falta para ser majulista?

-Un diccionario o enciclopedia. Pueden ser volúmenes impresos pero los majulianos ortodoxos recurren a la cibernética.

-Desdeño absoluto por citar la fuente de información.

-Ganas de describirlo todo a costa de ser calificado como un idiota.

¿Cuáles son los orígenes del majulismo?

Se encuentran en el libro El dueño, del mismo autor que da nombre a la corriente. Un ejemplo tradicional que los majulistas suelen leer con lágrimas en los ojos (por la habilidad del autor para amalgamar descripciones al pedo y datos innecesarios) es el siguiente:

“Antes de los 7 años contrajo tos convulsa. También conocida como pertusis, en una infección del sistema respiratorio provocada por una bacteria llamada Bordetella pertusis. Los accesos de tos convulsa suelen durar más de un minuto, y cuando no se los controla pueden ocasionar otras afecciones. El niño Néstor la habría contraído por contagio. La consecuencia habría sido el estrabismo.
El estrabismo es la desviación de los ojos. Ahora lo sufre el cuatro por ciento de los niños y, si no se lo corrige a tiempo, la desviación se hace crónica”.

¿Cómo queda la literatura luego de la irrupción del majulismo?

Así:

Pero ¿es que se puede aplicar el majulismo a toda la literatura?

Si. Lo verdaderamente revolucionario del majulismo no es el atroz producto de su técnica sino que, a diferencia de otras corrientes en las que sus referentes debían inventar nuevos textos, se puede aplicar a obras canónicas. Los más optimistas intuyen que dentro de algunos años los principales hitos de la literatura universal serán majuliados. Practiquemos con “Las ruinas circulares”, reconocido generalmente como un ejemplo inigualable del estilo borgeano tanto en sintaxis, adjetivación, manejo de los tiempos, temática, etc. A continuación, un párrafo cualquiera de este texto insigne en la literatura argentina:

“El mago ejecutó esas órdenes. Consagró un plazo (que finalmente abarcó dos años) a descubrirle los arcanos del universo y del culto del fuego. Íntimamente, le dolía apartarse de él. Con el pretexto de la necesidad pedagógica, dilataba cada día las horas dedicadas al sueño. También rehizo el hombro derecho, acaso deficiente. A veces, lo inquietaba una impresión de que ya todo eso había acontecido... En general, sus días eran felices; al cerrar los ojos pensaba: Ahora estaré con mi hijo. O, más raramente: El hijo que he engendrado me espera y no existirá si no voy”.

Pero ¿qué pasa si lo majulizamos?

“El mago ejecutó esas órdenes.

Las órdenes son locuciones imperativas, generalmente de un individuo a otro. En casos de esquizofrenia (actualmente la sufren entre 2 y 4 personas cada 10.000 habitantes) puede ocurrir que un individuo de órdenes a sí mismo o un ente imaginario.

Consagró un plazo (que finalmente abarcó dos años) a descubrirle los arcanos del universo y del culto del fuego.

Se llama fuego a la reacción química de oxidación violenta de una materia combustible, con desprendimiento de llamas, calor, vapor de agua y dióxido de carbono. Es un proceso exotérmico. Desde este punto de vista, el fuego es la manifestación visual de la combustión. Se señala también como una reacción química de oxidación rápida que es producida por la evolución de la energía en forma de luz y calor.

Íntimamente, le dolía apartarse de él.

Tercera persona del singular que en la oración desempeña la función de sujeto: él ha llegado el último, o de complemento con preposición: lo hizo por ellos. Como sujeto, no es normal que aparezca expreso en la oración, salvo si se quiere resaltar. Como complemento, no es correcto su uso con valor reflexivo, en lugar de sí: *lleva el equipaje de mano con él en lugar de lleva el equipaje de mano consigo.

Con el pretexto de la necesidad pedagógica, dilataba cada día las horas dedicadas al sueño.

Soñar es un proceso mental involuntario en el que se produce una reelaboración de informaciones almacenadas en la memoria, generalmente relacionadas con experiencias vividas por el soñante los días o meses anteriores. El soñar nos sumerge en una realidad virtual formada por imágenes, sonidos, pensamientos y/o sensaciones. Los recuerdos que se mantienen al despertar pueden ser simples (una imagen, un sonido, una idea, etc.) o muy elaborados. Los sueños más elaborados contienen escenas, personajes, escenarios y objetos. Se ha comprobado que puede haber sueños en cualquiera de las fases del dormir humano. Sin embargo, se recuerdan mejor los sueños y estos son más elaborados en la llamada fase MOR (Movimiento ocular rápido; en inglés, REM: Rapid Eye Movement), que tiene lugar en el último tramo del ciclo del sueño.

También rehizo el hombro derecho, acaso deficiente.

Deficiente es aquel ser humano o periodista cuyo nivel intelectual está por debajo del nivel de la media o aquello (una mesa, un libro de investigación periodística) imperfecto o mal hecho.

A veces, lo inquietaba una impresión de que ya todo eso había acontecido...

Acontecido es un verboide en participio que viene de la raíz verbal “acontecer”. Se puede utilizar para formar tiempos compuestos (La publicación del libro ha acontecido), para modificar un sustantivo (Eso es un hecho acontecido), etc.

En general, sus días eran felices; al cerrar los ojos pensaba: Ahora estaré con mi hijo.

Un hijo o una hija es un ser humano o un animal respecto de sus padres. Todo ser humano es un hijo, ya que todos los niños tienen padres, aunque los padres no estén vivos o estén viviendo en otro lugar.

O, más raramente: El hijo que he engendrado me espera y no existirá si no voy.

“Voy” (presente, modo indicativo) es una de las formas del verbo irregular “ir”. Se utiliza para expresar traslados en el espacio. Por ejemplo: “No voy en tren, voy en avión”. O para expresar estados fisiológicos del cuerpo humano: “Me voy a hacer pipí”.

Conclusiones:

El resultado espeluznante no condena sino que eleva el majulismo, capaz de volver imposible un texto de Jorge Luis Borges. Pero si un relato magistral como “Las ruinas circulares”, a través del lente del majulismo, es fatalmente destrozado y mueve al horror: ¿cómo es leer El dueño, la obra que dio origen a la corriente? Todavía no se ha podido verificar ya que nadie ha terminado de leerlo sin sufrir vómitos, fiebre, alucinaciones y mudez repentina. Actualmente, el majulismo se extiende en el mundo. Algunos más ortodoxos que los que en principio se denominaron ortodoxos llaman a explicar no sólo el último término de cada párrafo, sino cada una de las palabras del texto. Majulistas insistentes en la tarea de demoler el cuento breve trabajan versiones kilométricas de “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”, de Augusto Monterroso, “Una mujer está sentada sola en una casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta”, atribuido a Thomas Bailey Aldrich y “Un hombre, en Montecarlo, va al casino, gana un millón, vuelve a casa, se suicida”, de Chejov. Entonces desaparecerán del planeta el inglés y el francés y el mero español. El mundo será majulista. Yo no hago caso, yo sigo revisando en los quietos días del hotel de Adrogué una indecisa traducción quevediana (que no pienso dar a la imprenta) del Urn Burial de Browne (?).

Un signo de interrogación es un signo de puntuación que indica que la oración que le sigue o precede es una pregunta. Entre paréntesis luego de un texto sirve para explicitar delirio, pelotudez o ironía.

domingo, 14 de marzo de 2010

Bullying contra Kirchner

Las acusaciones contra El dueño, el libro de Luis Majul, están a la orden del día. Posee la prosa lavada e impersonal de los libros que más que escritos parecen fabricados. Presentado como una obra de “investigación periodística” se pierde en datos banales (en la mayoría de los casos referidos a la intimidad de la pareja presidencial) que ni siquiera están confirmados. En la presentación, Víctor Hugo Morales remarcó esta utilización desmedida de supuestos (a su lado oía un risueño Nelson Castro, de quien nadie pudo explicar las risas ya que desde sus inverosímiles columnas en Perfil es el máximo exponente de esta vertiente periodística) y la insoportable autovictimización del conductor de La Cornisa como estrategia de marketing (quien escucha o lee sus reportajes puede pensar repentinamente que estamos antes Roberto Saviano, el periodista italiano amenazado por la mafia). También se lo puede acusar de oportunismo (la existencia de toda la serie de libros escritos por Jorge Asís mucho antes del conflicto con el campo y las elecciones del 28/6 convierten en oportunista cualquier publicación anti K). De vender pescado podrido (pasar información difundida por inédita: los negociados del juego ya son tema de debate hasta en las peluquerías; la aparente presión de Kirchner para que Cristina renuncie la mañana posterior al voto no positivo apareció en todos los diarios… al otro día). De abrumar con información innecesaria: “El día que Daniel “Mono” Barrista, es secretario de Gobierno de Santa Cruz, embistió contra una manifestación docente lo hizo con una camioneta Grand Cherokee, patente DTX 280, propiedad de la empresa SIMASA” (P. 19, las cursivas son mías). De describir obras de Shakespeare a través de medios dudosos. De catalogar como “dueño” de un país a alguien que tiene en contra (entre otras áreas) al mayor multimedios del mismo, el sector productivo de mayor envergadura y el 70 por ciento de la población.

Pero si hay algo que convierte al libro de Majul en un esperpento es su condición miserable. Cualquiera que tenga dos dedos de frente sabe que, a esta altura, a Néstor Kirchner se le puede entrar por cualquier lado: creo que (a excepción de Diana Conti, que lo considera necesario para luchar contra el Poder) hasta al más irredento ultrakirchnerista le gustaría que su patrimonio fuera otro o que no haya comprado 2 millones de dólares o que no se haya intervenido el Indec (y me olvido de Moyano y de que el gobernador aliado sea Scioli porque se supone que en política te tenés que embarrar, ¿o no?). Un buen periodista puede destrozar a Kirchner solamente desde el análisis político, desde la crónica detallada de manejos turbios. Pero claro, Majul no es un buen periodista, y sabe que a la platea que comprará su libro le importa tres pitos una buena argumentación. Sólo hace falta repasar los comentarios de los foristas de Perfil (el paradigma del individuo de clase media-alta que consume este tipo de productos y luego comenta anécdotas escabrosas en la sobremesa familiar) para comprender que el objetivo del antikirchnerista es ver al supuesto “dueño” humillado. “Los quiero ver de rodillas” fue la frase más difundida y menos escuchada de la historia Argentina reciente. Ese furibundo deseo referido al “campo” en plena batalla por las retenciones fue hábilmente esgrimido por la corporación mediática hasta instalarse en el inconsciente colectivo de buena parte de la sociedad argentina. “Van por todo”. No sólo por quijotes del sistema como De Ángeli (que, recatado, confesó que no quiso voltear a Cristina porque en el futuro sus hijos serían acusados como los hijos de los que hicieron el golpe: gran deducción), sino por vos también espectador bacán de Telenoche que no perdiste tu trabajo, te fuiste de vacaciones y seguís mandando a tu hijo a un colegio privado pero se supone que estás en bancarrota. ¿Quién no escuchó en una reunión familiar o en declaraciones televisivas eso de que los K quieren aniquilar a todo sector productivo de clase media? ¿Quién no soportó el rap inconcebible de que “en este país se respetan los derechos humanos de los delincuentes y no los de los que pagamos nuestros impuestos”? ¿Quién no recibió una cadena de mails quejándose de la “asignación universal por hijo” como un criadero de vagos?

El objetivo de Majul, entonces, para que su proyecto se convirtiera en el “boom editorial del verano”, el “best seller”, fue poner de rodillas a Kirchner (aunque sea a través de las páginas de un libro) para hacer llegar al orgasmo opositor al gorila medio, imbuido por un odio irracional que sólo puede compararse al que tuvieron los antiperonistas cuando Eva Perón enfermó de gravedad. De allí la serie de anécdotas superficiales y golpes bajos varios que pueblan las páginas de El dueño. El precedente de este bullying antikirchnerista puede rastrearse en aquella tapa de Noticias que anunciaba un “Informe psicológico de Kirchner” matizando la nota con una fotografía en la que se mostraba al ex presidente de niño, con la mirada penetrante, el pelo rapado y las orejas sobresalidas. Típica técnica fontevecchiana de fusilamiento mediático (por otro lado, conmovedora la perturbación de los apóstoles del republicanismo pocket al darse cuenta de quién es en verdad Fontevecchia recién cuando le dice “poronga” Carrió: ¿WTF?).

El análisis textual del primer capítulo de la primera parte del libro hecha luz sobre este tema. Para que todo quede claro desde el principio se titula “La venganza del boludo”. El boludo, por si quedan dudas, no es el periodista al que Kirchner nunca le concedió un reportaje y trabaja para De Narváez, sino el mismo Kirchner. La venganza, por si quedan dudas, no sería el libro El dueño, sino la de quien “usó su resentimiento original para colocarse por encima de todos” (P. 21). La sed de humillación de Majul es grande: ya a las 5 páginas de comenzado el capítulo, que comienza refiriéndose a una coima denunciada por Eduardo Arnold (que dicho sea de paso, ya había aparecido en todos lados), anota que:
-“Néstor fue un niño con problemas de salud y un adolescente que vivió traumatizado por las burlas de sus compañeros de colegio secundario”.
-“Nació (…) con una fisura y perforación en el paladar causa de un trastorno del habla que con el tiempo se haría cada vez más evidente”.
-“Antes de los 7 años contrajo tos convulsa. También conocida como pertusis (…). La consecuencia habría sido el estrabismo”.
Al siguiente párrafo, por si no fue suficiente:
-“El estrabismo es la desviación de los ojos. Ahora lo sufre el cuatro por ciento de los niños (¿?) y, si no se lo corrige a tiempo, la desviación se hace crónica” (los signos de interrogación son míos).

A continuación se detalla el “calvario” que sufría Néstor en el Colegio Secundario a través del testimonio de uno de sus profesores: “Cuando pasaba al frente, le hacían de todo, desde correrle el banco para que se cayera hasta atacarlo a tizazos. Pobre, lo tenían para el cachetazo…” (P. 22). El lector gorila refulge de felicidad y más cuando lee que una “ex compañera” afirma que Kirchner: “Era el “Pan Triste” de la clase. En los recreos tiraba trompadas al aire, pero no le acertaba a ninguno”. La imagen de un Kirchner niño martirizado por sus compañeros en el medio de un patio es casi todo lo que un antikirchnerista le pide a la vida. Esta misma compañera compara a Kirchner con Ricardo III, sí, otro personaje de Shakespeare, en una hipótesis que según Majul ha sido “compartida por profesionales de la psiquiatría y amantes del teatro” (P.22, lluvia de “?”). Tal comparación es realizada porque en Ricardo III, “los problemas físicos constituyen uno de los dos grandes ejes de la historia. El otro es la búsqueda desmesurada de poder por cualquier medio, la traición, la mentira y hasta el asesinato” (P. 22). ¿A quién habrá asesinado Kirchner?

Majul sigue esgrimiendo datos importantísimos pero un tanto parciales (según lo que se desprende del texto, todo lo que hizo Kirchner durante su adolescencia fue desastroso):
-El Dueño quiso cursar segundo año en la Escuela Técnica Salesiana pero terminó volviendo a los tres meses.
-El Dueño quedó undécimo en el orden de mérito entre catorce compañeros.
-El Dueño se llevó seis materias a diciembre en tercer año (¡!).
-El Dueño se llevó seis materias a diciembre y “dos más a marzo” en cuarto (era tan malo que se llevó 6 a diciembre pero en marzo le agregaron “dos más”).
-El Dueño fue rechazado de la escuela de Magisterio.
-El Dueño ingresó a Derecho, se levantó a la mina más linda pero, eso sí, “seguía siendo suplente en todos los equipos de básquet de la universidad” (P. 24)

Luego (la cohesión no es un fuerte de Majul) se explica cómo fue la detención de Kirchner junto a Flores durante la dictadura (definitivamente la pasaron bárbaro). El mismo Flores asegura que en una ocasión Cristina le dijo que querían hacer política y que “para hacer política en serio se necesita platita”. Este inestimable dato es reforzado por una conclusión trascendental de Majul sobre los K (que de ninguna manera se puede extender al resto de la población humana): “La platita en efectivo sería una de las obsesiones más notables de Kirchner” (P.27)…

También un colaborador de la época en que Kirchner gobernaba Santa Cruz aporta “datos valiosos, porque anticipan el Kirchner actual”. Algunos de ellos son los siguientes:
-El Dueño leía diarios de punta a punta y no se los prestaba a nadie.
-El Dueño “no sabía hacerse ni el nudo de la corbata” (sic), se la hacía su asistente personal, Valerio Martínez.
-El Dueño jugaba a la ruleta.
-El Dueño “para no gastar, se hacía cortar el cabello en la peluquería de Congreso”, donde el servicio no se paga.
-El Dueño “se sentía incómodo en lugares donde él no era el centro de atención”.
-El Dueño le pegó una trompada en el estómago a su asistente.

Otra escena memorable sucede cuando durante un viaje a España en el 2003, Kirchner “le dio una fuerte patada en el traste a Rubén Zacarías, responsable de Protocolo y Ceremonial” (P. 31). Según Majul, esto puede ser verificado por una personalidad de la talla de Abel Posse, que en ese momento era embajador, pero durante las agresiones “permaneció escondido, detrás de las cortinas, por temor a que la furia de Kirchner también lo afectara a él”. STOP.

¿Abel Posse escondido tras unas cortinas mientras Kirchner le pega patadas a un colaborador? ¿Este es el gran libro de “periodismo de investigación” o un sketch de Benny Hill?

Alguien que vio la escena” (Majul es un gran discípulo del estilo Nelson Castro) dice que “Parecían Batman y Robin (…) Cada tanto quedaban frente a frente, con las rodillas flexionadas. Entonces todo volvía a empezar” (P. 32). El resto del capítulo repasa brevemente hechos de corrupción, pero además de que son moneda corriente en todos los medios opositores al gobierno y no aportan absolutamente nada, pierden su valor testimonial por estar acompañados de anécdotas banales como las mencionadas (aunque haya otras, por ejemplo cuando Kirchner camina por las calles de New York sin mirar vidrieras, entendiéndose esto como un claro ejemplo de locura o vaya a saber qué). Por otro lado, se le atribuyen pensamientos a terceros que difícilmente alguna vez sean confirmados (confirmados o no, no es recomendable atribuir pensamientos a terceros, claro):
-“Nunca lo dirá en público, pero Bielsa piensa que Kirchner tiene la patología de un psicópata político: alguien que puede hacer mucho daño” (P.37).

Por último, también se puede advertir la naturaleza del libro (y quizás también la de su autor) a través del segundo capítulo, llamado “Metamorfosis”. Según esta conjetura (cumbre del periodismo contemporáneo), el gran cambio en la personalidad de Kirchner se debe a una operación de hemorroides:

Néstor Kirchner fumaba Jockey Club, tomaba whisky Criadores, apostaba en la ruleta al número 29 -Majul me apasiona- (…) fue operado, con urgencia, de hemorroides. Y a las pocas horas pretendió ir a trabajar como si nada hubiese ocurrido” (P. 41).

Pero lo mejor está por llegar. Por si el lector no sabe, se aclara:

Las hemorroides son una afección consistente en la dilatación de las venas que se encuentran en la ampolla del recto y que llegan hasta el ano. Cuando las venas hemorroidales se dilatan, se pierde la capacidad de hacer retornar sangre por ellas. Las hemorroides pueden ser internas o externas según se produzcan dentro o fuera del ano”.

Señoras y señores, seré pornográfico, seré atrevido, pero no tengo otra salida: ¿qué otro objetivo sino el de que el lector imagine el culo lleno de hemorroides de Néstor Kirchner tiene esta delectación morbosa en la descripción de una afección conocida por todos? Pero Majul va por más cuando informa que Kirchner ya padecía de “colón irritable” y se entrega al placer inconfesable de describirlo:

Al colón irritable también se lo llama intestino irritable y afecta al dieciséis por ciento de la población mundial adulta (gracias Majul, verdaderamente estás aportando datos nunca escuchados y que ayudarán mucho a los nutricionistas del mundo). Sus síntomas son fuertes dolores, gases e hinchazón del abdomen. También, diarrea y constipación intermitentes” (P. 41).

Contra mi voluntad, ingresaré nuevamente en las filas de la pornografía: ¿qué otro objetivo sino el de que el lector imagine a Kirchner con diarrea y gases tiene esta otra delectación morbosa en la descripción del colón irritable? No es la investigación ni el análisis la principal estrategia de Majul para retratar a Kirchner, sino la exposición detallada de sus debilidades, exposición que le asegura congraciarse con el gorilaje ávido de morbo que agota su libro una y otra vez. Llegado ese nivel de sensacionalismo se me hizo imposible seguir leyendo un adefesio que mancillara en forma tan burda un género que enalteció, entre otros, Rodolfo Walsh. No creo poder ser acusado por tal desidia.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Apuntes arbitrarios sobre Beatles Anthology

Esta semana me prestaron Beatles Anthology, el famoso documental sobre la historia de los fab four. Tengo algunas cosas para escribir sin ningún tipo de espíritu crítico, simplemente como un fan que anota idioteces:

-En primer lugar, me alegro de que sea de mediados de los 90’. Es verdad que por momentos parece demasiado formal, el montaje de imágenes para algunas secuencias es un tanto inestable (pensemos que es de 1995) y que ver a Paul con esos chalecos es perjudicial para la salud, pero (dejando de lado la obviedad de que Harrison no hubiese aportado su testimonio) de haber sido hecho en la actualidad, seguramente habrían optado por un formato frívolo del tipo “behind the scenes” y ni se les hubiera ocurrido pasar temas enteros.

-El mito de los Beatles colonizó hasta sus rostros. Es increíble ver sus conciertos y entrevistas (especialmente las blanco y negro de la primera mitad de los 60’) y pensar que esos tipos efectivamente existieron y no son actores disfrazados con caretas. Los gestos parecen grotescos, los movimientos impostados, los peinados ilógicos. La leyenda es tan grande que nos cuesta suponer que eran así. Imaginen que hubiesen filmaciones de Dante escribiendo la Divina Comedia o de Shakespeare dándole los últimos toques al…Mercader de Venecia (el libro preferido de Majul), sería un shock considerable. Lo mismo con los Beatles, la diferencia es que ellos son contemporáneos.

-Es imposible no amar a Lennon. Como dijo alguna vez Phil Spector: "Conocerlo es amarlo". Es muy cómica la forma en que descomprimía la tensión y el drama de ser el fucking centro del universo haciendo muecas y moviéndose espasmódicamente. En una escena se lo ve imitando a una especie de retardado que no sabe aplaudir. Lo que cualquiera hace frente a su novia como divertimento, Lennon lo hizo a la vista de todo el mundo. Qué hijo de puta Lennon.

-Uno piensa que cualquiera que llegue a ese estadío de celebridad se la pasa en orgías y drogado las 24. hs. Los Beatles disfrutaron y tuvieron sus excesos (especialmente John que llegó a inyectarse heroína; Paul era porrero; George acompañó a John y tuvo su etapa lisérgica pero dejó cuando ya no le pareció divertido; Ringo se volvió alcohólico después de la separación), pero lo que más hacían era trabajar. Por ambición, para ganarle a los Beach Boys, para competir entre sí haber quién la tenía más larga, porque no se animaban a separarse, cómo sea, pero hacían doble turno muy seguido. Tanto es así que cuando el aire se cortaba con el filo de un cuchillo entraron al estudio e hicieron ¡Abbey Road! Muchos de los momentos claves e innovaciones salieron de sucesos azarosos y errores (el efecto de guitarra de Lennon en “I feel fine”, la tapa de Rubber Soul, la conformación final de “I day in the life”), pero de no haber estado trabajando nunca hubiesen ocurrido.

-Después de ver Anthology uno entiende mejor a Paul. El tipo, como el pibe de “Carry that weight”, cargó con el peso de ser el amargo del grupo, el supuesto careta, el conformista (intolerable mentira dada las particularidades de sus composiciones), el blando, en realidad, su mentalidad (más fría y cerebral que la de los otros) le permitía comprender la magnitud de la banda, por lo tanto lo que más anhelaba era seguir tocando con esos tres monstruos desagradecidos para siempre. Hay que decir de una vez por todas que tanto Lennon como Harrison subestimaban a los Beatles, eran harto irresponsables (inmaduros es la palabra exacta) y se dejaban llevar por personas, modas y boludeces (el Maharaji, el garca de Allen Klein). Paul era bastante insoportable queriendo tener el control de la situación (esto se explicita en la legendaria escena de Let It Be en que discute con George), pero lamentablemente en muchas ocasiones la tenía más clara. Es romántico preferir a John (es mi favorito, por supuesto), pero si no hubiese existido alguien con el carácter tenaz y un tanto dictatorial de Paul, los Beatles seguro se separaban cuando muere Epstein o incluso antes.

-Sir George Martin, además de ser un genio, me cae muy pero muy bien, incluso mejor que el otro George, quien siempre me pareció engreído y llorón. Lo quiero, claro que lo quiero, pero sus aportes están sobrevalorados. Algunos lo denominan el genio oculto y aunque era un gran compositor, la verdad es que tanto a Lennon como a McCartney no les ataba los cordones. Ya sé, pasaron 40 años y siguen sin atarle los cordones, pero algunos ponen a los 3 al mismo nivel y me parece un hecho inadmisible, típica pose de esnob para diferenciarse de la generalidad.

-Hoy los Beatles serían under. Las escenas desquiciadas de Magical Mistery Tour, las letras surrealistas, el ánimo provocador. Son elementos que no forman parte de una banda perteneciente al mainstream. Sin embargo los Beatles son el ejemplo máximo de lo clásico en el rock que vino después del roll. Uno no imagina a Bono disfrazado de morsa (aunque seguro lo haya hecho alguna vez en homenaje) o a Chris Martin en pelotas con una flaca japonesa, más bien los ve con Bush hablando de la deuda externa y de novios con Gwyneth Paltrow.

-Me gusta Ringo como baterista, por no decir que es un baterista de puta madre. Incluso es usual escuchar o leer que durante las sesiones en las que se grababan los discos, de los cuatro miembros de la banda, Ringo era el que menos se equivocaba, como si fuera un reloj suizo del ritmo adecuado. Es usual rebajarlo, pero su estilo tiene el equilibrio justo entre el batero monótono que toca siempre la misma base y un creativo sutilmente sofisticado. Ni una cosa ni la otra, un híbrido maravilloso. Y es muy conmovedor cuando se va de las grabaciones del White Album cansado de que lo forreen y todos lo convencen de que regrese llenándole el estudio de flores y aclarándole de una vez por todas que era el mejor baterista del mundo.

-Por último, otro aspecto fascinante de Anthology es que (al igual que No direction Home. el documental de Scorsese sobre los orígenes de Dylan) coloca la aparición de los Beatles en su contexto. Desde este punto de vista se puede entender el escándalo de sus presentaciones, los gritos, la histeria. Los Beatles expresaban sentimientos y sensaciones relacionadas con la juventud de una manera (que incluía tanto la música como el look) nunca antes vista. Cuatro tipos humildes de una ciudad proletaria de Inglaterra creando una nueva sensibilidad. Probablemente la media los conceptualizara como extraterrestres: ¿quién carajo son estos tipos vestidos y peinados como chiflados celebrando el amor y la tristeza a los gritos? La misma pregunta nos la podemos hacer ahora: ¿de qué planeta vinieron esos apabullantes genios?, ¿qué cóctel de cromosomas, qué serie de casualidades tiene que ocurrir para que suceda algo tan hermoso como los Beatles? Ni idea.

domingo, 7 de marzo de 2010

Doble Post

Sobre La cinta blanca, de Haneke

Sobre El corazón fantasma, último disco de Alvy Singer Big Band

Comente, si quiere, claro.
PD: Aguante Juliet.

Sobre La cinta blanca, de Haneke

En su prólogo a los Bocetos californianos, de Francis Bret Harte, Jorge Luís Borges anota: “Para rendir justicia a un escritor hay que ser injusto con otros”. La “melancólica ley” también puede aplicarse a los amigos, los equipos de fútbol, los pantalones, las mascotas, los presidentes, las parejas, los servicios de Internet, los platos de un restaurante y las películas que compiten en los premios Oscar. Ver La cinta blanca, de Michael Haneke, entonces, se transforma en sinónimo de devastar El secreto de sus ojos. Una es la adaptación de una novela de Eduardo Saccheri; la otra se asemeja a una obra oscura y densa de Thomas Mann. La distancia artística entre las dos es tan notable que, de no haber sido ubicadas en la misma categoría, es probable que nunca a nadie a lo largo y lo ancho del Planeta Tierra se le hubiese ocurrido compararlas o mencionarlas a las dos en un texto o una conversación. No sonará hiperbólico afirmar que es una tarea complicada calificar de película (y no de mero entretenimiento comercial) a El secreto de sus ojos luego de La cinta blanca. Y esto habla más de las limitaciones de Campanella que de los logros de Haneke (después de todo, su película no cambiará la historia del cine y probablemente no sea lo mejor que haya hecho). Prácticamente La cinta blanca tiene todo lo que le falta a El secreto. El mejor dato es que tratándose de una película sobre el origen del nazismo no se hace una sola mención a los campos de concentración, a Hitler, a los judíos. Lo nazi, en la película de Haneke (al revés de lo que sucede en la mayoría de las argentinas sobre la dictadura), no se explicita, se intuye. Recién hacia el final nos enteramos de que la historia transcurre poco antes de iniciarse la Primera Guerra Mundial (las caracterizaciones pueden remitir también a finales del Siglo XIX). Notable diferencia con una película en la que el personaje del villano es obligado a mirar “mal” en una foto, a tentarse con las tetas de un escote, a mostrar el pene, intentar violar una fiscal y, como si fuera poco, ser parte de la Triple A.

Especie de policial con ritmo alemán (es decir, sin ritmo o con un ritmo imperceptible), La cinta blanca ingresa su lente en la vida de una granja (muy parecida a la de La Aldea, de Shyamalan, pero sin tipos disfrazados de monstruos que lo arruinan todo) en el que algunos niños comienzan a sufrir agresiones violentísimas. El blanco y negro profundiza la sordidez y la asfixia de ese mundo (¿lejano?) en el que nadie dice en voz alta lo que sucede (a tal punto de irritar al espectador), los castigos corporales son moneda corriente y los hijos y mujeres son esclavos de los hombres. El pulso del director para desarrollar la historia puede considerarse magistral y ajeno a cualquier tipo de demagogia. Donde Haneke derrocha discreción, otro hubiese hecho un festín de sangre y maldad. Recuerdo cuando leí Orgullo y prejuicio, el clásico de Jane Austin. Lo único que me gustó es que siendo una historia romántica, los personajes involucrados no se daban un solo beso. Algo similar me contaba la vez pasada Matías Moscardi sobre la obstinación de James Ballard en no hablar de cocaína en una novela titulada, justamente, Noches de cocaína. ¡El libro estaba por terminar y el polvo blanco todavía no había hecho su aparición estelar! En una era en la que, por poco, todos estamos obligados a mostrar el culo aunque sea una vez para ser considerados seres humanos normales, es bienvenida la sugerencia, no abusar de la representación. Para eso están los reality, los diarios, los noticieros, las fotos de perfil del facebook.

Al final (cuando el espectador conoce el “infierno grande” que se cocina puertas adentro) con un par de planos quietos sobre los muros inescrutables de las casas de los protagonistas, Haneke logra asustar. Lo no dicho, la maldad, el odio, you knows. Un comentarista del blog afirmó en tono de broma que si El secreto de sus ojos le ganaba a La cinta blanca, dejaba de ver cine. Yo también.

Sobre El corazón fantasma, último disco de Alvy Singer Big Band

La idea de que el desamor puede sobrellevarse con elegancia es una mentira atroz de la entelequia llamada “arte”. Discos, películas y novelas afirman que tener el corazón roto es cool. Que yo sepa nada tiene de interesante estar triste, odiar, llorar, extrañar, querer asesinar gente. Sin embargo allí están 500 Days of Summer, Pucca, Blood on the tracks, Eternal sunshine of the spotless mind y los cuentos de Bioy Casares. El corazón fantasma (2009), último disco de Alvy Singer Big Band, es parte de esta farsa con tintes de conspiración mundial. Y le sale una obra redonda, con temas tan bien hechos y adictivos como los que daban forma a Volumen Uno (2003) y La elegancia (2005). Los sonidos que acompañan sus tragicómicas composiciones remiten a la música de salón, el jazz, la milonga, el folk más clásico (“Recordando” incluye homenaje explícito a Dylan), el bolero y, principalmente, la canción romántica en cualquiera de sus acepciones. Los años aceitaron el funcionamiento de esta big band clásica (cuerdas, bronces, percusión) que ahora cuenta con el acompañamiento vocal de las cantantes de Miranda y Rosal. Hay que tener un toscano en el oído para pensar que este tipo de artistas (en el mismo híbrido genérico pero con distintas vertientes podemos ubicar a Onda Vaga, Pablo Dacal y siguen las firmas palermitanas) hace rock; pero la poca imaginación de los periodistas especializados (y bloggers, chequear la etiqueta de este mismo post) y el agujero negro del género que por prejuicio coopta todo lo que suena bien (Rodrigo era rockero, el Polaco Goyeneche era rockero, Sandro era rockero) hicieron de las suyas. Mientras, ajeno a este tipo de “dilemas”, la pluma de Alvy Singer (el alter ego detrás de Jano Seitún, que probablemente con ese nombre tenga otro alter ego) mantiene los raptos de brillantez que lo hicieron escribir en el pasado genialidades tales como: “Una parte de mí te quiere escupir la cara, pero otra parte de mí te quiere patear la cabeza y que duela, que duela como duelen los domingo para mí” (“Que duela”, Volumen Uno). El problema de este tipo de cantautores que recubren sonidos que remiten indefectiblemente al pasado es hacer una carrera que se centre en la impostura, como si todo fuera una gran y larga parodia de algo que ya pasó y es muy gracioso. Con su tercer disco Alvy Singer saca carnet de “cosa seria” (en el mejor de los sentidos, el que lo aleja de los “cualquierismos” posmodernos) y se pone a salvo de tal encrucijada: como sucede con Leo Masliah o Flight of the Conchords, que haga reír no quiere decir que sea un chiste. El eje temático, de principio a fin, es el amor o la falta o la recuperación de éste. Aquel que es problemático, provoca dolor estomacal y bla, bla, bla. “Todas las cosas que duran nunca tienen mi nombre y se rompen” se escucha en “La cabeza rota”. “Si te busca el amor o te esquiva el amor o te encanta el amor o te cansa un poco el amor, no vuelvas va a hacer lo mismo” en “Contra la corriente”. Tales frases establecen el leitmotiv amargo que se esparce en El corazón fantasma. Siempre con las dosis justas de swing y resignación cómica para eludir la victimización insoportable del romanticismo FM. Es difícil elegir un tema que sobresalga porque casi todos son muy buenos, pero podría asegurarse que “Ya la olvidé” (“Salí herido de una guerra y era la guerra del amor, entré rengueando a otro guerra y era también la del amor, qué rápido llegué hasta teniente, el general me trata de doctor”) y principalmente “Cantando la canción de la destrucción” están un escalón arriba del resto, por efectividad, por buen gusto, porque dan ganas de cantarlas todo el día. Un fragmento de esta última nos servirá de cierre de reseña de este recomendadísimo disco de amor: “Cuando voy a dormir/ Siento el ruido de tus pensamientos/ Dicen que sos feliz/ Y que mandás un beso con el viento/ Yo lo agarro, lo torturo/ Y lo encierro en un cajón oscuro/ Sólo a veces lo dejo salir/ Y hablamos mal de vos hasta reír/ La canción de la destrucción/ De esta relación/ Tiene acción y pasión/ San Valentín, el horóscopo del Clarín/ No dijo: Corre sangre como en San Fermín”.

jueves, 4 de marzo de 2010

Lost 6x06. Minuto a minuto

Bueno, ahí empieza.

Parece que se trata de Sayid por la retrospectiva, uf. Es como cuando vas a un lugar y justo la persona que no querés que esté, está.

Ahí está Sayid, peinado como un león.

Ahí tocó el timbre. Lo atiende su noviecita Nadia, la que torturó.

Unos irakecitos le dicen "tío".

Uh, en la realidad paralela esta, su novia se casó con el hermano.

Re buitre Sayid, le llevó un ramo de flores.

Me veo obligado a escribir esto, no sé si por costumbre o para tapar el post anterior antikirchnerista.

La no-novia le tira la re onda.

Sayid les regaló a sus sobrinitos un boomergan. La verdad, qué regalo de mierda, Sayid.

La sobrina encontró en el bolso de Sayid la foto de su madre (es decir, la no novia de Sayid) con la que Sayid se toca seguramente en las noches de soledad. Torturador y pajero.

El hermano escuchó todo, no se hace mucho problema.

De vuelta al templo. Sayid entra re loca a hablar con el insoportable a la décima potencia chino.

El chino dice unas pelotudeces de unas escalas moviendo sus manos como un pelotudo.

Sayid matá a este chino y te perdonamos, por favor.

Charla de pelotudos, muy mala y afectada.

Ya empieza Sayid con su culpa de haber sido un torturador... uh, pelea.

Dale Sayid, cagalo a piñas.

Uh, está cobrando como loco Sayid.

Extraña impotencia cuando nos cagan a palos el personaje que queremos.

Ja, Sayid pelea con una escoba.

Dale Sayid, matalo al chino a este, no tiene huevos.

Le perdonó la vida y le dijo que se vaya porque se le cayó la pelota de béisbol. Dentro de 10 años nos vamos a enterar que esa pelota de béisbol era de Jacob cuando jugaba en su infancia en la Isla.

El No Locke y Claire frente al templo. La rubia dable entra a decir cosas mandadas por el No Locke.

Vuelta a la realidad no accidentada. El hermano de Sayid está en problemas con unos mafiosos y le pide que lo ajusticie. Sayid se hace el buenito. Sos un asesino y un torturador, Sayid, no jodamos. ¿Se dieron cuenta de que el personaje de Sayid por poco justifica la obediencia debida? La idea es: "Era un buen tipo (porque en la serie Sayid es un buen tipo, sería lo que habitualmente se conoce como un "amigo de fierro") pero lo obligaron".

Ahí se va Sayid y viene Alexis Sánches (Miles) el que habla con los muertos, que parece una actor desocupado, porque lo único que hace es contar cosas que ya pasaron y meter algún chiste. Otro que merece la muerte.

La presencia de Alexis es totalmente injustificada: no tiene una novia, una historia interesante, no tiene un choto, para eso que venga acá y escriba el minuto a minuto él.

Ahora le cuenta a Sayid cuando se murió y revivió, re al pedo.

Entró Claire haciéndose la loca. Le dice que el No Locke (no se lo dice pero el chino sabe) lo quiere ver al chino que merece morir por insoportable y forro.

Ahora el chino lo llama a Sayid.
-Pero dijiste que querías que me vaya.
-Las cosas han cambiado.

Me acordé del tema de Dylan, qué buen tema, el que ganó el Oscar.

Ya sé, malísimo esto que escribo, estoy mal por Cristina. De verdad.

No soporto al chino, no contesta las preguntas, cuenta historias pelotudas.

Ahora le dijo a Sayid que mate al No Locke, como si fuera tan fácil.

Te está cagando, Sayid, matalo vos al chino.

La típica disyuntiva losteana de hacer el mal para ser redimido, la típica disyuntiva de la vida, la disyuntiva permanente entre la culpa y la..., perdón.

Sayid lleva a los sobrinitos a la escuela, re amoroso (?).

Primer "(?)" del minuto a minuto, démosle la bienvenida (?).

Sayid sos un grasa: peinado con gel, musculosa ajustada, camisa manga corta. Torturador, pajero y grasa.

Lo atacaron a Omer, el hermano, fue la mafia.

Abrazo de Sayid a su amada símil "a comerla".

Ahí se va yendo Sayid y se cruza con Kate.

Ja, ja, qué bueno es Lost: Kate le pregunta a Sayid qué se ha perdido y el tortu (?) le dice: "Preguntale a Miles". Ja, le faltó: "Que está al pedo".

Es genial, Lost es lo más de lo más: Cuando entra Kate al templo, ¡Miles está jugando al solitario! Miles salvó el capítulo al final.

Listo: quedate Miles, te perdonamos. Le cuenta a Kate que volvió Claire y le dice que está un poco loca pero "sigue siendo sexy". Grande Miles, nunca más te deseo la muerte.

Me voy a hacer fan de Miles en facebook, ahora vuelvo.

Ya está, eran re pocos. 500 y pico nada más, pobre Miles.

Sayid en busca del No Locke, uh cagaste Sayid, mucho movimiento de arbusto, me parece que el No Locke aparece en humito.

Ja, ja, no, no, maldición odio no poder expresar mis carcajadas en otra forma que no sea "ja, ja". Después de los movimientos de arbustos, apareció el No Locke por atrás con cara de recién salido del baño.

Sayid le clavó un tramontina parrillero (?) al No Locke, el No Locke se lo sacó como si fuera una espina en el dedo gordo.

Arreglo entre el No Locke y Sayid para matar al chino insportable. Recién lo iba a matar pero ahora se amigaron, todo para voltear al chino. Cualquier similitud con la realidad argentina no es pura coincidencia (notarán que me quiero redimir del post anterior).

Charla insoportable.

Uh no, el puto de Sayid haciendo pucheritos insufribles porque se le murió la novia. El No Locke le dice que si mata al chino, la novia vuelve a la vida.

Vuelta a la realidad de Sayid tío.

La cuñada quiere guerra. Le pregunta por qué no quiere estar con ella si se llevó su foto por todos lados para pasar las noches de soledad.

Sayid le dice que no se la marece, re chamuyero, falta que le diga "No sos vos, soy yo", "Te quiero como amigo" y "Ahora no, pero dentro de un tiempo tal vez, estoy muy ocupado con el trabajo y la facultad".

Entra Sayid al campamento. No voy a explicar lo que dijo, imagino que si están leyendo esto es porque vieron el capítulo, son fans ortodoxos de Lost y quieren insultarme.

La azafata otrora buena se vino abajo, está re baqueteada.

La cosa es así, explico (qué pelotudo): Jacob ya se murió, si no se van antes de la medianoche, viene el humo malo y los mata a todos.

"Jacob no se murió, Jacob no se murió, que se muera Cerati la puta madre que los parió", cantan los del templo.

Kate visita a Claire. Está en un hoyo cantándole a bebé imaginario.

No se de qué mina poner foto hoy. No creo que haya de la azafata.

De Nadia puede ser. O de Marcó del Pont que también está buena.

Uh, la cara que le puso Claire a Kate cuando le dijo que Aaron estuvo con ella…

Malísima actriz Claire, para decir "está viniendo y nadie lo puede detener" sobreactúo a full. Creo que ni siquiera Cris Morena la tomaría para Patito Feo. Igual le damos entre todos.

Se le van todos al ayudante del chino parecido a Charly García en 1996.

Unos turcos se lo llevan a Sayid para que pague los platos rotos de su hermano.

El malo es el Terminator de la temporada anterior, el que mataba a la hija de Ben.

Está haciendo huevos. Siempre ponen a los villanos (no sólo en Lost, más que nada en las películas de acción) haciendo algo absurdo.

Sayid los mató a todos, así de simple. En un cuartito estaba Antonini Jin maniatado.

Buen capítulo, me gusta, me entretiene, me hace bien.

Uffffffffffff, el chino otra vez con la pelota de beisbol.

El chino cuenta por qué está ahí en el templo. Ni me importa, la verdad, todo lo que diga ni me importa (?).

¡A Sayid parece que tampoco porque lo terminó ahogando en la pelopincho del templo! ¡Vamos Sayid viejo y peludo nomás!

¡Y también degolló al Charly García 96'!

¡Vamos Sayid carajo!

Entró el humo al templo, cagamos.

Sigo sosteniendo que uno de los grandes errores de Lost es este humo. Al principio daba miedo pero ahora aparece a cada rato.

Ja, otra vez Miles, queremos tanto a Miles: creía que detrás de la puerta estaba el humo y era la mina esa que no se cómo se llama y ustedes tampoco pero todos sabemos quién es.

Llegó con Lapidus, Ben y Sun.

Kate se salvó de pedo del humito, justo se escabullió en el hoyo de Claire. Parece que el humito no sabe doblar en las curvas hacia abajo.

Ben lo fue a buscar a Sayid y salió cagando.

Sayid está endemoniado, está.

La mina que todos sabemos quién es pero nadie cómo se llama encontró un pasadizo y justo pasó el humito.

Final bíblico, epifánico y demente. Todos los del templo que se fueron más Sayid, Kate y Claire se reúnen con el No Locke cual Secta Satánica.

Qué miedo.

PD: Mirá vos Sun.